En realidad estábamos muy aburridos en el aula - comenzó su relato, Marcelo, algo temeroso -  y casi siempre jugamos o molestamos a alguien, el bullying relaja y divierte.

El profesor de historia siempre se burla de nuestros defectos y hace chistes exagerándolo, pero a él no le gusta que hagamos desorden o que nos riamos de alguna torpeza, como cuando se equivoca al hablar una vez dijo descernir en vez de discernir y nos reímos, nos tuvo parados toda la clase.
 
Está vez me ocurrió, pasar una hoja y escribir en su clase defectos de él o lo que sea que odiemos de él, para esto Pepe había dibujado una caricatura de él y le salió bien como todos los dibujos que siempre hace.

El reto era que pensemos y que ni bien comience la clase comencemos a escribir lo que odiamos de él, pasando la hoja por todos sin que se dé cuenta y así lo hicimos, claro nos con teníamos la risa porque todo era gracioso incluso para que no se dé cuenta alguien lo distraía por el otro lado y por el otro pasaban la hoja, habían frases como : "odio cuando se emociona y habla con lluvia" ; "odio su aliento cuando no se lava los dientes " "odio cuando se burla de las mujeres" "odio sus chistes malos" y habían otras más que eran más fuertes incluso con la grosería incluida...

Creo que ya lo sospechaba, yo le pasé la hoja a Manuel y como éste se rió al leer y ver el dibujo, el profesor se dio cuenta, Manuel trató de disimular y esconder la hoja pero el profesor lo vio y se lo pidió.

- Jovencito entrégueme la hoja, ¡ahora!

Yo se lo pedí cambiándolo disimuladamente con otra y le dije que era un poema que había escrito, pero no me creyó, me lo exigía y le dije que no le podía dar ya que eran mis sentimientos y que eran muy personales, él insistió y me amenazó con usar la fuerza, intentaba acercarse para arranchármelo, lo arrugué y me lo metí a la boca, insistió en que se lo diera, entonces lo mastiqué, me miró con odio, me señaló con su dedo la salida y enérgico, me expulsó de la clase.

Luego escribió en el cuaderno de incidencias e informó en la Dirección que yo le había desobedecido y que le había faltado el respeto.

Es que si yo se lo daba al profesor al leer todo eso, era grave y de hecho, hubiera expulsado definitivamente a Manuel; que por cierto, ya está con un pie afuera por algunas cosas que había hecho, aunque ahora ya había cambiado de actitud y nosotros nos juramos protegernos y cubrirnos como compañeros...

- Osea ¿te sacrificaste por ellos ? -replicó Daniel molesto -

- No papá , yo también soy responsable y asumo mi culpabilidad, incluso el castigo que me corresponde.

-Ay Marcelo, qué haré contigo, - movía la cabeza de un lado a otro, inhalando y exhalando profundamente, mostrando decepción -
Por lo pronto no saldrás más , tu itinerario es de la casa al colegio y del colegio a la casa eso es todo, ya pensaré en tu castigo.

Marcelo seguía agachado sin decir palabra alguna, el ambiente era tenso, de rato en rato Daniel observaba la foto que tenía Marcelo en su velador, con su padre abrazados después de haber jugado fulbito ambos con la camiseta del Real Madrid

Al otro lado de su cama tenía otra más grande con su mamá cuando cumplió 13 años, ambos estaban en silencio.

Ahora Daniel recordaba de cuando Marcelo había pintado las barandas de las escaleras con pintura roja en la zona de los párvulos y ellos sin saberlo se habían manchado toda la ropa, la cara y no solo ellos sino también los docentes que fueron los que se  quejaron, en realidad no era la primera vez que él estaba involucrado con cosas así...

- ¡amor, ya llegaron, los chicos! ¿vienes ? -interrumpió la dulce voz de Patricia, el eterno silencio de padre e hijo

- ya voy - respondió Daniel - como volviendo en sí de aquel trance de recuerdos, se levantó y Marcelo aún no levantaba la cabeza ; salió de la habitación y solo balbuceó, sin voltear la mirada

- luego continuamos...

Marcelo sin decir palabra alguna se puso sus audífonos y cogió su celular para sumergirse en la música, un mundo apartado, siempre hacía eso quizá para meditar, para distraerse o huir de un mundo tan hostil e internarse en otro : diferente, deslumbrante, placentero, simplemente perfecto e ideal.