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IDEA LOCA

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Elsa Menzel Pov

—Bien, espera un segundo. ¿Puedes contar la historia? Refréscame la memoria, por favor.

Bella: ¿Por qué tiene que ser un mes?

Mérida: Necesito que se enamore de Elsa.

—¿Disculpa? —dije a un más incrédula que antes—. Sabes que no tengo ese encanto.

Tiana: ¿Estás bromeando? ¿verdad?

Volteé a verla arqueando una ceja.

—Por supuesto que no.

Tiana, levantó igualmente una ceja.

Tiana: ¿Acaso no te has visto en un espejo? Eres un bombón fuera de la caja de chocolate.

—¿Eso debe hacerme sentir mejor? Porque estoy bastante confundida con todo lo que está sucediendo —hablé un poco exaltada y miré a Ariel que estaba a punto de hablar—. Y no digas que me calme: porque no funcionará esta vez.

Ariel cerró sus labios y asintió en comprensión.

Rapunzel: Bien, comencemos otra vez desde el principio. Primero: ¿Quién es Anna?, segundo: ¿Quién es Kristoff?, y tercero: ¿Por qué tienes que... hacerte pasar por un hombre?

Suspiré profundamente y recosté mi espalda en el sofá. Tiana colocó una mano en mi rodilla en forma de consuelo. Esa acción me tranquilizó un poco.

Mérida: Comienzo yo. Anna es hija del profesor de química de la Universidad de California. Rapunzel, Ariel y yo la conocimos en un centro comercial. Tuvimos la suerte de congeniar bastante bien en los gustos de moda, y al final le pedí su número para quedar otro día. Hemos estado hablando por... bastante tiempo y una vez le hice mención de ella a ustedes, pero parecen no recordarlo.

Bella: Claramente... ¿Qué nos dijiste?

Mérida: Que el perro de Hans estaba saliendo con una de las mejores chicas de esa universidad que es mi amiga.

Tiana: Pero no dijiste sus nombres.

Mérida ladeó su cabeza a un lado, recordando... quizás no haberlo hecho.

Mérida: Tal vez... no lo hice.

«Eso lo asegura».

—¿Y qué sucede con ella? ¿No puede resolver sus propios problemas personales? —pregunté con un poco de molestia.

Ariel: ¡Ese es el problema!

Rapunzel: ¡No puede! Kristoff fue el primer amor de Anna.

—¿Y? —retruqué.

Mérida: Mira, Elsa. Kristoff ha engañado a Anna dos veces porque está convencido de que Anna no lo dejará de amar.

Ariel: En otras palabras, cree que ella no es capaz de enamorarse de otra persona.

Rapunzel: Y si lo hace, ella verá las posibilidades que tiene.

Mérida: A veces hay que darle un empujón a esas personas que están encerradas en otra que simplemente le causan daño y mucho estrés.

Ariel: Vive con la esperanza de que cambie o... vuelva a hacer el mismo chico que conoció.

Bella: El Kristoff ya cambió por lo que he entendido. Dudo mucho de que regrese a como era en el pasado por la mala influencia que tiene como amigo. ¿Hans, cierto?

Mérida: Es correcto —dijo satisfecha tirando de su cuerpo hacia atrás.

—Me disgusta la idea de hacerme pasar por un hombre para enamorar a una chica que no lucha con su consciencia para ver la realidad de las cosas.

Tiana: Elsa tiene razón. La vida se encargará de darle ese golpe de realidad que necesita.

Bella: Explicándolo de otra manera para que entiendan... Deben dejar que las cosas sigan su curso y esperar a que ella comprenda que su novio...

Tiana: Es una mierda —concluyó.

Bella asintió.

Bella: ¿Cuánto tiempo llevan juntos?

Mérida: Siete años.

Bella: Guau, eso es mucho tiempo.

Mérida: ¡Pero ese no es el punto, amigas! ¡Debemos ayudarla! Y Elsa, me debes un favor y no puedes retractarte cuando ya aceptaste que lo vas a cumplir.

Exhalé resignada y crucé mis brazos.

—¿Algo más que deba saber de esa tal... Anna y su novio Kristoff?

Rapunzel: ¡Sí! —gritó alegre.

Mérida: Anna no es una mala persona y sus amigos no han podido ayudarla a "reaccionar". —Chasqueó sus dedos—. Hable con ellos antes de que llegaras y vendrán... —Miró su reloj de muñeca. «¿Desde cuándo tiene un reloj en su muñeca? Espera, más importante aún. ¿Vendrán? ¿Quiénes vendrán?»—. ¡Justo ahora!

Y el timbre de mi hogar, sonó.

—¡Mérida! —exclamé sorprendida.

Bella: Aun hay cabos sueltos.

Tiana: Es cierto, tengo algunas otras preguntas.

Ariel: Las responderemos todas, no se preocupen.

Suspiré otra vez con profundidad antes de recostar mi cuerpo completamente en el sofá. Rapunzel se levantó y atendió... a los que sean que se encontraban en la puerta. Cerré mis ojos y acaricié mis cienes rememorando, por encima, su vaga explicación de quien era la chica y que necesitaba para sacarla de ese agujero.

Estando perdida en mis pensamientos que no noté cuando más personas se hallaban mirándome, hasta que Tiana me golpeó con su codo derecho en mis costillas izquierdas.

—¡Auch! ¿Qué estás haciendo? —le pregunté molesta, acariciando esa parte.

Tiana hizo una señal con sus ojos de que levantara la mirada. Cuando lo hice, me topé con una chica de piel morena, cabello ondulado y ojos cafés. Luego cambié mi vista observando a otra de unos rasgos faciales que me dieron una idea de donde era... «Espera...»

—¿Jazmín? —solté sorprendida ganándome su atención.

Jazmín: ¿Elsa? —dijo desconcertada, dejando de ver su entorno.

Mérida: Que bueno que ya se conocen.

Parpadeé extrañada y salí de ese pequeño momento de shock.

—Lo siento. ¿Quiénes son ustedes?

—Mi nombre es Mulán. Y ellas son mis amigas, Moana y Jazmín.

Mérida: Ellas son Tiana, Bella y Elsa: de las que les hablé.

Bella: Un placer... —dijo tímidamente.

Tiana simplemente asintió ligeramente con una sonrisa.

—Esto ha sido... repentino. Aun me encuentro un poco desinformada con todo lo que desean hacer y...

Moana: No te preocupes, lo explicaremos.

Las miré insegura y... nuevamente suspiré en resignación. «Esta será una larga tarde. Ojalá no me hubiera ido del parque, pero lastimosamente me quedaban pocas páginas del libro. Acabé muy rápido».

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Pasaron tres horas aproximadamente que les tomó contar de la relación que se seguía llevando a cabo después de tantos años, y también explicar detalladamente el plan que habían hecho. Lo que más me sorprendió de todo fue que "Anna", abandonó sus estudios para dedicarse completamente a... él.

Por lo que contaron, Kristoff había sido un completo patán por más de tres años. Mérida mintió de que la habían engañado dos veces. En realidad, fueron más de diez. Sin embargo, eso no lo sabía ella: simplemente había descubierto dos de sus actos infieles y lo perdonó: porque lo ama; lo ama demasiado, o eso cree.

Sus amigas estaban convencidas de que lo que sentía por él ya no era amor. Era simplemente un sentimiento de aprecio que mantenía por haber estado con ella en los momentos más difíciles de su vida, pero eso no lo notaba Anna. Y cada vez que sus amigas trataban de tocarle un tema referente a su relación, Anna reaccionaba de mala manera y pedía al menos con "educación" que no deseaba hablar de eso.

Sin embargo, unos días atrás Anna explotó y les dijo que debían apoyarla como las amigas que eran. Y Moana le respondió: "No te apoyaré en algo que sólo te causa daño. ¿Acaso no lo ves? Ni te deja volver a empezar tus estudios, Anna. ¿Qué hombre no desearía que su mujer sea exitosa? ¿Acaso quieres ser una mantenida para siempre?". Una buena contestación, a mi parecer.

En teoría, Anna pensaba que ningún chico tan atractivo como Kristoff se fijaría en ella. En otras palabras, no se valoraba así misma por problemas familiares y personales que sucedieron en su pasado causando que la hicieran una persona insegura con su apariencia. Claramente ellas no dieron detalles sobre eso y, simplemente volvieron al tema principal.

Al principio de la relación todo marchaba bien. Les tomó dos años a Kristoff demostrar que no era igual que el inservible de Hans, y Anna se fue enamorando mientras transcurría el tiempo. Sus amigas lo aceptaron casi al instante porque estuvieron cuando él dijo que, demostraría que era diferente.

Ahora, Kristoff no les quiere dar la cara, pero no por vergüenza, ni por arrepentimiento. Sino porque no deseaba hacerlo. Anna les comentó que Kristoff las veía como una distracción y obstáculos de los planes que tenían ellos dos para el futuro.

Kristoff y Anna se conocieron en la Universidad de California, y su padre no podía estar más disgustado con ese hombre, pero no hacía absolutamente nada porque conocía a su hija. En pocas palabras la había dejado a su suerte por su arrebato en defender a Kristoff, sin embargo, el seguía constantemente pregúntale a Moana acerca de su bienestar.

Kristoff se había convertido en una astilla bastante difícil de sacar en la vida de Anna, pero una vez que ella entre en consciencia de que tiene otras oportunidades con diferentes personas, podría tomar esa decisión difícil de abandonarlo y retomar sus estudios. «Nunca es tarde para estudiar y empezar una nueva vida, pero aun así siento una mala vibra de ese plan. Algo... no me cuadra».

El plan consistiría en que Anna se fijara en otra persona, pero como ella era heterosexual, sus amigas decidieron que era mejor que fuera un chico, obviamente.

Bella: ¿Segura es heterosexual? Quiero decir, tenemos a una lesbiana de sangre pura aquí —dijo refiriéndose a mí.

Las invitadas me miraron con sorpresa.

Jazmín: Oh... No sabía que eras lesbiana.

—No es un tema relevante que hablo con todos —aclaré con un vaso de agua en mi mano derecha y en la otra con una rebanada de pizza.

Cierto, pedimos pizza.

Tiana: Como sea. ¿Están seguras de que funcionara? Anna me parece una chica cerrada en ese aspecto de su... relación desequilibrada.

Moana: Puedes llamarla toxica, radioactiva o algo más fuerte que eso. Tenemos miedo que, Kristoff, llegue a mayores.

Mulán: La última discusión que tuvo con Anna, no terminó para nada bien.

Bella: ¿La lastimó? —preguntó ligeramente preocupada.

Moana: Por poco...

Mérida: Pero le ha levantado la voz más de una vez. —Ella, nos miró a nosotras tres—. Pueden imaginarse cuantas veces fueron en esos tres años que comenzó el cambio.

—¿Han hablado con él? —consulté, para después darle un mordisco a mi pizza.

Moana: Sí. ¿Qué quieres decir con eso? —comentó confundida.

Ingerí y limpié el contorno de mis labios con una servilleta.

—Quiero decir... ¿No es un problema que deban arreglar ellos dos?

Silencio. Todas se quedaron observándome con asombroso. Hice una mueca y las miré dudosa.

—Está bien, lo admito, no conozco cómo funcionan específicamente las relaciones porque no he tenido una, pero he visto muchas películas y series que terminan bien si los dos hablan del problema del otro.

Jazmín: ¿No has tenido pareja? —dijo sorprendida.

—Eso no es relevante —le dije en amenaza apuntándola con mi pizza.

Moana: Oh por dios. ¿Cómo no has tenido pareja siendo tan... hermosa?

Rapunzel: Bien, Elsa, cálmate. Esa relación no tiene ningún arreglo comunicativo y estamos tratando con una persona que en su infancia sufrió daños psicológicos. Y lo que tienes que hacer es simple.

—No sé coquetear. —Fruncí el ceño.

Ariel: Es sencillo, no tienes por qué preocuparte. Te entrenaremos.

—Eso no me tranquiliza. —Miré mi pizza. «¿Tú me tranquilizaras?». Hice una mueca. «Si la comida hablara me daría un infarto en este momento».

Mérida: Es un favor que estás haciendo. Cuando lo cumplas, no tendrás nada que pagar.

Rapunzel: Cero deudas.

Ariel: Cero compromisos.

—¿Por qué no buscaron a un hombre de verdad? —pregunté aún muy insegura de su plan e intenciones conmigo.

Moana: No tenemos muchos amigos varones que sean tan... atractivos.

—Aladdín es bonito —solté, al ser el primero en cruzarse por mi cabeza.

Jazmín: Pero no a la altura de Kristoff.

«Oh...» Había olvidado que... el interés romántico de Aladdín estaba aquí. Sentí que lo había regado un poco, pero lo bueno era que le había puesto bastante atención como para hacer tal comparación.

Mulán: Ese hombre está tonificado.

—No tengo músculos —les di a conocer.

Bella: No, pero tienes un buen físico atlético y un bonito rostro —corrigió.

Tiana: Puede funcionar —dijo con su cabeza baja analizando posiblemente la situación.

—¿Estás hablando en serio? ¿Qué sucede si ella se enamora completamente de mí?

Rapunzel: No sucederá —aseguró—. Será simplemente una atracción romántica leve.

Moana: Un amor pasivo no pasara a mayores.

Jazmín: Anna no le agarra afecto tan rápido a las personas.

«Que buen y mal dato». Suspiré y terminé de mala gana mi trozo de pizza. Moana tomó otro pedazo de la quinta caja. Una completa la pedí específicamente para mí y me la acabé en una hora. Tenía hambre. Demasiada hambre. Y ahora con lo que estaba sucediendo me había dado más hambre, pero honestamente no podía dejar de pensar en el hermoso metabolismo que tenía.

Permanecimos en silencio unos minutos que me tomó asimilar todo y acabar con los dos trozos restantes. Ellas esperaron pacientemente a que hablara, pero mi mente... era un caos. Y el plan era simple para ellas, pero... por mi parte no se me daba bien coquetear y menos con una chica para ayudarla a salir de su mundo de... ¿Fantasía amorosa?

«Todo sucedió... muy repentinamente». Y necesitaba pensar mejor las cosas, sin embargo...

—No creo que esto vaya a resultar. —Hice una pequeña pausa y levanté la mirada observándolas a todas— Pero... lo intentaré.

Todas sonrieron y gritaron un rotundo: "¡Sí!", para después empezar a planear los cambios que me harían y como comenzarían. Sonreí a medias y observé las cajas vacías en la mesa.

«Algo me dice que hay varias posibilidades de que algo salga mal».

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Fin del Cap. 2 (Idea loca)

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