Capítulo Único
WangXian y más WangXian, si señor
Parcialmete inspirado en un Tweet, que les debo porque lo perdí (y si les digo el contenido es spoiler *winkwink*)
Espero que lo disfruten tanto como yo al hacerlo y mi beta al corregirlo
Arte de la portada de: Gearous (Twitter)
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Recorded
Lan Zhan abre los ojos pocos segundos antes de que su alarma suene y cuando lo hace permanece recostado mirando el techo de su habitación dejando que la suave tonada que compuso para iniciar su día llene su habitación hasta que finalmente se apaga; permanece unos segundos más en cama antes de sentarse para comenzar con su rutina matutina.
—Hm, cinco minutos más Lan Zhan —dice una voz somnolienta con un ligero tono quejumbroso haciéndole sonreír con suavidad.
—Hm, Wei Ying puede dormir un poco más —dice poniéndose en pie caminando hacia su armario. Lo abre sin detenerse a mirar su ropa tomando la que había seleccionado el día anterior para usar, un pantalón de tela negro junto a una camisa blanca lisa. Se agacha para tomar sus zapatos dejando la ropa con cuidado sobre la cama y los zapatos frente a esta, se endereza para buscar la ropa interior y una vez la tiene a mano camina hacia el baño.
—Francamente Lan Zhan, deberías agregar más color a tu armario —comenta Wei Ying dejando escapar unas pequeñas risitas.
—Tal vez la próxima vez —responde cerrando la puerta tras de sí.
Se desviste con cuidado dejando su pijama perfectamente doblada en el cesto correspondiente y entra a la bañera. Su ducha no dura más de lo necesario y pronto se encuentra frente al espejo del baño, con la ropa interior puesta mientras desenreda su cabello con cuidado para amarrarlo en una cola baja.
—Lan Zhan, ¿cómo puedes verte tan hermoso tan temprano? —la voz falsamente quejumbrosa de Wei Ying hace que sus orejas se calienten ligeramente—, tienes que compartir tu secreto con los pobres mortales. Aunque pensándolo mejor, no, sólo Lan Zhan tiene permiso de verse tan hermoso.
—Wei Ying también es hermoso —responde ignorando el como su corazón golpea su pecho con fuerza mientras toma su cepillo de dientes. Empieza a cepillarse pensando en lo que debe hacer antes de ir a la universidad, repasando su horario una vez más en lo que termina. Suspira cerrando sus ojos sonriendo un poco al recordar que ese día tendría varias clases compartidas con Wei Ying, uno de sus días favoritos en su horario.
—Ah, ¿estás sonriendo Lan Zhan? ¡estás sonriendo!, no, no, sigue sonriendo, tienes una sonrisa hermosa, aunque no me dejas verla a menudo —abre los ojos ante el comentario jocoso de Wei Ying sintiendo sus orejas enrojecer aún más—. Por favor Lan Zhan, sonríe más para mí, ¿sí?
—Hm, intentaré sonreír más para Wei Ying —dice mirándose al espejo sonriendo con suavidad, tratando de que se vea tan natural como las sonrisas que Wei Ying le dedica siempre, pero el gesto se siente tan ajeno en su rostro que pronto sus labios caen haciéndole sentir frustrado por fallar horriblemente en algo tan sencillo.
Wei Ying lo hace ver tan fácil, piensa saliendo del baño para cambiarse, siempre sonriendo como si no tuviera ninguna otra preocupación en el mundo, iluminando su día con el simple gesto que hace brillar sus ojos grises, acompañado siempre de su risa que llena de mariposas su estómago. Pero debe conseguirlo, se dice saliendo de la habitación para ir a la cocina, no puede decepcionar a Wei Ying, si a él le gustaban sus pequeñas sonrisas entonces debe darle las mejores al joven.
Entra en la cocina poniendo manos a la obra mientras la voz de Wei Ying llena su departamento, comentando algo tonto que hizo su hermano Jiang Cheng hace unos días, o como echa de menos la comida de su hermana Jiang Yanli haciendo pequeños bufidos al mencionar a su cuñado Jin Zixuan. Sus ojos se suavizan, atento a cada una de sus palabras mientras termina el desayuno.
—Ah Lan Zhan, ¡tu comida es deliciosa! Sería tan afortunado de poder comer lo que cocinas todos los días, ¿cocinarías siempre para mi Lan Zhan?
—Hm, cocinaré todos los días para Wei Ying —dice guardando en dos envases el almuerzo de ese día antes de sentarse para empezar a comer.
Como siempre, come en silencio, pero eso no impide que la voz de Wei Ying siga llenando el espacio en su desayunador, comentando sobre la serie que estaba viendo con su hermano tratando de convencerla de verla también con él, el como podrían hacer una pijamada solo ellos dos y adelantarse, riendo al pensar en como eso fastidiaría a Jiang Cheng. Cierra sus ojos disfrutando más la charla unidireccional que su desayuno y al terminar se levanta para lavar los platos y terminar su rutina matutina antes de ir a la universidad.
Una vez llegado el momento de irse se coloca sus zapatos tomando las llaves de su auto revisando que tiene todo lo que necesita en la bolsa de su laptop. Listo para iniciar su día toma las llaves del departamento saliendo.
—¡Hasta luego Lan Zhan! —es lo último que escucha antes de cerrar la puerta y con el corazón ligero por la alegría que lo embarga camina hacia el ascensor agradeciendo mentalmente que los vecinos de otros pisos no tuvieran la costumbre de salir tan temprano por lo que no se encuentra con nadie mientras el ascensor baja hasta el estacionamiento de su edificio.
Entra en su auto arrancando para ir a la universidad, en el camino tamborilea suavemente sus dedos en el volante. Toma nota mental de que debe cambiar la grabación del desayuno, tal vez ese día podría grabar una nueva.
En el fondo de su corazón sabe que lo que hace no está del todo bien y se sentiría mal si el hecho de escuchar la voz de Wei Ying a su lado y poder ''hablar'' con él todos los días cuando no está junto al joven no llenara su corazón de tanta alegría. La primera vez que grabó a Wei Ying se sintió increíblemente avergonzado, sobre todo porque aún vivía con su hermano y este había descubierto la que en aquel entonces era su alarma; para su alivio o vergüenza Lan Huan simplemente río divertido por las acciones de su hermano y aunque al principio lo molestó un poco con el asunto lo ayudó a conseguir grabadoras con un temporizador que le permitiría programarlas para que se reproduzcan en un momento especifico.
No sabe si Lan Huan lo hizo para divertirse secretamente de su incapacidad de confesarle sus sentimientos a Wei Ying y simplemente vivir ese amor a través de momentos robados y guardados celosamente en grabaciones, o porque pocos meses luego de descubrirlo se iba a mudar, pero lo agradece infinitamente; aunque no pueda ver a su hermano directamente a los ojos desde entonces cuando Wei Ying estaba a su alrededor. Después de ese día, había recolectado tanta grabación como fuera posible, las había adaptado a pequeñas cintas difíciles de encontrar, pero no imposible cuando se tenía los medios, y había llenado su casa con pequeñas grabadoras que cambiaba cada tanto o cuando tenía una grabación nueva.
Suspira suavemente al llegar a la universidad y se estaciona en el lugar de siempre, una hora justo antes de su primera clase. Al bajar del auto se sorprende un poco al notar a Wei Ying sentado en el baúl de un auto, que obviamente no es suyo, estacionado pocos espacios alejado del suyo, como si lo hubiera invocado con el pensamiento.
Cuando lo nota Wei Ying sonríe ampliamente bajando de un salto del auto agitando su mano con fuerza mientras se acerca a él dando pequeños saltos lo que provoca que su cabello, sostenido en una alta cola, se balance de un lado al otro. Lo observa mientras se acerca, tragando al notar que lleva puesto unos apretados jeans de estilo gastado, con pequeños agujeros en las rodillas que Wei Ying le había asegurado estaban a la moda y eran perfectamente normales, ¡no están rotos en lo absoluto, Lan Zhan!, con sus tenis que en algún momento fueron negros, una camiseta sin mangas roja que parecía quedarle corta al frente, dejando ver trazos de su vientre con cada salto que da, y larga atrás y una chaqueta negra para completar el look. A penas tiene tiempo de encender la grabadora de su celular antes de que el joven se detenga frente a él.
—¡Lan Zhan! —grita el enérgico joven a pesar de estar a pocos pasos de él—, tan puntual como siempre. Jiang Cheng, ese idiota, me despertó a las 6 de la mañana, ¡las 6 Lan Zhan! Cómo si no supiera que me dormí a las 3, argumentando algo sobre que no pensaba dejarme el auto porque tenía que entregar un proyecto importante, y porque no confía en mí como si yo no supiera conducir, que, porque podría rayarlo de nuevo, pero fue como... dos veces, hace un año, ni siquiera fue mi culpa que rayaran el auto y...
—Wei Ying —dice con suavidad interrumpiéndolo para que tome una bocanada de aire—, buenos días.
—Oh —parpadea y ríe nervioso. —¡Oh! Lo siento Lan Zhan, buenos días.
—Hm —asiente haciéndole un pequeño gesto para empezar a caminar hacia su salón. Inmediatamente el joven lo sigue tomando su brazo.
—Como te decía, Jiang Cheng me llamó super temprano, diciendo que me pasaría a buscar para darme algo que Shijie mandó a su departamento, pero que tenía que ser a esa hora porque tenía el día super ocupado. Le dije que bien podría dejarme el auto y de ahí irse a sus clases porque, literalmente su universidad está super cerca de mi departamento —dice sin pausa empezando a mover el brazo de Lan Zhan sin ser plenamente consciente de ello, no que a él le importe en lo absoluto—, pero no quiso, ese hermano ingrato, así que con la llave que aún tiene entró y me pateó fuera de la cama, ni siquiera me dejó tomar un café, tuve que comprar el horroroso café de la cafetería, ¡no he desayunado aún!
Lan Zhan se detiene ante lo último y lo mira, por su parte Wei Ying deja de hablar mirándolo confundido por su abrupta parada y ladea la cabeza. Duda un poco mirando su reloj antes de girar guiando a Wei Ying por otro camino.
—Uh, Lan Zhan, tu clase es en aquel edificio —dice, pero lo sigue de todas formas.
—Wei Ying debe desayunar —dice simplemente guiándolo al pequeño edificio que alberga una cafetería externa a la del personal de la universidad dónde han desayunado antes.
—Lan Zhan, Lan Zhan, no es necesario, no tengo clases hasta más tarde y no quisiera que llegues tarde...
—Tengo tiempo —dice sin darle oportunidad a seguir protestando. Conociendo lo increíblemente cabeza dura que podía ser su amigo simplemente suspira y sonríe apoyándose contra su brazo.
—Ok Lan-er-gege, te dejaré comprarme el desayuno, pero luego invitó yo ¿ok?
—Hm
—Y almorzaremos juntos, ¿verdad? —pregunta mirándolo ilusionado.
—Hm —asiente antes de mirarlo un poco apenado—. Traje almuerzo también para Wei Ying.
—¡Lan Zhan! —jadea llevando una mano a su pecho—, me mimas demasiado Lan Zhan —dice riendo mientras entran a la cafetería. Lan Zhan no dice nada, simplemente guía a Wei Ying hacia el menú permitiéndole pedir todo lo que quiera.
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Lan Zhan por un breve minuto creyó que estaba total y absolutamente jodido. Luego de su última clase, que por desgracia no compartía con Wei Ying, había caminado hacia el estacionamiento sorprendiéndose al encontrar a Wei Ying apoyado contra su auto jugando con su celular hasta que lo sintió pararse a su lado.
—¡Lan Zhan! No vas a creerme —había dicho con una risita nerviosa—, en la prisa por salir dejé mis llaves en la casa y Jiang Cheng saldrá mucho más tarde de lo usual así que no me puede traer las suyas. ¿Puedo ir contigo y esperar a que me las pueda dar?
La petición le había sorprendido, no porque Wei Ying no hubiera ido a su departamento antes, invitado o no, sino porque usualmente tenía el tiempo justo para apagar todas sus grabaciones evitando así quedar al descubierto. Esta vez no es así y a pesar de que la parte lógica de su cerebro le gritaba que no aceptara, inventar cualquier excusa para evitarse la vergüenza de quedar al descubierto, siempre había sido incapaz de decirle que no a Wei Ying.
Simplemente asintió abriendo su auto para dejarle subir, firmando su sentencia en ese instante. O eso pensó hasta que llegaron a su departamento y Wei Ying le pidió permiso para ir al baño de invitados, dónde por fortuna no tenía grabadoras porque no lo utilizaba con frecuencia; eso le dio el tiempo justo de apagar todas las grabadoras que estaban en la sala, cocina y pasillos, tomándolas todas para guardarlas en su habitación. Para su fortuna estas no se deberían activar hasta al menos una hora después, en el caso de las de la sala o a la hora de la cena en el caso de las de la cocina. Aliviado por su éxito se dejó arrastrar a la sala por el joven cuando salió del baño, e inmediatamente sacó su laptop para ver una película.
Luego de unos minutos Lan Zhan se permitió relajarse, seguro de que su secreto estaría a salvo, por lo que pudo disfrutar de la película, o más bien de las reacciones y comentarios de Wei Ying al respecto. Cuando llega la hora de preparar la cena se levanta para ir a la cocina seguido por Wei Ying que comenta emocionado el final de la película riendo bajo ante los asentimientos o pequeños comentarios de Lan Zhan.
Este, por supuesto, debió saber que no podría tener tan buena suerte por siempre y el destino parece burlarse en su cara cuando, justo cuando está sirviendo los platos sacando una botella de aceite picante especialmente para el plato de Wei Ying, la voz del joven llena la cocina.
—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan! Deberías comer esto, ¡seguro te gustará! —la emocionada voz del joven suena haciendo que el dueño parpadee varias veces por la sorpresa. Lan Zhan contiene la respiración, paralizado dónde está con un plato caliente en una mano y la botella de aceite en la otra.
Wei Ying lo mira con una expresión indescifrable antes de caminar hacia la nevera, dónde está seguro que escuchó su voz y tal como pensaba sobre esta ve un pequeño objeto negro cuadrado; se pone de puntillas para tomarlo observando curioso que se trata de una grabadora y le da a reproducir.
—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan! Deberías comer esto, ¡seguro te gustará! —se escucha de nuevo y los ojos del joven van del objeto en sus manos a Lan Zhan y nuevamente a la grabadora.
—Lan Zhan —dice despacio sin mirar a su amigo. Recuerda ese comentario, o al menos cree poder ubicarlo en algún momento en que le recomendó algo a Lan Zhan, ¿habrá sido hace una semana cuando lo llevó a almorzar en un lugar cercano a la universidad dónde vendían los mejores platos picantes del mundo? ¿o cuando hace unos días le llevó unos dulces especialmente del lugar dónde creció que su Shijie le había hecho llegar? —. Lan Zhan, ¿qué... qué es esto? —lo mira nuevamente.
Lan Zhan lo observa por un largo minuto, aún paralizado, pero con las manos temblorosas. Por un breve segundo considera mentirle, nunca lo ha hecho en su vida y jamás le mentiría a Wei Ying, pero se siente tan tentado a hacerlo en ese momento; su amigo le mira con confusión, aunque puede notar algo que no logra descifrar en sus ojos, y eso le basta para decidirse a explicar lo mejor posible la situación sin que se vea aún más rara, es lo mínimo que merece. Deja el plato en el desayunador junto a la botella y frota sus manos contra sus muslos tratando de calmarse.
—Me gusta la voz de Wei Ying —dice luego de varios intentos sin que la voz no abandonara sus labios, no es la verdad completa, sin embargo, es mucho menos vergonzoso que admitir que está enamorado de él y que lo ha estado grabando desde hace tiempo para sentirse aún más cerca de él.
Los minutos pasan haciéndolo sentirse más y más incómodo por la seriedad en la mirada de Wei Ying, hasta que finalmente este deja escapar una carcajada sobresaltándolo. Por un breve momento su corazón se encoje, listo para el inminente rechazo cuando Wei Ying se acerca a él.
—Siempre creí que considerabas mi voz molesta Lan Zhan —dice el joven mirándolo con una sonrisa cálida sorprendiéndolo. No lo entiende, ¿por qué no le está gritando por grabarle? ¿por comportarse como si fuera un acosador o algo por el estilo? Es lo que... es lo que Wei Ying debería pensar, ¿no? Lan Zhan traga sintiéndose incapaz de respirar correctamente bajo el escrutinio de Wei Ying.
Wei Ying, por su parte, siente su corazón latir más rápido y fuerte con cada segundo que pasa deseando que sus mejillas no estén tan rojas como puede sentirlas, un satisfactorio sonrojo extendiéndose por su cuello. ¡Lan Zhan era tan dulce! Le alivia tanto saber que su voz no es molesta para su amigo que decide es momento de confesar algo él también, no le parece justo que Lan Zhan se vea tan avergonzado cuando a él no le molesta en lo absoluto.
—Yo, hm —se detiene frente a él dejando la grabadora junto al plato de la cena y baja la vista apenado—, yo tengo una colección de fotos. De nosotros, pero sobre todo tuyas —dice sin atreverse a mirarlo.
—¿Fotos? —pregunta jadeando suave, ¿Wei Ying le había tomado fotos?
—¿Te acuerdas las fotos que nos tomamos en esa máquina de fotos instantáneas? Me gustaron tanto que, em, decidí que necesitaba más. Te he estado tomando fotos sin que lo notes, también guardo las selfies que dejas que nos tome juntas. Yo tengo... —traga respirando hondo—, tengo una carpeta en mi celular, y un respaldo en mi laptop, y en mi Tablet, y las tengo en físico en un álbum, y algunas colgadas en mi habitación, creo que también tengo algunas en la sala. Dios, que bueno que no vivo con Jiang Cheng ya o viviría molestándome con ello diciendo que soy un raro acosador...
Se queda callado de golpe y se atreve a mirar a Lan Zhan. Ambos tragan asimilando la información que se ha revelado en los últimos minutos. ''Tal vez'', piensan a la vez sin ser conscientes de ello, ''tal vez es el momento adecuado''.
—Lan Zhan yo... —empieza a decir Wei Ying, pero sus palabras son cortadas por los suaves labios del joven, que envuelve un brazo en su cintura y lleva su otra mano a su mejilla.
Wei Ying jadea y antes de que se pueda alejar lleva sus brazos a su cuello jalándolo para profundizar el beso, pegando su cuerpo todo lo humanamente posible al del contrario. Esa no es la forma en que le hubiera gustado confesar sus sentimientos; diablos, ni siquiera pensó que lo haría alguna vez por miedo a perder tan valiosa amistad, pero no la cambiaría por nada en el mundo. Cuando finalmente se separan en busca de aire deja escapar unas pequeñas risitas dejando besos en el mentón y las mejillas del contrario.
—Entonces —dice bajo apoyando su frente en la contraria, besando suavemente sus labios, apenas pequeños roces que le hacen reír un poco más por la forma en que Lan Zhan se inclina buscando más—, cuéntame mi Lan Zhan, mi Lan-er-gege, ¿qué otras grabaciones tienes mías? Si me las enseñas te dejaré ver mis fotos.
El joven puede sentir el calor extenderse de sus orejas a su cuello y de allí a sus mejillas, pero no puede hacer más que asentir disfrutando de la pequeña risa que deja escapar el joven en sus brazos. Pronto se olvidan de la cena y pasan el resto de la noche escuchando todas las grabaciones de Lan Zhan y viendo las fotografías que Wei Ying celosamente guarda en su celular.
Si alguien les pregunta, no saben de quién fue la idea de que Wei Ying se mudara permanentemente en el departamento de Lan Zhan, posiblemente del desvergonzado joven para que su Lan-er-gege pudiera tener el placer de despertar a su lado todos los días sin necesidad de tener que cambiar las grabaciones. Por supuesto, el que compartan el mismo techo no significaba que Lan Zhan dejara de grabarlo para que pudiera acompañarlo cuando sus horarios no coincidían, ni mucho menos detuvo a Wei Ying de seguir tomando fotografías con las que podía admirar a su increíble novio cuando no estuviera cerca.
Y pensar que pudieron disfrutar de eso hace tiempo. Por supuesto, se iban a recompensar mutuamente por el tiempo perdido.
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