Especial 02: Corrección y Recopilatorio
Para este especial, la ADVERTENCIA de contenido sangriento está en vigencia.
De ahí en fuera, por favor, lean las notas al final, ya que hay un par de cosas interesantes.
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[La soledad de una heredera]
[Haiku]
Ciertas cosas nunca habían cambiado en su vida, y eso era algo que la hacía reflexionar a pesar de ser demasiado joven como para pensar de esa manera.
Y eso se había hecho aún más presente en su estancada vida, desde que su madre había abandonado a la familia Aldrich y a ella, por no querer someterse a las reglas de esta.
Por lo cual, su mundo, ya de por sí detenido, había perdido todo el color con el que los niños de una edad de 5 años podía llegar a verlo, o al menos para ella así había sido.
Así que ver pasar los años frente a sus ojos y sentirse igual que siempre, ciertamente era aburrido, pero ahora era parte de su rutina a estas alturas.
Pero todo comenzó a cambiar desde que su padre le había dado el permiso para conseguir a su primer aprendiz, que con el tiempo se transformaría en un sirviente de la familia, pero principalmente de ella.
Sin embargo, a pesar de las nuevas responsabilidades y tareas que tenía, tener una alumna hizo que sus fueran un poco más coloridos. Algo irónico ya que su elegida era casi tan apática como ella.
Pero al aceptar a Lucy, sin saberlo, también había aceptado la típica locura y calidez de la ruidosa familia Loud, lo que hacía imposible, mantener paz y calma.
Extrañamente, eso no le disgustaba; después de todo, eso hacía que su vida ganara algo de color, aunque fuera solo un poco y de manera inconsciente por parte de su amiga. Algo que ahora extrañaba, ahora que Lucy tuvo que irse por un tiempo, por culpa de un pervertido.
Y con ella lejos, el tiempo ahora iba más lento que antes.
—(suspiro) Tal vez debería haber algo de información en alguna enciclopedia de bestias.
Aunque una parte de su mente divagaba sobre la situación actual de su amiga, la otra seguía buscando en la biblioteca de su palacio mental.
—Mm, ¿o debería buscar en la sección de espectros?
Sacó un par de libros de sus lugares en las estanterías, para simplemente soltarlos en el aire, pero en lugar de caer en el suelo, misteriosamente comenzaron a levitar no muy lejos de ella.
—Incluso debería llevarme algunos libros sobre espíritus guardianes del tipo herencia, tal vez la familia de Lucy tenga algún tipo de herencia especial.
Sin más, siguió revisando los libreros con una mirada meticulosa, mientras nuevamente dejaba que su mente se sumiera en sus pensamientos.
Pero la falta de tener a Lucy, a la cual se había acostumbrado para charlar, hizo que todo esto fuera más aburrido. Sobre todo ahora que no tenían una fecha de retorno gracias al incidente de Lola.
—Debería pedir el permiso para tener un segundo aprendiz.
Por un segundo pensó en la otra candidata que tenía en mente cuando recién le habían dado permiso para mostrarle este mundo a alguien más.
—Me pregunto si Perséfone aceptará esta realidad tan fácilmente como Lucy.
La comparativa entre su pequeña amiga gótica y la chica más grande que compartía su gusto por los vestidos antiguos se hizo presente.
Pero no podía culparse, después de todo Lucy había demostrado ser más que capaz de aprender todo esto, con una facilidad y talento comparable a una persona que había nacido en una familia de despertados.
Y si a eso se le suma su curiosidad por aquel ente que merodeaba a la familia Loud en general, era la fórmula perfecta como para que su atención no pudiera ser llevada por ningún otro tema.
Al menos hasta que pudiera encontrar su origen en el conocimiento de perfecto de su familia. O catalogarlo en el extraño caso de que por alguna razón su familia no supiera su origen.
Aunque eso era imposible.
—Creo que con esto puedo empezar mi pequeña investigación.
Se giró y miró los más de 200 libros y tomos que había tomado de las estanterías, algo emocionada por la expectativa de tener un misterio en sus manos.
Por muy simple que fuera y tal vez decepcionante que fuera su respuesta.
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[Las consecuencias de molestar a la persona equivocada]
[Vicky]
—jajajajaja
Un ataque de risa, amenazó con matarla por asfixia, pero nadie podía culparla al enterarse de lo que una de sus compañeras le había sucedido.
—Deja de reírte, ¿no vez que esos eran mis ahorros de un año entero?
El estado lamentablemente de la médica de su grupo fue algo que nunca en los pocos años que tenía conociéndola había visto en ella.
—Espera, espera, ¿me estás diciendo que compro el kit completo, con materiales suficientes como para dos años y solo te paso la nota de pago?
Preguntó su amiga Frankie, con el rostro más serio que pudo poner para disimular la risa que amenazaban con salir de su boca.
—Sí
—jajajajajaja
—jajajajajaja
Pero al final, ni ella, ni su compañera, pudieron resistir, ambas riendo como un par de locas ante tal situación. Sin embargo, no le extrañaba nada de la manera de actuar de Milena, no cuando Helena había usado trucos sucios para hacerla aceptar aquel trato.
—Pero sigo pensando que tal vez no fue la mejor manera de ayudar al chico.
—Opino lo mismo, todos saben que Milena es un poco prejuiciosa con las personas normales.
Esa era una verdad que, lamentablemente, la mayoría de los despertados descendientes de familias importantes tenían, ya que su sentido de superioridad social por sobre todos aquellos que ignoraban la otra parte de la realidad, los hacía actuar de manera despectiva, incluso con otros despertados que no tenían raíces con este lado de la realidad.
—Lo sé, pero ella es la única que no tiene órdenes explícitas de no intervenir en la vida del chico, y tampoco aria nada para lastimarlo, al menos mientras Maggie tenga interés en él.
—Cierto, pero... es Milena, ella es posiblemente la persona más...
Intento buscar una palabra que pudiera describir a la sirvienta personal de su líder, pero todas las palabras que podía llegar a usar eran poco amables, por decir una cosa.
—Difícil de tratar
Afortunadamente, Frankie terminó su frase, para evitar un problema.
—Sí, eso, jajaja
Aunque ella hubiera usado una palabra menos amable o cordial para describir a esa mujer. Incluso menos, cuando tenía que recordar el día en que tuvo la mala suerte de conocerla por primera vez y su doloroso resultado.
—Eso que importa, por el momento solo espero que ella cumpla su parte del trato.
Aun intentando contener la risa, ambas escucharon las palabras de la mujer de la bata blanca. Pero lo que no esperaban fue que una cuarta voz se uniera a su conversación de la nada.
—Ella cumplirá su parte del trato, pero me sorprende que tú, de todas las personas, hiciera ese tipo de apuestas.
Al instante, Frankie, Helena y ella se pararon firmes y rectas en su lugar. Todo el ambiente tranquilo y relajado que alguna vez estuvo desaparecido en un instante.
—(mierda, no sentí su presencia en ningún momento...) señora.
—Señorita Margaret.
—Señora.
Frente a ellas estaba la persona más importante de toda su pequeña organización, la mujer por la que todas ellas estaban paradas en este lugar y por la que tal vez algún día tendrían que dar la vida.
—Relájense, solo viene a confirmar un pequeño rumor que escuche por los rincones de la base.
—y-yo...
—No vengo a intervenir en su pequeña apuesta, solo quiero saber él por qué tienes tanto interés en Lincoln, Helena.
Por más que esta chica dijera que se relajarán, el tono serio y su voz monótona les hacía imposible el solo hecho de suavizar sus posturas rígidas.
—n-no es interés como tal, yo creo que es un intento por darle una manera de salir de sus problemas por sí solo.
El temblor en la voz de Helena era más que evidente, pero ella respetaba la fuerza de su compañera para mantenerse firme en esta situación, al menos eso esperaba.
—mmmm, interesante, pero eso no explica el porqué apostaste tu vida en un contrato vinculante.
Comento la pelinegra, pero algo en el interés de su líder parecía algo más que curiosidad.
—Fue en el calor del momento, no pensé mucho en las consecuencias de mis palabras.
La única médica del lugar intentó explicarse, pero realmente no había una respuesta creíble que dar.
—Ya sabe cómo es la sirvienta principal cuando está en su modo batalla, es... difícil razonar con ella.
Después de que Helena diera su respuesta a medias, un silencio incómodo se alargó por unos 2 minutos. Su líder, totalmente quieta, se quedó observándolas fijamente. O mejor dicho, se quedó observando a Helena fijamente, por un muy largo momento.
—Bien, ya lo hiciste y no se puede cambiar, pero en el futuro espero que todo este tipo de cosas, primero pasen por mi autorización antes de decidir hacer nada.
Dijo la pelinegra, mientras daba media vuelta para ir hacia la salida, pero antes de tomar la manija de la puerta hablo nuevamente.
—y Helena, evita mentirme sobre tus razones verdaderas en futuras charlas.
Para un segundo después salir de la enfermería en silencio.
—Mierda...
—Te juro que esa chica de más miedo que Milena enojada...
Comentó, mientras un sudor frío recorría su rostro.
—No lo sé, Vicky, Milena da la sensación de ser mucho más viciosa que la señorita Margaret.
—De cualquier manera, me acaban de dar una advertencia. Genial, ahora me van a estar vigilando constantemente...
Un suspiro de resignación salió de Helena, y fue tan largo y ruidoso que por un segundo pensó que la chica se desmayaría por la falta de oxígeno en sus pulmones.
—Necesito unas vacaciones muy largas...
Ambas solo pudieron sonreír antes la expresión de estrés de su compañera, sabiendo que pronto estaría bien, o lo que para ella fuera bien.
—Bueno, tómalo como una buena oportunidad para aprender a no intentar presionar a Milena.
—sí, sí, Milena, o lo que sea.
Respondió Helena, para un instante después, al dejar que su cabeza chocará ruidosamente contra la madera pulida del escritorio que usaba comúnmente para trabajar en su papeleo
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[La tormenta en el horizonte]
[???]
Un ser que tenía vagamente la forma de un humano, pero sin llegar a ser definido como un hombre o una mujer, siendo andrógino en todo el significado de la palabra, caminaba por el pasillo de las almas.
Llevando consigo a un niño de blanca cabellera, atado por sus zarcillos de luz que lo mantenían inmóvil.
—tengo...
Escucho por posiblemente millonésima vez, asta el punto que ya era molesto para escuchar lo mismo tantas veces.
Incluso para un ser que era más antiguo que la misma humanidad.
—tengo...
Pero no hizo nada, ya que pasar por este pasillo limpiaría los recuerdos, las emociones, los deseos, las inseguridades, los miedos y solo dejaría un alma pura.
Solo era cuestión de esperar a que la luz de este lugar hiciera efecto.
—tengo...
O ese era el plan, cuando algo se enredó alrededor de su mano y le impidió seguir avanzando.
—tengo...
—¿Qué es esto?
Se preguntó, mientras veía el delgado hilo de colores oscuros, que lo ataba. Solo para que, segundos después, un hilo más le sujetara la otra mano.
Luego un pie y el otro, inmovilizándolo en su lugar. Para que unos instantes más tarde, una araña blanca, del tamaño de una pequeña casa, apareciera ante él.
—¡¡Suéltame, ser profano!!
Exigió, disgusto y odio en su voz, por ser tocado por un ser que consideraba inferior. Y aún más por qué le impedían continuar con su noble labor.
Pero en lugar de obedecerlo, la araña simplemente agitó sus delgadas y de aspecto peligrosas patas y lo envolvió con más de su asquerosa seda.
—¡¡Sabes lo que estás haciendo!!, ¡¡una simple bestia como tú no entiende mi gran labor!!
Grito, pero la araña, simplemente lo dejó en su lugar, comenzando a alejarse. Mientras tomaba al chico y lo liberaba de las ataduras de Luz que él había colocado.
—¡¡Dónde crees que llevas esa alma!!
Pero al notar las acciones de la bestia, convocó su propio poder y lo canalizó alrededor de sí mismo, con la intención de quemar sus ataduras.
—¡¡Un monstruo como tú, no puede alimentarse de un alma pura!!
Exclamó, pero la araña ya había comenzado a alejarse, con el chico en sus mandíbulas, llevándolo a un lugar desconocido.
—¡¡¡!!!
Notando el poco tiempo que le quedaba, usó más poder y con él se liberó aún más rápido de sus ataduras.
—Espada de la luz sagrada
En su mano, su energía se juntó y creó una espada simple, que brillaba con la luz del sol.
Con la cual se lanzó al ataque, pero la araña abrió una pequeña grieta en este lugar, por la cual entró sin mucho esfuerzo, escapando con el alma, incluso antes de que él pudiera acercarse a dar un solo golpe.
—¡¡¡No escaparás!!!
Grito, mientras, con un corte de su espada, volvía a abrir la grieta por donde había escapado la bestia.
La cual había reconocido como un tejedor de vacío, ya que solo uno pocos seres tenían ese tipo de habilidades.
Sin dudar, levito asta la grieta y paso por ella, con la intención de destruir a aquella alimaña que tenía el descaro de intentar obstaculizar su misión.
...
Un ser corría y se movía con una agilidad y velocidad que debería ser casi imposible para algo del tamaño de un autobús pequeño.
Sobre todo si sus movimientos son vueltas cerradas, saltos de más de 15 metros o caminar sobre superficies por las que nadie debería poder pisar.
Pero el ser se mantenía moviéndose por todo el lugar, que era un gran bosque, pero que extrañamente no tenía color, y todo alrededor parecía petrificado o tal vez detenido en el tiempo.
¡¡Regresa!!
Se escuchó una voz que llamaba al ser desde atrás, pero no se detuvo, ya que eso significaría su final si llegaban a quitarle su preciada carga.
—¡¡Esa alma ya no pertenece al plano terrenal!!
Grito quien quiera que estuviera siguiéndole, y lo solo respondió saltando lo más alto y lejos que sus ocho, largas y delgadas patas le permitieron, sin miedo por su seguridad o el peligro que era saltar a ciegas.
—¡¡Romper el siclo de la vida y la muerte es un pecado que nadie debería cometer!!
Pero por más que avanzaba y corría por todo el lugar, la voz no parecía alejarse para nada, al contrario, por momentos parecía que se acercaba constantemente.
Sin embargo, aun a si no se rindió, no cuando su instinto le decía que ya estaba cerca, no cuando la salida de este lugar estaba al alcance de su visión de ocho ojos.
—Tengo...
Escucho la voz de su carga, mostrando signos de tampoco tener intenciones de rendirse y dejarse llevar por ese ser.
—Tengo...
El solo hecho de que pudiera decir una palabra en este espacio, conocido por hacer que todo aquel que entra aquí pierda todos sus recuerdos y la noción de lo que alguna vez fue, era la señal de que este niño aún quería vivir.
—¡¡Basta!!, ¡¡un ser profano como tú, no entiende las implicaciones de lo que está haciendo!!
Lamentablemente, parecía que su perseguidor también parecía saberlo, ya que aumentó su velocidad.
—¡¡Y si tengo que aplastarte, lo aré!!
Y como si el paisaje supiera de las intenciones de su perseguidor, ramas de tamaños colosales y gigantescos muros se comenzaron a levantar en su camino.
Ralentizando su avance, pero aun así, aprovechó todo lo que pudo, desde usar las mismas ramas que se levantaban para obstaculizar su paso, como escalones para pasarlos por arriba, hasta escalar los muros de manera vertical, aprovechando sus propias ventajas.
—La terquedad solo trae más dolor.
Dijo el ser, escuchándose más cerca que antes, casi como si lo tuviera encima.
Y no se equivocaba, ya que de la nada, la luz que caracterizaba a ese ser, iluminó todo a su alrededor, incluyéndola a ella y a su carga. Pero a pesar de eso, no se detuvo, incluso comenzó a avanzar aún más rápido.
Sin embargo, más muros y raíces comenzaron a levantarse más rápido que antes, hasta el punto que le fue imposible seguir el ritmo, quedando encerrada.
—No tengo nada contra ti, pero el hecho de que quieras interrumpir el ciclo de la vida es algo que no puedo pasar por alto.
Dijo el ser, para que acto seguido una fuerza extraña la sometiera contra el suelo, sometiéndola e inmovilizándola en su lugar.
—Así que lo siento, pero tendrás que ir conmigo también.
Las palabras del ser eran tranquilas e incluso amables, pero no podía dejarse someter, así que peleó, intentando levantarse con todas sus fuerzas.
—Sinceramente, prefiero que te dejes de resistirte.
Dijo, mientras tomaba su carga de sus mandíbulas.
—Tengo... tengo... tengo... tengo...
Pero incluso ahora, aquel al que supuestamente debía de llevar de regreso, seguía intentando mantener una parte de sí mismo.
—niño, tu voluntad es increíble, incluso en este bosque, donde todos tus recuerdos son limpiados de tu alma.
La impresión y algo de admiración, incluso algo de respeto de parte del ser hacia el niño en su mano era algo casi palpable, pero al final todo terminaría de la misma manera.
—Lástima que tu voluntad se desperdicia en personas que solo te usarían hasta matarte.
Mientras decía eso, extraños zarcillos de luz envolvieron su enorme cuerpo, impidiéndole moverse, para acto seguido comenzar a arrastrarla de regreso a aquel pasillo.
—Pero no te preocupes, a dónde vamos...
—No irán contigo a ningún lado
Pero antes de que terminara de decir sus palabras, una nueva voz lo interrumpió de la manera más grosera.
Desde su lugar en el suelo no pudo ver a quién pertenecía, pero por alguna razón, el ser de luz que la arrastraba se quedó inmóvil en su lugar.
—Así que dámelos antes de que tenga que usar la fuerza.
Agregó el nuevo integrante de su pequeña reunión.
Pero el ser de luz simplemente se quedó quieto durante un par de segundos antes de abrir su boca para exclamar.
—Tú no deberías estar aquí
Dijo el ente con calma, pero su postura cambió a una más defensiva.
—Tal vez, pero tú tampoco, después de todo, es extraño que una simple alma reciba trato tan preferencial, hasta el punto donde necesita un guardaespaldas.
—No es un trato presencial, solo cumplo con mi trabajo.
—Ummm, qué raro, no sabía que todas las almas de la humanidad eran acompañadas al otro lado.
—Yo solo cumplo con mi...
—Con un trabajo que no tiene sentido.
Las palabras iban y venían, pero por alguna extraña razón, el ente de luz estaba retrocediendo ante las palabras de aquel desconocido que estaba fuera del campo de visión de la araña.
—Con eso, dicho, me los llevo; después de todo, ambos sabemos que todavía no es hora para el chico.
Unos pasos se comenzaron a escuchar, cada pequeño golpe de sus suelas resonaba con la piedra de la que estaba hecho el suelo, para que unos instantes después un par de alas cubiertas de plumas de un gris oscuro, cubrieran su visión.
—No te puedo permitir hacer eso.
Pero el ente de luz convocó su poder nuevamente, con la intención de intimidar al dueño de esas grandes alas.
Pero el desconocido lo ignoró, y en lugar de prepararse para defenderse, se agachó junto al peliblanco, no muy lejos de la araña. Y con poca delicadeza levantó al chico del suelo de piedra y tierra.
—¡¡Suéltalo!!
Grito el ser de luz, corriendo a una gran velocidad, pero una barrera de energía de color rojo con unos cuantos destellos de color azul lo detuvieron en seco.
Pero el desconocido simplemente se concentró en asegurarse que su protegido estuviera bien colocado en sus brazos.
—Ya te tengo, y esta vez...
Dijo unas cuantas palabras más, con un tono de voz tan bajo que no se escucharon sus últimas palabras.
—tengo... tengo...
Pero su protegido solo continuó murmurando esa palabra inconsciente de lo que pasaba a su alrededor.
Al terminar su trabajo, el desconocido se giró hacia la araña, y solo asta ese momento pudo realmente ver al hombre que detuvo al ser de luz.
Un hombre con una presencia imponente se mueve con calma, envuelto en un traje mayormente blanco, ceñido al cuerpo, que parece diseñado para resistir cualquier daño o ataque.
Sobre su rostro lleva una máscara negra de diseño liso, sin marcas ni detalles visibles, borrando cualquier indicio de expresión.
En contraste con su máscara, su cabello, blanco como la nieve, que asoma por encima del cuello del traje. Su textura parecía suave, pero desordenada, enmarcando un aire que lo hacía destacar aún más.
Sin embargo, lo más notable son las alas que se extienden de su espalda. Un par de grandes estructuras de un gris oscuro profundo, con plumas que parecen desgastadas por el tiempo.
Pero aunque realmente parecía alguien imponente, ya que el aura que exudaba este desconocido era algo que incluso una bestia como el tejedor del vacío, entendería como un ser al que realmente no quieres molestar.
La manera en la que cargaba a su protegido y el cómo se acercó a ella, le dijo que no tenía intenciones de lastimarlos de ninguna manera.
—¡¡Suéltalo, esa alma ya no pertenece al mundo terrenal!! ¡¡Estás alterando un siclo que no entiendes!!
Grito el ente desde el otro lado de la barrera, chocando sus extremidades y algo parecido a una espada contra esta, pero sin ningún resultado, ya que la barrera parecería más que suficiente como para retenerlo.
—Ahora te toca a ti.
Pero el desconocido simplemente siguió con lo que estaba haciendo, como si el ente no existiera, mientras se paraba frente a la gran araña.
—Necesito que te hagas de un tamaño más cómodo para llevar.
Le dijo, mientras hacía con sus dedos un gesto para reducirse a un tamaño más pequeño.
En otro momento, si el tejedor de vacío fuera la bestia que era antes de encontrarse con aquellos lobos del velo y esa mujer oscura, no habría entendido las palabras del hombre frente a ella, es más, simplemente se hubiera limitado a intentar comérselo.
Pero desde que su completa existencia había sido básicamente disuelta y completamente absorbida por el chico de pelo blanco en los brazos del desconocido, había ganado una conciencia que muy pocas bestias de su tipo habían logrado obtener.
Así simplemente obedeció, dejando que su forma y su existencia cambiaran por petición de aquel que parecía que quería ayudarles en este momento.
—Mm, pensé que ella mentía, pero quien lo hubiera dicho, siempre fuiste un conejo.
Dijo el hombre, mientras observaba su nueva forma, pero sabía que sus palabras no eran para ella, sino para el inconsciente peliblanco.
—Bien, es hora de irnos.
Dijo, mientras se agachaba para tomar su ahora peluda, pequeña y blanca forma del suelo, colocándola encima del peliblanco.
—¡¡Detente, ese niño...!!
—¡¡¡Cállate!!!
Grito, poder y un aura imponente llenaron el lugar. Y el ente de luz se quedó inmóvil, pero desde su punto de vista pudo ver cómo temblaba un poco. Era leve, pero sabía que algo de miedo había logrado invadir la conciencia de aquel ser.
—Ahora me lo llevaré, me niego a dejar que sea un sacrificio por planes de seres antiguos, o por el egoísmo de esa familia.
De la nada una fisura apareció frente a ellos, y sin más entraron, dejando el bosque sin color, y a un ente de luz temblando de miedo en el lugar.
...
[???]
Caminar por el plano astral era raro, sobre todo las primeras veces.
Un lugar donde puedes ir tanto mental como físicamente, un lugar que no se rige por las leyes de la física humana y que ningún despertado o cualquier ente inteligente ha logrado comprender del todo.
Al menos los seres con los que se había encontrado hasta ahora, ya sea en este tiempo o en cualquier otro.
Pero eso no importaba, ya que su misión autoimpuesta era otra más importante que solo divagar sobre el significado de este sitio tan caótico y poco estudiado.
—Bien, ¿dónde está?
Dijo, pero realmente no necesitaba realmente pensarlo, puesto que sabía perfectamente a dónde tenía que ir; después de todo, había memorizado perfectamente el camino.
Sus alas lo llevaron de un lugar a otro a una velocidad que muchos pilotos del mundo humano lo envidiarían.
No mucho después, llegó al lugar donde estaba oculto el espacio mental del peliblanco, uno que solo se mantenía gracias al sacrificio de la existencia del tejedor del vacío que ahora yacía tranquilamente sobre el estómago de su importante carga.
Aunque ya no era una araña en estos momentos, sino que un conejo de un lindo color blanco.
—última parada.
Dijo, mientras casualmente invadía la prisión de aquel espacio y se detenía en el borde de la mente del chico.
...
Había entrado en el espacio mental del chico, y afortunadamente parecía que no había problemas con el hecho de que el alma hubiera sido sacada a la fuerza.
O eso esperaba, de todos modos se aseguraría después.
Pero ver que las memorias se vincularan correctamente con el alma, había sido una buena señal.
Aunque había unas cuantas cosas más de las que las cuales preocuparse.
—Sinceramente, no sé qué pensar.
Dijo, mientras frente a él estaban dos conejos blancos corriendo y girando por todo el lugar. Lo cual era extraño, pero no debería ser un problema.
Si no fuera porque técnicamente eran el mismo ser y estaban vinculados de la misma manera a Lincoln como sus espíritus animales.
Y aún más cuando parecía que les crecían cuatro patas de araña de sus espaldas o cuando de momento saltaban en el aire sobre pequeños e imperceptibles hilos que ellos mismos colocaban.
—Eso puede ser un efecto secundario de lo que hizo esa mujer para mantener con vida a Lincoln.
Se dijo así mismo, pero realmente solo era la manera en la que había intentado interpretar las cosas.
Pero el segundo problema era algo que, por más que quisiera preocuparse, debía dejar como estaba; después de todo, era la prueba que el chico debía pasar por sí solo, sin su ayuda.
Después de todo, el obelisco de piedra negra gigante y con escritos en el lenguaje rúnico era el núcleo de la maldición que se vinculaba con los grilletes y la corona que portaba el cuerpo astral del chico.
Actuando como el ancla que lo mantenían a un costado de la realidad de los demás, encadenado y portando la corona del olvido.
—Tks.
Chasqueó su lengua, mientras posaba su vista en los 12 candados que mantenía todo en su lugar. Pero su mirada se fijó un momento más largo en el único que ya estaba roto.
Sin embargo, después de unos instantes más, siguió caminando por el espacio mental de Lincoln, viendo con curiosidad y todo el lugar, aunque en el estado del chico, el espacio había perdido su forma.
Dejando que cosas relevantes de su vida flotaran sin rumbo por todas partes. Desde una bicicleta, hasta la odiada cabeza de una botarga de ardilla.
—...
Si más siguió explorando el sitio, donde los ecos de los recuerdos del chico se escuchaban. Pero las únicas que prevalecían por sobre todos los demás eran las diez voces más molestas que nunca había escuchado.
—Aun en su estado es lo que más recuerda...
Dijo en voz alta, pero la calma y su serenidad con la que había actuado hace unos minutos, desaparecieron por un instante.
...
Después de explorar un poco más, para asegurarse de que no había anomalías en la mente del peliblanco. Regresó nuevamente al centro de la mente de Lincoln, donde tenía que cumplir un par de cosas antes de tener que regresar a su lugar de descanso.
Después de todo, su energía no era infinita y tenía que descansar en su situación actual.
—Solo tengo que dejar las cosas necesarias en posición para cuando sean necesarias.
Extendió sus alas y dejó que varias de las plumas de sus alas se dispersaran por todo el lugar, dejando que se clavaran en sitios específicos de la mente del chico.
—Espero que esos dos no se equivocaran con su plan.
Al posicionarse, cada pluma comenzó a brillar, todas con diferentes colores.
—●●○••○○•°○○•°•●●°°○○•••○○••.
Cantó, concentrado en completar aquello por lo que había venido desde tan lejos. Y después de un tiempo las plumas cambiaron de forma, transformándose en todo tipo de cosas. Desde libros y objetos de todo tipo de formas y tamaños.
Pero no duraron mucho cuando se transformaron en partículas de luz y se dispersaron por todo el lugar.
—Ahora solo un paso más...
Estirando sus brazos lo más que pudo, dejó que sus dedos se transformaran en garras, para acto seguido atravesar su propio pecho con estas, pero en lugar de sangre, solo salieron luces de dos colores.
No mucho después sacó sus manos cerradas. Pero cuando las abrió, en ellas había un par de cristales de los dos colores de su poder.
—Con esto debería ser suficiente para que el cambio comience.
Dijo mientras el rojo y el azul comenzaron a brillar por todo el espacio mental de Lincoln, dejando que su energía lo llenara en su totalidad.
—Realmente espero que funcione.
Dijo, mientras recuerdos de llenos de dolor, miedo y tristeza invadían su mente. Viendo cómo todo lo que alguna vez le dio felicidad era destruido por el egoísmo de los demás.
Poco después comenzó a dispersarse en pequeñas partículas de luz, señal de que estaba siendo llevado de regreso a su hogar.
...
[Lincoln]
Al abrir los ojos, sintió como si hubiera dormido por una semana entera, pero la oscuridad a su alrededor era tan cómoda que por un par de segundos se sintió tentado a dormir un poco más.
Gruuurr.
Pero el sonido de su estómago lo hizo despertar forzosamente, recordándole que tenía que buscar algo que comer.
—「(suspiro) ojalá alguien ya esté en casa」
Dijo, mientras comenzaba a buscar una salida del lugar en el que estaba. Pero la oscuridad hizo esa tarea un poco más complicada de lo que realmente debía de ser.
Solo después de unos cuantos minutos de buscar a tientas en su pequeño, pero cómodo espacio, sintió una parte que era más suave que el resto del lugar.
Sin pensarlo mucho, simplemente hizo poco de presión y sin mucho esfuerzo lo que lo cubría cedido. Dejando que algo de la luz de la luna y el aire frío entraran en su pequeño espacio.
—「Había olvidado eso...」
Solo en ese momento recordó dónde estaba y qué estaba haciendo antes de entrar en el capullo de ropa que no recordaba haber hecho antes de caer dormido.
Pero en este momento no importaba, no cuando el sonido de su hambriento estómago se hacía más fuerte por cada momento que pasaba.
Pero el frío del lugar también se hizo presente, aún más cuando se dio cuenta de que estaba desnudo.
—「Rayos」
Dijo, mientras buscaba su ropa entre toda la ropa que conformaba su capullo, y no tardó mucho en encontrar sus calzoncillos y su pantalón.
Después, su característica polo naranja y un suéter grande de Leni o tal vez de Lori, no lo sabía realmente. Pero no dudo en ponérselo y buscar sus zapatos y sus calcetines.
Sin embargo, en ningún momento pudo ver que alrededor de su capullo había una cantidad de telarañas considerable.
O de la gran telaraña en el techo de su habitación, donde muchas arañas muertas colgaba de sus redes.
...
Después de unos 5 minutos vistiéndose, salió de su habitación, algo incómodo porque sentía que algunas partes de su ropa lo apretaban en algunos lugares.
—「¿Hola?」
Habló en voz alta, pero no recibió respuesta alguna, lo cual lo preocupó un poco, pero al revisar habitación por habitación, pudo recordar que estaba solo.
Pero también recordó que estaba encerrado por culpa del sistema de seguridad de Lisa y que no había comida en ningún lado de esta casa.
—「Tengo que encontrar una manera de salir de aquí」
Afirmó para sí mismo, pero ya había probado todo para forzar alguna puerta y también había roto algunos muebles en sus intentos por romper alguna ventana.
—「Solo tengo una opción」
Dijo, mientras descartaba todos sus recuerdos de sus intentos anteriores, pero ya con una idea de cómo salir de este lugar.
...
[5 minutos después]
Su plan era simple, pero no sabía que tan peligroso podía llegar a ser.
Con un libro en la mano, el cual usaría para reafirmar el recuerdo que tenía sobre la única idea que se le ocurrió para salir de aquí.
—「"Se tiene que tener cuidado a la hora de escribir una marca simple con tinta, ya que la conexión incorrecta de dos líneas puede llevar al fallo de la marca"」
Leyó en voz alta.
—「"Lo cual puede llevar a diferentes resultados, ya sea el fallo de la marca, el mal funcionamiento, la inestabilidad o, en el peor de los casos, una explosión."」
Cerró el libro, decidido a tomar el riesgo, todo con el único objetivo de salir de esta prisión, ya sabiendo que era posible que el daño que podría provocar podría ser mayor del que pensaba.
Tomo la pluma especial y con mano firme comenzó a dibujar, siendo cuidadoso con cada trazo que hacía sobre una hoja blanca.
—「Espero que esto no sea excesivo」
Cuando estuvo seguro de que la marca estaba bien dibujada y que la tinta estaba algo seca, procedió a fijarla en una de las ventanillas del sótano.
Para acto seguido, tomar y sumergir la punta de su pluma en la tinta y dibujar un círculo sobre la marca simple.
Intentó conectar la mayor cantidad de líneas con un solo trazo, para asegurarse de que la marca fallara.
—「Lista」
Un momento después comenzó a alejarse y ponerse en un lugar que pensó que no sería afectado por la posible explosión.
Pero después de unos momentos y no ver ningún resultado, salió ligeramente de su escondite de detrás de la caldera de calefacción del sótano.
—「¿Me habré equivocado?」
Se preguntó, solo para que un instante después, la marca se pusiera roja e hiciera una pequeña explosión que básicamente desintegró el cristal del sótano.
Y que dejó que sus oídos quedaran zumbando por un par de instantes.
—「Espero que el cristal reforzado no sea muy caro」
Comentó, pero cuando se acercó al lugar de la explosión y pudo ver que el cristal ahora no era más que polvo transparente, y esto hizo que un sudor frío recorriera su espalda, al ver que esto podía llegar a ser más peligroso de lo que pensaba.
—「Eso es muy peligroso... ¡Pero también es genial!」
Quería admirar un poco más el resultado de su pequeño experimento, pero tenía que salir de aquí y buscar algo que comer.
Cosa que hizo apilando unas cuantas cajas, las cuales escaló para salir del lugar, por la abertura que había creado en el sistema de seguridad de su hermana.
Cuando por fin estuvo fuera, dejó que el aire fresco del exterior de su prisión llenara sus pulmones.
Para después exhalar pesadamente.
—「¡¡Libertad!!」
Estaba feliz, pero no tenía tiempo para disfrutar de su pequeña victoria. Así que decido caminar hacia algún lugar del pueblo, con un objetivo en mente.
—「Ahora, necesito encontrar algo para comer」
...
Caminó por todos lados en los que recordaba que podría comprar algo de comer. Pero con su mente, aún algo adormecida por el largo tiempo que había estado dormido, le hizo muy difícil tener un lugar en mente.
—「Algún lugar debe estar abierto, no debería ser tan tard...」
Pero solo en ese momento realmente puso atención a su alrededor, notando la falta de gente en las calles y la relativa oscuridad que lo rodeaba, y solo después de poner su mirada en la luna se dio cuenta.
Era muy tarde en la noche.
—「genial」
Su desgana y algo de exasperación invadieron su tono de voz.
—「Pero debería de haber un sitio que esté abierto a esta hora」
Intentando recordar algún local o restaurante de comida rápida que tuviera servicio las 24 horas del día, pero en un pueblo como este, ese tipo de lugares eran pocos.
Sin contar que también estaban muy separados uno del otro. Así que tomando todo eso en cuenta y su situación actual con una mente algo más enfocada.
Solo uno de esos lugares llegó a su mente.
—「(suspiro) La estación de servicio de Flip」
Resignado, caminaba hacia la ubicación de la estación de servicio, donde el viejo avaro y tacaño era el dueño. La cual no tardo mucho en encontrar.
...
Al llegar a la puerta de la estación no quiso entrar, no cuando, al revisar sus bolsillos, recordó que no tenía dinero. Pero su situación no era una en la que tuviera muchas más opciones, así que tendría que soportar al encargado del lugar.
Al menos por esta vez, aun cuando Flip era conocido por aumentar los precios de manera desmedida en favor de aumentar sus ganancias.
—「Realmente, realmente, quisiera tener algo de ayuda en este momento」
Intento idear una forma de obtener algo de comida, pero el hambre era una distracción que impedía que su mente, ya de por sí confusa, formara una idea correctamente.
Y los sonidos de su estómago lo apresuraban a tomar una decisión que saciará su hambre lo más rápido posible.
Así que simplemente actuó, con pocas o ninguna idea, pero con un objetivo en mente.
Al abrir la puerta, la típica campana sonó, anunciando la entrada de un cliente y su visión se posó sobre los estantes llenos de comida.
Lo que hizo que su boca salivara y su garganta sentirse aún más seca al ver las bebidas en los refrigeradores en el fondo.
Por un momento estuvo tentado a simplemente tomar las cosas y salir del lugar, pero una mirada al anciano del bigote detrás del mostrador, el cual aún no se había dignado a mirarlo, lo detuvo.
—「...」
Sabiendo lo tenía que hacer, caminó hasta el mostrador, intentando parecer lo más calmado posible, no queriendo darle más motivos a ese hombre para aprovechar su situación y aumentar los precios, más de lo que ya lo hacía.
—「Hola, Flip, venía para ver si me podías dar a crédito algunas cosas」
Sabía que pedir crédito en esta tienda era una de las peores ideas, sobre todo cuando tu deuda podía llegar a ser el triple o cuádruple de lo que realmente debía ser. No por nada tanto Luna y la misma, Lori, le habían advertido de este lugar.
Pero tenía la suficiente hambre como para aceptar el desfavorable trato, al menos solo una vez.
—「Solo serán un par de perritos calientes y un par de cajas de jugo」
Continuó, intentando sonar lo más calmado y confiado que podía.
—「 Tal vez también un paquete de panecillos y unas galletas」
Pero el hombre siguió recargado en el mostrador si moverse.
—「¿Flip?」
Llamó con dudas, pero el hombre siguió sin moverse. Por un momento pensó que estaba dormido con los ojos abiertos, ya que conocía lo raro que podía llegar a ser.
Pero cuando intentó tocarlo para despertarlo, su mano lo atravesó sin ningún tipo de resistencia.
—「¡No! ¡No! ¡No!...」
Retrocedió un par de pasos, en pánico, y solo en ese momento recordó su situación que le impedía tocar o ser tocado y, por consiguiente, tampoco podía ser visto o escuchado.
—「Pensé que había sido un...」
Sin saber qué hacer, su respiración se volvió pesada y su visión se puso algo borrosa, perdiendo el equilibrio y cayendo sobre su trasero al retroceder tan repentinamente.
—「Respira, cálmate...」
Se dijo a sí mismo, mientras intentaba no desmayarse, pero todos los recuerdos de los últimos meses lo invadieron. Haciéndolo recordar todos sus problemas, los cual inconscientemente había ignorado.
Pero lamentablemente su realidad lo había alcanzado sin piedad alguna.
Después de unos minutos, pudo recuperar el control sobre su respiración, calmándose lo suficiente como para pensar correctamente.
—「Bien, solo dormí demasiado, y mi mente lo olvidó por un momento」
Se dijo así mismo, mientras por su mente pasaban esos meses de felicidad con su familia, dándose cuenta de que todo habían sido un sueño muy real.
Aunque muy hermoso.
—「¿Ahora qué hago?」
Dejando ese recuerdo a un lado, dejo que su mente se concentrará en él aquí y el ahora.
—「Podría tomar unas cuantas cosas, pero eso sería...」
Una idea ya se estaba gestando en su mente, pero los valores que sus padres le habían enseñado con tanto esfuerzo lo hicieron dudar.
Gruuurr.
Al menos hasta que su estómago gruñido en protesta. Así que sin más se decidió a tomar todo lo que necesitaría para saciar su hambriento estómago.
Aunque odiaba tener que degradarse a robar para poder comer, odiaba la idea de que, por alguna razón, toda la situación que lo llevó a que esto, pasara en un principio.
Y por alguna razón también odia tener que estar solo, cuando supuestamente era parte de una de las familias más grandes de todo, Royal Woods.
—「Lo siento, Flip...」
Se disculpó con el hombre, sabiendo que él tendría que ser una víctima de sus circunstancias si tener nada que ver.
—「Te juro que algún día te pagaré todo lo que me lleve」
Ya decidido, se acercó a las estanterías y comenzó a tomar todo tipo de cosas para comer.
Desde galletas, frituras, jugos, yogures y todo lo que se le antojó para comer. También se llevó consigo, sodas, jugos, agua en embotellada, tanto simple como de sabor.
Mientras tanto, el anciano encargado de la tienda, comenzó a roncar suavemente en su lugar. Durmiendo plácidamente con los ojos abiertos, ignorante de que cierto peliblanco cobraría una pequeña parte de todo lo que había robado alguna vez.
...
Después de su asalto exitosos, Lincoln había corrido de regreso a casa, con un montón de productos que había tomado "prestados" de la tienda de Flip.
Al llegar a su hogar, lo siguiente que hizo fue comer, pero en lugar de disfrutar como una persona normal, su hambre lo redujo a un simple animal.
Sin modales, ni mucho menos con higiene, su mente con el simple deseo de saciar el hambre que lo molestaba.
Rompiendo las envolturas de todo lo que estuviera a su alcance y metiendo a su boca puños de comida sin cuidado alguno. Ensuciando su ropa, su pantalón e incluso el lugar que había decidido que sería su lugar para comer.
La pequeña mesa en la sala había sido el lugar donde una masacre alimenticia se llevó a cabo, donde galletas eran trituradas, donde frituras eran aplastadas con las manos para que fuera más fácil meter más a su boca.
Donde la alfombra y los sofás sirvieron como servilletas para limpiar sus manos y boca. Cajas de jugo y botellas de soda se vaciaban en rápida sucesión, ya fuera para saciar la sed del peliblanco o en el suelo por un movimiento descuidado del mismo.
Pero por más sucio o poco refinado que fuera en estos momentos, había logrado contenerse lo suficiente como para regresar a casa, y no haber devorado todo esto en la calle o peor, en la misma tienda de Flip.
Donde tal vez podrían haber comido mucho más que en este momento.
Aunque esas palabras no valían de mucho si tomas en cuenta la cantidad de productos que tenía a su alrededor, que era más de lo que toda su familia junta podría comer.
Lo suficiente como para que Flip tuviera que cerrar un par de días su tienda para recuperarse del pequeño infarto que tuvo al despertar y darse cuenta de que su tienda había sido robada.
Y para resurtir todo lo que le habían robado, pero eso era algo que solo el peliblanco nunca sabría, o al menos en el futuro cercano.
...
Después de haber comido sin control, un gran cansancio lo invadió, lo que lo obligó a regresar a su capullo en su pequeña habitación.
Donde, sin mucho esfuerzo, logró caer dormido, cayendo en un sueño sin sueños, solo rodeado de la tranquila oscuridad, donde nadie podía molestarlo.
Sin darse cuenta de que su cuerpo había cambiado un poco en comparación de lo que era antes de caer en ese largo sueño de su familia ideal.
---
[El Regalo De La Familia Aldrich]
[Helena]
El clima era una complicación para hacer su trabajo, de la manera más rápida y eficiente que podía.
—Tranquila, la herida no es tan profunda.
Le dijo a la chica que estaba en el suelo, mientras la permitía que su hechizo de sanación regenerara el gran corte en el abdomen de su compañera.
—Solo no te muevas...! ¡
Pero no pudo terminar su trabajo cuando sintió un fuerte tirón en la parte trasera de su abrigo. Alejándola de su paciente sin previo aviso.
—¡Qué mierda te...!
Se iba a quejar, pero cuando vio pasar un cuchillo arrojadizo cerca de su rostro, tuvo que guardar silencio y ver que había sido salvada de una posible muerte por un par de centímetros.
—Retrocede, esto es peor de lo que pensábamos.
Le dijo Vicky, mientras tomaba una postura de combate, con un hacha de batalla en cada mano.
—No bajes la guardia.
Sin más, la peli naranja corrió hacia sus atacantes, y sin darles tiempo para reaccionar, cortando a través del pequeño grupo de oponentes.
...
Después de la pequeña masacre por parte de la Sud-Capitana del pequeño grupo al que pertenecen, revisó al resto del grupo caído.
—Mierda...
Pero los resultados eran los peores que un médico de batalla como ella, pudo obtener.
—Helena...
—Tenemos 2 bajas, una cazadora y una vanguardia; la hechicera se salvó porque llegamos a tiempo.
Informó, sin esperar a que su superior pudiera decir algo para reconfortarla, pero no lo merecía, no cuando 2 compañeras más, se sumaban a los caídos en esta invasión.
—Tenemos que movernos, y llevarla a un lugar seguro.
Escuchó decir a su amiga, pero no pudo darle una respuesta. Ya que su mente estaba invadida por pensamientos pesimistas.
Sobre todo, por qué algunas de las bajas habían sido por la falta de ayuda capaz en su área de trabajo.
—Ok.
Se levantó de su lugar en el suelo, no sin antes recoger sus materiales.
Su abrigo blanco, manchado por la sangre de sus compañeras caídas.
...
Después de una larga carrera por el bosque, con el cuerpo de su compañera herida en sus brazos, y siendo seguida de cerca por Vicky con los dos cadáveres de sus compañeras en ambos brazos.
Llegaron a la zona segura que Fátima había creado, donde una barrera protegería a todo aquel que estuviera dentro, de todo atacante externo.
Pero no esperaban que 4 personas desconocidas estuvieran paradas en centro de la zona, donde solo las integrantes de las banderas negras podrían entrar.
—Vicky, tenemos un...
Dijo, intentando llamar la atención de su guardia.
—Sí, ya lo he visto.
Pero parecía que no era necesaria su advertencia. Sobre todo, cuando la peli naranja ya había bajado su carga.
—Señor Edgar, ¿a qué debemos su inesperada visita, en compañía de trenes desconocidas?
Hablo Vicky, con un tono serio, mientras sacaba una de sus hachas, dándole a entender a sus visitantes que esperaba una respuesta que explicara su presencia en este lugar.
Pero el hombre, que vestía un abrigo negro largo que se agitaba ligeramente con el viento, una bufanda de un gris oscuro que envolvía su cuello y parte de su rostro, dejando apenas a la vista unos ojos que parecían analizar todo con precisión fría.
Sobre su cabeza, un sombrero negro de ala ancha protegía su rostro de la nieve.
—Una disculpa por mi repentina llegada de esta manera tan grosera, señoritas.
Respondió el hombre, mientras inclinaba la cabeza ligeramente, ante ellas.
—No era mi intención interrumpir su pequeño evento, pero mi deber me obliga a estar presente cuando las circunstancias familiares de la familia Aldrich lo requieren.
Reconoció quién era este hombre, y su alta posición dentro de la familia que básicamente era dueña de todo el bosque y el pueblo en su conjunto. Pero su presencia en este lugar, era la señal de que algo más estaba pasando.
—Eso no responde mi pregunta, Edgar, así que me gustaría que vayas al grano.
Inconscientemente, su propia postura cambió a una más defensiva, al ver que el aura de Vicky por momentos aumenta, siendo una señal para que retrocediera.
Pero con voz serena y controlada, a pesar de que estaba en el punto de mira de la segunda más fuerte de su grupo, el mayordomo de la familia Aldrich respondió.
—Mi presencia en este lugar se debe a la orden de la cabeza de la familia Aldrich.
—¿Y cuál sería esa orden?
—Esa, mi estimada señorita, sería la entrega de unos cuantos "activos", para ayudar a reforzar a las Banderas negras.
Mientras decía eso, hizo un gesto para que las chicas que lo acompañaban se formaran junto a él. Cosa que el trío hizo sin dudar un segundo.
—¿activos?
Si querer, había dicho esa palabra, no sabiendo a qué se refería el hombre, ya que no pudo ver alguna caja o mochila en las manos de las chicas.
Pero al mayordomo, notando su desconcierto, en su rostro y posiblemente en el de su compañera, comenzó a explicarse un poco más.
Con una reverencia impecable y un gesto grandilocuente, el hombre, comenzó a presentar a sus tres acompañantes.
—Mi señorita Victoria y en especial, señorita Helena, es un honor para mí, presentar el obsequio que la gran familia Aldrich me ha encargado traerles, uno que, estoy seguro, será de ayuda en estos momentos difíciles.
—¿Regalo? Yo solo veo a un trío de chicas, que parecen demasiado débiles como para servir de apoyo.
Preguntó Vicky, su postura no se había relajado en lo más mínimo.
—A menos que esas chicas sean el regalo.
Continuó, pero el sarcasmo impregnaba cada palabra que decía. Pero Edgar solo asintió y comenzó a presentar a las chicas.
—Es exactamente eso, señorita. Permítame presentarle a tres jóvenes de talentos extraordinarios. Aunque su origen es humilde, han sido entrenadas con un rigor excepcional y ahora están listas para servir lealmente.
Se giró hacia las chicas, quienes estaban alineadas, con la mirada baja, como si tuvieran miedo de equivocarse ante el mayordomo principal de la familia Aldrich.
—Erika Schäfer, cirujana experta. Su precisión y habilidad han sido moldeadas bajo el mejor entrenamiento que la familia Aldrich pudo proporcionar. No hay herida que sus manos no puedan reparar.
La chica más alta del grupo (1.78) dio un paso adelante, con una contextura atlética, o eso se podía distinguir a pesar de su ropa gruesa que usaba para cubrirse del frío. Tiene una postura erguida y una presencia muy seria para su edad (24).
Su rostro es anguloso, con pómulos marcados y una mandíbula fuerte. Sus labios son finos y suelen estar en una expresión seria.
Su cabello es de un rubio platino, recortado en un corte pixie muy corto, lo que le da una apariencia limpia y profesional. Ojos verdes oliva, con una mirada que parece intentar analizar todo a su alrededor.
La chica Erika levantó la cabeza ligeramente, su mirada orgullosa pero controlada.
—Haré lo que se requiera, mi señora.
Dijo la chica, pero incluso antes de que alguien más pudiera decir otra cosa, Edgar señaló a la siguiente chica del trío.
—Yumi Tanaka, alquimista y curandera. Su conocimiento en pociones y antídotos la convierte en una joya invaluable, capaz de resolver hasta los envenenamientos más mortales.
La chica tiene una complexión pequeña y delgada, tal vez la más pequeña (1.58). Su rostro es ovalado, con mejillas suaves y un aire juvenil (22). Sus labios son pequeños y siempre tienen una curva amable.
Cabello negro azabache, largo hasta la cintura y recogido en una coleta alta para mantenerlo fuera de su rostro. Ojos marrones cálidos, grandes y expresivos.
Haciendo una reverencia pequeña, y evitando el contacto visual, la chica dijo unas cuantas palabras.
—Espero que mis habilidades sean útiles.
Y como la primera vez, el mayordomo continuó, solo dejando un pequeño espacio para que las chicas dijeran un par de palabras. Solo para continuar con su trabajo.
—Y por último, Sofía Reyes, una enfermera de combate cuya energía y dedicación no tienen igual. Donde otros ven desesperación, ella ve una oportunidad para salvar vidas.
La última chica, de complexión atlética (1.66), con curvas marcadas maduras a pesar de su joven apariencia (23), a pesar de su ropa gruesa. Su rostro es redondeado, con una sonrisa amplia.
Cabello castaño oscuro, con rizos voluminosos, atados con un pañuelo de colores vivos. Ojos de un color miel, con un brillo cálido. Piel morena, con pecas dispersas en el rostro.
La última chica simplemente sonrió con una mezcla de resignación y desgana en su rostro.
—Estaré donde me necesiten, señora.
Desde de eso, un silencio incómodo se instaló en ellas y el grupo del mayordomo. Quien tenía un rostro satisfecho, tal vez al pensar que su presentación había la había dejado mudas.
—Edgar, explica quienes son estas chicas, y por qué están aquí.
Preguntó su superior, pero algo en su voz era diferente.
—Son un regalo, que la familia Aldrich ha enviado como pago extra, una manera de asegurarse que las banderas negras tengan la fuerza para suficiente proteger este lugar, donde la heredera Aldrich reside.
Lo que este hombre estaba dando a entender era algo que podría hacer que Vicky, quien se había quedado inquietantemente quieta, tuviera una reacción peligrosa.
—¿Un regalo?, es como si dijeras que estas chicas son...
—Efectivamente, señorita Victoria, son esclavas, pero no se preocupe, su educación y capacidades, fueron enseñadas por uno de nuestros mejores y más capaces integrantes.
Al terminar de decir esas palabras, el hombre asintió, pero Vicky con calma acercó su mano a su segunda hacha, la cual había permanecido en su cinturón asta ahora.
—¿espero que esto se una broma Edgar?
—¿Broma? Para nada, incluso la señorita Margaret ha dado su visto bueno para la anexión de estas tres como un apoyo necesario para el equipo médico de sus fuerzas.
Estas palabras las tomaron por sorpresa, después de todo, no habían sido informadas sobre esto en ningún momento.
—Pero...
—Pero si su renuencia a aceptarlas es su lealtad, no deben preocuparse, ya que han sido entrenadas para obedecer y servir sin cuestionamientos.
Desde donde estaba, pudo ver como las chicas intercambian miradas rápidas entre ellas, ocultando sus emociones mientras permanecen en silencio.
—Mierda.
Fue lo único que dijo Vicky, mientras enfundada sus armas y se giraba para ir por los cuerpos de sus compañeras.
Pero cuando paso por su lado, se detuvo y le hablo en voz baja.
—Helena, encárgate de ellas.
—¿Pero...?
—Lo sé, pero están dentro de la barrera de Fátima, eso ya es una señal de que, por lo menos, ella sabía de esto.
—...
—Solo obedecer y encárgate de nuestros heridos.
—Bien
No sabía cómo reaccionar ante esto, pero por el momento haría lo que le ordenaron. Aunque si fuera por ella, el mayordomo ya estaría muerto en este momento.
—Bien, chicas si pueden acompañarme, tenemos mucho trabajo y muy poco tiempo.
—si
—Ok
—hai
Sin más, las chicas la siguieron en silencio. Pero de mayordomo dijo algo antes de que pudiera alejarse.
—También me ordenaron transmitir esta información, la fuerza invasora, es al menos 3 o 4 veces más numerosa de lo que pensaba desde un principio.
Estas palabras hicieron que se les helara la sangre.
—Ya he transmitido esta información a la señora Ivanova, pero no veo daño en decírselo a todos los integrantes de las banderas, con los que me haya reunido.
Dijo, pero no pudieron decir nada, cuando múltiples señales de apoyo médico se comenzaron a sentir desde el bosque.
—Helena...
—Sí, lo sé.
Sabían lo que tenían que hacer.
—Espero que estén listas, chicas, porque no hay tiempo para una bienvenida.
Le dijo a las tres, pero ellas solos asintieron con sus cabezas.
—Vamos.
Sin más, corrieron hacia el bosque, con sus nuevas compañeras, intentando no pensar en el origen de las chicas.
---
[Aquella que camina sola]
[Milena]
Desde su posición, cerca de la posición de la persona más importante de su vida, pudo sentir el acercamiento de una gran cantidad de personas.
La mayoría hostiles, pero entre ellos estaban las fuerzas completas de las banderas negras. Fácilmente reconocibles por la velocidad mayor a la que se movían, y la mejor calidad de su poder.
—Despierta.
Dijo, y su espada larga comenzó a brillar de un color rojo sangré. La hoja, que un momento antes era de un color plateado brillante, se tiñó del mismo color que vino.
Y un aura imponente la envolvió.
No mucho después, un grupo de hombres y mujeres, vestidos de manera similar entre ellos, se lanzaron contra ella.
—Débiles.
Pero sin mucho esfuerzo, la hoja de su espada cortó a través de ellos, llevándose toda la sangre de sus cuerpos con ella. Lo cual la fortalecía a ella y al arma a partes iguales.
—¡Ataquen!, ¡nuestro objetivo es la chica detrás de ella!, ¡alejen a la otra mujer!
Grito una de las mujeres que llegaban al lugar, seguida por un número creciente de personas, todos armados de manera diferente.
Pero con calma los recibió, cortando a los más cercanos, y desviando todos los proyectiles que lanzaban contra su durmiente señora.
—Cobardes.
Empalando a tres oponentes más, una flecha se clavó en su pierna, lo cual la ralentizó un poco. Impidiéndole detener un trío de hechizos de fuego que se dirigían hacia la ubicación que tenía que proteger.
Pero no se preocupó, cuando una figura se paró en la ruta de las bolas de fuego y las recibió de lleno.
¡¡BOOOM!!
Una explosión resonó en el lugar, cuando y una nube de humo se levantó en el sitio.
—¡Mátenlos a todos!
Se escuchó desde el lugar de la explosión, de donde salió una pelirroja con una armadura negra, un gran escudo y una espada bastarda.
Sin respuesta, el número, cada vez mayor de atacantes, fue reducido en un instante, cuando múltiples sombras se movieron entre las filas enemigas.
Apuñalando y cortando cuellos de manera rápida y eficiente.
—¡No retrocedan, son menos que nosotros!
Grito la mujer de nuevo, siendo la líder de sus enemigos.
Pero la caída de un gran número de hechizos de tierra sobre la mujer y sus compañeros, los hizo retroceder y algunos, desafortunados, quedaron sepultados bajo las grandes piedras que cayeron sobre ellos.
—¡Que solo queden cenizas!
Escucho como la líder de las magas de su organización, diría a los suyos en contra de los grupos más juntos del enemigo.
—De frente, protejan a nuestra señora.
No mucho después llegó la líder de la Vanguardia, su grupo, como una punta de lanza, cortando a través de la línea enemiga.
La única que faltaba era Aiko, pero era posible que ya estuviera entre ellas, debilitando, desde adentro, la formación enemiga. Solo pudo sonreír ante tal escenario, feliz de ver que todas estas chicas no eran tan inútiles como creía.
—¡Formen un círculo alrededor de nuestra señora!
Grito Frankie, que en ningún momento se alejó de la señorita Margaret, no dispuesta a dejar que nadie le hiciera daño, o se acercará más de lo necesario. Su escudo obstaculizando todo golpe o a toque enemigo.
Y a la orden de la pelirroja, todas las demás crearon un círculo de muerte, donde nadie, lo suficientemente tonto como para intentar entrar, sobreviviría.
Pero ella no se unió a la defensa, la habilidad de su arma y su propio estilo de pelea, le exigían tomar las vidas de sus enemigos, desde corta distancia.
Afortunadamente, parecía que los sus invasores no hacían más que aumentar, con cada segundo que pasaba. Y su sedienta arma estaría más que feliz por esto.
...
[Iris]
Después del inicio de la batalla, el número de cuerpos en el suelo, de parte del enemigo, había aumentado. Sobre todo cuando tenían un solo objetivo. Haciéndolos atacar en conjunto y de manera predecible, y sumado a su mala suerte, eran demasiado débiles como para ser un verdadero reto.
Desde las magas, con su abrumadora potencia de fuego, quemando, congelando, empalando y un largo etcétera de opciones para atacar.
Luego estaban las cazadoras, sus manos ágiles y tendencia a apuntar a los puntos débiles de todos sus rivales, las convertían en un peligro que no verías, hasta que ya era demasiado tarde.
Y por último, estaban sus chicas, guerreras, curtidas en entrenamientos infernales, diseñados para sacar todo el potencial de sus cuerpos, sin miedo al dolor y la muerte. Con armas pulidas y afiladas para cortar con facilidad a través de sus enemigos.
O, en su caso específico, aplastarlos hasta no dejar más que una mancha roja en el suelo, con su gran martillo de guerra.
—¡No dejen que a ninguno vivo!
Grito intentando que su voz pasará por sobre el ruido de gritos y de metal chocando con metal.
Pero por sobre todo, en este lugar, una figura se mantenía por sobre todas las demás; su porte y elegancia destacaba hasta el punto en el que no podía pasar desapercibida.
Y esa era Milena, con larga espada roja, con la cual derribaba enemigos por montones cada vez que blandía su arma contra ellos. Sin darles oportunidad de escapar o de contraatacar. Pero a pesar de toda la muerte que llevaba consigo, su uniforme de sirvienta y su abrigo para el frío, permanecían casi perfectamente limpios.
Haciéndola más aterradora al estar rodeada de tantos enemigos y estar lejos de círculo que ella y el resto las banderas negras habían formado, mostrando que no necesitaba ayuda de nadie.
...
Como todo en la vida, los números de sus atacantes comenzaron a reducirse. Provocando que la ya de por sí facilidad con la que los eliminaban, solo aumentara, y en poco tiempo solo quedaron ellas y un montón de cadáveres en el suelo.
—¡Verifiquen que todos están muertos! ¡Aquellas que estén heridas retroceden! ¡El equipo médico pronto estará aquí!
Grito su líder, su espada desenfundada y llena sangre, su escudo firme, aun esperando cualquier ataque que pudiera llegar.
—¡Ya escucharon! ¡No bajen la guardia en ningún momento!
Apoyo las órdenes, y comenzó a ayudar a un par de cazadoras que tenían cortes y heridas en sus cuerpos a llegar a la zona segura de su círculo. Siguiendo su ejemplo, el resto comenzó con sus propias labores.
No mucho después, la sud-capitana Vicky llegó con Helena, seguidas por 3 chicas más que no reconocía y comenzaron a tratar a las cualquiera que lo necesitara.
Pero a pesar de todo eso, una persona no se quedó quieta, la cual caminó hacia el centro de todo el movimiento donde las dos más fuertes estaban conversando.
—Me moveré hacia la base enemiga, tomaré la cabeza de su líder.
Dijo, para acto seguido comenzar a alejarse del lugar.
—Espera Milena, es muy peligroso ir sola, no sabemos si todavía hay más enemigos en la zona.
—Lo sé, y es por eso que me encargaré del líder, de esa manera resolvemos esto.
—Pero...
—No estoy pidiendo autorización, solo me aseguro de que la pequeña Maggie sepa dónde estoy cuando despierte.
Sin esperar respuesta, la sirvienta principal salió del lugar, dejando a su líder con un ceño fruncido.
—¡Fátima!, ¡Iris!, ¡Aiko!
Grito la pelirroja, y respondiendo al llamado, ella y sus compañeras más cercanas en nivel se movieron frente a su líder.
—A sus órdenes (las tres)
—Síganla y denle todo el apoyo que necesite. Si son demasiado para ustedes, lancen una señal de auxilio, ¿entendido?
—¡¡Sí!!
—Bien, pueden irse.
Sin una respuesta, las tres se alejaron, siguiendo a la mujer más problemática de toda la organización, a pesar de que básicamente ella no pertenecía a las banderas negras.
—Espero que esto no sea una mala idea.
Dijo Fátima, mientras hacía todo lo posible para mantener el ritmo.
—Lo dudo mucho, Milena es un peligro andante.
—Lo sé...
Un suspiro compartido salió de sus bocas, sabiendo que lo único que las esperaba era dolor o problemas, tal vez ambos al mismo tiempo. Nunca sé sabía lo que podía llegar a pasar cuando esa mujer estaba involucrada.
—Fátima, te apuesto 20 dólares a que esto sale muy mal.
—No, gracias, no hay apuesta cuando eso ya es una seguridad.
—tks.
Sin más, continuaron, siguiendo el rastro de destrucción de aquella a la que seguían. Esperando poder salir con vida de su ira, o los daños colaterales de su ira.
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Nota:
Bien, sé que no es un capítulo como tal, pero no me podía quedar quieto, al publicar un capítulo que no sentí que estaba completo.
Así que me dije:
—Mi mismo, eso está mal.
Y me respondí.
—Lo sé, mi mismo, tal vez debería reescribirlo otra vez.
—que buena idea, mi mismo, ¿pero no quedara un capítulo muy corto el de esta quincena?
Al pesar en eso, dudé en realmente hacerlo. Pero luego me acordé.
—¡Ya sé! ¿Y si agrego algunas de esas escenas eliminadas que nunca supe qué hacer con ellas?
—¡Qué buena idea, mi mismo! Ni yo mismo podría haber pensado en tan buena idea.
—Lo sé mi mismo, soy genial.
Así que gracias a ese pequeño ataque de esquizofrenia, tenemos este pequeño pero interesante capítulo.
Ya les digo que todo es canon, en estas mini historias, y lo serán la mayoría de las veces que las escriba, y en el caso de que no lo sea, yo aré la aclaración.
Y por el capítulo que tocaba esta semana, ya casi está listo, tengo todo casi todo listo, hasta el título.
Qué será: Las preocupaciones de un hermano,???
Pero lo más seguro es que lo publique el siguiente lunes, lo cual me hace trabajar en lo que toca al último capítulo del año, casi al mismo tiempo, pero no tengan miedo, ya que casi tengo la mayor parte del trabajo hecho.
Y también estoy trabajando en algo especial, que creo que será muy interesante, pero aún está en proceso en eso.
Pero eso fue más una idea de una amiga, así que no puedo dar muchos detalles, puesto que ella quiere ver todo el proceso y desarrollo en conjunto.
Solo diré que esa historia, estará conectada directamente con esta, pero solo tenemos el boceto y la idea general.
Creo que eso sería todo, y realmente lo siento por retrasar el capítulo, pero me gustó más el cómo resultó el reescrito que el actual.
Sin más, me despido asta la siguiente publicación.
Que tengan una linda semana, y felices vacaciones para los que ya estén en ellas.
Y mi más sentido pésame, para los que no, y para los que no las vayan a tener =(
Posdata: yo estoy en el segundo caso (llora dramáticamente en un rincón)
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