¡EL DIOS DE LA JUSTICIA ES DESTROZADO!

El brazo desprendido de Hércules cayó al suelo, dejando un rastro de sangre por las calles de Gotham.

Humanos, dioses, todos estaban incrédulos, Ares y Geir miraban la escena con horror la extremidad cortada, que reposaba en el suelo en medio de un charco de sangre.

Los antiguos ciudadanos de Tebas estaban igual de horrorizados.

—A...—murmuró Cástor—. ¡¡¡ALCIDES!!!

EL ORGULLO DEL HÉROE, CERCENADO.

El garrote del dios cambió de forma, abandonando la apariencia de cabeza de toro, su ataque había sido cancelado y detenido antes siquiera de empezar.

En las gradas, los niños lloraban desesperados.

—¡¡Hércules!!

—Su... su brazo...

Los dioses estaban furiosos.

—¿Q-Qué significa esto?

—¿E-eh? ¿Q-que acaba de ocurrir...?

Desde su lugar, Geir calló de rodillas.

—Ah... no...

Brunhild se mantuvo firme en su lugar, con su mirada fría posada en la arena.

—Q-QUÉ INESPERADO CAMBIO DE EVENTOS...—dijo Heimdall—. EL BRAZO IZQUIERDO DEL PODEROSO HÉRCULES HA SIDO CERCENADO POR LA BATISEÑAL, ¡¡EL MISMO EMBLEMA DEL MURCIÉLAGO!!

El caballero de la noche se envolvió con su capa negra y miró a su oponente fijamente con sus profundos ojos blancos.

Tanto la humanidad como los dioses, han quedado estupefactos al ver a un dios recibir una herida hecha por un arma humana.

Geir miraba fijamente el combate desde su pantalla, temblando con impotencia.

Por su lado, Odín apretaba los puños con furia mientras sus cuervos revoloteaban nerviosos.

Y EL PRIMERO EN DARSE CUENTA DE LA VERDAD

—Ya veo...—el dios de la fortaleza bajó su arma y señaló a Batman con su dedo—. ESE, ese es tu Volundr ¿cierto?

NO FUE OTRO MÁS QUE EL MISMO HÉRCULES

El caballero de la noche dejó ver sus manos, enfundadas en guantes negros. A primera vista, no parecían ser más que parte de su armadura, pero viéndolos de forma más creativa...

—Hasta que finalmente te das cuenta—dijo fríamente el murciélago—. Entonces, ¿qué te parece?

Desde las gradas, Loki se llevó dos dedos, uno de cada mano, a la cabeza y empezó a darles vueltas.

—AJÁ~ YA VEO~—el rostro del dios nórdico fue adornado con una sonrisa macabra—. De verdad nos engaño... esconder la verdad de una forma tan obvia...

—Q...—Ares empezó a temblar—. Qu... Qué... ¡¿QUÉ ACABA DE PASAR?!

—¡Whoa!—Loki se inclinó hacia él—. ¿Aún no lo entiendes?

Ares se volvió a verlo con nerviosismo.

—El humano jamás mostró su Volundr, jamás dijo cual podría o no ser—explicó Loki—. Pero nos dejó pistas claras, nos hizo creer a todos que se trataba de sus discos arrojadizos, los batarangs, como él los llama. Y cuando todos bajamos la guardia...

El dios se relamió la boca de forma grotesca, Ares lo miró con el rostro perlado de sudor.

—Sí...—murmuraba Loki—. Los trucos mentales y los engaños se le dan muy bien a ese humano, su verdadera arma son esos guantes.

Ares se volvió a la arena muy alarmado.

Por su lado, Hermes solamente guardó silencio.

Loki abandono el sillón de un salto y quedó suspendido en el aire, a la altura de los ojos de Ares.

—Es posible que todo lo que esos guantes toquen, se convierta en un arma divina—dijo el dios nórdico.

Ares abrió mucho los ojos.

—¿Puede transformar cosas en armas divinas?

Loki asintió con la cabeza.

—Hasta el momento, el murciélago solamente había dañado a Hércules con esos discos, siempre con ellos. Los cuales siempre sacaba de su cinturón. Sin decir una sola palabra, ese humano nos hizo creer a todos que su arma divina eran sus cuchillas, distrayendo la atención del verdadero peligro. Se la pasó lanzando una gran lluvia de ataques, una y otra, y otra vez. Todo para que Hércules cometiera un error. Todo para poder asestar ese ataque con la señal.

Loki se inclinó sobre sí mismo y recargó su cabeza contra sus manos.

—En retrospectiva, el primer ataque de Batman no dio resultado... el mismo lo dijo, "es lo que quería que pensáramos" probablemente no hizo que sus armas fueran capaces de herir a Hércules a propósito. Lo hizo bajar la guardia para sorprenderlo más tarde, e incluso le logró cortar el brazo. En cualquier caso, parece que de verdad engaño a Hércules.

El dios nórdico se fijó en la sombría figura del caballero de la noche.

—Todo lo que ese hombre ha hecho, sólo eran parte de su plan para llegar a este momento.

Ares apretó los puños y golpeó con fuerza sus rodillas una y otra y otra vez.

—¡MIERDA! ¡¡MIERDA...!! ¡¡¡MIERDA...!!! ¡¡MALDITO COBARDE!!

Loki lo miró con aburrimiento, se volvió hacia la oscura ciudad con curiosidad.

"¿Todo esto...Estaba en tus planes?", pensó Loki. "¿Querida Brunhild?"

—¿Su verdadera arma son esos guantes?—preguntó Geir nerviosa.

Brunhild asintió con la cabeza.

—Así es—confirmó ella—... nunca te lo dije, ¿o sí?

—¿L-lo sabias, cierto...?—murmuró Geir—. Que esa arma... y que el hermano Hércules caería en la trampa... ¡¡¡SABÍAS PERFECTAMENTE QUE ESTO IBA A PASAR!!!—recriminó la pequeña valquiria.

Brunhild seguía con su mirada fría e imperturbable fija en la arena.

—Hay algo que tienes que entender, Geir—dijo la mayor de las valquirias—. Batman siempre tiene un plan, Batman siempre gana, y Batman solo quiere ganar. ¿Y sabes porque es eso?

PORQUE EL ES BATMAN

...

ANTES DE LA BATALLA:

ARENA DEL VALHALLA: SALA DE ESPERA 7

—Tu eres la siguiente—dijo Brunhild con los brazos cruzados mientras entraba a una habitación.

En la puerta había un letrero que decía simplemente: "TOCA LA PUERTA O MUERE"

El cuarto estaba lleno de peluches, estanterías y demás material. El cuarto claramente pertenecía a una niña, pero no demasiado pequeña, más bien en algún punto entre la adolescencia y la niñez.

En el centro de la habitación, sentada en un banquillo y cepillándose el cabello con un espejo en mano yacía una joven: Esta tenía la apariencia de una chica joven de unos 15 o 16 años de edad, era baja con cuerpo delgado, su cabello era largo y de color claro, guardado en dos colas de caballo, sobre su cabeza usaba una tiara de kokoshnik con un patrón triangular.

Llevaba un vestido escotado con un colgante en la base del cuello, llevaba atado el cuello de su vestido con unos tirantes a la base del mismo, mientras que las mangas de su vestido eran cortas. Su vestido tenía un corte de diamante a la altura de su ombligo dejándolo expuesto, mientras que su falda corta tenía patrones de volantes. Además usaba unos guantes de tela negra en sus manos, unos guantes con un diseño peculiar.

La joven alzó la mirada, esta era Hlökk, la séptima de las hermanas valquirias.

Ella se volvió para mirar a Brunhild fijamente.

—Entonces, no me has dicho quien será mi compañero—dijo la joven—. Porque escucha, si piensas que yo, la hermosa Hlökk, me uniré con un cualquiera estas muy equivocada.

Brunhild la miró fríamente.

—No tienes de que preocuparte—le aseguró—. Elegí a un compañero que de seguro será de tu agrado, por el día es un multimillonario filántropo, dedicado a ayudar a su ciudad y modernizar su infraestructura, y por las noches, es el caballero que acaba con el crimen y la corrupción en esta.

La joven valquiria ladeó la cabeza y puso más atención.

—¿Dices que un caballero, que lucha contra el crimen, eh?—preguntó la joven—. Debo decir que suena bien, ¿quien es...?

La oscura sombra encapuchada entró en la habitación, cubierta con su capa negra, una enorme e imponente figura se alzó frente a ambas valquirias.

Hlökk retrocedió intimidada.

El caballero de la noche miró fríamente a Brunhild.

—No le dijiste nada sobre llevar a una compañera al combate.

La valquiria mayor se disculpó con un gesto de la cabeza.

—Te aseguró que es más que necesario, te presento a mi hermana, Hlökk—dijo Brunhild—. Ella posé el... talento necesario para que puedas cumplir con tu misión.

Batman miró a la joven valquiria frente a él no muy convencido.

—No deberías preocuparte—le dijo Brunhild—. Ella será el arma que te permitirá acabar con los dioses. Además, ignorando el hecho de que ella es varios siglos mayor que tú, nunca has tenido problema para llevar a niños al campo de batalla.

El caballero oscuro fulminó a la mayor de las valquirias con la mirada.

Brunhild ni siquiera se inmutó.

—Batman necesita a su Robin, ¿no es así?

El justiciero cedió y se dirigió hacia Hlökk, la pequeña valquiria retrocedió acobardada por la oscura presencia.

—Yo... yo no quiero hacer esto.

—Hlökk—presionó Brunhild.

—No, yo no voy a...

El caballero de la noche se arrodilló para quedar a la misma altura que la joven valquiria, se quitó la capucha y la miró a los ojos.

—Escucha, está es la única manera de salvar tu mundo, y haciéndolo libraremos a mi mundo de futuros peligros y amenazas—dijo Bruce—. No me agrada la idea de llevarte a la batalla, así que hagamos esto rápido, acabemos con nuestro oponente y ganemos.

La joven valquiria tragó saliva y extendió su mano.

—Está... está bien.

¡¡VOLUNDR!!

Un poderoso brillo esmeralda iluminó la habitación, los guantes de la armadura de Batman alteraron su diseño, manteniendo su material resistente y duradero, pero adquiriendo un patrón de colores blanco y negro idéntico al de los guantes que portaba Hlökk.

El justiciero se volvió a colocar la capucha.

—Hagamos esto lo más rápido posible.

...

Geir silbó impresionada.

—Vaya... cuando a la hermana Hlökk se le meta algo en la cabeza es imposible convencerla de lo contrario—dijo la joven valquiria.

Brunhild miraba la arena fijamente.

—Sí, pero como bien te dije, ese humano es capaz de lograr lo que sea—dijo la mayor de las valquirias—. Es como si el mismo Caos creador lo favoreciera de algún modo, Batman siempre gana, y gana simplemente porque es Batman.

Geir se levantó temblorosa del suelo.

—¿Y la hermana Hlökk?

—Se trata del verdadero significado detrás de su nombre—explicó Brunhild.

LA INESTABLE

—Supongo que sí ya lo descubriste, no hay razón para seguir ocultándolo—dijo Batman mientras miraba fijamente a su oponente—. Mi estilo de combate, siempre varía dependiendo de mi enemigo. Y para seres como tú, a los que no puede enfrentar solamente con mis habilidades...

El caballero oscuro tomó una pequeña pierda del suelo.

—Tengo que usar ciertos...trucos.

Batman uso sus dedos para disparar la pierda hacia Hércules. El dios se ladeó levemente y el proyectil lo pasó de largo.

La piedrecita golpeó un edificio a varios metros de allí y explotó, dejando un enorme cráter en donde el proyectil había impactado.

—Gracias a mis guantes, todo lo que toque se convertirá en un arma capaz de herir a un dios—explicó Batman—. Y si una simple pierda puede atravesar muros, un murciélago de metal puede cercenar las extremidades de un dios.

De un segundo para otro, el significado de estar en la ciudad de Gotham durante el combate había cambiado completamente. Ya no se trataba de un terreno favorecedor para el humano, se trataba de la propia arma de este.

—¡¡INCREIBLE!!—gritó Heimdall—. ¡¡TODO LO QUE ESTE HOMBRE TOQUE!! ¡¿TODA GOTHAM CITY SE HA CONVERTIDO EN UN ARMA LETAL?!