El caballero de la noche se mostraba imponente, como una sola presencia que rodeaba toda la ciudad, invisible, en ninguna parte y en todas a la vez.

Las nubes dejaron espacio a la luna llena, que iluminó las calles de Gotham, mostrando a los dos rivales, parados uno frente al otro, a tan sólo unos metros de separación.

Hércules alzó su garrote por encima de su cabeza.

EL ESPÍRITU DE LA FORTALEZA, SIGUE EN PIE

¡HÉRCULES, EL DIOS QUE MÁS AMA A LA HUMANIDAD NO PIERDE SU FEROCIDAD!

Con un único y feroz movimiento, el dios arrojó su arma dando vueltas hacia el cielo, desapareciendo entre las nubes, y despejando por completo el cielo nocturno.

—¡¿QUÉ...?!—gritó Heimdall desde su lugar en las alturas—. ¿HÉRCULES ARROJÓ SU ARMA HACIA EL CIELO...?

Mientras el garrote daba vueltas sin control por el aire, su forma cambió hasta adoptar la silueta feroz de un perro de color negro.

Las oscuras nubes en el cielo empezaron a arremolinarse, formando un enorme vórtice en las alturas.

—¿QUÉ ES ESO...? ¡¡LA REALIDAD MISMA SE... SE ESTÁ DISTORSIONANDO!!

Batman miró al cielo, sus ojos relucieron en azul por unos instantes, mientras sus lentes de contacto hacían lecturas de la situación, se conectaban a su computadora central y le trasmitían toda esa información de regreso.

—Un portal entre dimensiones...—murmuró Bruce.

Hércules alzó en alto su brazo.

—VEN AQUÍ—ordenó—. SABUESO DE HADES.

Del dios salió disparada una poderosa luz, Hércules se había convertido en un géiser del que brotaba un faro luminoso. Mientras que la mismo tiempo, las sombras se arrastraron desde el otro lado del portal, el viento sopló salvajemente. La ciudad empezó a temblar fuera de control.

—¿Qué...?—preguntó Ares, mientras él, Hermes y Loki intentaban observar la escena a través del segador brillo de Hércules—No...—murmuró el dios de la guerra—. Ese es...

Tres brillantes pares de ojos rojos aparecieron entre las sombras del otro lado del vórtice, un par de enormes garras atravesaron las fieras nubes y emergieron.

ÉXODO DE HÉRCULES

Las tres cabezas caninas del guardián de los infiernos se hicieron presentes, mientras un perro de proporciones bíblicas entraba al campo de combate.

Dos de las tres cabezas del animal se inclinaron, dejando sus enormes hocicos y dientes a la altura de Hércules, el dios abrazó como pudo al animal, mientras tomaba prestado su inconmensurable poder.

El dios de la fortaleza se mantuvo firme, con la enorme bestia parada detrás de él, las cabezas laterales a cada uno de sus costados, y la cabeza central alzada por encima de él, rugiendo con el hocico abierto, mostrando los terribles dientes del monstruo.

DUODÉCIMO TRABAJO

La bestia cerró sus colmillos sobre Hércules, la sangre manchó el lugar y una explosión inundó el sitio.

Cuando el polvo se despejó, el guardián de los infiernos ya no estaba. En su lugar, Hércules se alzaba imponente. Sin ningún arma además de él mismo.

CERBERO, SABUESO DE HADES

Los dioses observaron con silencio y preocupación la nueva apariencia de Hércules, los humanos se veían igual de preocupados.

—¿Qué...?

—¡¿Qué es eso...?!

—¿L-Lord Hércules?

—Qué amenazante.

Zeus se rascó la barba mientras observaba todo con atención.

—De aquí en delante es una batalla contra el tiempo—dijo el anciano.

—¿... El tiempo?—repitió Loki.

Zeus asintió.

—Esa habilidad otorga una abrumadora capacidad destructiva—explicó el viejo—. Sin embargo, también desgasta al usuario en la misma medida. ¿Será capaz de devorar a su adversario? ¿O se le acabará la fuerza antes de que lo logre? Ese trabajo no puede ser revertido.

Loki silbó admirado.

—Wow... una habilidad que consume la vida de su usuario—murmuró el dios nórdico, mientras cruzaba los brazos tras la espalda—. Entonces si no gana, ese tatuaje cubrirá todo su cuerpo, arrancándole la vida en el proceso. Que hombre tan impresionante.

Ares se levantó y apretó los puños.

—Hércules...

"¡¡Date prisa...!!", pensó.

Batman no necesitaba de complicadas lecturas y análisis para notar que el poder desbordaba de Hércules sin cesar. Pero sus artefactos sí que pudieron decirle como tal energía estaba destruyendo el cuerpo del dios.

Los instintos del caballero oscuro le gritaban que necesitaba un plan. Y por suerte, Batman tenía uno.

El dios de la fortaleza alzó su poderoso puño.

—Aquí voy.

El pie de Hércules se hundió en el asfalto antes de lanzarse de frente, las uñas del héroe de habían convertido en las animales garras de un canino.

El dios se abalanzó de frente sobre Batman, el caballero de la noche evitó el golpe agachándose.

El edificio que estaba tras él fue reducido a escombros.

Hércules lanzó otro golpe, Batman se agachó y se movió a la derecha, otro edificio fue derribado. Hércules lanzó un gancho lateral ascendente. Batman respondió atrapando dos piedras de los escombros que habían salido despedidas por el aire.

El caballero de la noche retrocedió mientras arrojaba las piedras a toda velocidad, pero Hércules era rápido, el dios redujo las piedras a polvo con una serie de veloces, cortos y precisos golpes.

—¡¡H-HA COMENZADO UN COMBATE DEVASTADOR!!—gritó Heimdall.

Hércules se lanzó otra vez, y Batman tomó todos los batarangs que le quedaban en su cinturón.

—¡MIENTRAS SE MUEVE Y ATACA, HÉRCULES CREA UNA TORMENTA DE ESCOMBROS!—siguió el presentador—. ¡MIENTRAS TANTO, BATMAN CONVIERTE ESA TORMENTA EN ARMAS DIVINAS Y LA USA PARA ATACAR!

Hércules lanzaba un ataque tras otro, un puñetazo tras otro, arriba, abajo, un lado, el otro. Con cada golpe, un edificio era destruido, un cráter era creado o un arma enemiga era aplastada.

—¡DEMOLICIÓN! ¡¡DEMOLICIÓN!! ¡¡TODA LA ARENA ESTÁ SIENDO DEMOLIDA!!—gritaba Heimdall—. ¡¡HÉRCULES SIGUE DESTRUYENDO TODOS LOS ESCOMBROS Y ARMAS QUE EL CABALLERO OSCURO LE LANZA!!

Entre los escombros en el aire, Batman logró divisar una placa metálica que alguna vez había sido parte de su avión. La tomó entre sus manos para usarla como un arma, pero un veloz golpe lateral del dios de la fortaleza destruyó el artículo en pedazos.

La fuerza del golpe deja a Batman desprotegido, su cuerpo se giró violentamente hacia un costado y su guardia quedó abierta.

El caballero oscuro miró como el enorme puño de Hércules se preparaba para asestar un demoledor golpe final.

GOLPE DEL GRAN HÉROE

—¡HÉRCULES APROVECHA LA ABERTURA!

Batman saltó, uso sus brazos para aterrizar sobre el enorme brazo del dios y re dirigió el golpe hacia el suelo al aplicar todo su peso en un punto específico de la extremidad de su enemigo.

Un enorme cráter fue abierto en el suelo.

—S-SIN EMBARGO...—siguió Heimdall—. EL CABALLERO DE LA NOCHE ESQUIVA EFECTIVAMENTE EL GOLPE DEL PODEROSO HÉRCULES...

El dios lanzó un golpe lateral que el protector de Gotham evitó dando un preciso salto hacia atrás. Tal vez el golpe hubiera llegado a dar en su objetivo si el brazo izquierdo de Hércules hubiera seguido completo, pero ese no era el caso.

—AH... ¡¡HÉRCULES GOLPEA EL AIRE!! ¡¡PARECE... QUE AÚN NO SE ACOSTUMBRA A LA FALTA DE UN MIEMBRO!!

Loki se puso a silbar mientras se recargaba en una pared, con los brazos detrás de la cabeza.

—Creí que ese humano sólo usaba trucos—admitió—, pero parece que también es bastante hábil... Aunque, ¿cuánto podrá soportar contra el mismísimo dios de la fortaleza?

Hércules alzó su brazo, preparado para lanzar otro devastador ataque.

El caballero de la noche dio un pisotón, una tapa de alcantarilla salió de su sitio, Batman la atrapó entre sus dos manos y la utilizó como escudo, interponiendo el objeto entre él y el puño de su oponente.

Hércules rugió furioso.

—¡TOMA ESTO!

La tapa metálica se abolló, los pies de Batman se arrastraron por el suelo mientras el humano era obligado a retroceder. Entonces, el escudo cedió, el puño del dios atravesó la tapa e impactó al murciélago en toda la cara.

La fuerza del golpe había sido reducida, y en su cabeza, la capucha del héroe lo protegía a manera de casco. Aún así, el brutal golpe lanzó a Batman volando por las calles de Gotham.

—¡¡ES INÚTIL!! ¡¡AUNQUE TENGA PODER DIVINO, ES COMO SI FUERA PAPEL!!—gritó Heimdall—. ¡¡QUÉ PIDER!! ¡¡NO SE ESPERABA MENOS DE HÉRCULES!!

Ares golpeó su puño izquierdo contra su palma derecha.

—¡¡Si hubiera sido un golpe directo estaría acabado...!!

Los dioses alzaron los brazos y estallaron en vítores.

—¡¡ES INCREÍBLE!!

—¡¡Hércules es el mejor!!

Los humanos se removieron tensos y nerviosos.

—...Esto no es bueno.

—Es muy fuerte...

Los únicos mortales que estaban alegres eran los antiguos ciudadanos de Tebas, estos alzaban los brazos y gritaban con emoción.

—¡Bien hecho, Alcides!—animó Cástor.

Batman aterrizó violentamente contra el asfalto. Su hombro derecho rebotó contra las calles, luego giró sobre su propio cuerpo y aterrizó de pie, mirando fijamente a su rival, pero sangrando en la cara por el brutal golpe.

Hércules lo miró atentamente, Batman se envolvió con su capa.

—...Has superado mis expectativas.

La mirada del murciélago se desvió por un segundo, acto seguido disparó de nueva cuenta su bati-garra, el cable con gancho se sujetó nuevamente al tejado de un edificio.

Hércules no lo dejó escapar, con un enorme salto, el dios alcanzó a su enemigo, y asestando un golpe descendente cortó las alas del murciélago. El protector de Gotham City cayó desde las alturas.

El caballero oscuro apenas tuvo segundos para procesar lo ocurrido, una reja metálica, con pinchos en ella estaba colocada justo debajo de él.

Geir se alarmó al ver lo ocurrido, Brunhild seguía seria y firme, pero empezaba a preocuparse.

Heimdall se inclinó sobre su asiento volador.

—¿PERO... QUÉ ACABA DE...?

Batman, el caballero de la noche, había sido atravesado en el costado izquierdo del abdomen por una de las varas metálicas de la reja,

—¡¡EMPALADO!!—gritó Heimdall—. ¡¡EL CABALLERO DE LA NOCHE HA SIDO ATRAVESADO POR UNA REJA DE ACERO!!

Batman gruñó molesto.

—Eso... no era parte del plan...

El justiciero sacó una cuchilla con forma de murciélago de su cinturón y cortó la reja metálica, liberándose.

Hércules aterrizó a unos pocos metros de él, mientras que Batman se sacaba el pedazo de metal del cuerpo con un grito de dolor.

Los humanos veían preocupados el justiciero oscuro, quien por su lado se sostenía débilmente en pie.

"En este estado ya no podré llegar a la cueva", pensó para sí el héroe. "Habrá que usar el plan B"

Sosteniéndose su herida con la mano izquierda, el caballero de la noche se recargó penosamente en la reja metálica sobre la que había caído con anterioridad.

Hércules se le acercó imponentemente.

—No importa lo que hagas, es inútil—sentenció—. No hay ningún lugar en el que puedas esconderte en esta ciudad.

Batman gruñó molesto.

—Está ciudad tiene secretos tan oscuros que ni siquiera yo los conozco—dijo el murciélago—. Y si yo no lo hago, tú aún menos.

Arrancándose un trozo de su propia capa, el caballero oscuro empezó a darle vueltas a la prenda, sus guantes hicieron el trabajo de convertirla en un arma letal.

Hércules lo miró alarmado, las rejas metálicas y las paredes del edificio de detrás de Batman presentaron profundos y precisos cortes en la base.

Los ojos del murciélago brillaron por un segundo de un azul brillante, mientras sus lentes de contacto le rebelaban la información sobre ese edificio. Más específicamente, sus puntos débiles en la base.

—Toda la ciudad de Gotham es mi aliada—dijo Batman firmemente—. Todo es un arma letal en mis manos, con Volundr o sin él.

El edificio detrás del murciélago empezó a caer, el caballero de la noche se lanzó hacia Hércules de frente. El dios alzó la guardia, Batman dio un salto y aterrizó en el brazo de su oponente. Hércules furioso lanzó a su enemigo, pero no contaba con que éste atravesaría la ventana del edificio que caía y saldría por el otro extremo del complejo.

Mientas que, la enorme construcción aterrizaría sobre Hércules, el dios gritó furioso mientras era aplastado bajo el peso del edificio.

—Tanta... destrucción—murmuró Heimdall.

Batman se plantó sobre los escombros a duras penas y observó su trabajo improvisado. No tener que preocuparse por los daños o por los civiles era una enorme ventaja al momento de hacer su trabajo.

—¡ESTE HOMBRE CONVIRTIÓ EL EDIFICIO EN UN ARMA, Y LO ARROJÓ CONTRA UN DIOS!

Dioses y humanos miraban incrédulos el escenario, ¿había sido eso parte del plan del murciélago? ¿O fue solo algo que surgió de imprevisto? Independiente, nadie podía negar que dio resultado.

El caballero de la noche no se veía más tranquilo, seguía tenso y en guardia, como si supiera algo que los espectadores no.

—DESPUÉS DE RECIBIR UN GOLPE DE UN ARMA TAN GRANDE, INCLUSO HÉRCULES...

Los jóvenes dioses estallaron en llanto.

—No... él no está... no...

—¡Lord Hércules!

—¡¡No pierdas Hércules!!

Geir calló de rodillas.

—Hermano Hércules...

La mirada de Brunhild estaba ensombrecida, pero la valquiria no estaba preocupada por el dios bajo el edificio. Al igual que Batman, ella sabía algo que los demás no.

Cástor intentaba saltar a la arena de combate con desesperación, mientras el resto de ciudadanos de Tebas lo detenían a duras penas.

—Alcides... ¡DEBES ESTAR BROMEANDO!

—Cálmate Cástor—pedían el resto mientras intentaban evitar que el chico hiciera una tontería.

Ares gritó furioso.

—¡NO PUEDO PERMITIR UNA CONCLUSIÓN TAN RIDÍCULA!

Los dos mejores amigos del héroe gritaron con desesperación.

—¡¡HÉRCULES/ALCIDES!! LEVÁNTATE ¡¡POR FAVOR LEVÁNTATE!!

Los escombros del edificio respondieron con silencio.

El caballero de la noche miró fijamente la destrucción bajo sus pies.

—No engañas a nadie—dijo el murciélago—. Un edificio no es ni de broma suficiente para derrotarte, por eso mismo té ataque con él. Sal de una vez.

El brazo de Hércules, con sus uñas convertidas en las feroces garras de Cerbero, salió de entre los escombros con un golpe.

—¡¿QUÉ?!—gritó Heimdall.

El estadio estalló en vítores.

—NO... NO PUEDO CREERLO... ¡¿ESTO ES... UNA ALUCINACIÓN?!

El público respondió lleno de emoción.

—¡NO!

—¡¡NO!!

—¡¡¡NO!!!

El pie del dios de la fortaleza se plantó fírmeme sobre el suelo, el Hércules se levantó, listo para continuar con el asalto.

—¡¡NUESTRO HÉROE HA RESURGIDO DESDE EL INFRAMUNDO!!

Hércules miró furioso a su oponente, con la mirada llena de determinación.

Ares relajó la postura.

—Sí... así debe ser—dijo más tranquilo—. Hércules no pierde ante nadie.

El dios de la guerra alzó su puño con emoción y sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad.

—Hércules siempre volverá a levantarse—siguió eufórico—. Él porta el orgullo de nosotros los dioses. ¡¡Él es el dios de la fortaleza!!

Los pequeños dioses alzaron los brazos con alegría.

—¡Increíble! ¡¡Sabía que Lord Hércules era increíble!!

—¡¡Sí!! ¡¡Adelante Lord Hércules!!

Los antiguos ciudadanos de Tebas, en contraposición al resto de la humanidad, estaban también eufóricos.

—Mierda, no me asustes de esa manera—lloró Cástor alegremente mientras se secaba una lagrima del ojo izquierdo.

En las calles de Gotham, ambos oponentes se miraron fijamente.

—Tú sabias que sobreviviría—dijo el dios.

—No uso armas de fuego, no tomo vidas—respondió el humano—. Se trata de justicia, no venganza.

Hércules lo miró con un nuevo respeto adquirido.

—Bien, pero quiero que sepas—dijo el dios—, que la justicia en mi corazón nunca desaparecerá.

Lejos de allí, en una cueva oculta bajo una mansión, sin que nadie lo notara, uno de muchos vehículos salió disparado, llevado a control remoto hasta la zona de la batalla, llevando consigo un paquete especial.

Hércules y Batman se miraron mutuamente.

—No sé cómo planeas ganar en una batalla a muerte sin matarme—dijo el dios.

Batman se puso en guardia.

—Encontraré la manera.

El dios alzó su brazo y se puso también en guardia.

—¿Y cómo harás eso?

La capa del murciélago ondeó junto al viento, la mirada en blanco del caballero de la noche se posó en su adversario con frialdad.

—Es muy simple—respondió—. Porque... SOY BATMAN.

Una sonrisa adornó el rostro de Hércules.

—SOLO INTENTALO, veremos quien saldrá victorioso.

¡¡EL PRÓXIMO CAPÍTULO, LA CONCLUSIÓN DE LA BATALLA!!