Capítulo veinte:
POR SEGUNDA VEZ CONSECUTIVA, LOS HUMANOS ERAN DERROTADOS POR LOS DIOSES.
Las deidades celebraban con emoción por la victoria, Zeus reía y lanzaba golpes al aire sin contenerse. Odín miraba con una satisfacción cruel el cadáver del semidiós en la arena.
Loki sonreía viendo al muy dañado Poseidón.
—Vaya, ese sujeto no se ve nada bien—rió.
Ares volvió a respirar con normalidad mientras Hermes se inclinaba a la arena y observaba todo con atención.
El cuerpo de Percy terminó de resquebrajarse, la luz verde se apagó y las cenizas se esparcieron por el cielo. Dejando únicamente la punta del tridente de Poseidón y los pedazos rotos de su espada como prueba de que alguna vez había estado allí.
La hoja de Anaklusmos había recuperado su color bronce habitual y su brillo se había apagado, mostrando así también que Hjörþrimul se había ido también.
—¡POR SEGUNDA VEZ, LOS DIOSES SE ALZAN CON LA VICTORIA!—gritó Heimdall—. ¡EN LA TERCERA RONDA DEL RAGNAROK, LOS DIOSES APLASTARON AL SEMIDIÓS QUE SE REBELÓ ANTE ELLOS!
Los humanos guardaron silencio, no era simplemente la caída de un guerrero que murió para proteger a la humanidad. Se trataba de una persona de otro universo que había muerto por gente que jamás llegó a conocer.
—Hermana...—sollozó Geir.
Brunhild apretó los puños con frustración.
—¿Q-qué crees que sea ahora de Percy y de la hermana Hjörþrimul?—preguntó Geir.
Brunhild permaneció unos minutos en silencio.
—Yo... normalmente llegaría al Érebo, el reino del Hades de su mundo—contestó la valquiria—. Pero... al haberse trasformado en una deidad en medio del combate... no lo sé, los dioses de su mundo son seres inmortales, es... es posible que logré reformar sus moléculas. Pero pasarán muchos siglos hasta saberlo.
Geir apretó los puños con furia.
— Hjörþrimul...
Entonces, un repentino movimiento en la arena llamó la atención de todos, cada uno de los espectadores hizo silencio por lo que vio.
Poseidón, el más temido de los dioses, el tirano de los mares, dio un paso, luego otro, y después de un tercero, cayó al suelo de rodillas.
—¿Lord Poseidón está...?—empezó Geir.
El equipo médico de los dioses apareció por las puertas de la arena y empezó a correr en dirección a Poseidón, pero no llegarían a tiempo.
El dios escupió sangre.
—Ese bastardo...—su mirada se nublo, perdió la poca energía que le quedaba y cayó al suelo—. Maldito... pedazo de... mierda...
El tirano de los mares murió en la arena, antes de que los médicos pudieran llegar a asistirlo.
El silencio se hizo absoluto.
—Posei... ¡POSEIDÓN HA MUERTO EN LA ARENA A CAUSA DE SUS HERIDAS!—gritó Heimdall.
Los dioses se quedaron en silencio, su emoción y felicidad se convirtió en incredulidad e ira.
—¿Ha muerto?—dijo Geir—. ¡Ha muerto!—celebro.
Brunhild dejó escapar una risa histérica.
—Parece ser... que Percy nos dejó un regalo de despedida.
El cuerpo del tirano de los mares se resquebrajó antes de deshacerse en luz verde y disolverse en la atmósfera.
La punta de Contracorriente cayó del cuello del dios y cayó estrepitosamente en el suelo.
Geir se volvió hacia su hermana con emoción.
—Entonces... hermana ¿es posible que... hayamos empatado?
Los ojos de Brunhild se oscurecieron.
—No... la victoria ya había sido declarada y la batalla ya estaba terminada—dijo sombríamente la valquiria—. Después de eso, la muerte de Poseidón se considera fruto de sus heridas en combate, pero ya no es un empate.
La emoción abandonó los ojos de Geir.
—Oh... ya veo...
—¡POSEIDÓN SE HA SACRIFICADO PARA DARLE UNA VICTORIA A LOS DIOSES!—dijo Heimdall—. ¡Y PERCY CAYÓ LLEVÁNDOSE AL DIOS MÁS TEMIDO CON EL! ¡PUEDEN ESTAR SEGUROS DE QUE NINGUNO DE LOS DOS BANDÓS DEJARÁ PASAR ESTA OFENZA POR ALTO! ¡¡LA GUERRA RECIÉN COMIENZA!!
...
PALACIO DE LOS DIOSES
CUARTO DE ZEUS:
El rey de los dioses estaba recostado cómodamente en un sillón mientras se dedicaba a beber una taza de una bebida caliente.
Detrás de él, como si de guardaespaldas se tratase, Ares y Hermes estaban parados firmemente y con las miradas ensombrecidas.
—Y bien...—dijo Zeus—. ¿Por qué tienen esas caras?—preguntó.
Shiva golpeó la mesa violentamente.
—¡Dioses!
La taza se le escapó de las manos a Zeus, pero el anciano alcanzó a atraparla y a recuperar el líquido sin perder una sola gota.
—¡NO ES MOMENTO DE JUGAR, ANCIANO!—gritó Shiva furioso.
Loki, quien estaba recostado en su asiento con las piernas sobre la mesa y los brazos tras la espalda miró fijamente a Zeus.
—Tu hermano Poseidón acaba de ser acecinado—dijo el dios nórdico—. Estas bastante calmado, ¿no crees?
Zeus inclinó la cabeza.
—Hmm...—murmuró—. Bueno... ese chico le dio verdaderos problemas a Poseidón, su sangre corría por sus venas, después de todo.
El anciano depositó su taza en la mesa con cuidado.
—Es lamentable que la ayuda médica no llegara a tiempo para salvar a Poseidón, una pena en verdad—siguió Zeus—. Pero la batalla fue ganada, y el punto es para nosotros los dioses.
Zeus se levantó del asiento y sus cuencas vacías miraron en dirección a Shiva y Loki.
—Además... si han visto las pelas, deberían saber lo que estas batallas implican.
Loki y Shiva lo miraron fijamente. Ares y Hermes seguían con sus ojos ensombrecidos. Zeus volvió a sentarse.
—Primero tenemos que admitir... QUE LA HUMANIDAD ES FUERTE—dijo Zeus con dureza—. Parece que la pequeña chica valquiria realmente intenta derrotarnos. Sabiendo eso, TENEMOS QUE RESPONDER.
Los orbes amarillos del anciano relucieron.
Shiva se puso de pie.
—Ya que resolvimos eso—dijo el dios hindú—. ¡SERÉ EL SIGUIENTE! ¡NO DEJARÉ QUE ESAS PEQUEÑAS MIERDAS SEAN TAN ENGREÍDAS!
Alrededor del dios de la destrucción, una poderosa aura se manifestaba, haciendo hondear el viento y emanar calor de tanta energía desprendida.
Zeus se rascó la barba.
—Ah... sobre eso...
Shiva se agarró la cabeza con sus dos manos superiores.
—¡¿Ahora que?!—gritó—. ¡¿Otra de tus solicitudes egoístas?!
Las venas de la cabeza de Zeus se hincharon tanto por la ira que empezaron a salpicar sangre.
—Mis más sinceras disculpas, pero...
La musculatura de Zeus creció aún más. Sus ojos brillaron con furia. A su espada, Hermes y Ares estaban cubiertos de sombras, solamente con sus orbes reluciendo com enfado.
La ira y poder desprendido era tanto que incluso Ares parecía aterrador.
—¿NO DEBERÍAMOS LOS DEL PANTEÓN GRIEGO, PAGAR EL FAVOR QUE NOS HAN HECHO AMABLEMENTE?
Entonces, un nuevo puño se estampó contra la mesa y la redujo a astillas.
Todos se quedaron en silencio, no por el golpe, sino por quien lo había dado.
Loki, el siempre indiferente y sarcástico Loki, se veía furioso.
—Ya veo...—murmuró con irritación—. Cuando Thor, el más fuerte de los dioses nórdicos, mí...—se atragantó con las palabras—... mí amigo, murió. Jamás se les ocurrió permitir a ningún otro dios nórdico luchar. Odín está furioso, lleno con un deseo de venganza que nunca antes había visto, su hijo más poderoso fue aplastado por un humano, por esa bestia, como si no fuera más que basura. ¿Pero dime Zeus, le dijiste al viejo si quería ir a por venganza? No... fuiste tú mismo a luchar.
Shiva miraba a Loki y a Zeus intermitentemente, como si estuviera observando un muy entretenido y reñido partido de tenis.
—Oh... ya veo... estás furioso—dijo Zeus rascándose la barba.
Loki golpeó la mesa.
—Abandoné la oportunidad de participar en el Ragnarok en favor a Hermes, lo mínimo que pueden hacer es dejar que los nórdicos nos venguemos por Thor—dijo Loki, temblando de ira—. Ustedes pueden vengar a Poseidón después.
Hermes se rascó la barbilla.
—Loki—la mirada profunda del dios mensajero se cruzó con el del dios del engaño.
Ambos se miraron fijamente, con sus auras de poder chocando con agresividad.
—Te ofrezco un trato—dijo Hermes finalmente—. Los griegos nos vengaremos en la siguiente ronda. Y a cambio...—el dios mensajero sonrió con crueldad—. Te diré... exactamente quién fue el dios que enseñó a las valquirias como hacer el Volundr.
El dios nórdico sonrió con emoción y crueldad al ver que el trato le convenía.
...
DENTRO DEL CORREDOR DE LA ARENA:
Los pasos de Brunhild resonaban por el largo pasillo mientras meditaba cuál sería su siguiente movimiento. Estaba desesperada, y se notaba desde lejos.
—El insufrible orgullo de los dioses—dijo la valquiria—. Ya murieron dos de los suyos, la siguiente batalla es una en la que lo darán todo...
—¿A quién crees que enviarán?—preguntó Geir nerviosamente detrás de ella.
—A mí.
Al aire se agitó violentamente, dejando en evidencia el abrumador poder del siguiente luchador divino.
—Está presión—dijo Geir con los ojos muy abiertos.
Las dos valquirias vieron como frente a ellas, un gigantesco guerrero se alzaba imponente.
En cuanto lo reconoció, la mirada de Geir se oscureció, flexiono las extremidades para tomar impulso y corrió a toda velocidad directamente hacia el dios.
La deidad la espero de frente mientras sonreía, con sus ojos cubiertos por las sombras. Tomó su enorme garrote, lo balanceó y...
Geir y el sujeto intercambiaron un amistoso saludó.
—¡Hermano Hércules!—celebró Geir.
El dios rió alegremente.
—¡Has crecido, Geir!
Hércules era un hombre musculoso y muy alto, presentaba ojos color azul marino y su cabello era largo de color naranja rojizo. Vestía con una hombrera la cual llevaba en su brazo derecho, además de tener un protector pectoral de tiro con arco. En su brazo izquierdo poseía un brazalete dorado el cual cubría sus bíceps. También vestía una falda de piel de león, un cinturón de campeonato dorado y unas sencillas sandalias de cuero. Contaba con un tatuaje rojizo el cual atravesaba desde su torso hasta la parte inferior izquierda de su abdomen.
Brunhild se acercó hacia ellos e hizo una reverencia.
—Ha pasado tiempo, hermano Hércules.
El dios griego sonrió.
—Seguro que sí, Hilde—saludó Hércules—. Sigues tan educada como siempre, ¿no?
La valquiria se reincorporó.
—Me alegra que te veas tan saludable como siempre también.
Geir rió mientras colgaba alegremente del brazo de Hércules.
—Sí, estoy segura de que te has hecho más fuerte.
Brunhild miró al dios fijamente.
—Hablando de eso...—dijo fríamente—. Lo que dijiste antes significa...
La mirada del dios se endureció.
—Sí... yo seré el siguiente que peleará.
La valquiria y el dios se miraron fijamente a los ojos.
Geir los miraba a ambos con preocupación.
Entonces, Brunhild se arrodilló nuevamente y agachó la cabeza.
—Aunque no estoy en posición de decir esto...—dijo la valquiria—. Te deseo buena suerte.
Hercules le sonrió.
—Sí... lo mismo para ustedes—dijo con sinceridad.
El gigantesco dios siguió su camino por los pasillos del Valhalla.
Mientras subía por una larga escalera al aire libre, un torbellino se deslizó por su costado.
La ventosidad adoptó su verdadera forma: un hombre joven y delgado con rasgos andróginos. Era de baja estatura y su cabello era medianamente largo de color verde con un mechón blanco que caía al lado izquierdo de su rostro mientras que del lado derecho llevaba una pequeña trenza. Vestía con una capa púrpura, una camisa negra sin mangas la cual dejaba descubierta parte de su pecho, además de usar un par de guantes sin dedos y mangas negras las cuales llegaban hasta sus biceps. También tenía seis piercings en cada una de sus orejas y usaba unas botas largas las cuales pasaban de sus rodillas.
—TE VI~—dijo Loki malévolamente—. Te llevas muy bien con las valquirias, ¿no es así, pequeño Hércules?
El dios griego lo miró por un momento con molestia antes de seguir su camino.
Loki dio un gran salto hasta quedar frente a Hércules, de alguna manera suspendido de cabeza en el aire.
—Ah, ya veo... aunque nuestros panteones pueden estar lejos geográficamente, ambos están llenos de semidioses mediocres, ¿no?
Los rostros de ambos dioses estaban a la misma altura, aunque el de Loki estaba volteado al revés.
El dios nórdico tomó con ambas manos el rostro de Hércules.
—¿Esto no será difícil para ti?
El dios griego sonrió.
—Los humanos son enemigos temibles—dijo Hércules con emoción—. Como representante de los dioses... y como un guerrero, pretendo tener una pelea justa.
El dios griego pensó en el chico que acababa de ver pelear contra Poseidón, tan joven pero a la vez tan poderoso. Un semidiós, al igual que él mismo lo había sido alguna vez. Si para Loki ese chico no era más que un "semidiós mediocre" el tridente partido en dos de Poseidón podría estar en desacuerdo.
—Hmm...—Loki hizo una mueca—. Espero que eso funcione para ti.
Hércules siguió su camino.
—Loki... déjame decirte algo—tomó con fuerza el brazo derecho del dios del engaño y lo parto hacia un lado—. Me opongo a terminar con la humanidad. Sin embargo... desde que el Ragnarok comenzó, no tengo intenciones de perder.
El dios soltó a Loki, apretó los dientes, su mirada se llenó de ira y determina y alzó el puño.
—COMO UNO DE LOS REPRESENTANTES DE LOS DIOSES, ¡¡SIN DUDA VOY A GANAR!!—dijo Hércules enérgicamente—. Además... ¡¡Me moveré para salvar a la humanidad!!
Loki sonrío, se sentó en el garrote de Hércules (no lo malpiensen) y miró al dios griego fijamente.
—No has cambiado para nada...—se burló Loki—. No sabes en qué lado estás.
El dios nórdico sonrió satisfecho, pero Hércules lo miró con seriedad en sus ojos.
—Yo siempre... SIEMPRE ESTOY DEL LADO DE LA JUSTICIA.
Hércules siguió su camino.
Loki se quedó solo en la escalera, se apartó un mechón de cabello del rostro.
—Justicia, ¿eh?—dijo con un tono frío—. Bien, también haré justicia, empezando por ese traidor de Buda...
...
De regreso con las valquirias, Brunhild encendió el artefacto que Caos le había entregado y revisó a los luchadores de su lista.
—Ya veo... el hermano Hércules es nuestro cuarto oponente...
Geir se mordió la uña del pulgar con nerviosismo.
—Es cierto, no sé a qué lado... debería apoyar—dijo la pequeña.
A Brunhild le brillaban los ojos.
—Sí... en efecto es problemático...
Geir se acercó a su hermana.
—Dejando eso de lado, ¿quién podrá competir contra el hermano Hércules?
Brunhild miró fijamente a su hermana.
—Hmm... he tenído el oponente perfecto para él desde el principio.
Geir abrió mucho los ojos.
—¿Eh...? ¿Eh...?
—De entre todos los universos elegí al mayor justiciero—dijo la mayor de las valquirias—. Pero mientras Hércules es la luz de la justicia, nuestro luchador ES EL JUSTICIERO MÁS OSCURO.
La valquiria seleccionó al hombre elegido de entre su lista de humanos.
Geir abrió mucho los ojos al ver a, guerrero.
...
ARENA DEL VALHALLA
Todos se removían inquietos, esperando por el siguiente combate.
Las luces se apagaron por completo, un único reflector apuntó directamente a Heimdall en el centro de la arena.
—¡AHORA, PARA LA CUERTA BATALLA DEL RAGNAROK!!—anunció el dios—. LOS DIOSES TIENEN DOS VICTORIAS. LA HUMANIDAD, SIGUE CON UNA.
Ambos bandos miraron en silencio al dios presentador.
—¡Y AHORA, LE DAMOS LA BIENVENIDA AL MOMENTO DECISIVO DR LAS PRIMERAS ETAPAS!
Alrededor de Heimdall, edificios surgieron del suelo, calles se pavimentaron y torres se alzaron, una enorme ciudad apareció en el campo de batalla. Moderna y llena de estructuras industriales y empresariales. Toda la urbanización estaba rodeada por el mar.
El sitio se veía en cierto modo futurista, pero también antiguo a la vez. Tenía un aura sombría, como si se tratase de un monstruo que escondiera sus atrocidades del mundo, parecía un dragón dormido, apuntó de estallar y llevarse consigo al mundo entero. Esa ciudad era macabra por donde se viera.
Miles y miles de pantallas aparecieron frente a las gradas, señalando y mostrando todos los rincones de la ciudad, de manera que los espectadores pudieran ver con claridad.
—¡¡Wow, es enorme!!
—Es el más grande hasta ahora...
—¿Estaremos viendo la palea a través de monitores esta vez?
—¡¿Hay toda una ciudad en el escenario...?!
—¿Cómo van a palear en un lugar así?
—No reconozco este lugar...
—¿Qué ciudad es esta?
Ningún humano o dios era capaz de reconocer esta urbe, parecía ser única, era diferente a cualquier lugar que hubieran visto antes.
Un par de ciervos abrieron las alas, sosteniendo cada uno una cuerda atada al asiento de Heimdall, el dios levitaba por el cielo, sostenido por las aves para poder admirar todo el escenario.
—¡¡LA CIUDAD EN FRENTE DE USTEDES ES EL HOGAR DE NUSTRO SIGUIENTE LUCHADOR HUMANO!!—dijo Heimdall—. ESTE CAMPO FUE SOLICITADO POR EL REPRESENTANTE DE LA HUMANIDAD Y LOS DIOSES EN SU INFINITA COMPASIÓN ¡¡ACEPTARON!!
Los dioses prorrumpieron en gritos de arrogancia.
Heimdall se columpió en el cielo.
—¡¡LA PRIMERA EN LA HISTORIA!!—gritó él—. ¡¡LA PRIMER PELEA CALLEJERA ENTRE LOS DIOSES Y LA HUMANIDAD!!
Los humanos se revolvían incómodos.
—¿Así que dice que los dioses aceptaron una solicitud de la humanidad?
—¿Por qué?
Los dioses les gritaron desde el otro lado de las gradas.
—¡Cállense humanos!
—¡¡Consideren esto como una desventaja apropiada, idiotas!!
Desde su lugar, Geir observaba la ciudad, algo impresionada pero también molesta.
—Tiene sentido que "él" haya solicitado esto... y que el hermano Hércules haya aceptado.
Brunhild sonrío maliciosamente.
"Sabía que él aceptaría", pensó la valquiria. "Oh, qué ingenuo"
—ENTONCES... ME PREGUNTO QUÉ TIPO DE BATALLA NOS MOSTRARÁN EN ESTA ARENA ESPECIAL—dijo Heimdall.
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Las puertas de un largo túnel se abrieron, dando paso a las sombras y las tinieblas detrás de ellas.
De la cima de uno de los muchos edificios, una poderosa luz iluminó el cielo, proyectando un símbolo entre las nubes.
Un murciélago.
—REPRESENTANDO A LA HUMANIDAD EN LA CUARTA BATALLA.
El rugido de un motor llamó la atención de toda la multitud, el sonido se iba haciendo más y más intenso a medida que el vehículo se acercaba por el túnel a toda velocidad.
—ESTE HOMBRE EMERGIÓ DE LAS PROFUNDAS SOMBRAS DE LA AMPLIA CIUDAD AZOTADA POR EL CRIMEN.
Un extravagante y futurista automóvil de color negro y detalles que bien recordaban a los murciélagos avanzó a toda velocidad por el túnel, atravesó el puente que conectaba a este con la ciudad y se detuvo con un derrape tras atravesar la ciudad y detenerse frente el edificio que decía: TECNOLOGÍAS WAYNE.
—ESTE HOMBRE, QUE LO PERDIÓ TODO EN UNA NOCHE, JURÓ USAR TODOS SUS RECURSOS PARA QUE NADIE NUNCA MÁS VIVIERA LO QUE ÉL VIVIÓ.
Los espectadores aguardaron a que el hombre saliera de su vehículo, pero el automóvil permaneció sellado, dejando la apariencia de su conductor como un misterio oculto en las sombras del vidrio polarizado.
—ÉL, QUE ENTRENÓ INCANSABLEMENTE PARA CONVERTIRSE EN EL MÁXIMO HUMANO EN CUERPO Y MENTE. ÉL, QUE SE CODEA CON LOS DIOSES SIENDO SOLO UN HOMBRE, AQUEL QUE HA LLEGADO A UN EXTREMO QUE JAMÁS NADIE PODRÍA IMAGINAR. ÉL HUMANO MÁS HUMANO, LA MÁXIMA REPRESENTACIÓN DE LOS HUMANOS.
El estadio se llenó con el silencio absoluto, solamente se escuchaba el murmullo del agua y los aleteos de los cuervos que transportaban a Heimdall.
—EL JUSTICIERO MÁS TEMIDO, EL TERROR DE TODO MALHECHOR, EL VIGILANTE DE GOTHAM—siguió Heimdall—. ÉL ES VENGANZA, ÉL ES EL CABALLERO DE LA NOCHE. SU NOMBRE NO SERÁ REVELADO, Y NO HACE FALTA. ÉL NO ES EL HOMBRE TRAS LA MÁSCARA, Él ES EL ENCAPUCHADO, EL ES...
¡BATMAN!
La señal del murciélago en el cielo pareció intensificarse aún más.
—¿Bat-Man?—dijeron los humanos.
—¿Es alguna clase de broma?
—¿Se cree alguna clase de superhéroe de historietas o qué?
—¿Qué clase de nombre es: "Hombre murciélago"?
Batman: el caballero de la noche.
Loki observo todo desde su palco, recostado cómodamente en su sillón. Su búsqueda de venganza podía esperar un poco, tenía más ganas de ver a Hércules luchar.
—Oh, ya veo—rió—. Con que así quieren jugar, como de costumbre no dejan de sorprenderme estos humanos.
—Y ENFRENTÁNDOLO...
Un nuevo puente se levantó del otro lado de la arena, abriendo las puertas a una entrada más luminosa y esperanzadora.
—EL HOMBRE QUE PRETENDE SOPORTAR LA CARGA DE VENGAR LA MUERTE DE POSEIDÓN ¡¡AQUÍ ESÁ!!
En un carro griego tirado por dos corceles, el puente fue atravesado a toda velocidad por el dios que habría de luchar.
—EL VALIENTE SEMIDIÓS FORZADO A PELEAR CONTRA EL LEÓN DE NEMEA Y CERBERO, CON SUS MANOS DESNUDAS. DESPUÉS DE COMPLETAR LAS 12 LABORES QUE SE LE ASIGNARON ¡¡ASCENDIÓ A LAS ESCALERAS DEL OLIMPO!!
El hombre tras las riendas miró decididamente su camino, con las poderosas luces de sus reflectores a su espalda. El dios tiró con fuerza de las riendas de sus corceles para detener su vehículo. Plantó los pies firmemente sobre el suelo y alzó su garrote.
—ÉL BRINDA ESPERANZA TANTO A LOS DIOSES COMO A LOS HUMANOS. ¡¡EL MENSAJERO DE LA JUSTICIA!!
El dios hizo girar su arma, el viento se arremolinó a su alrededor y sopló con potencia, movido por un simple movimiento del descomunal poder de ese hombre.
—SU VALENTÍA ES INCOMPARABLE.
¡¡HÉRCULES!!
El dios plantó su masa contra el suelo con fuerza y miró fijamente al vehículo del humano frente a él.
—¡¡¡LORD HÉRCULES!!!—gritaban los dioses.
—¡¡¡SÍÍÍÍÍÍÍÍ!!!
Pequeñas deidades, nada más que niños entre los dioses alzaron los brazos y rieron con emoción.
—¡¡Vamos Lord Hércules!!
—¡¡No pierdas contra los malos!!
—¡Nuestro héroe eterno!
—¡Buena suerte!
Tanto para los más jóvenes como para los ancianos entre los dioses, Hércules era su héroe.
Los puentes que llevaban a las salidas de la arena se levantaron y bloquearon.
El vehículo negro del humano, el Batimovil hizo rugir su motor.
Hércules sujeto con fuerza su porra.
—¡LA LUCHA DE LOS DOS MÁS GRANDES JUSTICIEROS! ¡LA OSCURIDAD CONTRA LA LUZ! ¡LA ESPERANZA CONTRA EL MIEDO! ¡EL PASADO CONTRA EL FUTURO! ¡LA FUERZA CONTRA LA ASTUCIA!
El dios miró el vehículo de su enemigo, y sin saberlo estaba siendo observado fijamente por los ojos sombríos del humano tras el volante.
Hércules vs Batman
—DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA, LOS DOS EXTREMOS OPUESTOS DE LA JUSTICIA.
¡¡LUCHEN!!
La cuarta batalla del Ragnarok ¡¡Empieza ahora!!
¡¡La batalla definitiva entre justicieros!! Ragnarok no será tan simple como prometer la victoria a la luz sobre la oscuridad...
...
Justicia contra... ¿justicia?
Bueno, probablemente ya varios lo habían visto venir, alguno que otro no tanto, pero bueno, no esperen un combate muy diferente al Jack vs Hércules, pero aún así intentaré darles alguna que otra sorpresa.
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