Capítulo ochenta y siete:
Los dos luchadores subieron a sus vehículos y empezaron a prepararse para el despegue.
Los corceles de Helios echaron a correr a toda velocidad en círculos de la arena, dejando una estela de fuego dorado por donde pasaban, poco a poco el carro solar empezó a ganar altura mientas su luz y calor también aumentaban.
Finalmente, el carro solar subió a las alturas y retomó su lugar en el cielo, brindando calor y un a todo el universo.
—Es glorioso...—murmuró Apolo—. Hacía siglos que no lo veía despegar.
—Sí...—asintió Brunhild—. Qué lástima que tendremos que cortarle las alas.
Apolo bufó.
—Vaya forma de matar la emoción.
Entonces, el poderoso motor del TIE Advanced de Vader rugió haciendo eco en todos y cada uno de los pasillos del Valhalla.
El señor oscuro activó y calibró los diferentes instrumentos de su nave, programando el sistema de navegación y la computadora de tiro.
Una vez todo listo, la nave empezó a elevarse por los cielos, antes de salir disparada a toda velocidad hacía las alturas.
—Ohhhh... el sonido de esos motores de vida—dijo Will.
Apolo rodó los ojos.
—Ya que estamos, dinos algo sobre esa nave—pidió.
Will se estiró e hizo crujir el cuello como si se preparara para una batalla.
—El Caza Estelar TIE Advanced X1 de Lord Vader es una nave de clase caza estelar que fue fabricado por Sistemas de Flotas Sienar como parte de la Línea TIE, del modelo Motores de iones gemelos x1.
—Esas... son muchas palabras que no entiendo...—murmuró Apolo.
—Bien, hablemos sobre cosas más técnicas—aceptó Will—. Tiene una longitud de 11.05 metros y una altura/profundidad de 6.28 metros. Su aceleración máxima es de 4,150 fuerzas G, tiene una velocidad de 105 MGLT (velocidad megaluz) y una velocidad máxima atmosférica de 1200 kilómetros por hora.
—Eso me sirve más...—empezó Apolo, pero su hijo aun no había terminado.
—Cuenta con un Motor de iones gemelos P-s5.6 y un contador de hipermotor Clase 4. A diferencia de otros cazas imperiales, este sí cuenta con un generador de escudos equipado. Su casco está reforzado con duracero. Su sistema de apuntado es una computadora de mira CRX-9. Tiene un sistema de navegación con un límite de diez saltos al hiperespacio.
—Gracias, pero...
—Su armamento consiste de un par de cañones láser L-S9.3 y un lanzador de misiles de racimo.
Apolo miró a su hijo fijamente.
—¿Qué fue lo que hice mal contigo?
Una gran cantidad de pantallas fueron proyectándose por toda la arena para permitir la vista a los espectadores del encuentro que acontecía en las alturas.
Apolo miró a los cielos y murmuró en voz baja:
—Sé se que supone que apoye a los humanos... pero buena suerte, tío Helios...
Heimdall se dirigió hacia la multitud de espectadores.
—¡DAMAS Y CABALLEROS, LA DECIMOPRIMERA RONDA HA DE COMENZAR! ¡¡UN DUELO EN LAS ALTURAS ENTRE LOS DIOSES Y LOS HUMANOS!! ¡¡AQUÍ COMIENZA LA BATALLA ENTRE EL TITÁN DEL SOL Y EL SEÑOR OSCURO DE LOS SITH!!
DÉCIMO PRIMERA RONDA DEL RAGNAROK: HELIOS VS DARTH VADER
https://youtu.be/lUYbdJqG1bs
Helios empezó a avanzar firmemente por el cielo, volando en su carro en línea recta de este a oeste, disfrutando de la brisa y de la sensación de velocidad por primera vez en milenios.
Sin embargo, incuso estando parado sobre el mismo sol, empezó a sentir una terrible sensación de frío.
Acercándose por los cielos a toda velocidad, el Caza TIE Advnced de Vader hacia su aparición, mostrándose hostil y agresivo desde el comienzo.
Por la ventaja de tiempo con la que había salido, Helios observó la nave acercarse desde la distancia. El titán desenfundo un xiphos griego y apuntó con él al vehículo que se acercaba.
—Roda... espero que estes viendo esto.
Una inmensa llamarada solar atravesó los cielos en dirección a Vader, quemando el mismo aire a su paso.
Sin embargo, el señor oscuro evitó el ataque desviándose ligeramente hacia su izquierda y continuó su avance.
Helios tomó con fuerza las riendas de sus corceles y les ordenó girar. En contra de la misma naturaleza del sol, los animales celestiales obedecieron, dando una gran vuelta en U y volviéndose para apuntar hacia el este.
Vader siguió avanzando de frente a toda velocidad, con el monstruoso sonido del motor de su nave haciendo eco en el cielo.
La nave del sith pasó a un lado del carro del titán, solamente fue una fracción de segundo, pero Helios pudo notar el frío, la oscuridad y el odio que el piloto de la nave emanaba.
El caza estelar avanzó varios metros más antes de elevarse en el aire trazando un serrado arco.
Pronto, la nave estaba volando de regreso hacia el carro de Helios, pero esta vez se acercaba desde arriba.
Una gran descarga de disparos iluminaron los cielos con un brillo esmeralda.
Los disparos láser se precipitaron hacia donde el titán a gran velocidad. Sin embargo eso no intimidó a Helios.
El señor del sol estaba determinado a cumplir con su misión.
Asió las riendas de sus corceles y los hizo correr a mayor velocidad.
Las bestias solares obedecieron, habiendo extrañado el firme agarre de las manos de su señor original. Los corceles galoparon por el cielo tan rápido como pudieron.
Los proyectiles de energía pasaron por detrás de ellos con un zumbido, y el carro solar se salvó por poco del impacto.
La nave de Vader siguió bajando, siguiendo la trayectoria de los disparos, para luego dar una abrupta subida y volver a trazar su arco en las alturas.
Sin embargo, esta vez Helios lo estaba esperando.
Apuntó el filo de su espada hacia donde la nave enemiga y disparó una gran ráfaga de bolas de fuego dorado.
Las Vargas ígneas subieron por el aire en disección a la nave del Sith.
El tiró parecía sería certero, la velocidad del ataque y la trayectoria de éste deberían de hacerlo prácticamente imposible de esquivar para cualquier piloto.
Pero Darth Vader no era cualquier piloto.
El caza estelar empezó a girar sobre sí mismo a gran velocidad. Los proyectiles solares lo pasaron de largo, pasando por sus costados o por encima de su cabina sin siquiera tocar el vehículo.
El señor oscuro había esquivado todos los disparos magistralmente, colocando su nave vertical y horizontalmente cuando se requería, todo eso en cuestión de menos de tres segundos.
Will se cruzó de brazos y silbó admirado.
—Es como un sueño hecho realidad.
Geir se acercó más a la pantalla para contemplar con más detalle lo sucedido.
—¿Cómo hizo... para esquivar todo eso solo girando?
Will sonrió confiado.
—Las naves de la línea TIE son extremadamente maniobrables, pero cuando hablamos del TIE Advanced X1 de Lord Vader, la cosa se dispara. Sus alas curvas y alargadas lo hacen un blanco más pequeño, veloz y maniobrable. Y si a eso le sumamos la habilidad como piloto de Vader... simplemente no hay quien pueda con él.
Apolo frunció el ceño.
—Aun así... estamos hablando de Helios. Un golpe directo con toda la potencia del sol reduciría a nada esa nave.
Will señaló la pantalla y las maniobras aéreas del señor oscuro.
—Estas suponiendo que Helios podría darle.
Apolo bufó.
—¿Cómo es que Nico te aguanta?
Sin embargo, el hijo de Apolo tenía razón.
En un combate aéreo más clásico, la mejor estrategia sería posiciones a las 6:00 se su enemigo, para poder golpearlo por detrás sin quedar expuesto a un contraataque. Sin embargo, gracias a la tecnología y maniobrabilidad superiores del TIE Advanced, Vader podía atacar desde prácticamente cualquier ángulo sin correr peligro alguno.
El carro solar no había sido diseñado para el combate, eso estaba resultando obvio para Helios en ese momento. Giraba lenta y torpemente, era un blanco grande y brillante en medio del cielo.
Por su lado, Vader no tenía ningún problema, en lugar de largas y lentas vueltas en U, podía simplemente girar sobre sí mismo y corregir su trayectoria de vuelo al instante. Volar de cabeza o de lado no representaban ninguna clase de reto para él.
El TIE Advanced empezó a acosar a Helios desde cada ángulo posible, apareciendo y desapareciendo de entre las nubes, golpeando como una sombra fugaz y desapareciendo igual de rápido.
El titán del sol solamente podía conducir su carro de la mejor manera que podía, esquivando las interminables ráfagas de disparos con dificultad e interceptando con ataques propios aquellas que no podían ser esquivadas.
—¡Deja de esconderte como una rata cobarde y da la cara!—rugió el titán.
En las gradas, los dioses se estremecieron.
—Un Helios furioso... no es algo común.
—¡Aplastará a ese... ese ser que no sé si llamar humano!
—¡Es solo cuestión de tiempo para que Lord Helios encuentre a ese insecto y el sol se alce vencedor!
Los humanos no compartían los ánimos.
Un sentimiento de temor, desesperanza e incertidumbre generalizada recorría sus gradas. Pero no era por falta de confianza hacia las habilidades de su representante, sino un temor a estas.
Aun era muy pronto para dar un veredicto, pero los humanos empezaban a sentir una inclinación hacia Helios, y ya eran varios quienes lo apoyaban a él en lugar de al sith.
Ares miró el encuentro a través de su pantalla y frunció el ceño.
—Lord Helios no se había dejado ver en milenios—murmuró—. ¿Cómo es que Zeus lo convenció de luchar?
El anciano entró a la sala apoyándose con su bastón.
—Me alegro que lo preguntes.
Shiva miró al viejo alzando una ceja.
—Rayos... ¿qué fue lo que te pasó?
El viejo simplemente descartó la pregunta con un gesto de la mano.
—Me caí por las escaleras.
—Aja.
Hades tosió para llamar la atención.
—Entonces, hermano. ¿Cómo hiciste para convencer a nuestro primo Helios de combatir?
Zeus se rascó la barba y se rió entre dientes.
—Yo solamente le sugerí que de tener éxito de su batalla tal ves podría recuperar el afecto de la pequeña Roda.
Hades alzó una ceja inquisitivamente.
—¿Por qué es que la muerte de Poseidón encaja tan bien en tu plan?
—La muerte de Poseidón fue solamente una desafortunada coincidencia—aseguró Zeus—. Pero incluso eso hay que saber aprovecharlo. Helios luchará para vengar al padre de su amada, y eso lo conducirá a la reconciliación con Roda. El titán no se puede permitir a sí mismo perder.
De vuelta en el cielo, la cuadriga de Helios aumentó su velocidad aun más, trazando un caminó de llamas en el Aether.
La nave de Vader se acercó una ve más a toda velocidad, esta vez por debajo de la parte trasera del carro solar.
El señor oscuro descargó una nueva ráfaga de proyectiles verde esmeralda. El titán del sol respondió tirando con fuerza de las riendas y ordenando girar a sus corceles.
Los caballos obedecieron y se volvieron sobre sí mismos, haciendo que Helios quedara cara a cara con el TIE advanced.
—¡Señor oscuro de los sith! ¡Te demostraré quien es aquel que trae luz al mundo!
Helios lanzó una poderosa llamarada solar, el fuego rugió por el aire y se tragó los proyectiles del humano para proceder a intentar engullir también la nave.
Vader viró en el aire y quedó volando de cabeza.
El techo de la cabina del caza pasó a centímetros de las puntas de la corona solar en la cabeza de Helios.
Ambos oponentes siguieron sus caminos a toda velocidad en direcciones opuestas antes de girar sobre si mismos para un nuevo asalto.
Los caballos de Helios se unieron al intercambio de ataques, liberando cada uno una poderosa carga ígnea.
Vader giró en el aire y dio vueltas mientras los cuatro corceles solares disparaban sus ataques uno tras otro. Helios empezó a darle caza a la nave del humano, con sus caballos galopando a toda velocidad por el cielo y poco a poco cerrando la distancia ente él y su enemigo.
El señor oscuro esquivaba los ataques como podía, viéndose más y más acorralado a cada segundo. O bueno, lo estaría si no se tratara de él.
En una jugada poco ortodoxa, Vader apagó por completo los motores de su nave, precipitándose a toda velocidad hacia el suelo.
Una ves salió del rango de ataque del titán, el Sith re encendió sus motores y volvió a cargar hacia las alturas.
Helios dio la vuelta a su cuadriga para encarar al humano, él y sus cuatro corceles liberaron sus cargas ígneas a la vez. La nave de Vader subió por el cielo, girando y serpenteando para evitar los ataques a duras penas.
—¡¿No que muy confiado?!
—¡Observen como la luz de los cielos incinera a ese monstruo!
—¡Ningún pedazo de metal será rival para el poderoso Lord Helios!
Apolo sonrió aliviado por el cambio de papales en la batalla.
—Helios... está muy motivado...—murmuró Geir.
Apolo rio alegremente.
—Vaya que lo está. ¡No lo había visto tan vigoroso y enérgico desde hace una eternidad!
—¿Y tu de que lado estas?—preguntó Will.
Apolo sonrió en disculpas.
—Aunque... debo reconocer que realmente es magnifico—dijo Reginleif mientras observaba los giros y maniobras en el cielo.
Los ojos del titán del sol estaban encendidos igual que su espíritu, cazaba incansablemente a sus enemigos y no pararía hasta haberlo derribado.
—Creía que Helios era solo un viejo deprimido y cascarrabias—murmuró Geir—. No se parece en nada al guerrero de los cielos.
Brunhild miró el desarrollo de los acontecimientos en secreto, había una pieza en la historia del titán que su hermana estaba pasando por alto, pero algo le decía que ese no era el tiempo para revelarlo.
Vader aceleró aun más los motores de su caza y empezó a elevarse tan alto como pudo. Las ventajas de luchar en una nave espacial eran principalmente que se podía ir tan alto como se quisiese, el cielo no era un limite.
La nave gris finalmente dio una vuelta sobre sí misma y cargo de frente mientras giraba en el aire esquivado proyectiles ígneos a medida que se acercaba más y más.
—Tengo un mal presentimiento sobre esto.—murmuró Will mientras miraba la pantalla.
Los corceles de Helios dispararon, los cuatro al mismo tiempo, una llamarada dorada, larga e ininterrumpida que se unía con los ataques del resto de caballos y se convertía en una devastadora luz solar de destrucción.
Darth Vader se dio cuenta demasiado tarde de que no podría evitar el impacto.
Su mejor opción fue accionar sus armas y descargar todo el poder de sus cañones láser L-S9.3 y ver que sucedía.
Una enorme explosión sacudió los cielos y una nube de humo negro cubrió la zona de impacto.
Entonces dos figuras salieron de la oscuridad, volando en direcciones opuestas y a toda velocidad.
Helios estaba en llamas, gritaba con emoción y hacía relucir su brillante carro aun en perfecto estado.
—¡Roda!—gritó—. ¡Espero que me veas ahora mismo! ¡Estoy haciendo esto por ti!
El caza de Vader también estaba en llamas, pero en una connotación menos positiva.
La nave voló en línea recta hacia el suelo en un ángulo de de 45 grados, bamboleándose y girando sobre si misma incontrolablemente.
"Escudos al 45%" se leía en las pantallas del caza.
Vader no dijo nada, desvió la energía de todos los sistemas no esenciales hacia los escudos y luego retomó el control de su nave para volver a elevarse hacia los cielos.
—Eso... estuvo cerca...—murmuró Will.
—Uno o dos golpes más como ese y se acabó—dijo Apolo.
La batalla en los cielos apenas había comenzado, y ambos combatientes ya habían mostrado algunas de sus mejores cartas.
Solamente quedaba esperar y ver quien se sobrepondría, la luz o la oscuridad.
...
Vaya, para nunca antes haber escrito una batalla aérea de este estilo me agradó como empezó todo, pero ya me dirán ustedes qué tal.
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