Max y Susano'o se miraron fijamente antes de empezar a dar vueltas alrededor del otro con la guardia en alto. Esperando a la señal de inicio.

—Así que, humano, ¿qué te hace creer que podrás derrotar al asesino de la gran Yamata-no-Orochi?

Steel se encogió de hombros.

—No lo sé, tal vez lo mismo que me hizo pensar que podía vencer al clon malvado de un hombre serpiente mutante con el poder de controlar los elementos.

Susano'o alzó una ceja.

—Dices cosas muy raras.

—Sí, y está a punto de ponerse peor.

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Antes de siquiera darle tiempo para reaccionar, Steel lanzó una veloz patada lateral al rostro de su enemigo, que lo hizo girar sobre si mismo y lo hizo retroceder un par de pasos.

—¡PARACE SER QUE ES EL HUMANO MAX STEEL QUIEN HA EMPEZADO CON LA OFENSIVA!—anunció Heimdall—. ¿UN SÍMPLE GOLPE DE SUERTE O EL INICIO DE UNA NUEVA DERROTA PARA LAS DEIDADES?

Susano'o gruñó y alzó su espada una vez más antes de lanzarse de frente, Steel se agachó esquivando una estocada y asestó un poderoso puñetazo en el rostro de su enemigo con su brazo derecho.

Susano'o cayó al suelo, y antes de poder levantarse fue pateado violentamente por el humano, haciéndolo girar en el aire antes de aterrizar duramente contra el duro suelo.

El dios japonés intentó levantarse, pero Steel lo devolvió al suelo pisando su pecho con su pie derecho.

—No me gusta tener que hacer esto—reveló el humano—. Pero no me dejas otra opción.

Susano'o intentó alcanzar su espada, pero ésta había caído fuera de su alcance. El dios tomó la pierna del humano con sus dos manos y arrojó a Steel con fuerza lejos de él.

El humano rodó por el suelo y se volvió a levantar con la guardia lista.

Susano'o se levantó del suelo de un salto y miró a su oponente.

—Eso... no me gusto.

—¡EL PODEROSO SEÑOR DE LAS TORMENTAS VUELVE A LEVANTARSE!—gritó Heimdall—. ¡EL DIOS SUSANO'O NO MIKOTO PARECE HABER TERMINADO DE MEDIR A SU OPONENTE!

Steel hizo una mueca mientras su oponente se lanzaba una vez más contra él.

Max lanzó una patada lateral que Susano'o detuvo alzando sus brazos como defensa antes de lanzar un veloz izquierdazo. Steel desvió el golpe con su mano derecha y lanzó una patada giratoria con su pierna derecha antes de que su oponente alcanzara a contraatacar.

Steel intentó volver a atacar, pero su enemigo lo esquivo agachándose y golpeó con dureza el estómago de su rival.

Susano'o intentó lanzar un nuevo golpe al rostro de su enemigo, pero el humano lo desvió alzando su brazo izquierdo antes de liberar una ronda de veloces y poderosos puñetazos con su mano derecha en el estómago de su oponente.

Después se logró posicionar a espaldas de su oponente y le jaló del brazo derecho, arrancándole un grito de dolor al dios.

Steel lanzó un golpe a la parte trasera del cráneo de su oponente, pero Susano'o lo evitó agachándose y respondió con un codazo en el estómago del humano.

Max levantó en alto el brazo de Susano'o que tenía sujeto para así exponer su cuerpo y le dio un feroz rodillazo.

Susano'o se dobló de dolor, solo para recibir un golpe directo en la parte posterior del cráneo.

Sin embargo, como si de un rayo se tratara, el dios cargó su brazo izquierdo de electricidad y giró sobre si mismo liberando un devastador puñetazo en el rostro del humano.

Antes de que Steel pudiera responder, Susano'o liberó un golpe con ambos brazos a la vez, balanceándolos de derecha a izquierda, haciendo girar sobre el aire a Steel antes de que éste cayera al suelo.

—¡EN UN RÁPIDO GIRO DE EVENTOS, EL DIOS SUSANO'O HA CONSEGUIDO RECUPERAR LA DELANTERA DE LA BATALLA, TODO ESTO SIN NI SIQUIERA USAR SU ESPADA!

Steel se levantó del suelo y miró fijamente a su oponente.

—Bien, tu tienes rayos... yo tengo esto.

El humano corrió hacia su oponente, saltando en el aire para liberar una poderosa patada voladora que rompió la guardia de Susano'o y le impactó en el rostro.

Steel lanzó un gancho con la izquierda, pero su oponente logró desviar el golpe. La operación se repitió con un derechazo, aunque el humano se las arregló esta vez para sujetar el brazo de su rival e intentar atacar desde un costado.

Susano'o lo detuvo al golpearlo con fuerza en el rostro, aunque no pudo evitar un siguiente puño de su rival que igualmente impactó en su cara.

Steel logró golpear el pecho de su enemigo, Susano'no tomó su brazo y lo lanzó hacia un lado para voltear a su oponente de espaldas a él y después soltar un devastador golpe lateral que fácilmente cruzó la guardia abierta del humano y lo hizo doblarse de dolor.

Aprovechando su posición a espaldas de su enemigo, Susano'o lanzó un poderoso puñetazo en la parte posterior del rostro de su rival, mandándolo de cara contra el suelo.

Steel se intentó levantar, solo para ver cómo su enemigo alzaba sus brazos por sobre su cabeza y los bajaba en un poderoso golpe doble que devolvió al humano al suelo.

Susano'o intentó repetir el último ataque, pero Steel lo detuvo a tiempo con un puñetazo en el rostro. Después, el humano se volvió a lanzar de frente y lanzó una nueva patada voladora seguida de tres puñetazos, aunque todos fueron desviados por el dios.

Susano'o sujeto a Steel por debajo de los brazos y lo levantó en aire antes de golpearlo con fuerza contra el suelo del estadio y presionar su pecho con su mano derecha, enviando poderosas descargas eléctricas a través de esta.

El dios levantó su brazo izquierdo para intentar golpear el rostro de su rival, pero incluso estando inmovilizado en el suelo, Steel logró mover la cabeza hacia los costados y evitar dos golpes entes de poder lanzar un veloz contraataque con su puño izquierdo, aterrizando en el rostro de su rival.

Steel repitió el golpe, esta vez con más fuerza, y luego una vez más, cambiando de brazo repetidamente para evitar que Susano'o pudiera anticiparse a sus movimientos.

Finalmente el dios se hartó y sujeto al humano por el cuello antes de levantarlo con fuerza e intentar ahorcarlo. Para rematar todo, Susano'o liberó un fuerte cabezazo en el cráneo de su rival para después arrojarlo con violencia contra el suelo.

El dios miró su espada en el suelo y la levantó en alto, una hermosa hoja corta y de doble filo, muy diferente a las tradicionales katanas japonesas.

Geir tragó saliva, pero en lugar de esconderse tras su hermana como de costumbre, se volvió hacia Brunhild.

—Por favor... dime que Max se recuperará de eso.

La mayor de las valquirias miró fríamente la arena.

—Sí, esos golpes no serán suficientes para derribar a Steel—confirmó—. Pero, a menos que logre volver a quitarle la espada a Lord Susano'o, no tendrá una verdadera oportunidad de ganar.

Steel se levantó la mirada del suelo, mareado y confundido.

Susano'o bajó su espada, pero Steel la desvió con una patada lateral al mismo tiempo que se ponía de pie y luego lanzó una nueva patada en el rostro del dios, haciéndolo retroceder violentamente.

—¡INCREÍBLE!—anunció Heimdall—. ¡A PESAR DE TODO, STEEL SIGUE EN PIE Y RESPONDIÉNDOLE A SU RIVAL!

Susano'o recuperó el equilibrio y quiso volver a alzar su espada, solo para que su hoja fuera mandada lejos por una nueva patada lateral y después una ráfaga de veloces patadas del humano lo golpearan en el pecho una y otra vez.

Steel intentó lanzar una nueva patada que Susano'o evitó moviéndose levemente hacia la derecha. Steel volvió a lanzar un puñetazo, pero el dios lo evitó esta vez moviéndose a la izquierda.

Susano'no lanzó un golpe con el brazo derecho que el humano evitó agachándose para después responder con una patada en el abdomen que mandó al dios de cara contra el suelo.

Después, una nueva patada descendente que le dio a Susano'o justo en la espalda y lo volvió a hacer tragar el suelo cuando intentó levantarse.

—¿Suficiente?—preguntó Steel.

Susano'o lo mandó hacia atrás con un gancho derecho.

—Yo no lo creo.

El humano intentó alzar la guardia otra vez, pero un nuevo puñetazo del dios lo hizo retroceder varios pasos más.

Susano'o se lanzó de frente, esta vez siendo él el que asestó una poderosa patada llena de electricidad. El golpe le dio a Steel de lleno en el pecho y lo mandó varios metros hacia atrás, golpeándose duramente contra el suelo.

—Antes de ser exiliado era uno de los mejores guerreros de los cielos—dijo el dios japonés mientras recuperaba su espada—. ¿Tú que tienes?

Steel se levantó como pudo.

—Yo antes hacía deporte.

El dios apuntó con su espada y un poderoso rayo color azul partió el cielo cayendo justo en la hoja del arma. Susano'o apuntó su espada a su enemigo y el mismo rayo salió despedido a toda velocidad en dirección al humano.

Incapaz de reaccionar a tiempo, Steel fue mandado con violencia a volar por los aires por el golpe.

El humano sobrevoló el cielo hasta casi salir de la arena de batalla, estando a punto de chocarse con el palco VIP. Sin embargo logró darse la vuelta en pleno vuelo y gritar a todo pulmón:

—¡ACCIÓN TURBO!

Una poderosa luz verde emanó del humano, al mismo tiempo que todas sus capacidades físicas se elevaban a niveles increíbles.

—¡¡DIEZ VECES MÁS FUERTE!!

El humano llegó al palco de los dioses, pero en lugar de simplemente estrellarse, logró dar un salto usando la pared del palco como apoyo y regresar a la arena de batalla convertido en un fugaz as de luz verde.

Entonces, la luz verde del cuerpo del humano se mezcló con un nuevo fulgor también verdosos, pero en lugar del tecnológico verde brillante de Steel, se trataba de un poderoso verde esmeralda.

Geir miró a su hermana.

—Déjame adivinar, ¿es ese el poder de nuestra hermana?

Brunhild sonrió satisfecha con su hermana menor y asintió con la cabeza.

—El poder de la tercera hermana valquiria—dijo.

Þrúðr

PODER

—La hermana Þrúðr es la más grande y fuerte de las valquirias—dijo Geir sonriendo—. ¿Cuál es su poder con el Volundr? ¿Hace a Max aún más poderoso?

Brunhild ladeó la cabeza.

—Sí, pero no es solo eso—reveló la mayor de las valquirias—. Normalmente, Steel solo puede mantener su Acción Turbo por un tiempo limitado, pero ahora gracias a Þrúðr se mantendrá en este estado aumentado en lo que queda del combate, y no solo eso, sino que ahora será mucho... en serio mucho... más poderoso.

Steel cruzó el cielo a toda velocidad y cayó sobre Susano'o, arrastrándolo por el suelo de una punta a otra de la arena de batalla. El dios gritó de dolor mientras su cuerpo era raspado por el suelo y un enorme rayo partió el cielo nuevamente.

Ambos enemigos salieron disparados en direcciones opuestas, aunque ambos se las arreglaron para aterrizar de pie.

Los rayos recorrían el cuerpo del dios Susano'o no Mikoto, mientas que la energía Turbo recorría las venas de Max Steel.

—¡PARECE SER QUE AMBOS OPONENTES HAN CONOCIDO EL PODER DEL OTRO!—gritó Heimdall—. ¡EL PRIMER ROUND DE ESYE ENCUENTRO HA TERMINADO, DEJÁNDONOS CON LA DUDA SOBRE QUIÉN SERÁ AQUEL QUE SE ALZE CON LA SUPREMACIA!

...

—Te lo voy a pedir una última vez—dijo Belcebú con un tono tranquilo—. Conviértanse en Zerofuku.

Bishamonten miró al señor de las plagas con ira mientras forcejeaba con sus ataduras metálicas.

—No cooperare contigo, sucio demonio—gruñó el dios de la guerra.

Loki se llevó un puñado de palomitas a la boca.

—Ya empieza a torturarlos—pidió—. Quiero oírlos gritar.

Belcebú se encogió de hombros mirando a los siete dioses de la fortuna.

—Esperaba poder ahórrame esto—reveló—. Sus gritos me resultaran molestos. Pero me parece que no me han dejado de otra más que volver a juntarlos de forma artificial. No me hago responsable por los daños permanentes que puedan sufrir.

Y con esas palabras, el proceso en reunificación de los siete dioses de la fortuna comenzó, lanzando gritos de terribles dolores y agonía por todo el Helheim.