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Capítulo cuarenta:


Ares estaba muy quieto, parado entre los escombros de su palco. Mirando horrorizado, con la mandíbula y los ojos muy abiertos, la arena de combate. En la que el destructor de mundos, Shiva, había sido mandado hasta la otra punta de la arena por un golpe del campeón de K'un-Lun.

—E... EL INCREÍBLE GOLPE DEL PUÑO DE HIERRO...—dijo Heimdall incrédulo—. HA DESTRUIDO... ¡¡AL DESTRUCTOR!!

Los humanos estallaron en vítores.

—Él... él ganó...

—¡¡Finalmente, lo derrotó!!

Los dioses de la India cayeron de rodillas contra las gradas.

—L-lord Shiva...

Desde su lugar, Geir le sonrió a su hermana.

—Lo... lo hicimos...—celebró—. Lo hicimos, hermana...

Brunhild había permanecido firme e impasible, sin embargo, en ese momento su cara pasó de la tranquilidad a la alarma.

Geir soltó un grito cuando vio al destructor de mundos levantarse del suelo.

Los dioses de la India recuperaron su esperanza.

—¡¡L-Lord Shiva...!!

El destructor se levantó a duras penas y se paró encorvado hacia adelante, intentando equilibrarse tras la pérdida de dos de sus brazos.

—¡¡LORD SHIVAAAAAAAAAAAA!!—celebraron los dioses.

El dios Ganesha gritó, con los ojos llenos de lágrimas.

—P-papá...

Parvati sujetó al dios paquidermias por los hombros para tranquilizarlo mientras veía a Shiva en la arena.

—Querido...

Kali junto las palmas de sus manos y serró los ojos mientras las lágrimas de alivio corrían por su rostros.

—Lord Shiva...

Durga se secó una lágrima y sujetó su báculo con fuerza.

—Ese es mi esposo, está bien.

Todos los dioses vitoreaban emocionados el regreso de su campeón.

Ares se dejó caer pesadamente en su sofá y trató de controlar su respiración.

—Qué... ¿Qué fue ese movimiento...?—preguntó a nadie en particular—. ¿Arrancó los brazos de Shiva limpiamente...?

Zeus bufó.

—Si Shiva no hubiera levantado su defensa...—dijo—. Su cabeza habría sido destrozada en pedazos, eso es seguro...

Ares se volvió para ver a su padre, quien se rascó la barba pensativo.

—De alguna manera, el puño de ese humano contenía tanta energía que fue capaz incluso de arrancar los brazos de su oponente—terminó el anciano.

Ares se inclinó hacia adelante cubierto de sudor.

—¿C-cómo un humano puede hacer eso...?

Hermes miró atentamente la arena.

—Ciertamente Shiva no moriría por un ataque así...—dijo—. Sin embargo parece que también recibió un daño considerable.

El destructor escupió un par de dientes ensangrentados, que cayeron en la arena manchando el suelo de rojo.

"...mierda", pensó el dios. "Apenas puedo mantenerme en pie..."

—¡¡Sigue así, Puño de Hierro!!—gritaban los humanos.

—Toma a ese estupido dios y sácale la... ¿eh?

Shiva se inclinó para ver mejor.

Frente al dios, Danny se sujetaba la mano con fuerza mientras hacía una mueca de dolor. Normalmente no tenía demasiados problemas al ejecutar el Iron Fist Punch, ya que lo hacía rápidamente para dar un golpe veloz. Sin embargo, cuando se concentraba de esa manera, podía aumentar su Chi hasta un extremo increíble.

En el pasado había detenido un tren en movimiento con un Iron Fist Punch de esa índole, pero era demasiado doloroso. No era un golpe de pocos segundos, era mantener el Chi concentrado en su puño por largos momentos, acumulando poder y aumentando más y más la presión.

El golpe era devastador, pero el dolor también.

"Te tengo cubierto", le dijo Eir mentalmente mientras empezaba a aliviar el dolor de Danny.

Danny sonrió agradecido.

—Sí... podemos con esto—dijo mientras se volvía a poner en guardia.

Entonces, una nueva punzada de dolor se esparció por todo su brazo.

"¡Danny!", Eir intentó ayudarlo, pero el Chi era algo más allá de su comprensión, podía ayudar a disminuir el dolor, pero no sabía exactamente cómo frenarlo del todo. "No... no sé cómo ayudarte, lo siento"

—La deshonra no se encuentra en tus habilidades—dijo el humano amablemente—. Tus curaciones son solo una herramienta, tú eres más.

Shiva sonrió desde el otro lado de la arena.

—Hombre, eres impresionante.

Danny sonrió adolorido y volvió a alzar su guardia.

—Digo lo mismo—asintió el humano—. Pero debes saber que la repetición genera destrezas, y ninguna de las tuyas te servirá contra mí.

Shiva volvió la mirada hacia atrás, solo para lograra divisar como, escondidos del público, seis dioses lo observaban fijamente.

—No nos mires a nosotros—lo regañó Varna—. Los ojos al frente.

Aún así, Shiva no podía creer lo que veía.

—¡Rudra...!

El dios de la tormenta extendió su brazo con el puño serrado y sonrió como solía hacerlo en el pasado.

Los ojos del destructor se cubrieron con lágrimas.

"¿Él vino...?"

Entonces, lo notó, cientos de miles de rezos hacia él, cada dios de la India había juntado sus manos y rezaba por la victoria de Shiva.

—Yo...—murmuró el dios—. Tengo una gran carga que llevar.

Danny miró a su oponente, algo confundido.

—Ellos creen en alguien tan estupido y perezoso como yo—dijo el destructor—. Los los 1,116 no puedo perder aquí. Porque no importa qué...

Shiva se señaló a sí mismo con su brazo inferior derecho, el único brazo bueno que le quedaba.

—Soy la cima del Svarga.

Ambos oponentes se pararon uno frente al otro, poniéndose en posición de batalla.

Shiva miró fijamente al humano.

—¡¿Qué tal si presionó esto más allá del límite?!—propuso el destructor.

Usando su brazo bueno, el dios curvo sus dedos y se los llevó al pecho, atravesando su propia carne e introduciendo su mano en su cuerpo.

Todos miraron confundidos y alarmados la acción del dios.

Respirando adolorido y con dificultad, Shiva siguió apretando con sus dedos en su pecho, alzó la mirada y observó a su oponente.

—Me pregunto qué va a pasar ahora...—dijo el destructor de mundos—. ¡Porque también es mi primera vez viendo esto!

Desde su lugar, Brahma preguntó confundido.

—¿Q-qué demonios va a...?

—M-miren eso...—murmuró Vishnu—. Shiva está...

Los movimientos de la mano del destructor aceleraron, cada vez moviéndose más rápido.

—Está estimulando directamente su atman... su alma, ¡¡y forzando a su corazón a latir más rápido—terminó de explicar Vishnu.

Shiva parecía estar soportando un intenso dolor, estimular su corazón manualmente no podía ser para nada agradable.

—¿QU-QUÉ DEMONIOS...?—preguntó Heimdall—. EL CUERPO DE SHIVA SE ESTÁ PONIENDO ROJO... C-CÓMO SI... ¡¡ESTUVIERA ARDIENDO!!

ESTÁ ESCRITO EN LOS VEDAS: "CUANDO EL TIEMPO SE CUMPLA LORD SHIVA BAILARÁ EL TANDAVA, Y TRAERÁ LA DESTRUCCIÓN AL MUNDO"

El cuerpo entero del dios brillo intensamente, con sus cinco ojos abiertos no mostrando más que una poderosa y segadora luz.

Una columna de fuego salió despedida hacia el cielo y por toda la arena, Heimdall tuvo que saltar a las gradas para evitar ser carbonizado. Un par de humanos lo ayudaron a subir antes de que fiera demasiado tarde.

SIN EMBARGO, HAY ALGO MÁS EN ESA LEYENDA.

Las llamas abrazaron toda la arena, entre el brillo, la silueta ardiente del dios de la destrucción se mostró imponente en el centro del pilar ígneo. Solamente sus ojos brillantes eran distinguibles en su rostro.

Danny retrocedió instantáneamente, mientras veía con preocupación hacia su ponente.

—Sh-Shiva...

"ENTONCES SHIVA ENCENDERÁ SU PROPIO CUERPO EN LLAMAS Y RECREARÁ EL MUNDO DESDE SUS PROPIAS CENIZAS"

ESTO ES LLAMADO...

DANZA DE BATALLA SAMSARA "CENIZAS"

Shiva se mostró imponente, con el cuerpo ardiendo en llamas y rebosante de poder.

TANDAVA KARMA

—Bailemos... hasta incendiarnos—dijo el dios, mientras hacía un gesto con su brazo ardiente a su oponente.

Puño de Hierro alzó sus dos manos, su cuerpo se cubrió de una poderosa llama dorada y observó a su rival fijamente.

—Entonces los dos lo daremos todo.

Shiva empezó a mover los pies y a bailar mientras las llamas abrazadoras cubrían su ser. Por su lado, Puño de Hierro se puso en guardia, cubierto de llamas doradas de Chi. Ambos rivales se miraron frente a frente.

El campeón de K'un-Lun: Danny Rand

El destructor más fuerte del Svarga: Shiva

—Danny y Shiva...—dijo Brunhild cruzada de brazos—. Son muy parecidos...

Geir miró a su hermana confundida.

—¿Parecidos?

Brunhild asintió.

—Ciertamente. Esos dos...

EN UNA EXTRAÑA COINCIDENCIA, EL HOMBRE Y EL DIOS QUE HABÍAN ALCANZADO LA CIMA DE SUS RESPECTIVAS SOCIEDADES HABÍAN PENETRADO LOS MÁS PROFUNDOS SECRETOS DE SUS ARTES MARCIALES AL MISMO TIEMPO.

Ambos guerreros se lanzaron con todo al mismo tiempo. Ambos envueltos en llamas de poder absoluto, de un rojo carmesí y un dorado brillante respectivamente.

POR SUS COMPAÑEROS

POR SVARGA

POR SU MEJOR AMIGO

POR LA PAGA

POR K'UN-LUN

PORQUE ES LO QUE HACEN LOS HÉROES

—Yo...—dijeron ambos guerreros a la vez mientras los puños ardientes de ambos se acercaban hacia el otro—. ¡¡GANARÉ!!

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