¡¡FEROCES MÁS ALLÁ DE TODA FEROCIDAD, LA ÚLTIMA RONDA CONTINÚA!!

—Nico...—murmuró Will con preocupación—. ¿Por qué no podías sólo rechazar ésta batalla?

—No hubiera sido él si no hubiera venido, ¿o sí?—respondió Apolo.

Will suspiró tristemente.

—Supongo que tienes razón, papá.

Nico miró fijamente a Hades.

—He perdido a demasiada gente importante, así que escucha atentamente cuando digo que... ¡Juro por el mismo Río Estigio que ganaré esta batalla en el nombre de Perseus Jackson, hijo de Poseidón!

Hades dejó salir una sonrisa mientras miraba a su oponente.

—Hay algo más—dijo—. Me desprecias, puedo ver el rencor en tus ojos, algo que va mucho más allá de la simple venganza.

El semidiós tenía una mirada sombría.

—Hades no es lo que llamarías un padre ejemplar...—murmuró por lo bajo—. Siempre comparándome con mi difunta hermana, siempre haciéndome menos, siempre mirándome con repugnancia... incluso cuando eso cambió las heridas siguieron abiertas, no es algo que se olvida fácilmente.

Hades sostuvo su lanza en silencio mientras veía al semidiós, sus heridas tenían un muy mal aspecto, y sangre seguía goteando al suelo con cada segundo que pasaba.

—YO... NO PUEDO CREER LO QUE ESTOY VIENDO—decía Heimdall—. ¡¡¡HADES, REY DEL INFRAMUNDO, HA SIDO LLEVADO CONTRA LAS CUERDAS POR EL REY DE LOS FANTASMAS!!!

Desde su palco VIP, los dioses miraban lo sucedido en la arena de batalla.

Anubis soltó un gruñido canino por lo bajo.

—Así que ese casco del demonio puede paralizar incluso al propio Hades de terror...—murmuró—. Una técnica cobarde por donde se vea.

—Y, debo añadir, ese chico es realmente creativo con el uso de esos poderes que tiene—dijo Zeus, con los brazos cruzados por la espalda—. Es más impresionante de lo que pensaba.

Ares miró incrédulo a su padre.

—¡¡Zeus...!!

El dios de la guerra estaba desesperado, se lamentaba profundamente que Hermes no estuviese allí para explicarle bien lo que sucedía.

—¿No hay nada que Hades pueda hacer en contra de ese casco maldito, gorro de los sustos, o como se llame?

Shiva bufó exasperado.

—Creía que era algo obvio—dijo—. Una emoción siempre se vence con otra más poderosa. Y para vencer al miedo sólo se necesita una fuerte voluntad. La pregunta aquí es si la voluntad de Hades es capaz de superar el poder del Yelmo del mestizo.

Ares golpeó la baya del balcón.

—¡Hades es el gobernante del Helheim!—exclamó—. ¡¡Ha observando cientos y cientos de batallas!! ¡¡Tiene que poder vencer a ese mocoso!!

—Velocidad... poder... experiencia de combate...—dijo Zeus tranquilamente—. En todos esos campos, Hades posee superioridad. Pero al agotarse a sí mismo mentalmente, y sacrificándose físicamente, ese mestizo es capaz de luchar en un terreno más que parejo con Hades.

El anciano se dejó caer pesadamente sobre el sillón de la sala.

—Fiuu..ñ los humanos realmente son... INCOMPRENSIBLES.

En el campo de batalla, Hades se llevó una mano a su más reciente herida y se la palpó, cubriéndose la mano con chorros de sangre.

—Eres fuerte, Rey de los Fantasmas, y tienes tus motivos por los cuales no puedes perder, ya veo...—Hades cerró su puño con fuerza—. Sin embargo, yo también hice una promesa la cual debo cumplir.

Hades flexiono las piernas para ganar impulso y saltó a toda velocidad, destrozando el suelo bajo sus pies.

—¡H-HADES VUELVE A TOMAR LA OFENSIVA!

El dios balanceó su bidente y se preparó para lo que vendría a continuación.

El mundo se volvió negro y frió, las pesadillas iniciaron una vez más.

Los cuerpos sin vida de sus compañeros dioses, de sus hermanos, lo rodeaban.

El cadáver de Poseidón dio un paso al frente.

—Nos fallaste a todos.

Hades no dudó, camino hasta donde Poseidón directamente.

El Tirano de los Mares alzó su tridente amenazantemente, el Rey del Inframundo no retrocedió.

Poseidón atacó, Hades se movió ágilmente, tomó su tridente con fuerza y siguió caminando, corriendo, balanceando la lanza de su hermano. No habían cadáveres, no habían muertos, él no había fallado ningún juramento.

Hades abrió los ojos, abalanzándose a toda velocidad sobre Nico.

El semidiós retrocedió asustado, habiendo notado que el poder del Yelmo había sido inútil.

Con un ademán, Nico levantó los huesos esparcidos por el suelo y los lanzó contra el dios en la forma de una tormenta de afilados huesos que surcaban el aire en dirección a Hades.

El rey del inframundo empezó a hacer girar su arma, recibiendo el ataque de Nico con ella y atravesándolo sin dejar de correr ni por un segundo.

—¡¡¡E-ESTÁ HACIENDO GIRAR SU BIDENTE COMO LAS ASPAS DE UN MOLINO PARA BLOQUEAR POR COMPLETO LA RÁFAGA DE HUESOS DE NICO!!!

Ares gritó emocionado:

—¡¡Ohhh!! ¡¡¡Ahora lo tiene donde lo quiere!!!

Nico también lo sabía, flexionó sus piernas y retrocedió mientras alzaba su espada, desviando por muy poco sobre su cabeza la brutal estocada de Hades.

El dios de inmediato se detuvo y flexionó también sus piernas, cambiando la trayectoria de su ataque a un golpe descendente.

Sin embargo, eso no era todo, aprovechando la resistencia que hacía Nico para evitar ser aplastado, Hades hizo palanca, impulsándose hacia el frente usando su lanza como riel.

El dios lanzó su espalda hacia atrás mientras se adelantaba con un rodillazo con su pierna derecha.

CORNUCOPIA

Nico no tenía tiempo para reaccionar. Levantó su mano libre tratando de protegerse, pero la rodilla de Hades simplemente sobrepasó su improvisada defensa y golpeó al semidiós en el pecho.

El impacto destrozó la armadura de Nico, reduciendo su peto finalmente a pedazos rotos de hierro estigio, y a su vez, el hijo de Hades salió disparado hacia atrás mientras se le escapaba un griego de dolor.

Hades balanceó su cuerpo, sostuvo su lanza con ambas manos y se lanzó al ataque una vez más.

—¡¡VAMOOOOOOOOS!!—gritó Ares.

—Impresionante, Hades—reconoció Shiva—. Sin embargo...

El dios de los muertos lanzó su golpe, un arco de destrucción de izquierda a derecha en el que usaba ambos brazos para tratar de arrancar la cabeza a su enemigo.

Nico se dejó caer hacia atrás, no fue lo suficientemente rápido, el golpe impactó el lateral de su rostro, pero el daño fue mínimo.

Hades, desequilibrado por el impulso de su último ataque, miró sumamente sorprendió a su rival.

Shiva se encogió de hombros como diciendo "te lo dije"

—Ese estupido gorro fue hecho por los cíclopes para un dios—dijo—. No sólo tiene magia, sino que también es una pieza de armadura como ningún otra.

Hades miró a los ojos a Nico, había quedado en una posición sumamente desventajosa, inclinado hacia el frente y hacia la derecha.

Nico giró sobre si mismo, usando el impulso dado a él por el infructuoso ataque de Hades. El semidiós balanceó su espada y trazó un arco en dirección al cuello del dios.

Ares se cubrió los ojos con horror, pero siguió viendo a través de sus dedos.

Hades, en una medida de completa desesperación, logró erguirse un poco e interponer su brazo en el ataque.

La hoja de Nico se enterró profundamente en la carne del dios, pero deteniéndose en el hueso. Hades movió su brazo, reposicionó su cuerpo y desvió el ataque a través de toda su extremidad, evitando que la espada lo cortase en dos, y finalmente quitándose la espada de encima. Sin embargo, aquella maniobra no se fue sin consecuencias.

El cansancio era sumamente visible en los ojos del semidiós.

Ambos oponentes estaban en una posición sumamente desventajosa con respecto al otro, y en un silencioso acuerdo mutuo, ambos retrocedieron varios pasos, quedando a metros de separación mutuamente.

Hades miró su brazo izquierdo, su carne y músculo estaba cortado desde la muñeca hasta su hombro en una desagradable herida, ese había sido el precio por evitar perder su mano y cabeza.

Hades cerró el puño, asegurándose de que su brazo aún fuese utilizable, incluso si cada segundo era dolor puro, el dios no se rendiría.

—Puedo ver que no estás cómodo con esto—dijo Hades—. Liberar tu ira y descargar tu rencor contra mi, aunque sea la contraparte de tu padre.

Nico respiró con dificultad.

—Eres muy diferente a él... y... no eres el que me ha hecho sentir como me siento... de eso me doy cuenta ahora...

Hades se miró el brazo herido.

—Has alcanzado niveles de persistencia impresionantes—le reconoció con una sonrisa en el rostro—. Con ese movimiento que acabó de hacer, tenía la intención de matarte, pero... eres magnifico, hijo mío.

Nico levantó su espada, sintiendo emoción en su interior y con una sonrisa apoderándose de su cara.

—Gracias... de verdad...

La batalla apenas estaba rozando la mitad de su duración, y ambos combatientes ya se encontraban en un estado deplorable.

...

Okey, aprovecho para avisarles que actualmente estoy escribiendo en colaboración con Sakazuki_himejima una batalla de Raiden vs Ares/Marte, si les interesa, la historia está en su perfil.