Espada rota
~Con Satán~
Sentado en su trono, el Padre de los Demonios se encontraba enojado por lo que acababa se suceder. El demonio empezaba a apretar con fuerza su trono por la furia que tenía consigo en ese momento. Un humano había logrado quemar las alas de Samael con tanta facilidad.
Y lo peor era que el propio Michael, el Arcángel más fuerte de Dios se encontraba acompañando al chico; junto con una de las Valquirias, Kára.
Satán: ¡maldición! ¡Maldito seas, Dios! ¡Tramposo! ¡Decir que nos enfrentaremos a los humanos, solo para que sean ayudados por las Valquirias y Ángeles!*furioso*
???: Satán. Haz silencio, por favor. Molestas a los que quieren ver la batalla.
Rey Demonio: Abbadon.(Biblia)
Satán: es fácil para ti decirlo, Abbadon. Dios no te engañó a ti.
Abbadon: puede ser. Pero de todas formas, tenemos la ventaja en este combate.
Satán: ¿huh?
Abbadon: no importa si los humanos son acompañados por Ángeles o Valquirias. Tarde o temprano, caerán ante nosotros.
???: Abbadon tiene razón, Satán.
Rey Demonio: Azazel.(Biblia)
Azazel: es imposible que un humano logré vencer a un demonio. Por ahora, solo veamos la batalla...
~En la arena~
Los dos combatientes se acercaban con la frente en alto, decididos a acabar con este combate. Empezaron a acercarse de manera más rápida, dejando de caminar y pasando a trotar. Y dejando de trotar para pasar a correr.
Ambos empuñaron sus armas con fuerza, prestándose para atacar al otro. Samael lanzó el primer ataque, intentando darle un corte de manera vertical. Pero fue detenido con dificultad por fue detenido por Kirito, quién bloqueo el ataque. Ambos forcejearon durante unos segundos, mirándose de distintas maneras. Samael tenía una sonrisa de emoción en su rostro, mientras que Kirito se encontraba sumamente concentrado en que la espada de Samael no llegara a tocarlo.
Kirito alzó un poco la Devoradora de Vidas de Samael y dio un rápido movimiento a la derecha, para después intentar cortarlo de manera horizontal. Pero fue inútil, ya que Samael había dado un salto hacia atrás, esquivando el ataque.
Samael: ja, ja, ja, ja... Chico, me estás divirtiendo, en serio.*emocionado* Disfrutaré destruirte, pero debes durar un poco más.
Kirito: (debo hallar un punto débil. ¿Pero dónde?)*analizando al demonio* (Él tiene más experiencia que yo, y por lo visto tiene algo planeado. Si no tengo cuidado, moriré)*empezando a sudar de los nervios*
Samael: ¿qué sucede, chico? ¿No vas a seguir peleando?
Kirito:*suspiró* (en estos momentos desearía no haber aceptado venir aquí. Pero bueno...)*cerrando los ojos* (si quiero ganar...)*abriendo los ojos*
Kirito: ... tendré que ir con todo.
Samael: ho~*emocionándose*
(Reproducir)
Dando un gran paso, Kirito se acercó con más velocidad que antes a Samael, empezando a lanzarle golpes con mayor velocidad y fuerza. Samael era quién se encontraba a la defensiva ahora, esquivando y bloqueando los numerosos ataques de espada que el humano desencadenaba.
Dioses, demonios y humanos estaban sorprendidos por tal velocidad por parte del humano. Dioses como Shiva, Hades y Susanoo se acercaban más al borde de las gradas, prestando la mayor atención posible al combate.
Por el lado de las gradas de los humanos, unas cuantas personas se acercaban al borde de sus gradas mientras animaban al Espadachín Negro.
???: ¡¡tú puedes, Kirito-kun!!*animándolo*
El Destello Veloz: Asuna. (Japón)
Asuna: ¡vamos, Kirito-kun! ¡¡Tú puedes!!
???: ¡Kirito! ¡Si pierdes, no te lo perdonaré!*habló con autoridad*
Caballero Dorada: Alice. (Underworld)
???: vaya, Alice. Tu "amigo" sí que sabe como defenderse.*habló con burla hacia su amiga* Te preocupas mucho por él, ¿no?
Caballero del Abismo: Eydis. (Underworld)
Alice: ¡¿d-de qué estás hablando, Eydis?!*sonrojada* No me preocupo por él. Sé perfectamente cuáles son sus habilidades de combate, y sé que no morirá.
???:*sentada y mirando la batalla con preocupación* Eydis puede tener razón.*llamando la atención de todas* Esto ya no es un juego. Brunhilde nos dijo las consecuencias de perder en el Ragnarok: la muerte total. Si Kirito pierde, nunca más lo veremos... Ni en la vida. Ni en la muerte...
Donde pone el ojo, pone la bala: Sinon. (Japón)
Ante las palabras que había dicho la peliazul, las amigas del pelinegro quedaron en silencio. Si Kirito perdía, eso significaba nunca más volver a verlo...
Quiénes mueren en el Ragnarok, no irán al Cielo o al Infierno. Tampoco vagarán por la tierra de los vivos como fantasmas...
Quiénes mueran en el Ragnarok, sus almas serán destruidas y serán un solo ser con la nada...
???: stay cool.*acercándose a ellas*
La Flor Azúl: Eugeo. (Underworld)
Alice: Eugeo...
Eugeo: lo único que podemos hacer ahora, es confiar en Kirito.*mirando la batalla*
???: ¡lo siento, llego tarde!*acercándose al grupo*
Asuna:* sonriéndole* hola, Yuuki.
La Espadachín más fuerte: Yuuki. (Japón)
Yuuki: perdón por la demora, me perdí en la multitud.
Asuna: no importa. Ya estás aquí, y eso es lo importante.*sonriéndole*
Yuuki: bueno, ¡hay que animar a Kirito!*acercándose al borde de las gradas* ¡¡ANIMO, KIRITO!! ¡¡VENCE A ESE DEMONIO CULERO!!*gritó con todas sus fuerzas*
El grito de la pelipúrpura se escuchó en toda la arena del Valhallla. Ocasionando que todos los humanos y dioses comenzaran a reírse de manera descontrolada, ya que una simple humana, había insultado a Samael; uno de los demonios más poderosos de todos los infiernos.
~En la arena de combate~
Samael:*mirando a Yuuki*¿a esa niña de mierda qué le dio?
Kirito: ella es así.*volviendo al ataque*
El pelinegro volvió a atacar, dando cortes y golpes más fuertes y rápidos. Desde que sus ojos habían cambiado de color, sus habilidades físicas se incrementaron.
Quizás, Kirito podría ganar este combate...
Samael se sentía emocionado hacia tiempo que no había disfrutado una pelea así desde que se enfrentó a Michael en aquella Guerra de los Cielos.
Kirito continuaba siendo el atacante. Siguiendo con sus interminables golpes y cortes con ambas espadas, ocasionando que el Rey Demonio no pudiera responder, ya que sabía que las quemaduras del fuego de Michael pueden ser letal.
Samael dio un pequeño salto hacia atrás, para luego bloquear con su espada los ataques continuos de Kirito. La concentración del Rey Demonio era alta, buscaba un punto débil el cual explotar y retomar la ventaja.
Kirito se impulso con la espada del demonio, elevándose por los aires. Samael vio eso como una oportunidad dañar al pelinegro, pero en ese entonces vio como una ráfaga de fuego se acercó a él.
A duras penas logró esquivar el golpe. Pero en ese momento, Kirito bajo del cielo y cortó el pecho de Samael en forma de "X". Siendo nuevamente quién hirió a su contrincante.
Heimdall: ¡¡increíble!! ¡¡Samael ha sido cortado para las espadas de Kirito!!*gritó de emoción* ¡¿Será que este combate es de la humanidad?! ¡¿Será que los demonios serán humillados en la primera batalla?!
Humanidad: ¡¡ahhh!!*gritaron de emoción*
La humanidad había recuperado algo de esperanza. Sus gritos eran los que se escuchaban en toda la arena del Valhallla, animando a su representante. Mientras que los demonios se encontraban molestos al ver que un simple humano había herido dos veces a su rey. Era imperdonable.
Por el lado de la diosa del Sol, Amaterasu. Se encontraba mirando esa hazaña con una gran sonrisa, acompañada de su hermano Tsukuyomi, Freya, Afrodita y Odín. La humanidad podía ganar este Ragnarok...
~Con las hermanas Valquirias~
Se podía ver a una Geir emocionada por lo que había visto. Y al igual que ella, su hermana Brunhilde se encontraba con una leve sonrisa mirando el combate.
Geir: vaya... ¡Kirito ha logrado herir a Samael dos veces! ¡¿No te parece grandioso, Hilde-onee-sama?!*emocionada*
Brunhilde: sí. Menos mal que decidió usar la habilidad de Kára.
Geir: sí. Kirito es sorprendente.
Brunhilde:*asintió* (no es tan tonto como pensé)*pensó con una leve sonrisa* (Fue una buena táctica usar la habilidad de Kára para inclinar la balanza a sí favor. Grito de Guerra, es su nombre. Consiste en darle una gran cantidad de fuerza y velocidad a su compañero, logrando que sea capaz de igualar a los semidioses. Grito de Guerra junto a El Verdadero Guerrero de Dios pueden llegar a ser una combinación letal.*mirando la batalla*
~De vuelta en la arena~
"Fue una distracción..."
Samael miraba la herida en su pecho mientras las gotas de sangre salían de esta. El demonio puso su mano en la herida, quedando impregnada por su sangre. Luego, miró la palma de su mano y acercó su lengua a ella... lamiendo su propia sangre.
Samael: han pasado milenios desde que no probaba mi sangre. Hasta había olvidado su sabor... es amarga.*mirando a Kirito* Nada mal, Kirito. En serio eres fuerte. Y también inteligente.
Kirito:....*observándolo con la guardia en alto*
Samael: como dije hace un momento: esta pelea debe acabar. Así que...*preparándose para atacar* ¡¡ahora me toca mí!!
Samael saltó muy alto, empuñó con ambas manos su espada y cayó con una gran velocidad al suelo. Kirito esquivó el ataque, pero Samael creó una onda expansiva, producto del ataque.
Kirito cayó al suelo. Pero antes de poder ponerse de pie, Samael ya estaba devuelta en el cielo, cayendo hacia donde el pelinegro se encontraba. Kirito a duras penas logró esquivar, pero nuevamente la onda expansiva impidió que se colocara de pie, cayendo al suelo otra vez.
Samael se impulso con las piernas, logrando llegar a este justo antes de que se pusiera de pie. El demonio cerró con fuerza su puño y le dio un fuerte golpe al pelinegro en pecho, ocasionando que una gran cantidad de sangre saliera de su boca y estrellándose con fuerza con una de las paredes que limitaban la arena de combate.
La humanidad quedó en silencio al ver eso, mientras los demonios eran los que animaban a su rey.
Los amigos del pelinegro habían quedado con un nudo en la garganta al ver como el pelinegro había quedado incrustado en aquella pared...
Los dioses que apoyaban a la humanidad habían quedado en silencio al ver eso. Al igual que las hermanas Valquirias. La emoción de Geir había desaparecido, mientras que angustia y preocupación empezaban a apoderarse de ella. Y Brunhilde... era lo mismo que si hermana...
Kirito cayó de rodillas al suelo mientras seguía escupiendo sangre a montón. Llevó a su mano a su pecho y apretó un poco...
Kirito: (lo sabía... Está roto)
Un golpe directo de Samael... había bastado para destrozar la caja torácica de Kirito. Los huesos del chico quedaron destrozados y amenazando con atravesar su corazón y pulmones. La fuerza que en ese momento sentía, había desaparecido completamente. Ahora, el Espadachín Negro, yacía de rodillas en la arena del Valhallla.
Samael caminó hasta llegar con el chico. Mirándolo con aire de superioridad, sintiéndose orgulloso de lo que había hecho...
Pero su mirada no iba dirigida al pelinegro, sino al Ángel que se había unido a él, Michael.
Samael: ¿sientes eso, Michael? Se llama humillación. Fue lo que sentí hace mucho tiempo... en la Guerra de los Cielos. Lo recuerdas, ¿verdad? Porque yo nunca olvidaré ese día...
~Flash back/Reino Divino~
Fuego, destrucción y sangre. Era lo que se podía ver en el Reino de los dioses. La tercera parte de los Ángeles se había revelando en contra de su creador, siguiendo a Lucifer. Abandonando su apariencia de Ángel y convirtiéndose en Demonios.
En medio de esta guerra entre dioses, Ángeles y demonios, se encontraba en algún lugar del Cielo, el ahora demonio Samael. Encima de un cadáver el cual lo pisaba con violencia hasta el punto de destrozar su cabeza.
Dioses menores, semidioses y Ángeles habían caído ante el filo de la Devoradora de Vidas del demonio.
Riendo de manera desquiciada, el demonio proclamaba la victoria de los suyos a los dioses...
Mirando al Palacio del todopoderoso, Samael marcaba un nuevo rumbo, mientras lamía sus labios. Ya quería volver a probar el sabor de las sangre de quién se cruce enfrente.
Pero antes de poder si quiera alzar el vuelo, una ráfaga de fuego hizo que retrocediera y mirara con precaución a su atacante.
Descendiendo al suelo, el Arcángel más poderosos de todos había decido acabar con este engendro, este error, este monstruo...
Apariencia noble, pero brutal en el combate. Reluciendo su armadura de color oro. Sus alas del blanco más puro. Sus ojos azules y cabellera rubia. Siendo acompañado por la escasa luz solar que entraban por las nubes de humo...
El Ángel más poderoso de Dios, había hecho su aparición...
Arcángel: Michael. (Biblia)
De pie al frente del demonio, preparado para el combate que se iba a librar. Miró por última vez a quién en algún momento consideró su hermano.
Michael: hola. Hermano...
La voz serena de Michael invadió los oídos del demonio, quién solo bajó su arma en señal de que aún había un respeto por su hermano menor.
Samael: esto no tiene por qué terminar así, Michael. Ven con nosotros. ¡Gobierna junto a mí, hermano! ¡Seamos más de lo que fuimos planeados ser!*extendiendo su mano*
Michael: lo lamento.*alzando su espada* Pero seguiré las órdenes de mi señor hasta el final.*envolviendo su espada en el fuego divino*
Samael: qué así sea.*serio*
Y de un rápido movimiento, Samael se encontraba la frente de Michael, apunto de atravesar a su hermano con su espada. Pero tuvo que cubrirse con su arma, ya que la espada de Michael se acercaba a gran velocidad hacia él.
Samael retrocedió un poco por el golpe, pero cuando iba a atacar, vio como la espada de Michael había atravesado su ante brazo; destruyendo sus huesos y nervios, impidiendo que lo pueda mover.
Samael empuñó con fuerza su mano derecha y intentó golpear a Ángel, pero este simplemente atrapó el puño con sus manos e inmediatamente la rompió. Samael había sido derrotado en tan solo un minuto...
Michael: por favor. ¿No me digas que lo olvidaste, hermano? Entre todos, yo soy el más fuerte. Dios me dio este don, para ser quién detenga el mal.
En ese momento, Michael sacó la espada de el ante brazo del demonio y la colocó en su espalda, impidiendo que la cola de Samael lo golpeara. La mirada de ambos hermanos se volvió a encontrar; mientras que Michael tenía una mirada tranquila y serena, Samael tenía una de odio y rencor.
Entre todos los Ángeles de antaño, Samael era uno de los que más le molestaba que lo humillaran. Eso daba un duro golpe en su orgullo. Ya sabía que su hermanito menor era más fuerte que cualquiera de ellos, pero al menos quiso durar un poco más.
Dar una buena pelea antes de ser derrotado. Pero en su lugar... un minuto bastó para que fuera neutralizado por las habilidades de Michael.
Michael: estoy dolido.
El Ángel, en un rápido movimiento, cortó la cola del demonio y la quemó con su fuego divino.
Michael: no entiendo cómo pudiste irte con Lucifer. ¿Cómo pudiste caer ante tan vil tentación?
Samael: ¡¡porque Lucifer se dio cuenta de que merecemos ser más que esto!! ¡¡Qué merecemos ser más que simples esclavos de un dios estúpido!!*gritó con ira* ¡¡Nosotros merecemos ser más que esto, y lo sabes!!
Michael: desde el principio, siempre hubo restricciones para todos nosotros.*sereno* Las reglas eran claras: somos guerreros al servicio de nuestro Dios. Nada más, nada menos. Perdóname por lo que diré, hermano, pero eres un estúpido al seguir a Lucifer.
Michael pisó con fuerza la rodilla derecha de Samael, rompiéndola. El demonio cayó al suelo derrotado; ya no podía hacer nada en contra de él, solo esperar la muerte.
El Ángel alzó su espada, teniendo toda la intención de matarlo.
Michael: recibe mi liberación, hermano.
Pero antes de atravesar a su hermano, Michael detuvo su espada y miró hacía el Palacio donde se encontraba Dios y Lucifer. El Ángel simplemente se dio media vuelta y extendió sus alas.
Michael: discúlpame, tengo que ir por Lucifer. Te lo confío.
Sin nada más que decir, el Ángel se fue volando a gran velocidad hacia el Palacio de Dios.
Samael se encontraba en el suelo. Este intentó arrastrarse y escapar de ahí, pero en ese entonces escuchó una voz que hizo que se detuviera.
???: Samael. En el nombre de las Valquirias y los dioses; por tu imperdonable crimen, te condeno... ¡a muerte!
Valquiria: Kára. (Nórdico)
El demonio observó como la Valquiria alzaba su lanza, dispuesta a acabar con la vida de este vil traidor.
Pero, para suerte de el antiguo Ángel, una mano detuvo la acción de Kára. La Valquiria miró al que la había detenido, mirando a otro de los Ángeles de Dios...
Arcángel: Azrael. (Biblia)
Kára: Azrael...
Azrael: la batalla está por terminar. Michael ha derrotado a Lucifer. En estos momentos, Dios a dado una orden clara: traer a los tiradores ante él.
Kára:*apartando su lanza* entiendo.*mirando con desprecio a Samael* Pararece que vivirás por más tiempo. Tienes suerte. La próxima vez que nos veamos, ¡tú probarás mi ira!*pisando la cabeza del demonio con algo de fuerza*
~Fin del flash back~
Se podía ver a Samael con su pie derecho en la cabeza de un Kirito sumamente débil por el golpe que había recibido. La sangre no dejaba de salir de su boca, y a duras penas podía sostenerse con una de sus espada.
Heimdall: ¡¡parece que ya sabemos quién ganó!!*gritó*
Samael: mírate... Tan patético, Michael. Kára. Los dos eran guerreros respetables, nobles, agradables... Lástima que se hayan y unido con este humano. Pero fue gracias a ustedes que me divertí tanto en esta pelea.*pateando el rostro de Kirito* Kirito. Fuiste un gran rival. Eres el primer humano que dura tanto tiempo contra mí. Eres un guerrero ejemplar.
Mientras que el pelinegro intentaba ponerse de pie, Samael se acercaba a él. El Rey Demonio se detuvo al frente de Kirito, y solamente se limitó a mirar.
Samael: ¿cuánto tuviste que suprimir tu poder para que este chico se pueda unir a ti? Te confiaste, ¿verdad? Creiste que con menos de la mitad de tu poder podrías ganarme.*tomando al pelinegro del cuello* Lástima... Si te hubieras enfrentado a Moloch o Nahemah, el resultado pudo haber sido distinto.
Y mientras Kirito se encontraba respirando con dificultad, escuchando lo que el demonio tenía que decirle al Ángel que de encontraba acompañándolo, las fuerzas del Espadachín Negro se alejaban de él...
(Reproducir)
~¡Slash!~
Sorpresa... fue lo que todos en la arena mostraron en ese momento. El sonido de la carne siendo cortada por una espada... sangre cayendo en la arena... un cuerpo retrocediendo...
Todos los presentes miraba con sorpresa como Kirito, estando al borde de la muerte, había cortado el brazo derecho de Samael...
Samael: ¡agh!*retrocediendo*
Kirito cayó al suelo e inmediatamente se puso de pie. Respiró profundo y se levantó como pudo, abrió sus ojos, mostrando ese color amarillo y a paso lento, se acercó cojeando a su contrincante.
Samael miró eso y su sorpresa se hizo presente. El chico que se encontraba al borde de la muerte, se acercaba a él empuñando su espada con determinación.
Ese chico... iba a luchar hasta el final...
Lucha...
El pelinegro lanzó varios ataques, intentando dar al demonio. Pero este solo los esquivaba mientras seguía contemplando aquella determinación de ganar...
...por ellos...
Samael: chico... En verdad eres una persona de admirar. No todos durarían tanto como tú.*sonriendo de emoción*
Kirito: cállate...*susurró mientras seguía atacando*
...por tus amigos... por tu familia...
(Kára: sabes que al aceptar participar en el Ragnarok, estarás corriendo el peligro de morir, ¿cierto?)
(Michael: ¿estás seguro?)
(Kirito: ¡sí!)
En ese momento, solo quería una sola cosa...
Samael le dio un fuerte rodillazo en la barbilla al pelinegro. Gotas de sangre caían al suelo, mientras que la mirada del pelinegro se perdía en el cielo azul...
"Proteger a mis amigos".
La mirada del pelinegro se dirigió a sus amigos en las gradas mientras caía. Observando como estos lloraban por él. Lágrimas de dolor e importancia de no poder hacer nada para ayudarlo. Lágrimas de saber qué era lo que iba a suceder... de saber quién iba a ganar.
El pelinegro volvió a caer al suelo. La vista del pelinegro se iba nublando, y su corazón perdía fuerza cada vez más...
Su respiración era más débil y dejaba de sentir sus extremidades.
Samael: ojo por ojo, chico.
Y en ese instante, pudo ver cómo Samael había atravesado su hombro derecho con su espada. El Rey Demonio movió un poco su espada hacia el lado izquierdo, dejando ver a la multitud, el brazo cortado de Kirito.
Kirito: ¡agghhh!*se quejó del dolor*
Samael: Kirito. En verdad me has impresionado y divertido...*alzando su espada*
Pero parece ser que... mi hora llegó. Fue divertido todo lo que vivimos juntos... desde Sao hasta Underworld. Gracias, amigos... por todo.
Samael: ... gracias por eso.*dejando caer su espada*
Y mientras la espada del demonio caía en el moribundo pelinegro, una leve sonrisa se formaba en este... y solo pudo decir algo en su mente...
Adiós...
~¡¡Slash!!~
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Silencio... Fue lo único que se mantenía en la arena... Silencio que duró poco, antes de que gritos de felicidad se escucharan por parte de los demonios.
~Con Satán~
Satán: ¡sí! ¡Te lo dije, Dios, ningún humano puede con un demonio!
Azazel: ¿ves, Satán? Te dije que no había nada de qué preocuparse.*sonriendo levemente*
~Con Amaterasu~
La diosa, al igual que los demás dioses, se encontraba impactada por esto. Aunque tenían en claro que las probabilidades de ganar eran de 50/50. Quería pensar que los humanos podían ganar esta pelea.
Freya: Kirito... A pesar de sólo ser un gamer, fue capaz de enfrentar a Samael y durar tanto tiempo.
Odín: tu sacrificio no será en vano, ya que...
... demostraste que un humano, puede enfrentar a un demonio.
Y con esas palabras, los dioses se levantaron se sus asientos en señal de respeto al humano. Dioses de todo panteón, que odiaban a los humanos o no, se levantaron y respetarían la memoria de ese humano de ahora en adelante.
La humanidad quedó sorprendida por el combate, y más que desesperada por haber perdido la pelea, se encontraba conmovida por las hazañas del pelinegro. Así que también se levantaron de sus asientos y llevaron el pulgar derecho a su corazón y levantaron su puño a lo alto.
Y mientras las lágrimas caían, los amigos del pelinegro se despedían en sus mentes. Agradeciendo a Dios por haber permitido conocer a tan maravillosa persona.
Las hermanas Valquirias Brunhilde y Geir se encontraban llevando su dolor de diferente manera. Mientras Geir lloraba a mares, Brunhilde solo se limitaba a bajar la cabeza...
~En la arena~
El cuerpo del pelinegro se empezaba a hacer pedazos y a convertirse en polvo, mientras una luz blanquecina aparecía...
Samael miraba como había cumplido su venganza en contra de su hermano Michael. Estaba feliz de poder redimirse por aquella humillación. Pero también se sentía un poco mal por el pelinegro, hubiera querido que su enfrentamiento hubiera durado un poco más...
Adiós, hermano...
Fue lo que escuchó y reconoció de inmediato aquella voz. Era la de su hermano Michael, quién se estaba despidiendo de él...
Samael simplemente alzó la mirada y siguió las partículas dd luz que desaparecían y se volvían uno con la nada...
Y así, terminó la primera batalla del Ragnarok...
Demonios: 1
Humanidad: 0
{Kirito vs Samael}
{Duración del combate: 15 minutos}
{Técnica decisiva: Ataque directo de la Devoradora de Vidas}
{Ganador: Samael}
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~Sala de selección de peleadores~
Se podía ver a una Amaterasu sentada en una silla, mirando la gran pantalla donde se seleccionaban los representantes de la humanidad, reflexionando sobre lo que había pasado en el primer combate.
Sinceramente, la pelea le había generado cierta emoción. Tal destreza había en el combate hacia que la diosa del Sol se preguntase: "¿Qué hubiera pasado si él tenía algo más de práctica?".
El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención de la diosa, quién miró en dirección de la puerta, encontrándose con Afrodita.
Amaterasu: Afrodita. ¿Qué sucede?
Afrodita: dentro de poco se dará inicio al segundo combate. Deberíamos elegir ya al siguiente.*mirando la pantalla*
Amaterasu: sí, pero ¿a quién?*observando sus opciones* ¿Shido Itsuka? ¿Adolf Hitler? ¿O Lady Maria?
Afrodita: creo que debemos mandar a alguien que haya tenido experiencia en batalla esta vez. Propongo a Lady Maria.
Amaterasu: ¿segura?
Afrodita: según sus registros, ella fue la Cazadora más temida en su tiempo. Su destreza en combate, su mente, su habilidad... Era una prodigio en lo que hacía: cazar.
Amaterasu: bien. Supongo...*acercando su mano para seleccionarla* ...que debemos bajarle los humos a los demonios.
Pero antes de que pudiera seleccionar a la Cazadora, una mano impidió el avance de la diosa. Ambas diosas miraron a la persona que había tomando de la mano a Amaterasu, quedando sorprendida de quién era...
Afrodita: tú...
???: yo ganaré este combate.
~Time skip/Arena del Valhallla~
Heimdall: ¡impresionante fue el primer combate! ¡Dos titanes demostraron su poderío, y uno solo de alzó con la victoria!*alzó la voz de la emoción*
Los demonios comenzaron a gritar de emoción, ya querían ver quién sería el siguiente humano en caer.
La humanidad se encontraba nerviosa y entusiasmada de ver quién sería el siguiente representante. El primero les dio esperanza, ¿el segundo qué les dará?
Los dioses se encontraban mirando con atención las peleas. Odín y Freya sentados junto a Afrodita. Amaterasu, sentada con sus dos hermanos, Tsukuyomi y Susanoo.
Ahora, los dioses comenzaban a respetar un poco más a la humanidad por lo que le habían mostrado en el primer combate, y deseaban algunos dioses que la intensidad de cada uno se ellos se mantuviese.
Heimdall: ¡¡ahora!! ¡¡Sean todos bienvenidos a la segunda ronda del Ragnarok!!
Los gritos de los demonios acabaron con el silencio que había, mostrando su emoción y arrogancia ante los humanos molestos por su actitud.
La puerta de hierro negra de abrió, dejando a pasar a un...
...¿perro?
Los humanos se encontraban desorientados al ver eso; al igual que los dioses, pero los demonios sonrieron al ver quién de sus reyes los representaría.
El perro se sentó en medio de la arena, donde, para sorpresa de los dioses y humanos, le salieron una alas demoníacas de su espalda.
Heimdall: ¡¡devorador de niños y bebés!! ¡¡Amante de los sacrificios y la sangre!!
Una gran cantidad sangre y sombras se cubrieron el cuerpo del "perro", mientras se escuchaban los horribles aullidos de dolor del animal.
Heimdall: ¡¡señor de los sacrificios!! ¡¡Guerrero brutal!! ¡¡Un sucio traidor!!
El perro se elevó al cielo, mientras que una especie de cúpula negra había encerrado a este. Para después explotar, dejando caer sangre en la arena.
Heimdall: ¡¡el perro de los infiernos, hoy entra a acabar con su enemigo!! ¡¡Con ustedes el Rey Demonio Moloch!!
Rey Demonio: Moloch. (Biblia)
Demonios: ¡¡¡ahhh!!!*gritaron de emoción*
El Rey Demonio bajó de los Cielos en silencio y miró la puerta de hierro blanca que se empezaba a abrir.
Heimdall: ¡un villano como Moloch, solo puede ser detenido por un héroe!
(Reproducir)
De la puerta blanca, un gran fuego salió de esta, mientras que unos ojos brillantes y ardientes como el fuego se veían en la oscuridad.
Heimdall: ¡¡de niño, entrando para proteger a la Tierra de cualquier amenaza!! ¡¡De adulto, se enfrentó a numerosos enemigos, y dio su vida por la Tierra y sus amigos!! ¡¡Hoy estará aquí, para defender a la humanidad!!
Y como si de una antorcha en la oscuridad se tratara, el humano fue prendido fuego. Pero a pesar de estar en llamas, él se mantuvo sereno y continuó caminando.
Heimdall: ¡¡uno de los mejores guerreros de la humanidad!! ¡¡Campeón del Mortal Kombat!! ¡El mejor monje shaolin de toda la historia!!
El fuego que cubría al humano se esfumó de la misma manera que apareció, mostrando a la humanidad quién sería el que los representaría.
Heimdall: ¡¡con ustedes Liu Kang!!
El héroe de la Tierra: Liu Kang. (China)
El héroe de la Tierra...
...contra el villano del Infierno.
El humano que rivalizó a los dioses...
... contra el demonio que asesinó a los dioses.
¡¡El dragón de la humanidad!!
¡¡Contra el perro de los infiernos!!
¡¡¡La segunda ronda del Ragnarok, inicia!!!
(Gracias a shingeta por la imagen. Vayan darle amor y cariño, y a decirle que no sea vago y actualice :v)
(Próximo capítulo: el héroe de la Tierra)
Sayonara....
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