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Apartado 1: La Vaca de Quiviquinta

Chicos antes de empezar, les quiero revelar que lo que estoy a punto de hacer es con un único fin de terapia, probablemente me arrepienta tiempo después de lo que van a ver aquí, no lo voy a borrar obviamente pero no es para nada algo propio de mí; esta historia la puse con un limite de edad para poder verla, si no eres mayor de edad ya estás advertido, yo hago lo que puedo con la misma, la hice exclusivamente para mayores de 18 años y si la plataforma no pone limitantes en esto me deslindo de cualquier responsabilidad. Pero esta historia tendrá escenas eróticas, sexo, vocabulario explicito, groserías e inclusive violencia de genero y laboral; quiero hacerlos conscientes de que si son menores de edad y ven esto probablemente generen algunas consecuencias psicológicas o traumas que los dejarán con un fuerte sabor de boca del cual como ya mencioné, no me voy a hacer responsable; yo cumplo con informarles y lo demás queda a consciencia suya. Una vez dicho esto, comencemos con la historia.

-En una región de México ubicada en el estado de Nayarit, a 30 km al norte del estado y a 210 km de la ciudad capital de Tepic, se encontraba una localidad llamada Quiviquinta, que contaba con un total de 406 habitantes y 80 m de latitud- 

Los perros de Quiviquinta tenían hambre; con el lomo corvo y la nariz hincada en los baches de las callejas, el ojo alerta y el diente agresivo, iban los perros de Quiviquinta; iban en manadas, gruñendo a la luna, ladrando al sol, porque los perros de Quiviquinta tenían hambre...

Y también tenían hambre los hombres, las mujeres y los niños de Quiviquinta, porque en las trojes se había agotado el grano, en los zarzos se había consumido el queso y de los garabatos ya no colgaba ni un pingajo de cecina...

Sí, había hambre en Quiviquinta; las milpas amarillearon antes del jiloteo y el agua hizo charcas en la raíz de las matas; el agua de las nubes y el agua llovida de los ojos en lágrimas.

En los jacales de los coras se había acallado el perpetuo palmoteo de las mujeres; no había ya objeto, supuesto que al faltar el maíz, faltaba el nixtamal y al faltar el nixtamal, no había masa y sin ésta, pues tampoco tortillas y al no haber tortillas, era que el perpetuo palmoteo de las mujeres se había acallado en los jacales de los coras.

Ahora, sobre los comales, se cocían negros discos de cebada; negros discos que la gente comía, a sabiendas de que el torzón precursor de la diarrea de los cursos los acechaba.

Miranda: *Entregándote el disco de cebada* Come mijo, pero no bebas agua.

Tn: *Viendo de manera ingrata a tu esposa* Las gordas de cebada no son comida de calidad, están todas frías *dices mientras miras con desagrado el ingrato bocado sentado frente al fogón* lo malo es que para el año que entra ni semilla tendremos.

Miranda: *Te mira sin suscitar una sola palabra mientras sostenía a una bebé en brazos mientras la misma la amamantaba de pecho frente a su marido*.

Tn: *Viendo a tu hija en brazos* Dichosa ella, que tiene mucho de donde y qué comer.

Miranda: *Ríe a tus palabras y pasa su mano sobre la cabecita monda de la lactante* Es cierto, pero me da miedo de que se empache. La cebada es mala para la cría...

Tn: *Miras con ojos tristones a tu mujer y a tu hija* Hace un año, yo no tenía de nada y de nadie por que apurarme... ahora de al tiro somos tres... y con hambre que si ha hecho andancia.

-Miranda optó por no escuchar las palabras de su hombre, se puso de pie para llevar a su hija a la cuna que colgaba del techo del jacal; ahí la arropó con cuidados y ternuras-

Tn: *Poniéndote de pie* Mañana me voy pa Acaponeta en busca de trabajo.

Miranda: No Tn, ¿qué haríamos sin ti yo y ella?

Tn: Peor es no comer Miranda... sí, mañana me largo a Acaponeta o a Tuxpan a trabajar de peón, de mozo, de lo que caiga.

-Las palabras de Tn las escuchó desde las puertas del jacal Benigno Romo, amigo de la casa-

Benigno: Ni esa lucha nos queda hermano *dice llegando a la casa* acaban de regresar del norte Jesús Trejo y Madaleno Rivera; vienen más muertos de hambre que nosotros, dicen que no hay trabajo por ningún lado; las tierras están anegadas hasta adelante de Escuinapa... ¡arregúlale nomás!

Tn: *Dirigiéndote hasta él alterado* Entonces... ¿qué nos queda?

Benigno: ¡Pos ve tú a saber...! Pos ay dicen que es que viene maíz de Xalisco. Yo casi no lo creo... ¿cómo van a hambrear a los de allá nomás pa darnos de tragar a nosotros?

Tn: Que venga o que no venga maíz, me tiene sin cuidado orita, porque la vamos pasando con la cebada, los mezquites, los nopales y la guámara; pero pa cuando lleguen las secas ¿qué vamos a comer, pues?

Benigno: Ahí está la cuestión, pero las cosas no se resuelven largándonos del pueblo; aquí debemos quedarnos, más tú Tn que tienes de quien cuidar.

Tn: *Haciendo gestos y movimientos con las manos* Aquí Benigno, los únicos que la están pasando regular son los que tienen animalitos; nosotros ya echamos a la olla el gallo, ahí andan las gallinas sólidas y viudas, escarbando la tierra, manteniéndose de pinacates, lombrices y grillos; el huevito de tierra que dejan pos es pa Miranda, ella está criando y hay que sustanciarla a como dé lugar.

Benigno: *Interviniendo* Don Remigio, el barbón está vendiendo leche a veinte pesos el cuartillo.

Tn: ¡Bandidazo...!, ¿cuándo se había visto esto?; hoy más que nunca siento haber vendido la vaquilla... a estas horas ya estaría parida y dando leche, ¿pa qué diablos la vendimos Miranda?

Miranda: ¡¿Cómo que pa qué, Tn...?!, ¿a poco ya no te acuerdas?; pos pa habilitarnos de apero por un año. ¿No mercaste la coa?, ¿no alquilaste dos yuntas?, ¿y los peoncitos que pagaste la vez anterior?

Tn: Pos si es cierto, verdad de Dios, me doy de cabezazos por menso.

Benigno: Ya ni llorar es bueno Tn, ¡vámonos aguantando tantito a ver qué dice Dios!

-Agrega el don justo antes de irse resignado de vuelta a su rumbo-

Es jueves, día de plaza en Quiviquinta. Tn y Miranda limpiecitos de cuerpo y ropas van al mercado, obedeciendo más a una costumbre que llevados por una necesidad, impelidos mejor por el hábito que por las perspectivas que pudiera ofrecerles el tianguis miserable, casi solitario, en el que se reflejan la penuria y el desastre regional, algunos puestos de verduras marchitas, lacias; una mesa con vísceras oliscadas, cubiertas de moscas; un cazo donde hierven dos o tres kilos de carne flaca de cerdo, ante la expectación de los perros que, sobre sus traseros huesudos y roñosos, se relamen en vana espera del alimento que para sí quisieran los niños harapientos, los niños muertos de hambre que juegan de manos, poniendo en peligro la triste integridad de los tendidos de cacahuates y de naranjas amarillas y mustias.

Tn y Miranda van al mercado por la Calle Real de Quiviquinta; tú por delante llevas bajo el brazo una gallina búlique de cresta encendida; Miranda carga a la chiquilla. Miranda va orgullosa de la gorra de tira bordada y del blanco roponcito que cubre el cuerpo moreno claro de su hijita.

-Al llegar tropiezan en su camino con Benigno Romo-

Benigno: *Viéndolos pasar* ¿Van de compras?

Tn: *Viéndolo* ¿De compras? no, vale, está muy flaca la caballada; vamos a ver que vemos, yo llevo la gallina por si le hallo marchante, si eso ocurre, pos le merco a ésta algo de plaza.

Benigno: ¡Que así sea, vale, Dios con ustedes!

Al pasar por la casa de don Remigio, el barbón, detienes tu paso y miras, sin disimular tu envidia, como un peón ordeña una vaca enclenque y melancólica, que aparta con su rabo la nube de moscas que la envuelve.

Tn: Bien la tienen los ricos, la familia de don Remigio no pasa ni pasará hambre, tiene tres vacas. De malas cada una dará sus tres litros, dos pal gasto y lo que sobra, pos pa venderlo. Esta gente sí tendrá modo de sembrar el año que viene; pero uno...

Miranda: *Te mira impávida mientras los dos siguen su camino*.

-En el tianguis-

Miranda: *Descorteza con sus dientes chaparros, anchos y blanquísimos, una caña de azúcar*.

Tn: *La miras en silencio, mientras arrullas torpemente entre sus brazos a la niña que llora a todo pulmón*.

-La gente va y viene por el "tianguis" sin resolverse siquiera a preguntar los precios de la escasa mercancía que los tratantes ofrecen a grito pelado... ¡Está todo tan caro!-

Tn: *Poniéndote de pie* Aguarda * toma tirada entre la tierra suelta, alea, rigurosamente maniatada, la gallinita "búlique".

Un extraño: *Se acerca* ¿Cuánto por el mole? *lo dice mientras hurga con mano experta la pechuga del avecita para cerciorarse de la cuantía y de la calidad de sus carnes*.

Tn: *Le respondes* Cuatrocientos pesos.

El extraño: ¿Cuatrocientos pesos?, pos ni que fuera ternera.

Tn: Es pa que ofrezcas hombre...

El extraño: Doy doscientos por ella.

Tn: No... ¿a poco crees que me la robé?

El extraño: Ni pa ti ni pa mí, 250 y así la dejamos.

Tn: No vale, ni de chiste las hace.

-Y el posible comprador se va sin dar importancia a su fracasada adquisición-

Miranda: *Viéndote* Se la hubieras dado, Esteban, ya tiene hasta la huevera seca de tan vieja.

La niña sigue llorando; Miranda hace a un lado la caña de azúcar y cobra a la hija de los brazos de su marido. Alza su blusa hasta el cuello y deja al aire los categóricos, los hermosos pechos morenos, trémulos como un par de odres a reventar. La niña se prende a uno de ellos para ser amamantada; Miranda, casta como una matrona bíblica, deja mamar a la hija, mientras en sus labios retoza una tonadita bullanguera.

El rumor del mercado adquiere un nuevo sonido; es el motor de un automóvil que se acerca. Un automóvil en Quiviquinta es un acontecimiento raro. Aislado el pueblo de la carretera, pocos vehículos de motor se atreven a adentrarse por brechas serranas y bravías. La muchachada sigue entre gritos y chacota al auto que, cuando se detiene en las cercanías de la plaza, causa curiosidad entre la gente. De él se apea una pareja: un hombre alto, fuerte, de aspecto próspero y gesto orgulloso; y una mujer menuda, debilucha y de ademanes tímidos.

Los recién llegados recorren con la vista el tianguis, algo buscan. Penetran entre la gente, voltean de un lado a otro, inquieren y siguen preocupados su búsqueda.

-Se detienen en seco frente a ti y a Miranda- 

El hombre: Ésta.

-Al mirar a los forasteros, Miranda se echa el rebozo sobre sus pechos, presa de súbito rubor; sin embargo, la maniobra es tardía, ya los extraños habían descubierto lo que necesitaban-

El hombre: *Viendo a su mujer* ¿Has visto?

La mujer: *Respondiéndole calurosamente* Sí, esta, yo quiero esta, está magnifica.

El hombre: Entonces ¿esta?

-Luego, sin más vueltas, se dirige a Miranda-

El hombre: *Viéndola de frente* Eh, tú, ¿no quieres irte con nosotros? Te llevamos de nodriza a Tepic para que nos críes a nuestro hijito.

AUTOR: Les aclaro que esa es mi ciudad, es la capital del estado de Nayarit.

-La india se queda embobada, mirando a la pareja sin contestar-

El hombre: 2,000 pesos mensuales, buena comida, buena cama, buen trato...

Tn: *Respondes secamente* ¡No!

El hombre: *Te voltea a ver* No seas tonto hombre, se están muriendo de hambre y todavía se hacen del rogar

Tn: *Vuelves a decir en corto* No.

El hombre: 2,500 al mes, ¿cómo la ves?

Tn: No.

El hombre: Bueno, para no hablar mucho, 5,000 pesos.

Miranda: *Proponiendo de forma inesperada* ¿Da 7,500 pesos? Y me lleva "media leche".

-Miras extrañado a tu mujer; quieres terciar, pero no te dejan-

El hombre: 7,500 pesos de "leche entera", ¿lo tomas o lo dejas?

Tn: *Te quedas de una pieza y cuando tratas de intervenir, Miranda te tapa la boca con su mano*.

Miranda: ¡Quiero!, lo tomo *al instante te voltea a ver mientras te entrega a su hija* anda, la crías con leche de cabra mediada con arroz, que a nosotros los pobres todo nos asienta.

Tn: *Estando en blanco y sin saber que más mencionar, extiendes los brazos y recibes a tu hija*.

El hombre: ¡ Vamos! *lo dice mientras toma el brazo de la muchacha*.

Miranda: *Sube al carro de la pareja mientras suelta unas cuantas lagrimas al momento*.

La mujer: *La consuela tratando de confortarla*.

El hombre: *Subiendo del lado del conductor* Estas indias coras, tienen fama de ser muy buenas lecheras.

-El coche arranca y la gente del pueblo no tiene de otra más que solo verlo partir-

Tn: *Llamas a gritos a Miranda mientras tu reclama se pierde entre la algabaría*.

Después tomas el camino hacia su casa; manteniendo el rostro cabizbajo, a paso lento y arrastrando los pies. Bajo el brazo, la gallina "búlique", y apretada contra el pecho, la niña que gime huérfana de sus dos cantaritos de barro moreno.

-Un mes después-

Tn: *Caminando juntamente entre la propiedad de don Remigio, cruzas vista entre lo que parecía ser un camión ganadero, pero teniendo este una pinta de tratarse solo de una furgoneta* En una camioneta como esa, no cabría ni una vaca hecha bola, seguramente se ha de tratar de un comprador de leche, los ha de tener seguros el tal don Remigio.

-Continuas a paso firme tu camino entre la propiedad, hasta cruzarte de lado con dicha furgoneta-

¿?: *Hablándote en tono amable* Buenas tardes.

Tn: *Continuas caminando sin hacer mucho caso*.

¿?: *Confundido* Le estoy hablando a usted.

Tn: *Lo volteas a ver* ¿Ah?, ¿a mí?, buenas tardes.

¿?: *Acercándose a ti* Perdón que lo interrumpa jovenazo, pero ¿de casualidad no conoce al propietario de dicho ganado? *apunta hacia las vacas en el corral de la casa de don Remigio*.

Tn: Ah don Remigio, no se encuentra el día de hoy por lo que sé.

¿?: ¿Alguna idea de para cuando vendrá?

Tn: Ni idea, solo me enteré a voces de que el don salió para San Blas el día de ayer, pero no tengo información de pa cuando vuelve.

¿?: Es una verdadera lastima, había oído hablar de su negocio de lechería aquí en el pueblo de Quiviquinta, y pensé quizás en ofrecerle algunos de mis ganados.

Tn: ¿Usted también es comerciante de leche señor...?

William: William, William Mendoza, así me llamo *te alza la mano*.

Tn: *Saludándolo* Tn, un placer conocerlo.

William: Mucho gusto señor Tn, ¿vive aquí en el pueblo o es forastero al igual que yo?

Tn: He vivido aquí básicamente desde que mi padre se casó por segunda ocasión y me condenó a la vida que ahora ve en este pueblo; mísera, sin gracia y sin muertos que te canten.

William: Es que noto por tu físico y tu color de piel que no eres de esta región amigo.

Tn: *Sentándote entre la valla de piedras que cercaba la casa de don Remigio* ¿De onde es usted?

William: *Sentado sobre el capó de su vehículo* De la capital compadre, de Tepic, ahí mero está mi changarro y lo que hago pa subsistir.

Tn: Hasta acá me cuelga la envidia de conocer alguien de su catego empresario, no fuera uno que está aquí, caminando a huarache y sin masa pa tortear, la cosa en este pueblo se pone cada vez más difícil, que ya ni pa comer hay.

William: *Estrechándose ambas manos* Dígame, ¿usted ha trabajado de vendedor?

Tn: *Viéndolo* Sí, ha sido uno de mis tantos medios de subsistencia desde mis 16.

William: Genial, ¿qué le parecería trabajar vendiendo leche?

Tn: *Medio confundido* ¿Vendiendo leche?

William: Así mero carnal, no solo venderla, sino también ordeñarla, almacenarla, administrarla y sobre todo entregarla, le ofrezco una oferta que no puede rechazar.

Tn: Pos hábleme que tengo dos oídos.

William: *Poniéndose de pie frente a ti* Le ofrezco 5,000 pesos de buena chiripa por hacer todo lo que le acabo de decir y venirse a trabajar conmigo pa Tepic.

Tn: ¿Pa Tepic?

William: ¿A dónde más?

Tn: *Poniéndote de pie* Mi mujer huyó para allá hace ya un mes y me dejó a solas con nuestra hija en brazos pa irse de nodriza con una pareja de riquillos dejándome a mi suerte con mi niña, que pa 20 días después *cubres tu cara lloroso* ijih...

William: *Poniéndose tenso* Mi más grande pésame *tomando una botella de licor de su vehículo* ¿le ofrezco un trago?

Tn: *Le quitas la botella* Gracias *le comienzas a beber de cascada*.

William: *Dejando pasar la situación* Entonces, ¿acepta la oferta mi amigo?

Tn: *Limpiándote un poco las lagrimas* Quisiera ver a detalle lo que voy a hacer, porque irme a la ciudad de mis padres que no he visitado desde mis 14, tiene que valer a duras penas la chinga.

William: Le juro que no se va a arrepentir *tomándote del hombro* ven pa acá, te mostraré en qué consiste este negocio *te lleva hacia la parte trasera de la camioneta y abre las compuertas* mira compadre, a esto es a lo que me dedico.

Tn: *Miras de forma cardiaca el contenido de la zona de carga* ¿Qué chingados?

William: ¿Te gusta?, es una vaca humanoide como las muchas que crío en mi ganadero en la ciudad de Tepic.

Tn: *Viéndolo* En la ciudad las vacas si que son extrañas.

William: No hombre, no es una vaca común y corriente, es una especie cruzada, pero sin embargo estas producen el doble de leche en comparación a una vaca normal al día.

Tn: Tengo entendido que las vacas normales producen unos 20 litros de leche al día, entonces ella... puede producir unos 40.

William: *Viéndote* A dicho y hecho, con ello te llevas el doble de ganancia.

Tn: ¿Cómo es posible?

William: De lo que produzcas y vendas te embolsarás el 50 de las ganancias.

Tn: *Viéndolo sorprendido* ¿Qué?

William: Puedes tomar esta vaca, pensaba entregársela como obsequio al señor don Remigio como un inicio de alianzas, pero viendo que este no se encuentra, puedes tomarla para iniciar nuestra chamba.

Tn: *Viendo a la vaca* ¿Qué espera que haga con ella?

La vaca: Moo...

William: Quiero que la ordeñes y la mantengas como tu sustento de vida, porque eso es lo que va a ser para ti, de ella vas a comer; te ofreceré un techo donde puedas dormir y trabajar sin problemas ordeñando leche.

Tn: ¿En la ciudad?

William: ¿Dónde más?

Tn: *Sin pensarlo mucho* Acepto.

William: Pos súbase compadre, que hay mucho que hacer.

-Cierran las puertas de la camioneta, subes con tu nuevo colega y se van en dirección a la capital-

Hacen un recorrido de varias horas pasando entre caminos mal hechos, y senderos difíciles de cruzar entre localidades rurales, hasta llegar a la carretera con rumbo a Tepic. De camino William te explica a fondo de lo que trata su negocio, te da algunos cuantos consejos y te dice a grandes rasgos lo que vas a hacer a su servicio. Así se mantienen durante unas cuantas horas más hasta llegar a la ciudad de Tepic.

William: *Parando el carro junto a una casa* Bajas aquí.

Tn: *Viendo la casa* ¿Aquí vives?

William: *Viéndote* No, aquí vas a vivir tú, y cuidarás a esa vaca.

-Ambos bajan del carro y entran a la casa-

William: *Llevando consigo a la vaca* Hace poco despedí a un colaborador y dejó la casa hace ya 15 días, pero está amueblada y mantiene todos los servicios básicos desde el agua hasta la luz, si vas necesitando algo de a poco lo agregas.

Tn: *Viendo el lugar impresionado* Pero esto... esto es una mansión.

William: Esto es un estilo de vida que se podría denominar más o menos como normal, o mejor dicho decente, la gente rica tiene cosas muy diferentes.

Tn: *Viéndolo* Podré imaginarme como es tu casa.

William: La conocerás algún día, pero... por ahora *dándote la correa de la vaca* descansa un poco, que mañana empezaremos, hazte cargo de esta vaca, ve a bañarte y cámbiate, que mis empleados deben llevar un buen código de limpieza frente a los clientes.

Tn: Sí señor.

William: *Entregándote una ropa* Por cierto, este será tu uniforme, úsalo para cuando vayas a mi negocio, pasaré en la mañana por ti.

Tn: Lo que diga.

William: Te ayudaré a instalarte.

-William termina de acomodarte en tu nueva residencia, y tú haces lo que te mandó a hacer-

Tn: *Bajas luego de bañarte y cambiado de ropa* Había ropa del propietario anterior, opté por ponérmela.

William: Úsala sin problemas, cuando empieces a vender te podrás comprar tu propia ropa *viendo a la vaca mientras come* y quizás podrías conseguirle algo también a ella.

Tn: *Sentándote en el sillón junto a él* Hablamos mucho sobre mí y lo que voy a hacer para su negocio en lo que veníamos para acá, pero... sobre la vaca, creo que hay mucho que no sé.

William: No te preocupes por ella, no será problema, se sabe comportar, entiende bien lo que dices, su lenguaje es algo limitado a solo mugir, pero sabe comportarse en la casa; de hecho hay un cuarto para ella, no necesitas dejarla en un corral. Esa es una de las razones por las que les ofrezco casas de más de una sola habitación.

Tn: Viendo que es parte humana, ¿necesitará de cuidados mayores?

William: De hecho no necesita dormir en cama, duerme en un corral sobre el suelo de la habitación, pero lo hace dentro de la casa.

Tn: Que curioso, la vacas de Quiviquinta son tratadas como meros animales de campo mientras que las vacas de Tepic como seres completamente civilizados.

William: Hay niveles amigo mío *poniéndose de pie* y en ello también está su manera de producir leche.

Tn: Espero que cumpla con los estándares, porque no vine hasta aquí por nada.

William: Eso ya dependerá de ti, te aconsejo que la vayas ordeñando desde ya, podrás llevarme la leche mañana y preparar de lleno las ventas, pero vete acomodando por mientras.

Tn: *Poniéndote de pie* En realidad... me gustaría salir a buscar a alguien.

William: ¿A alguien?

Tn: Lo haré aprovechando que estoy en Tepic.

William: ¿Vas a buscar a tu esposa verdad?

Tn: Esta en esta ciudad, voy a ir a buscarla.

William: Me dijiste que te abandonó a ti junto a tu hija en brazos, ¿en serio crees que vale la pena?

Tn: Es mi mujer.

William: Acepta el termino pasado, ella fue tu mujer, ahora está en otro lado, déjala ir.

Tn: Es la madre de mi hija.

William: No, fue la madre de tu hija; ¿en serio vale la pena para ti una mujer que te cambió por unos simples 7,500 pesos?, ¿en serio lo vale?, tú bien me lo dijiste.

Tn: *Bajas el ceño*.

William: Tú tómalo por el otro lado, que ella solo valga para ti 5,00 pesos, que será tu sueldo más lo que hagas con las propinas vendiendo leche.

Tn: *Te mantienes cabizbajo sin decir nada*.

William: Ya tengo que irme, bienvenido socio *se va*.

Tn: Muchas gracias *te vuelves a sentar mientras pones desconsoladamente las manos sobre tu cara* -todo este tiempo, he pasado todo un mes sin poder estar tranquilo, y vivir bajo la incertidumbre de si mi esposa realmente me apoyaría con lo que ganaba de nodriza; mi hija murió 20 días después de su partida, nos hacen vivir creyendo que los pobres aguantamos lo que sea por más jodidos que estemos, pero mi niña no aguantó la leche de arroz por más de una semana, y para poco murió sin yo poder hacer algo para evitarlo- *te echas a llorar desconsoladamente teniendo a la chica vaca a tu lado*.

La chica vaca: *Acercándose un poco a ti* Moo...

Tn: *Viéndola junto a ti* Hola pequeña, ¿me vienes a consolar?

La chica vaca: ¿Moo?

Tn: Es inútil, no puedes hablar, eres lo más humano que tengo junto a mí ahora y sin embargo no puedo hablar contigo.

La chica vaca: *Restregando su rostro sobre tus piernas, hace unos movimientos como dándote a entender que quiere ayudarte*.

Tn: *La acaricias la cabeza rozando sus orejas de vaca y sus pequeños cuernos* Eres muy tierna para ser una vaca, sé que eres una especie humanoide, pero al menos eres humanamente linda.

La chica vaca: *Aparentando una sonrisa* Moo...  

Tn: Es algo irónico de cierta forma, cuando le dije a William que las vacas de Quiviquinta eran tratadas como simples animales, me refería sin lugar a dudas a las mujeres de Quiviquinta; porque vaya facilidad con la que esa pareja compró a mi mujer por ser claramente una indígena lactante que por ideales de los citadinos de Tepic, produce más leche que las mujeres mestizas que habitan esta ciudad *viendo a la vaca* lo irónico es que tú eres una vaca perteneciente a esta ciudad, y produces más leche que una vaca habitual, pero sin embargo eres tratada como un ser civilizado mientras que las vacas de Quiviquinta son tratadas como míseros animales, y eso teniendo en cuenta que tú si eres un animal.

La chica vaca: *Algo entristecida* Moo...

Tn: *Te incas a la altura de ella para poder verla de frente* Sonará ridículo que lo diga, pero... ¿cómo te llamas?

La chica vaca: *Incapaz de poder responderte, solo muge* Moo...

Tn: Ya veo, no puedes responderme ni aunque lo intente *piensas por un momento* ¿puedo llamarte Cow en lo que se ocurre otro nombre?

La chica vaca: *Viéndote sonriente* Moo...

Tn: ¿Te gusta que te llame así?

La chica vaca: *Aún sonriendo* Moo...

Tn: Bien, Cow, ¿te sientes feliz de vivir conmigo?

Cow: *Viéndote contenta* Moo...

Tn: Es bueno tener a alguien que me sonría, cuando... mi mujer dejó de hacerlo desde que la sequía llego a nuestro pueblo, fueron tiempos difíciles; y por ello se dejó vender al que mejor le pagase por un servicio que pudiera dar por sí misma *viendo de frente a Cow* en este caso, lo que tú mejor sabes hacer, dar leche.

Cow: *Algo entristecida* Moo...

Tn: Mi mujer fue una traidora, yo dejé todo lo que tenía por ella, un año antes no tenía por quién hacerme responsable, pero sin embargo, ella llegó a mi vida, poco tiempo después tuvimos a nuestra hija y me dispuse a cuidarla en su compañía; pero ahora, ninguna de las dos está, y las dos mujeres que en algún corto periodo de tiempo formaron parte de mi vida, ahora ya no están.

Cow: *Te mira cabizbaja sin hacer ningún sonido*.

Tn: *Empiezas a acariciarle las orejas*.

Cow: *Comienza a hacer gestos aparentando gustarle*.

Tn: Aunque no puedo quejarme de todo, ahora estoy en la ciudad de mis padres, tengo un trabajo, tengo un nuevo techo, ropa nueva, comida, un sueldo, todo *volteando el rostro de Cow hacia ti* y lo más importante, hay una nueva chica formando parte de mi vida.

Cow: *Viéndote con algo de impresión*.

Tn: Y no pienso perderte al igual como perdí a mi esposa y a mi hija.

Cow: *Sintiéndose mimada, restriega como un perro su rostro entre tus manos intentando lamerlas*.

Tn: Tranquila vaquita, eres una chica, sé que tienes instinto animal, pero tu apariencia me dicta otra cosa.

Cow: *Te mira entristecida como sintiendo que la estás rechazando* Moo...

Tn: Perdón, ¿te gusta lamer mis manos?

Cow: *Tratando de comunicarse mejor contigo, asiente con la cabeza*.

Tn: *Sintiendo culpa le acercas tus manos* Puedes lamerlas si quieres.

Cow: *Recuperando su sonrisa, comienza a lamer tus manos como si se tratara de un perrito, pero haciéndolo con el cariño y la ternura que uno mismo haría mezclado con su encanto femenino*.

Tn: *Retiras tus manos de su rostro y la sueltas*.

Cow: *Te mira sintiéndose grata junto a ti*.

Tn: *Te le quedas viendo durante unos breves segundos en silencio*.

Cow: *Te mira de la misma manera con una sonrisa sin emitir ningún ruido*.

Tn: Perdón que te vea de esta manera, pero es que al verte de momento a mi esposa me recordaste.

Cow: *Algo confundida* ¿Moo...?

Tn: No es por ofenderte, tú eres tú Cow, pero... tus enormes senos, tú... leche que guardas en ellos y... la forma en la que me sonríes al igual a lo que en algún momento mi mujer hacía, en verdad que me hace fijarme mucho en ti.

Cow: *Te mira sonrojada*.

Tn: Mmm... Cow, mira, mi mujer ya es punto y aparte, este... William tuvo mucha razón, mi esposa me cambió por unos míseros 7,500 pesos, y yo y mi hija sufrimos a causa de ella por haber preferido amamantar a la hija de unos desconocidos antes que a su propia hija, y para mi ella ya está muerta, al igual que mi hija.

Cow: *Te mira fijamente*.

Tn: Así que... *le extiendes los brazos* ¿podrías darme un abrazo?

Cow: *Entendiendo tus palabras* Moo... *te abraza fuertemente con ambos brazos*.

Tn: *La abrazas fuertemente sintiendo la piel de su espalda desnuda y su sostén de piel de vaca normal sobre ella* Cow... eres tan linda.

Cow: *Abrazándote con fuerza* Moo...

Tn: Tus mugidos son tan lindos, eres sin duda única.

Cow: *Se restriega cada vez más sobre ti como queriendo que la mimes más*.

Tn: Al parecer te gusta que te mimen, o tal vez... quieres que yo te mime.

Cow: *Acercando sus piernas a ti* Mo... mo...

Tn: ¿Quieres que te acaricie más?

Cow: *Se mueve cada vez más sobre ti como insistiéndote que lo hagas*.

Tn: *En eso comienzas a acariciarle su cabeza recorriendo su cabello, acaricias de adentro hacia afuera sus orejas de vaca, y tocas partes de su cuerpo desde sus hombros hasta sus caderas sin tratar de llegar a profanarla físicamente*.

Cow: *Haciendo unos movimientos algo bruscos con su entrepierna sobre tus caderas* Mo... mo...

Tn: ¿Qué tienes vaquita?, ¿quieres más?

Cow: *Te mira de frente y luego cierra sus ojos como esperando que la beses*.

Tn: *La miras por un momento creyendo que se trataba de algo relacionado a su instinto, pero luego la correspondes y la besas tiernamente en los labios* Cow... mi dulce chica.

Cow: *Super feliz* Moo...

Tn: *La besas de nuevo tratando de hacer ese beso cada vez más largo mientras disfrutas sus labios y lengua al momento de cruzarlos sobre los tuyos* Cow... ¿quieres hacerlo?

Cow: *Poniendo su rostro sobre tu pecho* Moo...

Tn: *Tomas a Cow entre tus brazos y la pones sobre el sillón* ¿En verdad lo quieres?

Cow: *Asiente con su cabeza afirmando tu pregunta*.

Tn: Está bien, mi dulce vaquita *le acaricias su rostro*.

Cow: *Se sonroja de la emoción*.

Tn: *Desabrochas su sostén de piel de baca de su cuello y espalda, exponiendo así sus enormes pechos rosados cargados con muchos litros de leche* Cow... *comenzando a tocar sus senos* tienes unas ubres muy lindas, o no sé si debería llamarlas tetas, siendo que son humanas.

Cow: *Se ríe* Jeje.

Tn: ¿Puedes reírte sin tener que mugir?, esto es nuevo para mí.

Cow: *Empezando a sentir placer a través de sus pechos, comienza a apretar su entrepierna al sentir la corriente de sus pechos expandirse a través de todo su cuerpo*.

Tn: *Acercando tu rostro a sus pechos* El jefe me dijo que guardara tu leche para venderla, y... creo que debo hacerlo *tomas unos contenedores de a litro para poder llenarlos de leche* Cow.

Cow: *Te mira directamente*.

Tn: Tú... ¿me dejarías usar tu leche para que tú y yo podamos subsistir juntos, en esta casa, en esta ciudad, y juntos mientras tú produces la leche y yo la vendo para poder cuidarte y mantenerte como te lo mereces?

Cow: *Te mira super sonrojada* Moo... moo... mo...

Tn: ¿Sí quieres?

Cow: *Super sonriente* Moo...

Tn: *Dándole un beso en la frente* Viéndolo así, tú y yo haremos un gran equipo *poniendo uno de los recipientes entre sus bubis* eres una buena chica y ambos podemos vivir de lo que produces *comienzas a ordeñarla*.

Cow: *Gimiendo* Ahhhh... moooo... ahhhh...

Tn: *Te detienes* ¿Te duele?

Cow: *Dice que no con la cabeza*.

Tn: Entonces le sigo *continuas ordeñándola*.

Cow: Ahhhh... moooo...

-Continuas ordeñándola hasta hacer unos 3 litros de leche-

Tn: Con eso creo que será suficiente, y también dejemos que tu cuerpo produzca un poco más.

Cow: *Se derrumba sobre el sillón habiendo concluido su primer orgasmo*.

Tn: *Llevas la leche de Cow a refrigerar y luego regresas con ella* Cow, ¿quieres que te deje descansar?

Cow: *Tratando de levantarse* No...

Tn: *Viéndola sorprendido* ¿Eh?, ¿hablaste?

Cow: *Hincándose y viéndote de frente* No...

Tn: ¿Es lo único que puedes decir?

Cow: Moo...

Tn: Está bien *tomándola de los hombros* ¿quieres que sigamos?

Cow: *Con sus mejores fuerzas te sonríe penosamente, pero reflejando su cariño a través de sus ojos*.

Tn: *Tocas brevemente su rostro* Entonces... *bajas tus manos meticulosamente, nuevamente en dirección a sus senos, y comienzas a frotarla*.

Cow: Ah... mo...

Tn: *Viéndola de frente* ¿Te gusta?

Cow: Moo...

Tn: *Frotas los pechos de Cow de poco a poco, hasta elevar la fuerza de tus movimientos a hacerlo cada vez más y más fuerte, aumentando así más el placer de tu chica vaca*.

Cow: *Sintiendo su nivel de placer cada vez más intenso, comienza a mover sus caderas sobre el suelo y haciendo algo de fuerza sobre el sillón con las uñas de sus manos* Ah... ah... mo... ah...

Tn: William me dijo que vendiera tu leche, pero no dijo que había algún problema si la consumía, al menos un poco *acercas tu rostro a los pechos de Cow, y los comienzas a lamer de manera suave al lamer las puntas de sus pezones, pero cambiando casi de forma inmediata a apretarlos con mayor fuerza para mantener el nivel de placer de tu chica*.

Cow: Ah... mo... ahhhh...

Tn: Cow, ¿te gusta?, ¿te está doliendo?

Cow: *Te mira reflejando un fuerte placer en su rostro sin mostrar signos de sentirse incomoda* Moo...

Tn: Te noto muy feliz, y eso me hace sentir feliz a mí también *le das un beso en los labios* y quiero hacerte cada vez más feliz *tomas sus pechos con mayor fuerza, y los chupas de una manera más agresiva, llegando al punto hasta que Cow ya no lo puede resistir más*.

Cow: *Hace una sinfonía entre gritos y mugidos reflejando llegar a su limite, y tiene un segundo orgasmo* Ahhhh... ah... mo... ah... mo... *se derrumba nuevamente sobre el sillón*.

Tn: *La sueltas en silencio, dejando que por sí misma termine de disfrutar de su orgasmo*.

Cow: *Termina de venirse* Ah... ah... ah... ah...

Tn: *Le das un beso en la mejilla* Mi linda vaquita, eres tan preciosa y única.

Cow: *Inmediatamente se da vuelta poniéndose de rodillas tras de ti*.

Tn: *Te haces a un lado al momento de moverse, pero luego de ello comienzas a ver a detalle su físico desde su lado trasero* ¿Cow?, ¿qué...?

Cow: *Comienza a mover sus caderas como pidiéndote de forma desesperada que le quites los calzones*.

Tn: ¿Quieres que te los quite? *haces lo que demanda y le quitas su ropa interior de piel de vaca, mostrándote al instante el hermoso esplendor de su vagina* no puede ser, te has venido dos veces, pero aún así sigues bastante húmeda.

Cow: *Moviendo aún sus caderas en señal de querer seguir* Ah... ah... ah...

Tn: *Acariciándole los glúteos* Ahora sí ¿ya quieres hacerlo?

Cow: *Continua moviendo sus caderas* Moo...

Tn: *Mueves tu mano de su trasero, y abres de par en par los labios menores de su vagina* guau... nunca había visto la zona intima de una mujer tan limpia y tan rosada como la de esta chica vaca *la volteas a ver* como la tuya Cow.

Cow: *Sonríe* Moo...

Tn: Eres una vaca, y a pesar de ello, eres mucho más limpia que una mujer promedio de Quiviquinta, eres sin duda la mejor *desabotonas tu pantalón y te preparas para penetrarla rozando tu glande sobre su uretra y clítoris para aumentar la humedad en su interior* Cow, aquí voy.

Cow: *Levanta sus manos en dirección hacia ti, como queriendo que la sostengas al momento de penetrarla* Mo...

Tn: ¿Tomo tus manos? *las tomas* ahora sí, aquí voy *introduces tu pene dentro de su cavidad vaginal sintiendo su interior de una forma severamente estrecha* -ah... está muy apretada, ¿será primeriza?-.

Cow: *Comienza a gritar entre placer y dolor, soltando tus manos y poniéndolas con fuerza sobre el sillón* Ahhhh... ah... ah...

Tn: *Te detienes por un momento* ¿Te duele mucho?

Cow: *Con un par de lagrimas en sus ojos* Mmm... ah... *responde tratando de mover sus caderas para seguir sintiendo la forma en que la penetras*.

Tn: No te fuerces, es normal que te duela en tu primera vez.

Cow: *Te miras con sus ojos llorosos mientras levanta nuevamente sus manos hacia ti para que las vuelvas a tomar* Mo... mo...

Tn: *Viéndola aún manteniéndote serio* ¿Estás segura?

Cow: *Asiente con la cabeza*.

Tn: Está bien, lo hago porque te quiero *vuelves a tomar sus manos y comienzas a penetrarla de manera consecutiva*.

Cow: *Comenzando a gemir* Ah... ah...

Tn: *Poniendo las dos manos de ella sobre su cintura mientras tú se las sostienes, continuas penetrándola de poco a poco cada vez más rápido, procurando que tanto tú como ella sean capaces de disfrutarlo*.

Cow: *Continua gimiendo mientras sostienes sus manos sobre sus pompis* Ah... ah...

Tn: Cow, tu vagina está muy apretada, ¿ya no te duele?

Cow: *Dice que no con la cabeza y continua moviendo por sí misma sus caderas mientras tú mantienes el ritmo sobre ella*.

-Te mantienes de esa forma durante algunos cuantos minutos mientras ella goza del placer-

Tn: *Cambias a Cow de posición y la colocas sentada sobre ti mientras tú te sientas en el sillón con ella usándote como silla; mantienes la misma fricción que llevabas en la posición anterior mientras Cow se va acostumbrando al cambio*.

Cow: *Aún sosteniendo tus manos, gime de placer tratando de llevar el nuevo ritmo del cambio de postura* Ah... ah... ah...

Tn: *De momento sueltas sus manos, y aprovechas para abrazarla y acercar tu rostro al de ella robándole un beso en el asunto* Cow, te quiero mucho.

Cow: *Te besa una y otra vez mientras intenta hacer contacto también usando su lengua*.

Tn: *La correspondes de una manera cada vez más intensa mientras ella se desenvuelve poco a poco más sobre ti*.

Cow: *Mueve sus caderas de abajo hacia arriba de una manera más y más intensa*.

Tn: *Tocando ambos pechos de Cow* Te gusta que te ordeñe ¿verdad? *comienzas a apretárselos*.

Cow: Ahhhh... *gime cada vez más fuerte*.

Tn: *Los aprietas más y de a poco le empieza a salir leche de sus pechos aún sin siquiera pretender ordeñarla del todo* Produces mucha leche mi amor, con tu leche haremos una gran vida juntos*.

Cow: *Siente correr su leche a través de sus pezones mientras ella ríe y disfruta cada vez más el pasar su primera vez junto a ti*.

Tn: *Sintiendo como ella aprieta más su vagina tratando de recibir más placer de parte de ti* Ah... estás apretando mucho... ya estoy casi de llegar a mi limite.

-Cambias inmediatamente a Cow de posición otra vez, ahora colocándola en misionero-

Tn: *La continuas penetrando* Cow, ya estoy por llegar a mi limite, estoy a punto de terminar sobre ti.

Cow: *Aún gimiendo* Mo... ah... ah... ah...

Tn: *Presionas sus pechos con mayor fuerza para hacer que Cow pueda elevar su nivel de placer y hacerla correrse más rápido* Cow... tu leche me traerá muchos beneficios a mí para poder mantenerte, pero... ahora como muestra de mi agradecimiento y de mi buena fe, te daré a probar un poco de mi propia leche, voy a ponerla toda dentro de ti.

Cow: *Viniéndose justo cuando das tu último movimiento* ¡Ahhhh...!, ah... ahhhh... ah... ah...

Tn: *Te corres dentro de su interior disfrutando del estasis al mismo tiempo y en conjunto*.

Cow: *Termina de venirse y te mira con una mirada haciendo denotar su felicidad*.

Tn: *Acariciando nuevamente su rostro* Cow... eres tan linda, creo... 

Cow: *Viéndote directamente* ¿Mo...?

Tn: Creo... que en verdad me he enamorado profundamente de ti.

Cow: *Cerrando sus ojos y poniéndose colorada* Mmm...

-Días más tarde-

Tn: *Narrando* -Durante mis primeros días de trabajo seguí las instrucciones de mi jefe al pie de la letra; acudía de lunes a sábado a su negocio para entregarle la leche de Cow, yo salía consecutivamente a hacer los pedidos para venderla por la ciudad, los clientes por lo general me pagaban con una buena propina, en especial las tiendas de autoservicio, y con ello poco a poco fui sacando para mantener a Cow y a mi mismo en nuestra nueva vida juntos. Eso incluyendo el cheque de mi salario quincenal.

 -En tu casa-

Tn: *Llegando del trabajo* Ya llegué Cow...

Cow: *Recibiéndote en la entrada* Moo... 

Tn: *Acaricias tiernamente su cabeza* ¿Cómo está la vaquita más linda de todo Quiviquinta?

Cow: *Confundida* ¿Mo?

Tn: Perdón, la pregunta era... ¿cómo está la vaquita más linda de todo Tepic?

Cow: *Sonriendo* ¡Mo...!

Tn: *Le das un beso en los labios* Que bueno que estés contenta.

-Horas más tarde-

Cow: *Siendo penetrada por ti en posición de perrito mientras se sostiene entre unos ventanales* Ah... ah... ah...

Tn: *Le das de forma suave y tierna mientras ella lo disfruta* -Continuamos teniendo sexo por lo menos una vez al día, era sorpréndete el solo hecho de ver lo dispuesta que siempre estaba por complacerme a mí, y yo obviamente no me quería quedar atrás en ello-.

-Dos semanas más tarde-

Tn: *Penetrándola en estilo de vaquera, montándote contigo acostado* -Siempre traté de complacerla en la mayor medida posible; cada vez que llegaba a la casa ella me recibía con una sonrisa, me mimaba, se dejaba mimar por mi, y era todo lo que yo buscaba desde el momento en que mi esposa me abandonó. Pero no me cabe duda de que esta mujer vaca es sin duda la mejor opción para rehacer mi vida con otra persona, espero que sí-.

Cow: *Moviendo sus caderas de abajo hacia arriba sosteniéndose de tu pecho* Ah... ah...

-Cinco meses más tarde-

Tn: *Volviendo del trabajo como costumbre* Cow, ya vine... no me lo vas a creer, acabo de recibir mi aguinaldo, yo en mi vida había recibido uno.

Cow: *Viéndote sentada desde la sala* Mo...

Tn: *Viéndola* ¿Qué haces por allá? *te acercas hacia ella* ¿estás cansada de tanto que te he ordeñado? *te hincas a su altura y te terminas por dar cuenta de una gran revelación* ¿Cow?, tu vientre.

Cow: *Te mira hincada en el suelo con su vientre crecido mostrando de forma directa estar embarazada*.

Tn: *Sosteniendo su vientre* Es increíble, pronto volveré a ser padre, enmendando el mal camino por el cual hice llevar a mi pequeña hija cuando no tenía nada en Quiviquinta, y ahora... *tomando a Cow de las mejillas* podré rehacer ese camino junto a ti, porque muy pronto también serás madre.

Cow: *Viéndote con muchas alegría* Moo...

-Tiempo después Cow da a luz teniendo a una dulce niña de mediana especie-

Cow: *Sosteniendo a su hijo en brazos sintiéndose dichosa*.

Tn: *Sentándose junto a ella* Es nuestra hija Cow, con ella haremos un gran futuro juntos *acaricias su cabeza*.

Cow: *Se sonroja*.

Tn: Cuando ella crezca seguro producirá mucha leche al igual que tú, y con ello podremos llegar a hacer nuestro propio negocio; ya tengo empezado mi ahorro para poder independizarnos y así pronto hacer nuestras propias ganancias Cow, te prometo que en menos de lo que te imagines, seremos los mayores productores de leche de esta ciudad.

Cow: Mo...

Tn: *Abrazándola de lado a lado en conjunto a su hija* Sé... que no es precisamente así, y que ni a ti ni a mí nos gusta que te comparé con mi mujer anterior, pero... *la volteas a ver* tú eres sin duda la mejor "vaca de Quiviquinta".

(Hasta aquí finaliza la historia chicos, la verdad no tengo ni idea de que fue lo que escribí, muchas cosas pasaron por mi cabeza, no sé si algunas tuvieron sentido y tal vez otras no, pero como se los mencioné en un principio, lo hice más que nada con fines de terapia; espero les haya gustado, si es así, voten por esta historia y compártanla con más usuarios para ver cuál es su opinión sobre este tipo de historias one-shot con contenido para adultos).

-Y antes de acabar, me gustaría que me pudieran definir por ustedes mismos a qué me quise referir realmente con el titulo de la historia, porque se habrán dado cuenta de que iba más allá de referirse solo a la chica vaca-

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