Epílogo
✨12 DE JULIO DE 2034✨
—¡Lucca, va a caerse! —grita Sara desde la puerta de la cocina alzando las manos en la cabeza—. Ya paren con eso, puede aprender el año que viene.
—Yo quiero aprender ahora, mamá —le reprocha Chiara cruzándose de brazos.
Me acerco a ella y como puedo le ato el cabello pelinegro en una coleta alta para que no se le meta en los ojos ya que va a necesitar tenerlos bien abiertos.
Después de todo, el pelinegro si fue gen dominante sobre el rubio, en dos ocasiones.
—Lo tengo bajo control, rubia, no va a lastimarse —le aseguro sonriéndome.
Si ella supiera que Chiara ha estado practicando con la bicicleta mientras ella está en el estudio y que ha caído tantas veces como se ha subido seguramente me mataría, por eso es un secreto entre mi hija y yo.
—Y si me lastimo no voy a llorar —agrega ella—. Trevor es el que no soporta ni un rasponcito, yo soy grande.
De grande nada, apenas tiene cuatro años y Trevor dos.
—No voy a caerme, mami —me mira a mi buscando ayuda.
—No va a caerse —ambos miramos a Sara poniendo ojitos de gato y ella finalmente se da por vencida asintiendo.
Chiara salta a modo de celebración y camina hasta mí para chocarme los cinco. Se sube a la bicicleta y conmigo aún sosteniéndola del asiento comienza a andar. Corro por toda la cuadra a su lado hasta que me mira por encima de su hombro y guiña un ojo, esa es mi señal para que la suelte.
Cuando lo hago Sara vuelve a llevarse las manos a la cabeza, pero pronto comienza a sonreír al notar que Chiara lo ha conseguido. Al llegar al final de la otra cuadra gira sin tocar los pies en el suelo y regresa hasta donde estoy yo parado con una sonrisa victoriosa en sus labios.
—¡Lo logré, papi! —grita eufórica y suelta los manillares de la bicicleta para volver a agarrarlos al instante con los ojos abiertos como platos.
Sigue andando hasta Sara y frena frente a ella mirándola seria.
—Ahora es turno de Trevor —su voz de repente parece la de un demonio.
—Tu hermano es demasiado pequeño para andar en bicicleta todavía, apenas sabe caminar.
—Trevor puede aprender —voltea a verme a mi que me acerco caminando lentamente—. ¿Verdad, papi?
—Quizá el año que viene, y como buena hermana mayor tú puedes ser quien le enseñe —sugiero estirando los brazos hacia ella para alzarla.
—Ven aquí, mamá —abre los brazos hacia Sara que se acerca y nos une a los tres como un sándwich—. Los amo mucho mami y papi.
—Nosotros a ti, hija —dice Sara dándole un beso en la mejilla.
Desde dentro se escuchan los llantos de Trevor y Sara se apresura a entrar. Otra vez solos Chiara y yo, ella me mira con complicidad y una sonrisa pícara curva sus labios.
—¿Harry sigue con la batería? —pregunta frunciendo el ceño.
A veces me sorprende lo mucho que mis hijos se parecen a mí, es como si mis genes fueran los únicos dentro de su ADN.
—Seguramente —asiento.
—¿Puedo pedirle que ande en bici conmigo?
—No creo que quiera, pero...
No me deja terminar y se echa a correr hacia dentro de la casa y escaleras arriba en busca de su primo que estará con nosotros durante el resto de las vacaciones. Aguardo unos segundos parado en la entrada de la casa hasta que los dos aparecen, Harry cargando su bicicleta y ella empujándolo desde atrás.
—¿Van a andar juntos? —le pregunto a Harry.
—Sí, padrino, pero no te preocupes que yo la cuidaré.
Harry sube en la bicicleta y Chiara se sienta en el asiento prendiéndose a él como un mono. Desde la entrada los veo alejarse carcajeando y siento una punzada de felicidad en el corazón.
Todos los raspones y caídas valieron la pena, tanto para ellos como para nosotros, ahora lo sé.
✨FIN✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro