✨ Sara ✨

Si hubiera venido a casa de Dorota el jueves como la abuela me lo indicó a hacerle los arreglos al disfraz me hubiera evitado comerme la mañana encerrada en su casa viéndola coser mi cola de sirena.

Klara tiene las piernas un poco más finas que las mías, por lo que hubo que agregarle una extensión de tela para que mi cuerpo entrara a la perfección en el traje.

Gracias al cielo Klara quiso cambiar de personaje, porque aunque me diera mucha lástima romperle la ilusión a la abuela de un elenco en el que participara toda la familia, no pensaba hacer de cochinito. Tengo algo de dignidad y perderla no es algo que planee por el momento.

—El violeta te queda muy bien, nena —comenta Dorota dándole otro punto al traje—. Resalta el color miel de tus ojos, por cierto, tienes unos preciosos ojos, niña.

—Son igual a los de su madre cuando era pequeña, me recuerda mucho a ella —agrega su esposo, ojeándonos por encima de su tablet.

Yo le dedico una sonrisa por compromiso y como forma de agradecerle por esa especie de cumplido.

—¿Qué te pareció el guión, niña? —Dorota sonríe y sus ojos parecen esconderse en su rostro.

—Aún no lo leí, no he tenido mucho tiempo —mejor dicho, me he centrado en la nueva temporada de mi serie favorita y apenas he tocado las primeras dos páginas del libreto.

—Te quedan unas pocas horas, mi niña, la obra es mañana.

—Lo sé, créame que lo sé. Klara ha estado practicando su texto a todas horas, tanto que juro que hasta yo me lo aprendí de memoria.

—Deberías seguir su ejemplo, un buen actor no debe olvidarse de sus líneas nunca.

—Tengo pensado estudiarlo en cuanto me marche de aquí —por favor que caiga.

—¡Ay, mija, mejor no te retengo más tiempo entonces!

Se pone de pie dejando el disfraz en su asiento y me acompaña hasta la puerta dirigiéndome con una de sus manos puesta en mi espalda.

—No te preocupes por la cola que aún queda gente por levantar sus disfraces, puedo pedirles que te la alcancen hasta la casa de Marta.

—¡Oh, muchas gracias, señora!

Camino de regreso a casa pensando en la paz mental que tendré al llegar. Dorota no se calló la boca un segundo en las cuatro horas que estuve en su casa, por lo que ahora mismo siento que la cabeza me va a explotar.

A la mierda estudiar el libreto, primero dormiré las cuatro horas que me faltan para completar las ocho diarias.

Mis ideas de un poco de paz mental se destruyen una vez que llego a casa y me encuentro a Vicky en mi habitación, sentada sobre la cama de Klara con las piernas cruzadas y una expresión digna de un detective de telenovela.

No necesariamente de uno bueno, sino de esos que solo sacan dinero y terminan por no averiguar nada.

—¿Qué quieres ahora? —pregunto con un tono de voz cansado que espero le indique que no estoy disponible para sus tonterías.

—Solo te observo. —curva los labios hacia abajo y se recuesta.

—¿Puedes observarme después? Quiero dormir.

—Sí, mejor te dejo —no puedo evitar sorprenderme ante la facilidad con la que se rinde—. Si fuera tú también querría disfrutar del poco tiempo en paz que me queda.

Se encamina hacia la puerta removiendo las caderas.

—¿Por qué? ¿Qué pasa?

—Todavía no lees el guión ¿o sí?

Le echo una ojeada al libreto encima de mi mesa de luz y niego con la cabeza.

—Pues, te recomiendo que lo hagas cuanto antes.

—¿Qué? ¿Por qué? —sale de la habitación— ¡Vicky, no me dejes así!

Tomo el guión y comienzo a leer los diálogos, saltándome el texto para hacerlo más rápido. No sé qué puede haber de controversial en una tonta historia de una sirena, pero sea lo que sea, estoy segura de que es mejor a que hacer del cochinito tonto con casa de paja.

Después de veinte páginas aún no he encontrado nada por lo que me deba preocupar, o al menos es así hasta que doy vuelta la página acercándome al final y leo una escena en particular.

La sirena voltea a ver a Loretta y con lágrimas en los ojos dice:

—Lore...no volverá, él no...

Loretta se tira al suelo junto a la sirena e intenta apartarla del cuerpo del pirata.

—Tenemos que irnos, Amelia. Rápido, antes de que el capitán despierte.

Loretta la toma del brazo en un nuevo intento de apartarla del cuerpo del pirata. Entonces, la sirena se niega y toma el rostro del pirata entre sus manos.

—Dame un momento, solo...

Loretta asiente y se aleja hasta la entrada de la cueva, alerta a cualquier señal de los secuaces del capitán Halsson que en ese mismo yace tirado en el piso rocoso de la cueva..

—Te amo, Chase, siempre lo haré.

La sirena susurra contra los labios del pirata y acto seguido deposita un beso sobre sus labios.

—¡No, no, no! —adiós a mi siesta, debo encontrar a Klara—. Maldita sea, no.

Bajo las escaleras corriendo y entro en la cocina dando zancadas hasta llegar a Klara que felizmente mete una de las galletitas de las que horneó la abuela en su boca.

—¿Qué mierda es esto? —sacudo las hojas frente a su cara mientras mamá y la abuela se quejan por mis palabras.

—¿El guión? —responde ella irónicamente, resaltando la obviedad del asunto.

—¡Por eso me cambiaste de personaje tan fácil! —ahora veo el motivo—. ¡No pienso besar a Lucca!

La abuela se acerca a mi y toma mi libreto.

—¡Ay, mija, es solo un beso inocente! —baja los lentes desde su cabeza hasta sus ojos y procede a leer la última página—. Recordando los chupetones que te hizo en el cuello el verano pasado no creo que un besito sea un gran problema para ustedes.

—Si no quiere darle un beso a ese chico no lo va a hacer, mamá, tampoco la puedes obligar. —agradezco que mamá intente defenderme, pero a esta altura de la vida debería de saber que con la abuela no hay caso.

—Hija, es un besito bobo, que en nada le afecta. Además, los chicos escribieron el guión con mucha dedicación y ahora no hay tiempo de cambiarlo.

Si hubiera leído el guión antes, cosas como estas se podrían haber evitado, pero no puedo echarme toda la culpa encima. Le lanzo una mirada fulminadora a Klara que aprieta los labios para evitar sonreír. Esto es culpa suya también.

—Tengo novio, abuela. ¿Cómo crees que se sentirá si yo beso a otro chico?

—Un actor da todo por su papel, mija. Y si el chico confía en ti entenderá que un beso no cambia tus sentimientos.

Frustrada con la vida, con la abuela y sobre todo con Klara, me doy media vuelta y salgo de la cocina llevándome el mundo por delante. Subo las escaleras de dos en dos y al llegar a la habitación cierro la puerta con un golpe.

Cojo mi celular de encima de la cama y digito el número de Gabriel; tengo que hablar con él cuanto antes y comentarle esto para asegurarme de que, de hacerlo, no nos cause problemas.

Bien podría mandar todo a la mierda y hacerlos que consigan otra sirena, pero como la abuela dijo, no hay tiempo y pensar en la desilusión de los niños me obliga a detenerme.

Siempre hay otra forma de solucionar las cosas.

—Olá linda —dice Gab ni bien atiende—. Eu estava prestes a ligar para você.

«Hola, linda. Justo estaba por llamarte.»

—Sinto tanto sua falta amor, já quero que seja primavera para te ver de novo.

«Te extraño tanto amor, ya quiero que sea primavera para volver a verte»

—Yo también, Gab. Escucha...

Sin dar tanta vuelta, es mejor ir al grano de una vez por todas.

—Está tudo bem, amor?

«¿Está todo bien, amor?».

Noto como su voz pasa de ser cálida y relajada a una calidez fusionada con preocupación.

Cuando le dije que pasaría las vacaciones en Estados Unidos con mamá comenzó a manifestar su miedo a que le fuera infiel aquí. Gab tuvo una ex que le puso el cuerno con su mejor amigo, por lo que la infidelidades son un terreno peligroso en él. Y por lo mismo es que no me arriesgaría jamás a jugar con esa inseguridad y de llegar a lastimarlo, juro que jamás habrá sido a propósito.

Estoy segura, y apuesto mi vida en ello, de que en este momento mil ideas se le están cruzando por la cabeza, todas ellas erradas.

—Voy a actuar en una obra de teatro que organiza la caridad aquí en el pueblo...

—Isso é bom, Sara, mas e quanto a isso?

«Eso es bueno, Sara, ¿pero qué hay con eso?».

—Que el personaje que interpreto, emm —lanzaré la piedra y luego me atendré a las consecuencias—. El personaje que interpreto se da un beso con el protagonista masculino.

Lo suelto rápido, como si eso hiciera que las palabras pesaran menos.

—Ohh —se queda en silencio y comienzo a entrar en pánico—. Está tudo bem, eu não vou ficar com ciúmes disso, amor.

«Ohh. Está bien, no me voy a poner celoso por eso, amor»

—Es que hay un detallito.

En realidad, es más un detallote que detallito..

—Não importa o que seja, diga e pronto, você sabe que eu sou compreensível com tudo.

«No importa lo que sea, dilo y ya, sabes que soy comprensible con todo».

—¿Te acuerdas de Lucca? Yo te hablé de él cuando recién nos conocimos...

—Seu ex estúpido, é claro que eu me lembro. Ele está te incomodando?

«El estúpido de tu ex, claro que lo recuerdo. ¿Te está molestando?».

—No, no, nada de eso —aclaro antes de que se haga locas ideas—. Es solo que, bueno... él es el chico al que tengo que besar.

Silencio y más silencio que se me hace asfixiante.

—¿Gabo? —necesito que me diga algo, cualquier cosa.

—Você ainda tem sentimentos por ele? Mesmo que seja a menor coisa

«¿Todavía sientes algo por él? Aunque sea la mínima cosa».

Como yo lo veo tienes dos opciones claras, Sara. Mientes y te evitas un problema, o le dices la verdad y luego le haces frente a las consecuencias.

—Nada. Ya no siento nada por Lucca.

Es irónico que después de haberte enfadado con medio mundo por mentirte y ocultarte cosas, ahora mismo le estés mintiendo descaradamente a tu novio.

—Então está tudo bem, se você acha que beijá-lo não vai fazer você duvidar de como você se sente sobre mim, eu estou bem com isso.

«Entonces está todo bien, si crees que besarlo no te hará dudar de lo que sientes por mí no tengo problema con ello».

Y ahora es cuando vuelves a mentir.

—Estoy segura de que no lo hará.

—Eu vou comer com os meninos, eu falo com você quando eu voltar, te amo.

—Hasta luego, Gab, besos.

Cuelgo la llamada y dejo mi mano caer a mi lado encima de la cama.

"Nada. Ya no siento nada por Lucca"

Mentirosa.

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Hola feaaaas. 

Solo paso a decirles que espero que tengan bonito final del día y que no se olviden de votar.

Hata nuevo kp, las kiero muchote. ♥