31 | El Halcón ha vuelto
✨ Lucca ✨
—Esa es la historia de tu tío y te la cuento para que aprendas a no ser como yo —le digo a Harry mientras cubro mi rostro con sus pies—. Sé que falta mucho, pero ya quiero que llegue el día en que me presentes a tu novia o novio porque entonces voy a darte todos los consejos que me gustaría que alguien me hubiera dado a mi.
Harry ríe como si supiera de qué estoy hablando.
—De seguro vas a tener a muchos y muchas atrás y eso lo sacaste de mí, porque a tu padre solo algunas pocas le han hecho caso. Pero eso porque es un idiota, ¿Verdad que sí? Se parece un poco al mío. Si no fuera porque naciste con el cabello rubio de Landon juraría que eres mi hijo, nos parecemos más de lo que crees, solo que tu tendrás alguien que te demuestre que te quiere constantemente. Lo prometo.
Él vuelve a reír y cuando comienzo a hacerle cosquillas carcajea. Su risa es contagiosa y termino riendo yo también.
—La abuela tiene razón en que se te dan bien los niños —no voy a mentir, Vicky me ha dado el susto de mi vida.
—Mientras no sean míos, todo perfecto —le sonrío alzando el pulgar.
—Harry tiene suerte de tenerte, Lucca.
—Ambos somos suertudos —le guiño un ojo y él carcajea otra vez—. ¿Dónde habías ido? Nos despertamos y no estabas por ningún lado.
—Tenía que comprar algunas cosas para el almuerzo ¿te quedas a comer?
—No quiero morir intoxicado —arrugo la nariz negando con la cabeza.
Vicky me tira con una de las toallitas de Harry dándome en el rostro.
—Es en serio, idiota.
—No puedo quedarme, tengo cosas que hacer —me encojo de hombros—. Te dejaré dinero por si necesitas.
—Por ahora estamos bien...
No importa lo que diga, voy a dejárselo igual. Saco los últimos billetes de cien dólares que me quedan en efectivo y se los dejo encima de su mesa de luz apretándolos con su lámpara. Son un total de cinco billetes, suficiente hasta que pueda transferirle más.
—No necesito tanto, Lucca.
Le doy un beso a Harry en la mejilla y otro en la frente antes de ponerme de pie.
—No te quejes —me acerco a ella y la abrazo—. Cuidense ¿sí?
—¿Seguro que no quieres almorzar aquí? Todavía llueve mucho —niego con la cabeza otra vez—. Entonces acéptame la cena, anda.
—Veré qué puedo hacer, pero no te aseguro nada.
Le guiño un ojo sonriendo y me encamino hacia la salida. Las llaves de mi auto están colgadas en la puerta, así que las tomo de cruce y salgo finalmente de la casa. Conduzco hasta la mía con tranquilidad, el dolor de cabeza que traigo me está matando y no veo la hora de llegar a casa y poder tomar algo que me alivie esta tortura de una maldita vez.
—Me tenías preocupada ¡Podrías haber avisado que pasabas la noche fuera, Lucca Bianchi! —me regaña Em al llegar.
—Estuve con Harry y Vicky, no hagas drama.
No le doy mucha importancia y subo las escaleras hacia mi habitación con ella caminando detrás de mí.
—Toma —le paso mi celular—. Ponlo a cargar y transfiérete el dinero que vayas a necesitar durante este mes.
—¿Vas a algún lado? —noto la preocupación en su tono.
—Voy a New York, temas de trabajo —miento.
En realidad el destino que tengo planeado es uno muy diferente, pero no pienso decírselo o no dejará que salga de la casa.
—¿Está todo bien?
—Sí, Em, es sobre la película. Tienen que tomarme medidas para el vestuario y miles de cosas más, volveré en cuanto pueda.
Ella asiente y hace lo que le pedí. No me voy porque necesite desabrumarme, me voy porque en cuanto se corra el rumor del compromiso de Sara todos van a voltear a verme con lástima y no quiero eso. No espero olvidarla, porque sé que es imposible, pero al menos tengo la esperanza de que este dolor en el pecho sea más leve.
—Podría ir contigo...
—¿Y dejar a Sofía?
Me encantaría que viniera conmigo, pero de verdad necesito estar lejos de todo lo que conecte con este pueblo por un tiempo.
—Tienes razón, es mala idea.
Sofía vuelve a Inglaterra después del verano, por lo que no van a verse sino hasta el verano que viene, así que están intentando aprovechar todo el tiempo posible.
—¿Cuándo dijiste que volverás? —me ve moverme de un lado al otro de la habitación llenando mi maleta con cosas que seguramente no usaré.
—No lo sé, cuando ya no me necesiten.
En realidad pienso volver algunas semanas antes de que inicien las clases en la universidad, así ayudaré a Klara a trasladar sus cosas. No puedo dejar que Pablo lo haga solo porque soy consciente de que ella querrá llevarse la casa entera y eso va a generarle un dolor de espalda tremendo a mi mejor amigo.
—Espero que no sea mucho, porque sino voy a extrañarte.
—Estuvimos dieciocho años hablando nada más que por videollamada, Em, sobreviviras unos días sin verme.
—Pero voy a extrañarte en casa. Una vez que conectas con alguien se te hace más dificil alejarte de él.
—Vas a sobrevivir —repito.
—Pero si alguna noche te llamo porque no puedo dormir de lo mucho que te extraño ¿volverías?
—Probablemente sí, pero para cuando llegue aquí ya te habrás dormido, así que lo veo medio en vano.
—No es justo —se acerca a mí y me abraza.
—Seguiré juntando mis cosas —suelto la indirecta buscando que me deje solo—. Si tienes algo que hacer ve tranquila, estaré aquí al menos por unas tres horas más.
—¿Te vas hoy? —mierda, debí quedarme callado.
—Dijeron que era urgente y supongo que cuando antes vaya antes regresaré.
Debo irme cuanto antes porque si Gabriel vuelve a Brasil tan pronto como sus padres se lo pideron no van a tardar mucho en soltar la gran noticia y no quiero estar aquí cuando eso pase.
Em me vuelve a abrazar y luego sale de la habitación cerrando la puerta detrás de ella. Solo entonces me permito soltar el aire que contenía en mis pulmones y cuando una lágrima comienza a caer por mi mejilla la aparto con brusquedad.
Termino de meter ropa en mi maleta, apago mi celular y lo dejo encima de la mesa de luz, cojo las llaves y bajo las escaleras en silencio procurando que Em no me escuche, porque lo que le dije fue una mentira, no me voy en algunas horas, me voy ahora mismo.
[✨]
Algunos creeran que soy afortunado, que tengo la suerte de poder cruzar un continente y esconderme en Italia intentando evitar el dolor, pero yo solo veo a alguien que en realidad no tiene donde ir, porque todo lo que quiere está en un pequeño pueblo a una hora de California y precisamente ahí es donde no puede estar.
Mientras crecía me sentía el rey del mundo. Iba donde se me antojaba, me follaba a quien se me venía en gana y hacía cosas que para cualquier adolescente resultaría extravagante e inimaginable. Ese es el Lucca del que no estoy orgulloso. El Lucca que jugaba con las chicas porque sabía que luego iban a terminar en la cama de su padre y no quería darles la posibilidad de imaginar que siquiera por un segundo lo habían hecho sentir algo. Aunque, de todas formas jamás lo hicieron.
Mi vida sexual comenzó a los trece y desde entonces no se apagó ni por medio segundo. Cada noche era una chica diferente la que gemía mi nombre, una habitación de hotel distinta en la que no volvería a poner un pie significaba otra chica a la que no volvería a tocar. Por años fue así, hasta que apareció Sara y entonces me di cuenta de que no importa cuantas chicas duerman en mi cama, con la única que me siento en paz es con ella.
En dos meses Sara se convirtió en mi ancla a tierra. Es la persona que más amo en el mundo y con la que no dejaré de imaginar una vida por más de que sea imposible.
Mi corazón todavía se niega a creer que lo nuestro se acabó, pero mi cerebro sabe que las cosas buenas duran poco tiempo y que por eso hay que aprovecharlas mientras todavía las tienes contigo.
Desde que subí en el avión una idea, quizá un tanto peligrosa, se clavó en mi mente. No será igual, no ahora que conozco el amor y la amistad verdadera, pero esta gente ya me sirvió una vez para olvidar mis problemas y es mejor estar con ellos a estar solo, así que pienso usarlos.
—Sei sicuro di cosa farai? —no me sorprende que a Matteo le parezca raro que quiera hacer esto de repente.
«¿Estás seguro de lo que vas a hacer?».
—Non volevi il Lucca che ti accompagnava in ogni follia? Ecco qui.
«¿No querías al Lucca que te acompañaba en cada locura? Aquí lo tienes».
—Certo che rivoglio mio fratello, ma tu sei strano.
«Claro que quiero a mi hermano de vuelta, pero estás raro».
—Sono solo me stesso —el falso, pero sigue siendo una versión de mí.
«Solo estoy siendo yo».
—Diciamo che ti credo, ora dimmi perché ti sei fatto tatuare quelle stelle dietro l'orecchio, sembra il tatuaggio tipico per una donna semplice.
«Digamos que te creo, ahora cuéntame por qué te has tauado esas estrellas detrás de la oreja, parece el típico tatuaje de mujer básica».
De mi mente no se borra lo que Em me dijo una vez. Para Sara fuimos polvo de estrellas, para mí fuimos dos estrellas que brillaron juntas antes de romperse la una a la otra y no me basta con llevar lo nuestro en mi corazón y mi mente, también quiero llevarlo en mi piel.
—Lo compri con la tua ragazza, vero? —sube y baja las cejas.
«Lo compartes con tu chica ¿cierto?».
Ojalá.
—Qualcosa del genere —no voy a contarle a Matteo mi situación amorosa.
«Algo así».
—Intenso —agranda los ojos como paltos—. Ascolta, Tommy Buger ha detto che ti tirerà fuori dal ring in due secondi, ha parlato con molte persone e sembra che voglia essere il primo a metterti alla prova dopo la pausa.
«Escucha, Tommy Buger ha estado diciendo que va a bajarte del ring en dos segundos, ha hablado con mucha gente y parece que quiere ser el primero en probarte después de tu descanso».
No ha podido ganarme desde que inicié, no sé qué le hace creer que podrá hacerlo ahora.
—Se lo incontri, digli di iniziare a pregare, perché stanotte qualcuno scenderà dal ring chiedendogli la vita e non sarò io.
«Si te lo cruzas dile que comience a rezar, porque esta noche alguien va a bajar del ring pidiendo por su vida y no voy a ser yo».
—Significa che il Falcon è tornato?
«¿Eso significa que volvió el Halcón?»
Se siente bien volver a escuchar ese apodo.
—Il falco è tornato —afirmo antes de poner un pie fuera del auto y encarar con el club.
Llevo tanto tiempo sin hacer esto que aún sin haber visto a mi oponente siento la adrenalina viajando a mis puños. No voy a drogarme, eso no sirve de nada y solo daña mi cuerpo, esto es mejor y como mucho obtengo algunos moretones.
—Ci penso e tremo
«Lo pienso y tiemblo».
—Fai bene.
«Haces bien».
———— ✨️ ————
Sé que es viernes y que no es día de actualización, pero recordemos que acá también se actualiza en fechas importantes Y HOY ES UN DÍA IMPORTANTE.
Almi, feliz pumpleanito, acá está tu capítulo de reglo bro <3
Además, aprovecho para decirles que sábado y domingo va a haber actualización, dando así por finalizada la primera parte del libro Y LUEGOOOO, luego comienza la maratón de capítulos hasta llegar al final como hicimos con PDE.
Nada eso. Almi, pasala lindo y si te compran una torta tené cuidado en donde te sentás jajsjaja
Adios fe@s <33
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro