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30 | Solo estoy devolviéndote el favor, prima.

✨ Sara ✨

—¡Sara! ¡Sara, levántate! —la voz de mamá acompañada de unos sacudones en mi brazo me despiertan.

Me cuesta ubicarme al principio y tampoco entiendo por qué me duele tanto el cuello hasta que comprendo la situación. Después de pasar media hora llorando como idiota me he quedado dormida aquí mismo.

—¿Qué haces durmiendo en la cocina? —pregunta arqueando una ceja—. ¿Viste a alguien anoche?

¿Cómo siquiera se le puede ocurrir eso?

—¿Qué? No.

—¿Y qué hacías al lado de la puerta?

Rasco el esmalte de mis uñas con nerviosismo mientras mi cerebro procesa una mentira creíble.

—Un perro enredó su correa en el alambre, estaba aullando y salí a ayudarlo. Después debo de haberme quedado viéndolo y me dormí aquí, no sé.

—Sea lo que sea, ve a cambiarte y arreglarte —me toma del brazo para ayudarme a ponerme de pie.

—¿Qué pasa? —no me gusta cunado actúa sospechosa.

—Victoria está aquí y quiere hablar con ambas.

—¿Qué pasó? ¿Harry está bien?

Dios, por favor que no sea nada malo.

—Dijo que era importante y que tiene que contarnos algo antes de que sea demasiado tarde —se encoge de hombros haciendo una mueca con su boca.

—Que raro...

—Yo le dije lo mismo, pero ella me aseguró que no era nada malo, así que supongo que no debemos preocuparnos.

Sigo a mamá hasta la sala y ahí me despido de ella para subir las escaleras. Si Victoria quiere hablar con ambas ha de ser algo importante, pero no se me ocurre qué y el bichito de la curiosidad comienza a picarme.

Al entrar en la habitación encuentro a Gab aún dormido, así que sin hacer ruido para no despertarlo voy hasta la cajonera y saco ropa. Con el mismo sigilo me meto en la ducha y disfruto del agua fría cayendo por mi cuerpo, cierro los ojos y dejo que mis sentimientos fluyan, lloro y río a la vez, recordando y añorando, quizá lamentándome también.

Al salir Gab ya se ha despertado. Está sentado junto al respaldo hablando por teléfono, me acerco para saludarlo con un beso en los labios y al apartarnos susurra un «Mamá» indicando quién está al otro lado de la línea.

—¡Ola, Irma! —grito yo y él sonríe.

—Te manda un beso y dice que te extraña —informa Gab.

—Awww —Irma es la suegra perfecta—. Yo también la extraño mucho.

Le doy otro beso a Gab y salgo de la habitación. Camino hasta la de mamá y golpeo la puerta varias veces, pero nadie responde, así que me dirijo directamente a la sala.

Al encarar con Vicky ella, que estaba sentada en el sofá, se pone de pie y me sonríe de lado.

—¿Dónde está Harry? —pregunto afinando mi voz.

—Se ha quedado en casa...

—¿Landon ha vuelto? —me siento en el sofá de al lado y subo las piernas encima de él.

Por lo que tengo entendido, Landon ha salido del país con Pedro hace algunos días disque por negocios, pero la forma apresurada en la que se fueron me da mala espina. Quizá tenga que ver con eso.

—No está con Landon, está con Lucca.

—Ah —alzo las cejas.

—Y justo de él venía a hablarles a ti y a la tía.

Me pongo de pie dispuesta a abandonar la sala, pero antes de que de un paso ella me detiene sosteniéndome por el brazo.

—Tenemos que hablar, Sara. Es serio.

—Si es sobre Lucca no quiero escucharte, anoche hablé con él y le dejé bien claro que lo nuestro ya no existe, así que nada que digas me hará cambiar de opinión.

—Yo no estaría tan segura —se cruza de brazos liberándome.

Tengo dos posibilidades, irme a la mierda en busca de Gab, o sentar mi culo en el sofá otra vez y esperar a que aparezca mamá. No entiendo qué puede involucrarnos a Lucca, mamá y a mí en un mismo tema, pero sin duda quiero descubrirlo, así que tras soltar un bufido me dejo caer en el sofá y cruzo los brazos también.

—Espero que valga la pena.

—Ya verás que sí, voy a buscar a tu madre —ella sale de la sala en dirección a la cocina y al cabo de un minuto está de regreso acompañada por mamá—. Siéntate junto a Sara, tía.

Mamá me mira con desconfianza y yo me encojo de hombros. Sé que en cuanto mencione a Lucca se le va a borrar la buena cara y va a ser reemplazada por una de ogro. No le conté sobre darle otra oportunidad a Lucca, no quería comerme un sermón sobre dignidad y esas cosas porque no lo necesitaba, solo quería la verdad y lo único que conseguí fue perder mi tiempo.

—Prométanme que una vez empiece a hablar no van a interrumpirme —nos sentencia con el dedo.

—No nos asustes, Vicky —mamá se recuesta hacia atrás y suelta un suspiro.

—Prométanlo porque las conozco y sé que van a querer justificar cosas que son injustificables, tú más que nada Evelyn.

Mamá alza las cejas algo sorprendida por lo rudas que suenan las palabras de Vicky pero finalmente promete quedarse callada, yo igual, así que ella comienza a hablar.

—El año pasado en Navidad, cuando Klara hizo la videollamada en la que ustedes hablaron con toda la familia. Lucca estaba aquí. Yo lo noté raro y ví cuando sin decirle nada a nadie entró en la casa, así que lo seguí y cuando se metió en el baño recosté mi oído en la puerta. Lucca estaba llorando, algo no andaba bien desde hacía días con él y yo sabía que no iba a contarme que le sucedía, no sobrio al menos, por lo que más tarde cuando ya era hora de irse a casa le pedí si podía quedarme en la suya para no tener que conducir hasta la mía, ya saben, por el embarazo y todo. Me llevó a su casa y como quien no quiere la cosa entre conversación y charla hice que se bebiera una de las botellas que había apartado de las del brindis. Claramente terminó borracho hasta los pelos y entonces me soltó la verdad que tú tanto quieres escuchar Sara.

Me señalo al pecho algo confundida.

—Me faltaban algunos detalles para completar la historia, pero terminé por descubrirlos ayer, otra vez emborrachándolo.

Ahora entiendo por qué no le gusta beber.

—Cuando la abuela te dijo que no podías quedarte aquí con ellos le pediste ayuda a tu padre, ibas a quedarte con él y a Steven parecía fascinarle la idea, pero no era así, Sara.

—¿A qué te refieres? —el pecho se me encoge.

No otra vez, por favor, no otra vez.

—Tu padre no quiere que su mujer y su hijo pequeño se enteren de que tu o Evelyn existen, así que en cuanto supo que te quedabas en Estados Unidos y que eso iba a ocasionarle problemas buscó la forma de deshacerse de ti. Que Naomi te conociera fue un error, no sé como logró que ella no le contara nada a su madre, pero estoy segura de que si indagas en eso encontrarás más mentiras.

Una lágrima cae encima de mi ropa haciendo que la tela se oscurezca. Esto no puede estar pasando otra vez.

—A ti te dijo que podías quedarte con él, pero a Lucca le dijo que si no te dejaba, si no hacía que te fueras a Brasil con Evelyn ibas a vivir un infierno en su casa y que a Evelyn le iba a tocar pasar por lo mismo pero en una cárcel.

—¿Y bajo qué cargos? —pregunta mamá cruzándose de brazos.

Sé que ella no le cree, lo veo en la forma en que mueve sus manos, pero yo sí. Debí suponer que el cambio de humor repentino de Steven traía algo detrás, jamás quiso arreglar las cosas conmigo y aunque me duele solo pensarlo, creo que a Naomi tampoco le importo mucho.

—Tráfico de drogas —responde Vicky al instante—. Lucca insistió en que no iba a lastimar a Sara y hasta el último momento mantuvo esa postura, pero en la fiesta de despedida que te hicieron Steven volvió a llamarlo y le envió una foto de la orden de arresto. Tenía todo planeado para condenarla si Lucca no hacía lo que él quería.

—Pudo haberla dejado, no tenía por qué decirle todas aquellas cosas horribles...

Mamá alza su voz y yo cierro mis ojos intentando procesar todo.

—Si solamente cortaban ambas sabemos que Sara de igual forma iba a quedarse aquí. Tenia que odiarlo, detestarlo tanto que hasta verlo se le hiciera imposible, solo así se aseguraba de que ella quisiera irse a Brasil, rompiéndole el corazón. Eligió tú seguridad y la de Sara antes que sus sentimientos. Por primera vez en la vida le importó lo que le llegar a pasar a otra persona que no fuera él y mira como le fue. Lo has visto con cara de asco y menospreciado todo el tiempo que llevas aquí, tía siendo que él hizo todo lo que hizo por culpa del loco de tu exmarido y para salvarte el culo a ti.

—No te creo una sola palabra, Victoria —mamá niega con la cabeza.

—¿Por qué mentiría? No tengo motivos para hacerlo. Sé que Sara quiere a Lucca y no dudo que él la ame, cuando la puta de mi madre se estaba follando al padre de mi hijo Sara y Klara fueron quienes me abrieron los ojos. Solo estoy devolviéndote el favor, prima.

—¿Era cierto? ¡¿Y cómo es que sigues con él?! —los ojos de mamá se abren como platos.

—Tengo un hijo con un futuro en el que pensar, no lo amo a Landon y no me importa que se folle a quien se le venga en gana, pero estando con él le aseguro a Harry una buena educación y un buen apellido. Pero esto no viene al caso.

Vicky me toma la mano.

—Sara, no dejes que los errores de tus padres te impidan vivir un amor bonito con Lucca —mira a mamá con dureza—. Y tú deberías pedirle una disculpa.

—Yo...

Mamá comienza a hablar, pero Vicky tira de mí haciendo que me ponga de pie.

—Necesito decirte algo más, Sara, pero a solas.

Sin esperar a que responda me arrastra hasta la cocina y al entrar cierra la puerta detrás de ella.

—¿Vas a casarte? —la pregunta me toma por sorpresa.

—¿Qué? No, obvio que no.

Ella suelta un suspiro de alivio y se recuesta en la mesada.

—Ya me había asustado.

—¿Lucca te lo dijo?

Le dije tantas cosas que ni siquiera recuerdo si desmentí el rumor de que iba a casarme. No sé siquiera cómo llegó a él, pero se veía convencido de que eso iba a pasar.

—Anoche fue a casa, tenía los ojos rojos de tanto llorar, debiste haberlo visto, parecía...no sé, pero creía que ibas a casarte y cargaba el corazón partido fuera del pecho.

La situación me sobrepasa, toda esta mierda me sobrepasa y no sé cómo respirar.

—Él te ama, Sara.

—Y yo a él.

—¿Lo que les acabo de contar no cambia nada?

Veo el temor en sus ojos.

—Lo cambia todo.

—¿Y qué piensas hacer entonces?

—No tengo ni idea.

Necesito pensar, necesito procesar cada palabra, cada frase y cada confesión, pero antes, necesito hablar con Gabriel. Es injusto que me plantee una vida con él y le implante falsas expectativas sabiendo que jamás llegaré a sentir algo ni mínimamente igual a lo que siento por el pelinegro pervertido que dio vuelta mi mundo.

Las palabras de Vicky cambian todo el puto asunto y ahora que sé la verdad logro entender cada una de sus palabras.

—Sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa...

Le doy un abrazo que la sorprende al principio, pero después me rodea con sus brazos y besa mi cabello.

—Gracias, Vicky.

—Siempre fui terrible contigo Sara y no te merecías ni una pizca de mi odio. Estaba cegada por lo que sentía por Landon y creía que si tu aparecías en el pueblo él no iba a verme de la misma forma, me arrepiento de no haber aprovechado nuestra adolescencia juntas, sin duda nos habríamos divertido bebiendo por ahí.

—Seguramente —le sonrío.

—Debería volver a casa, Harry no tardará en despertarse pidiendo leche y hará enloquecer a Lucca que debe de tener una resaca de aquellas.

Río imaginándolo. Dios, estuve tan equivocada con él, todo este tiempo creyendo que él era el villano que no podía hacerse cargo de sus acciones cuando en realidad solo estaba cubriendo al verdadero villano que llevaba sus garras fueras desde el inicio.

—Gracias, Vicky —repito y la abrazo otra vez.

—Agradécele al alcohol que le afloja la lengua a Lucca.

Vicky carcajea saliendo de la cocina mientras yo me la quedo viendo.

Suelto el suspiro más largo de mi vida y me dirijo a las escaleras. Mamá ya no está en la sala, por lo que supongo que habrá subido a su habitación, no lo sé. Me meto en la mía y contemplo unos segundos a Gab que todavía sigue en la cama, pero ya no habla por teléfono.

—Gab, tenemos que hablar.

—¿Qué pasó, amor?

—Ya sé por qué Lucca hizo lo que hizo.

—¿Y vas a perdonarlo? —aprieta los labios y baja la cabeza esperando una respuesta.

—Voy a perdonarlo —confirmo.

—¿Eso significa que nosotros...

—Sí y de verdad lo siento mucho, Gab.

Me siento en los pies de la cama, justo frente a él y poso mi mano sobre la suya.

—Mereces a alguien que pueda quererte de verdad, alguien que te valore y desee formar una vida contigo. Yo no soy ese alguien, Gab, ambos lo sabemos.

—Lo sé, amor, y estoy segura de que vas a ser feliz con él.

Sonríe y se acerca a mí para abrazarme.

—Siempre supe que este momento iba a llegar y cuando me dijiste que volverías aquí por las vacaciones imaginé que ibas a terminar por darte cuenta de que es a él a quien has amado desde que te conocí. Me gustas, pero siendo sincero, no habría intentado nada si Bea no se hubiera empeñado en unirnos porque sabía que tus ojos brillaban por alguien más. Una vez que estuvieras aquí no iba a interponerme entre ustedes, pero tu prima llamó y dijo que me extrañabas, que te la pasabas llorando y demás, así que pensé que quizá lo habías olvidado y decidí hablar con Evelyn para venir aquí contigo.

—¿Mi prima?

¿De qué mierda habla?

—¿Anna? La rubia de cabello rizado, la que casi nunca está en la casa.

¡Dios, no puedo creerlo!

—Se ofreció a pagarme el boleto de avión con tal de que apareciera cuanto antes...

No sé en qué le beneficiaba a ella que Gab estuviera aquí, pero seguramente es algo que de verdad desea, porque no por nada se va a ofrecer a pagarle el boleto y con tal apuro para que viajara.

—Sinceramente, creo que le gusta tu chico.

¡Mierda, lo peor es que no es una idea tan loca!

—Te quiero, Gab.

—Irónico que la primera vez que me lo dices sea cuando ya no estamos juntos —dice cada palabra con detenimiento sonriendo mientras estas dejan sus labios.

—¿Podemos ser amigos? —me mira serio y por un segundo temo su respuesta.

—Me ofendería si no lo fuéramos, amor. Puedo seguir llamándote así ¿no?

—Claro que sí, Gab.

Le doy otro abrazo y dejo que me bese la frente.

No creo que a Lucca le moleste que Gab siga usando ese apodo conmigo y si le molesta es tonto, porque ambos sabemos que su «Rubia» es más especial que cualquier otro.

—Entonces ¿Vas a ir a por tu chico? —ensancha su boca en una sonrisa de oreja a oreja.

—Primero tenemos que ir al aeropuerto que tu avión se va en unas pocas horas. Tengo toda la vida para hablar con Lucca.

Porque sí, sin temor a nada, espero pasar el resto de mi vida con él. 

———— ✨️ ————
Este va de regalo de navidad, espero que pasen lindo con sus familias y gente que aman brodis ❤️❤️

Los kiero, disfruten del nacimiento de jesusitoª

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