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10 | ¡No tenía ni idea!

✨ Sara ✨

—A cien metros gire a la derecha —pronuncia la voz robótica del GPS.

    La única razón por la que estoy haciendo esto es porque necesito darle un cierre a lo nuestro. No voy a negar que que me haya dicho que soy el amor de su vida me descolocó un poco porque es lo último que me hubiera esperado de él y tras eso necesito saber qué más tiene por decir.

    Ni bien doblo en la esquina diviso el auto de Lucca estacionado en uno de los caminos de entrada hacia una de las casas de la cuadra y camino hacia él.

    Toco la puerta suavemente y aguardo a que alguien se decida a abrirme. Pasados unos segundos Em me recibe con una sonrisa alegre y un abrazo.

    —Lucca está arriba —señala las escaleras—. Última habitación del pasillo.

    Asiento devolviéndole la sonrisa y comienzo a subir.

    Mis manos comienzan a sudar a medida que me acerco al final del pasillo y a él. Golpeo dos veces antes escuchar un “pasa” y girar el pestillo para entrar.

    Está sentado en una silla enfrente a un escritorio viendo fotos de sí mismo en su computadora. La cierra sin apagarla y hace girar la silla para darme la cara, alcanzando una remera a la vez para ponérsela, cosa que le agradezco.

    A mis ojos le toman cinco segundos inspeccionar todo el área. Las fotos de graduación encima de la cómoda, la ropa desparramada encima de la cama, el vapor que sale de detrás de una puerta que supongo es el baño, y por último, algo que capta al total mi atención.

    Encima de la cómoda, junto a las fotos con sus amigos, con Harry y Em, y con su familia; una foto de ambos juntos, aquella que nos tomamos en la playa con él acomodándome un mechón de cabello detrás de la oreja.

    —¿De qué quieres hablar? —espeto viéndolo a los ojos.

    —¿No hay un “hola, ¿cómo has estado?”? ¿Nada de eso?

    —No te hagas el graciosito, querías hablar, acá estoy.

    Klara me invitó a un bar al que irán con los chicos más tarde, no puedo demorarme mucho aquí o va a comenzar a preguntarse dónde me he metido.

    —¿Quieres sentarte o vas a escucharme desde ahí? —hace una seña en dirección a la cama.

    Tomo asiento moviendo un poco la ropa para caber entre tanta cosa. Es increíble que con la independización no haya aprendido a ser siquiera un poco más ordenado.

    —Bien, habla —mantengo mi tono firme.

    —Si tanto asco y rabia me tienes ¿por qué me besaste? —abro la boca para hablar pero él me detiene—. Y no es que me esté quejando porque por dentro me moría por besarte, pero me aguanté las ganas porque tienes novio, cosa que no pareció importarte mucho porque fuiste tú quien terminó besándome.

    —Fue una estupidez del momento, un error —sentí las ganas de besarlo y en ese instante no pensé en nadie más que no fuéramos él y yo.

    —Está bien, lo entiendo, un error —se cruza de brazos—. ¿El beso en la obra de teatro?

    —¿Acaso leíste el guión? —pregunto irónicamente—. Estaba ahí, no fue cosa que me inventé yo.

    —En el guión decía que era un beso apenas rozándose los labios y recuerdo claramente tu lengua llegándome hasta la garganta.

    —¿Qué quieres que diga? ¿que quería besarte?

    —Si esa es la verdad, entonces sí.

    —Pues sí, quería besarte, pero para asegurarme de que ya no siento nada por ti ¿contento?

    —No te creo —sonríe de lado como un estúpido echándose hacia adelante con los codos apoyados en sus rodillas.

    —Te dije lo que querías saber ¿es todo? ¿Puedo irme?

    —Yo tuve que escucharte gritándome y dejando que me golpearas más de quince minutos seguidos y tu quieres correr a la segunda pregunta.

    —Continúa entonces.

    —¿No te importa que te haya dicho que eres el amor de mi vida? —me sorprende el tono con el que lo pregunta, como si estuviera ofendido.

    —Perdona si no puedo creerle al chico que me usó y me dejó como a una basura cuando me dice que soy el amor de su vida.

    —Te dije que te amaba antes, te lo repito ahora y las veces que sean necesarias. Te amo Sara y sí, sé que eso no es motivo suficiente y sé que me porté como un imbécil pero aunque intentara explicarte por qué hice lo que hice no lo entenderías.

    —Inténtalo —lo reto.

    —No puedo.

    —¡Si no puedes para qué mierda me citas para hablar! —me pongo de pie y me encamino hacia la puerta decidida a irme.

    —¿En serio estás enamorada de él? —mi mano suelta el pestillo tras su pregunta.

    ¿De verdad estoy enamorada de Gabriel? No, pero me gusta, es bueno conmigo y estoy seguro de que antes de lastimarme preferiría meterse en un pozo de mierda.

    —¿Por qué con él accediste a una relación a distancia y conmigo esa no fue una posibilidad? —se lleva las manos a la cara cubriéndola—. Todo hubiera sido más fácil si me hubieras dado esa chance.

—¿Querías una relación a distancia? —Soy confusión pura.

—Quería cualquier cosa mientras fuera contigo, Sara.

Siento como el corazón se me hace una bolita en el medio del pecho ante sus palabras, no puede estar diciéndolo en serio.

—¿Por qué no me lo dijiste? —vuelvo a sentarme en la cama con un sentimiento raro en el cuerpo.

—Te pasaste un mes entero diciendo que la distancia arruinaba relaciones, que no estarías dispuesta a mantener una y miles de contras más ¿qué se suponía que hiciera?

—¿Y dejarme fue lo mejor que se te ocurrió?

—Suena estúpido, pero sí —me mira a los ojos—. Te juro que nunca sentí nada de lo que dije en la terraza, absolutamente nada. El día que nos conocimos admito que solo quería follarte, pero luego me di cuenta de que sentía algo, de que hacias que sintiera algo y creo que desde ahí comencé a quererte. Cuando estuviste dos semanas enteras en casa quería congelar el tiempo para poder quedarnos ahí para siempre, me imaginé un futuro juntos en donde te viera despertar con los pelos parados todos los días y no niego que me dio miedo, pero me gustó. Entonces comprendí que te amaba, todavía te amo.
Lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin que les de permiso. Yo…esto me supera.

—Tuviste mucho tiempo para decírmelo…

—¿Cómo querías que lo hiciera? —se encoge de hombros—. Me bloqueaste de todos los lugares posibles.

Es cierto, pero no puede culparme, necesitaba sacarlo de mi vista para intentar avanzar y con él posteando una foto diferente en sus historias cada día no podía dejar de pensarlo. Bloquearlo tampoco mejoró la situación porque él siguió ahí metido en mi cabeza, pero al menos no me dolía el corazón cada vez que abría Instagram.

—No te imaginas las veces que las ganas de subirme a un puto avión e ir hasta Brasil llenaron mi cabeza.

—¿Por qué no lo hiciste?

Si él hubiera aparecido en Brasil no importa cuanto tiempo lleváramos peleados, hubiera mandado todo a la mierda, incluso a Gabriel, y hubiera apostado por él. Porque ¿a quién quiero engañar? lo sigo queriendo con locura, pero ahora hay alguien más en medio, alguien que no merece ser lastimado por culpa de nuestras acciones.

—Klara me hablaba de ti, y lo único que me contaba eran cosas buenas, supuse que no querrías verme.

Si Klara le hubiera contado las noches que me pasé llorando en videollamada con ella porque lo extrañaba o porque no lograba entender sus palabras hirientes no se lo hubiera perdonado, así que en cierta forma me alegro que solo le haya contado lo bueno.

—Es tarde, Lucca, debería irme…

Quiero correr, quiero escapar al otro lado del mundo y matenerme oculta de este caos de sentimientos que tengo en el pecho.

Me pongo de pie y camino hasta la puerta suavemente.

—¿Así que esto es todo? —su voz suena quebrada y al voltear a verlo noto como tiene los ojos enrojecidos.

—¡¿Qué mierda quieres que haga, Lucca?! —busco contener las lágrimas pero es inutil—. No puedes darme otra explicación más lógica que no sea el miedo, por miedo uno no lastima a la persona que dice amar.

Abro la puerta decidida a irme, el aire se está volviendo escaso aquí dentro y pronto comenzaré a asfixiarme.

—No respondiste mi pregunta.

—¿Cuál? —lo miro con el ceño fruncido.

—¿Por qué con él aceptaste tener una relación a distancia y a mí, a nosotros, no nos diste esa oportunidad?

—Sigo pensando que la distancia rompe relaciones…

—¿Entonces? —entiendo que esté confundido.

—Él tiene esa oportunidad porque no me importaría si la distancia llegara a romper lo que tenemos, no me importa perderlo, en cambio, perderte me aterraba.

—Irónico ¿no? —suelta un suspiro—. Fui yo el que te perdió por imbécil.

—Si me hubieras perdido no estaría aquí.

—Quiero abrazarte —sus ojos me miran de una forma intensa—. ¿Puedo hacer eso?

Asiento y lo veo caminar hacia mi. Dejo que me rodee con sus brazos y me hundo en su pecho disfrutando del calor que me da.

—¿Vas a perdonarme? —acuna mi mejilla y me mira a los ojos.

No respondo, no puedo, así que solo me da un beso suave en la frente y luego se gira para caminar hacia la cama.

Salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí y bajo las escaleras casi que corriendo. No puedo estar mucho tiempo más aquí o volveré a meter la pata y esta vez no habrá excusa que valga.

Aún no sé cómo decirle a Gabriel lo que pasó, pero estoy segura de que se lo diré. Odio las mentiras, y sería una hipócrita si me guardo eso como un secreto.

Para cuando llego a casa me encuentro con Klara saliendo del baño con el cabello mojado y una toalla envuelta en el cuerpo.

—Estaba por llamarte, llegaremos tarde para la sorpresa si no te metes ya a la ducha.

—¿Qué sorpresa? —estoy perdida—. ¿No se suponía que íbamos a tomar algo con los chicos?

Eso al menos fue lo que me dijo.

—Sí, genia, pero es una sorpresa para Lucca.

—¿Y qué tiene que ver Lucca?

Necesito más explicaciones que unas cuantas palabras sueltas.

—¡Que hoy es su cumpleaños, tonta! —me empuja hacia el baño—. Anda que ahora te alcanzo el outfit que te preparé.

—¡¿Cómo que es su cumpleaños?! —¡No tenía ni idea!

—A menos que no sea 17 de mayo, sí, hoy nuestro italiano cumple 20 años.

Puedo parecer estúpida, pero de verdad no sabía que hoy fuese el cumpleaños de Lucca, al menos lo habría felicitado o comprado algo.

No elegí un buen día para pelear con él y ahora me siento muy mala persona, debo compensar lo mal que lo traté.

—–——✨️——–—
Holiii.

Acá nuevo cap porque mañana tengo parcial y después pienso dormir todo el santo día jajsjja.

No se olviden de votar feaaas, adiosito, nos vemos el sábado de la otra semana 💗

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