Segundo Paso
Cuando la muerte se acerca no lo sientes ni lo más mínimo pero cuando de pronto tu vida parece más hermosa, deberías saber que ella esta cerca y no la seguirás viviendo no importa los años que hayas vivido. Es como ese hermoso sonido de las mañas y el roció en el pasto y que de pronto desaparece pues ya no lo vivirás mas junto aquellos que te rodeaban, es triste, ¿es bueno?, tal vez todos lo tomemos de manera diferente pero la muerte llega igual para todos no importa cuanto tengas, ni quien seas solo tendrás que esperar para que ella venga por ti.
Tener quince años no es la gran cosa lo que si lo es, es como y donde los vives; yo los cumplí cuando cursaba mi primer semestre en el bachillerato. La vida parecía fácil, fastidiosa, nada nos tiene contentos, pero estar con mis amigos era bueno y más tomando en cuenta que yo no tenía muchos; pues siempre fui tímida, vivir esos pequeños momentos me hace querer llorar y no aceptar mi muerte ¡NO QUIERO ESTAR MUERTA! No es justo pase por tanto y ni siquiera tuve la oportunidad de decidir que modulo tomar en mi tercer semestre, de seguir participando en ese grupo de danza al que me invitaron ¡NO ESTOY MUERTA!
-Ya dejaste de pelear en tu mente niña.
-Solo me decía que no quiero estar muerta.- Respire hondo mire mis manos y no dude en decir.-Pues si vas a ser inútil se una completa inútil.
- ¿Y eso qué tiene que ver con lo que pensabas?
-Nada, pero siempre me repetía eso para motivarme y como las personas solían decirme eso decidí que seria la mejor.- Comencé a reírme recordando cundo enfrente a esa chica que solía decirme inútil y la cara que puso.
-Pues si tú lo dices, aunque yo creo que nunca fuiste una inútil.
-Lo sé, pero que mejor atacar a las personas con sus propias palabras y que vean que no te provocan nada.
-Terminando esta charla de motivación, ya llegamos es hora.
Llegamos a una casa pero viéndolo bien son departamentos, oh ya recuerdo, en este lugar pasaron muchas cosas cual de todas elegiremos. Recuerdo que tan emocionante fue vivir aquí.
-Bien pequeña, ¡comencemos! Seguro conoces esta fecha, eras muy pequeña aun pero siempre que puedes cuentas lo sucedido a tus amigos.
-Genial, todo este tiempo pensé que fue producto de mi imaginación y combinación de los relatos que me contaba mi mamá.- Pensándolo creo que esto se podría poner interesante y comprender mi miedo.
-Te recuerdo lo harás sola, si tienes problemas te ayudaré diciéndote todo paso a paso.
Comencé viendo todo lo sucedido en esa pequeña habitación, era de noche por lo que no se veía mucho solo lo iluminado por la luz de la televisión con eso alcance a ver a una pequeña sentada en el medio de la cama embobada en la misma, parecía que le divertía lo que veía, de pronto escuche que alguien toco la ventana con una moneda ¿será cierto? el momento a llegado todo paso lentamente la pequeña contesto ante el llamado de la ventana.
-¿Quién es?
-¿Quieres jugar a las escondidas pequeña?
-¡Sí!
-Escóndete debajo de la cama para que no te encuentre.
-Pero ya sabes donde me voy a esconder.
-No, primero te buscare tu escóndete debajo de la cama.
Tengo que detener esto pero ¿cómo? ¡Ya se! Captare su atención como aun soy muy pequeña moverme y bajar de la cama me resultara difícil y me tomara tiempo. Voltee a ver a mi ángel y el negó dando a entender que no podía hacer nada, no puedo intervenir en mis propios recuerdos en mi pasado. Me resigne a seguir viendo.
-Toc toc toc
La pequeña volteo a ver el ropero, en el pequeño espacio entre la pared y esta había una mano tocando la puerta del mismo.
-Toc toc toc juguemos, toc toc toc acércate, toc toc toc
Empezó a llorar y tanto la sombra que se encontraba en la ventana invitándola a jugar y la del ropero desaparecieron en cuanto mi mamá entro en la habitación y prendió las luces, estaba embarazada de mi hermana.
-¿Qué pasa cariño?
-No quiero jugar mamá.
-¡Amor corre! Esta aquí la bruja
Mi papá abrió la ventana pero solo se le erizo el cabello y la piel se le puso de gallina, comenzó a maldecir a la bruja y todo. El ángel me miro y me dijo.
-Ahora
Hice un circulo con mis manos, simule cerrarlo, levante las manos y después lo lleve a mi corazón, sentí miedo y un calor reconfortante a la vez.
-Muy bien salgamos ahora, nos espera otro recuerdo.
-Esta bien.
Mientras me alejaba y el recuerdo se hacia más y más borroso, supe que las leyendas son ciertas hasta un punto pues en el pequeño camino rodeado de paredes con recuerdos no estaba en los relatos de mi abuela.
-¡Espera no me dejes!
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