Un día normal se veía venir en el "Digital Circus". Bueno, normal para los que ya estaban acostumbrados, como Gangle o Ragatha, qué llevaban años allí, pero para Pomni esto era muy repetitivo, llevaba apenas una semana y ya sentía que esto era muy tedioso, no le gustaba eso, no se terminaba de acostumbrar. Además de querer salir de este lugar digital, tan colorido y decorado... Demaciado bueno para ser verdad, algo adentro de su ser le decía que esto no era bueno y le gritaba ensimismada qué huyera de allí "ESCAPA, ESCAPA, ESCAPA"

Tal vez solo era el instinto de supervivencia y tener miedo a lo que desconocía qué le seguía manteniendo en constantes ataques de pánico y momentos en los que se perdía en sí misma.

— ¡Odio esto! Enserio es horrible... ¡Yo se que existe una salida de aquí! — se escucho un grito agónico de Pomni, por alguna razón no había caído en la locura total, tal vez sean por sus pláticas con Jax y Caine qué solía tener después de una 'Aventura' o 'Aventuras hogareñas' las que aun arrastraban a su conciencia a tocar suelo.

La demencia si le estaba tocando a la puerta. Aunque, tenía algún tipo de conciencia qué le mantenía "cuerda" aunque esa palabra le quedaba muy grande.

Ese día estaba simplemente tirada en la gran alfombra roja del pasillo con las habitaciones, de las tachadas como las que aun estaban siendo habitadas.

Estaba enfrente de su habitación y la de Jax, era curioso estaba enfrente del sujeto qué se burlaba de todos, menos de ella, tal vez sea por tener menos allí y no conocer como sacarla de quicio o sus miedos como en el caso de Ragatha qué en su primer día logro saber que ella le tenía pavor a los cien pies y como le hizo una broma pesada y casi que cruel.

Un nuevo miedo creció adentro de ella, el miedo de ser sorprendida por una de las bromas o chistes pesados de Jax, siendo así que reciba un estrepitoso golpe o algo aun peor, un nuevo trauma.

Si bien ya sabia de este comportamiento del conejo lila tenía miedo de por ser prácticamente su vecina en los pasillos a ella le fuera de manera poco agradable.
Aunque no había sido víctima de sus abusos ni de sus bromas, por lo general se llevaban la peor parte Gangle y Kinger.

Ese día como los demás que llevaba allí deseaba salir, aunque, esa idea se había desvanecido, quería saber si se lograría acostumbrar allí o terminaría abstrallendose.

Resignarse tal vez sea la mejor idea.

Y todo eso lo había pensado nada más con unos 15 minutos en la alfombra roja...

Hasta que llego un conejo de aproximadamente el doble de su tamaño actual.

Este la levanta como un costal de papas mientras le hablaba y ella estaba en estado de shock, ¿qué acababa de pasar?

CAPÍTULO CORTO PORQUE PUEDO Y QUIERO, MAÑANA ACTUALIZO  JSJSJA-