Treinta y cinco
Escuché a alguien llamándome, pero lo ignoré. No tenía deseos de hablar con nadie, y mucho menos de ser tutora.
El receso lo pasé en la biblioteca. En esta temporada no hay muchas personas, así que es el mejor lugar para ahogar mis penas, o al menos leerme uno que otro libro.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro