Cuatro
Hoy pasé por el café en donde trabajas. Bueno...más bien quise ir por ahí, aunque el camino a casa era más largo. Sabes, aún sigo sin saber que le mirabas a esa pelirroja que atendías. Porque ví tus ojos que parecían radares ubicando su objetivo.
No me digas que te gustan las pelirrojas. ¿Tendré que teñirme el cabello?
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