Cuarenta y tres
-Oye Sila -me llamó una voz, tocando mi hombro haciendo que volviera a la realidad.
-¡Que! -exclame sin fijarme en quién era -¿Tú de nuevo? ¡Te dije que me dejaras en paz maldito insecto, mata zorras! -grito enfurecida al ver de quién se trataba.
-¿Y porqué me hablas así? -contestó de la misma forma haciendo una interrogante -Mira, iré a tu casa hoy, y que conste que si vuelves a botarme, te juro que haré que tu madre te deje sin internet -me advirtió.
-Ash no me vengas con tus amenazas, si quieres hablar hazlo y no seas tan misterioso al respecto -le digo. Luego me aleje de él hacía el instituto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro