Años antes.

En la gran fiesta de la manada todo el mundo gritaba y celebraba, hace apenas un par de minutos una unión se concretaba.

Jimin reía y abrazaba a su amigo,feliz por verlo unido a una excelente mujer.

—¡Te lo dije!¡Sam, yo estaba en lo correcto!

—Lo se...fui un tonto.

—Ahora...¿Que sucederá?¿Te irás con ella?

—Si, tendré que irme a su manada hasta que pueda trabajar en el negocio familiar.

Si bien aquello lo ponía triste pues significaba alejarse de su amigo, no reprochaba nada pues él ahora podría formar una familia, estaba con su mate y eso era más que suficiente.

Más las cosas no fueron de completa felicidad, Jimin y Sam hablaban seguido y se veían de vez en cuando, en esas ocasiones, él podía ver a su amigo volverse en alguien que no era, se volvió tímido y reservado y mostraba un miedo extraño y más por movimientos bruscos.

Jimin estaba preocupado, no sabía que sucedía hasta que un día lo vio, en una visita sorpresa a la manada vecina, él vio como su amigo era golpeado y juzgado por la mujer que su lobo amaba, Sam sufría por una loba que gozaba de su temor.

Ese día Jimin se involucró, se metió en medio solo para ayudarlo, le dió a esa mujer parte de su herencia solo para romper el lazo y así dejar a su amigo.

Después de años pasando por lo mismo, Sam volvería a la manada, se incorporaría a una de las secciones más tranquilas y con eso empezaría de nuevo a vivir.

Más las cosas nunca parecían ir bien para él, de un día a otro, Sam desapareció, no había rastro alguno de él, Jimin lloró durante días tratando de entender que era lo que había sucedido, más nunca encontró una respuesta.

Actualidad.

Ahora mientras la noche terminaba y dejaba que un nuevo día empezará, Jimin respiraba agitado, estaba nervioso y asustado, al fin sabría que sucedió, en el momento que ella despertará, por fin podría poner le un motivo a su desapareción y un comienzo a su propia vida.

—Por favor... despierta ya...

Dijo en un susurró mientras la observaba dormir, estaba ansioso y en el momento en que su cuerpo se movió y sus ojos se abrieron Jimin se acercó.

—Llevame con él...