No había tardado en despertar, su cuerpo se encontraba sudoroso y un molesto ardor se expandía por el.

Con dificultad se levantó viendo que estaba en la habitación de sus padres, las luces estaban apagadas y solo una vela alumbraba un poco aquella oscuridad.

Con cuidado se levantó sintiendo se extraña, no se sentía completa, era como si le hubieran robado algo. Salió de la habitación siguiendo los sonidos que había en la casa, la cocina estaba siendo ocupada.

—Por favor mamá...¿Puedes prestarme atención?

—¿Que fue lo que ella te hizo? Win siempre te ayudo...

—No quería que esto sucediera pero... NamJoon actuó de esa manera.

—¿Y fuiste capaz de dejarla sola?

—Y-yo...no pensé que...

—Claro...tu no piensas. Mira Minha,eres mi hija pero la traición no está permitida en mi familia y sabes por qué. Así que arregla este maldito error de la mejor manera.

—Pero... NamJoon.

—No me interesa ese tipo, solo rompe el lazo y vete.

—¿Que me vaya?

—Es lo mejor, haz arruinado muchas cosas en una sola noche, si el jefe de la manada sabe que fuiste tu la que ocasionó la traición, no se que será de tí.

—No puedes pedirme...Win.

Su plática dió por terminada en el momento en que su presencia fue descubierta.

—Hija ¿estás bien?

Su madre se acercó a ella ayudando la a seguir su camino hasta poder sentarse.

—¿Que fue lo que pasó?

La mujer quedó en silencio sin saber cómo decirle lo que sucedió, con un suspiro ella se agachó arrodillándose frente a ella.

—Minha...vete.

Su hermana ni siquiera la miró, se alejó sin decir nada y salió de la casa.

—¿Que sucedió mamá?¿Por qué me siento así?

—Win...hicimos un trato con la diosa...era lo mejor que podíamos hacer para ayudarte, sufrirás durante un tiempo pero se irá.

—¿Que clase de trato?

—Tu lazo...buscamos romper tu lazo ¡Se que es complicado de entender! Pero cariño, no podemos hacer más.

—Mamá...pero NamJoon.

—Él tomó su decisión sin importar le las consecuencias, lo último que quiero es perderte...no mereces sufrir por culpa de otro así que...

—Podia convencerlo...

—Win...

—¡Puedo convencerlo!... él me lo debe.

—¿De que estás hablando?

Sin querer decirle la razón de sus palabras se levantó, camino rápidamente hacia la salida siendo perseguida por su madre, misma que le pedía descansar.

—¡No!

Quitó con fuerza la mano de su madre, miro hacia todos lados tratando de ver si no había nadie alrededor, lo último que quería era lastimar a alguien.

Con mucho esfuerzo y dolor se transformo dejando salir a su loba.

Corrió con fuerza yendo hasta donde su amigo se encontraba, su hogar quedaba algo lejos pero en esa forma, llegar ahi fue cuestión de unos pocos minutos.

Se acercó volviendo a su forma humana, camino hasta donde un par de prendas estaban colgadas, tomo unos shorts y una blusa, todo de su amigo.

Entro a la casa sintiendo dos olores conocidos.

—¡NamJoon!

Grito su nombre sin querer subir a su habitación y espero a que esté apareciera, mismo que al verla frunció el ceño al notar sus prendas en su cuerpo.

—Vete de aquí...y quítate mi maldita ropa.

—Tienes que devolverme lo que es mío.

—¡Lárgate!

Él alzo la voz acercando se a ella solo para empujarla a fuera de su casa.

—¡Basta!

Su hermana bajó tratando de detenerlo.

—¡NamJoon basta!Win vete por favor, no quiero que esto termine mal.

—No me iré... NamJoon...se que también sientes esto, por favor solo termina esta tontería.

—¿Tontería?

—Dijiste que me lo pagarías... cumple tu puta palabra.

—¿De que estás hablando Win?

—¿No le dijiste NamJoon?¿No le dijiste lo que hiciste solo por ella?

—Cállate...

—Hice la promesa por tí y te atreves a traicionar me así...