
Extra: La boda
2 semanas después...
Bella:
Oh Dios, es hoy, ¡es hoy, es hoy, es hoy!
¡Hoy me casaré con Chris!
Me siento; emocionada, feliz, nostálgica y un poco asustada. La boda será en una playa, bueno, en la playa a dónde Christian me llevó cuando cumplimos un mes de noviazgo.
Hace dos semanas compré mi vestido de novia, le dije a mamá que lo quería blanco, sé que el blanco representa inocencia y que ya no soy inocente (obvio, tengo a un bebé en mi vientre), después de tanto insistirle me lo compró.
No me queda muy ajustado pero tampoco muy holgado, me queda bien.
—¡Estás guapísima!— exclama mi madre al verme— no puedo creer que mi bebé esté a punto de casarse— dice con lágrimas en los ojos.
—Tranquila mamá— dije mirándola.
—Deja de moverte Bella, no me dejas maquillarte bien— dice Sophie aplicandome el rímel.
—Lo siento, es que estoy un poco nerviosa— dije.
—Yo ya me iré, te veo dentro de un rato mi amor... ¡Que preciosa!
Nos dejó solas a Sophie y a mí.
—No me quiero imaginar cómo seré yo cuando me case con Jack— dice soltando una risa.
—Créeme, estarás igual de nerviosa que yo ahora.
—Aún no puedo creer que te vayas a casar, y sobretodo con Christian.
Suspiré— Yo tampoco, creí que me casaría cuando tuviera 30 años, con un profesor que conocería en mi trabajo y que tendría tres gatos y dos perros.
—Creo que estás alucinando, el bebé te hace alucinar— dice riendo.
—No le hables así a tu sobrino— reí.
Terminó de maquillarme y se puso de rodillas— Ay, lo siento bebé, tú sabes que la tía Sophia te quiere demasiado, seré esa tía que te dará tu primera cerveza apenas cumplas dieciocho años— dijo lo último riendo.
—Sobre mi cadáver— dije con burla.
—Te la daré a escondidas— susurró.
—No me quiero imaginar cuando tengas tu primer hijo— dije riendo.
—Sobre eso Bella...
—¿Sí?
—Sabes que he querido un bebé...
—Ajá...
—Y que Jack y yo lo hemos intentado y cada vez que me entero que estoy embarazada es porque... ya lo he perdido— se le quebró un poco la voz— la semana pasada no me llegó la menstruación...
—¿Estás embarazada?— pregunté emocionada.
—Me hice la prueba y salió positivo— cuando lo dijo la cara se le iluminó por completo.
La abracé y casi lloro, casi. Sophie ha tenido dos abortos espontáneos, las dos veces la ví destrozada y hundida en lágrimas. A Jack también le afectó mucho, se volvió un poco hermético y hablaba solo cuando era necesario. Verlos así a ambos me partía el corazón, tengo tres meses de embarazo y sé que si yo perdiera a este bebé quedaría destrozada. Y ahora que está embarazada otra vez me imagino a Jack muy feliz, verlos feliz a ambos es lo que más quiero en este mundo, se merecen lo mejor, ya han sufrido mucho.
—Felicidades— dije con las lágrimas casi saliéndose de mis ojos.
—No llores, se te correrá el maquillaje— dijo riendo un poco.
—¿Jack lo sabe?— pregunto.
—Sí, y cuando se lo dije salió de ese hoyo en donde estaba y volvió a ser el mismo Jack de antes, no me deja hacer nada en la casa, ni siquiera cocinar, me acompaña en el baño para no caerme y me ayuda a bajar las escaleras de la casa, extrañaba a ese Jack cariñoso, gracioso y hablador, sé que este bebé si... si nacerá, espero que sea así.
—Claro que nacerá, ese bebé es el que va a jugar con el mío— digo riendo un poco.
—Claro, serán como tú y yo, inseparables— dice volviéndome a abrazar.
—Así será.
Nos abrazamos por un par de minutos más.
—Bien, vamos, Christian debe estar esperando— dice.
Christian:
10 minutos antes...
—¡Maldición hombre, tranquilízate!— exclama Jack mientras yo camino de un lado a otro.
—¡Es que no puedo, estoy nervioso!
—¡Es normal!
—¡Me tiemblan las manos!
—¡Ya deja de gritar!
—Bien.
—Tranquilízate, Christian.
—Si me dices que me tranquilice, jamás lo haré.
—Bien, no te tranquilices— rió.
—Ja, ja.
—No me has felicitado— dice acomodando su corbatín.
—¿Felicitarte por qué?
—Porque seré padre— sonríe.
—Oh, hermano— lo abrazo— no sabes lo feliz que me pone escuchar eso. Esa vez si... funcionara, tengo mucha fé, quiero verte feliz, quiero verte sonriendo otra vez, quiero que seas el mismo Jack de hace ocho años, alegre, alocado y sobretodo, el alma de la fiesta. Te quiero, Jack.
—¿Aquí es donde nos besamos?— pregunta con burla.
—Idiota.
—Gracias por tus buenos deseos Christian, de verdad. Quiero ser feliz completamente. No dejo que Sophie haga algo en casa, todo lo hago yo, cocino, limpio, lavo los platos, lavo la ropa, ¡todo! Mientras está así no quiero que haga absolutamente nada, me encargaré yo mismo de cuidar a ese bebé con mi propia vida.
—Serás un gran padre, un buen padrino de bodas, y un buen tío para mi hijo o hija.
—Claro que lo seré, y tú serás el tío de mi hijo o hija. Te quiero, Christian.
Me abrazó y una lágrima se me escapó.
—Bien, ya basta de sentimentalismo, debo ir al altar a esperar a mi futura esposa.
Salí de los vestidores y me situé en el altar. Daniel ya estaba es su sitio y Jack se ubicó a su lado. Estaban mis padres, mis hermanos, nuestros amigos de la preparatoria, todos. Al momento, llegó Sophia, y se ubicó por donde estaba Jack, ya que ella también era la dama de honor junto con Claire.
Esperé unos minutos más hasta que comenzó la jodida canción que anunciaba que la novia se acercaba.
Cuando te vas a casar, sientes un vacío en el estómago, como si no hubieses comido, estás tan nervioso que te sudan las manos. Pero todo vale la pena cuando tienes en frente a esa persona que amas con todo tu corazón y la que será madre de tus hijos. Todo es tan maravilloso y nuevo para ti, muchas emociones y recuerdos del pasado.
Salí de mis pensamientos porque la ví entrar a ella, con su hermoso vestido blanco. Su pequeño rostro que lucía tan tierno. Al verme, me regaló una sonrisa, una nueva que jamás había visto. Era de felicidad pura. Yo se la devolví con las mismas ganas y entusiasmo. Cuando ya estaba frente a mí su padre me abrazó y la miré a ella. Es real, esto es real.
Mientras la tenía frente a mí, sentía una oleada de mariposas revolotear por mi estómago. Le dedique una sonrisa de tonto enamorado y su rostro se sonrojó, haciendo que mi sonrisa se agrandara.
En ningún momento durante la ceremonia, mi sonrisa desapareció, tampoco la de ella. Una revolución de sentimientos me ahogaban. Las mejillas me dolían de tanto sonreír.
Los votos matrimoniales llegaron, y por increíble que suene, tuve la sensación de que todo a mi alrededor de detenía.
—Christian Jones, ¿aceptas a Bella Oliver como tu legítima esposa y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, y amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?
En ese instante, toda mi vida pasó pro delante de mí, casi como un caleidoscopio. Imágenes de lo que había vivido comenzaron a llenarme, y sonreí, sonreí porque a pesar de todo soy feliz, y lo mejor de todo es que lo soy con ella.
—Acepto— dije mirando los ojos marrones de Bella. Sumergiendome en ellos una vez más.
—Y tú, Bella Oliver, ¿aceptas a Christian Jones como tú legítimo esposo y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, y amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?
—Acepto— respondió con la sonrisa intacta.
El sacerdote continuó con la ceremonia y me sentí el hombre más feliz del mundo.
¿Quería esto? Por supuesto que sí, siempre quise casarme con la chica indicada, con la que sería madre de mis hijos y, lo estoy haciendo.
—Christian, colocando este anillo en el dedo de Bella, repite conmigo— me pidió el cura.
Asentí tomando su mano para ponerle el anillo y repetí lo que el sacerdote decía:
—Con este anillo te hago mi esposa y, con todo lo que soy todo lo que tengo, yo te honraré.
Me sonrió.
—Bella, colocando este anillo en el dedo de Christian, repite conmigo: con este anillo...
—Con este anillo te hago mi esposo y, con todo lo que soy todo lo que tengo, yo te honraré— dijo.
Si bien, la boda fué tranquila, no hubo mucho bullicio por el estado de Bella. Desde que era novio de Bella me imaginé una vida con ella, casandonos, teniendo hijos. Y hoy puedo vivir todos esos sueños.
Estaba de pie, frente al mar, mirando el atardecer. De repente sentí dos brazos sorprendiendome por detrás. Sonreí.
—¿Qué haces aquí solo?— pregunta.
—Solo pienso, en nosotros... en todo lo que vivimos.
—Muchas cosas locas— rió
—Y graciosas. Que locos somos cuando solo adolescentes, ¿no crees?
—Oh si, demasiado. ¿Recuerdas cuando mi mamá te pilló dándome un preservativo? Me quería morir— ríe.
—Más vergonzoso fué cuando estábamos en mi habitación teniendo relaciones y mi hermanita entró. Luego fué a decirle a mi mamá que yo te estaba haciendo daño porque gritabas— reí más fuerte.
—No me lo recuerdes, me disculpé con tu madre por un mes entero.
—Aún lo recuerdo, hablaban de cualquier cosa y de repente tu salías con: De verdad lo siento señora Adams. Mi mamá te decía que dejaras de disculparte.
—Es que no podía con la culpa de que tu hermana nos haya visto en esa situación.
—Solo fué un accidente— reí— era una niña, no sabía nada.
—Gracias al cielo.
Quedamos un momento en silencio, hasta que ella habló.
—¿Estás...? ¿Estás feliz con que nos hayamos casado?— pregunta con su vista al frente.
Me giré para verla. ¿Por qué preguntaba eso?
—Obvio que estoy feliz, Bella. Te amo, ¿Cuántas veces te lo voy a repetir? Te amo Bella Sofía Oliver Bennett. Te amo con cada parte de mi ser.
—Yo también te amo Christian José Jones Adams— sonrió.
—También te amo a tí— dije poniendo mi mano en su estómago.
—Él o ella también te ama, Christian— dice dejando un beso en mi mejilla.
—Seré un buen padre, lo prometo.
—Sé que serás un buen padre, no hace falta decírmelo. Tratas a la hija de Daniel como si fuera tuya. No me quiero imaginar cuando el tuyo nazca.
—Creeme, si es niña, no dejaré que ningún idiota se le acerque, tendrá permiso hasta nueve y usará la ropa más holgada que haya en el mundo.
—Creo que la quieres castigar— rió— yo cuando tenía diecisiete usaba ropa normal, a veces ajustada.
—Y te veías taan seexy— digo divertido. El río
—¿Y si es niño?— pregunta.
—Pues, lo más obvio, le enseñaré a jugar fútbol americano y le diré que se enamore de la nerd tímida que es una gran persona y muy hermosa.
—Creo que quieres que nuestro hijo repita nuestra historia.
—No, bueno sí. Pero omitiendo el accidente de auto y la pérdida de memoria, no quiero que pase el infierno que yo pasé mientras no me recordabas.
—Sigo sin creer que te haya olvidado, eras mi novio y te amo, mi cerebro no tenía que olvidar eso.
—Lo importante es que ahora estamos aquí, juntos, casados— digo tomando su mano—, y sobretodo, amándonos más que nunca.
—Es cierto. No me van a separar de ti, Christian, lo prometo.
—Ni a tí de mi, y si lo intentan, juro que peleare hasta con los dientes para que eso no pase.
—Te amo— dijo acariciando mi mejilla.
—Yo también, te amo.
Cerramos el momento con una cálido beso que me hizo sentir una revolución de sentimientos creciendo en mi. Ha sido ella quien me ha hecho feliz los últimos ocho años. Ha sido ella la indicada para quedarse conmigo y amarme tiernamente hasta el último respiro.
Si me preguntaran: ¿“Eres feliz”?
Yo les respondería: “Si. Y lo soy gracias a ella”
__________________________________________
Nota de autora: HOLAA MI GENTE DE WATTPAD.
Perdonen las mayúsculas, es que estoy emotiva por escribir esta boda. Mis chiquis se casaron, no puede ser. La única que no vive su romance aún soy yo, pathetic ༎ຶ‿༎ຶ
Espero que les haya gustado tanto como a mí. Confieso que se me salió una lágrima, solo UNA, no soy muy... emotiva (depende la situación)
Bueno, ya está el extra de la boda, ahora viene el extra en donde saben el sexo del bebé.
Aquí les dejaré un adelanto:
—Esperen...— dijo la doctora.
—¿Hay algo malo, doctora?— preguntó Chris.
—Denme un momento.
Buscó sus lentes entre sus cosas y se los puso.
—¿Qué ha pasado?— pregunto.
—Escuchen.
De la pantalla se escuchaba el latido del bebé.
—Escuchen atentamente.
Movió el aparato y se escuchó un latido de corazón diferente al primero.
Espera... ¡¿QUÉ?!
¿Se imaginan algo? Dejen su comentario aquí JAJAJAJAJ.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro