Capítulo 8
Después de esa bofetada la ira comenzó a aumentar en mi, solo era un ser lleno de furia, mucha furia.
—Sabes que es verdad, ella no tiene respeto por mi madre, ella es una—
—¡Ya basta Christian— me cortó mi padre— ¡no dejaré que sigas insultando a tu tía así, debes tener respeto por ella!— dice mi padre en un tono de voz sorprendentemente alto.
—Oh si, se me había olvidado— digo soltando una risita hipócrita— ahora debo tenerle el doble de respeto, pues, ahora es mi tía y mi madrastra, que afortunado soy— digo sacudiendo mis manos al aire.
—Christian, por favor, no hagas esto— dice mi tía tratando de tocarme, pero rápidamente me alejo de ella.
—No me toques— digo con seriedad.
—No podrán verla, ella está dormida y no dejan que la vean hasta mañana— digo viendo para otro lado.
—Bueno, vámonos Mag, tengo sueño— dice mi padre levantándose de la silla.
Yo solo solté una carcajada pero disimule porque tenía el teléfono en las manos.
—¿Te llevo Christian?— pregunta mi padre.
—No gracias, yo traje mi auto y me iré en el— digo mirando el celular.
—Christian si quieres puedes...— le corté
—Ni siquiera lo pienses, no me iré a dormir a la casa que compartes con ella— digo apuntando a mi tía— No quiero ser parte de su relación extraña— digo saliendo de ahí.
Salí de ahí y conduje hasta mi casa, metí ropa en un bolso.
Esperé en la sala y llamé a Jack.
—Jack, ¿Estás en tu casa?— pregunto
—Chris... ¿Que mierda?, Son las 1:00 am ¿te has vuelto loco?— pregunta un poco somnoliento.
—Necesito quedarme en tu casa, ¿Estás allá?— pregunto apurado.
—Si, te espero en el pórtico de mi casa— dice un poco molesto.
—Okey— y colgué.
Conduje rápido a la casa de Jack, su casa solo quedaba como a 10 o 15 cuadras de la mía.
Cuando llegué Jack estaba sentado en el frente de esta.
—Hola— le dije con una vaga sonrisa en mi rostro.
—¿Hola?, Eres un loco de mierda, ¿Por qué te quieres quedar en mi casa a esta hora?— pregunta molesto pero en un tono bajo.
—No me has dejast—
—Dime de una vez Christian, por favor— bufó y rodo los ojos.
—Mi mamá está en el hospital, entraron a la casa y ella tuvo la mala suerte que la atacaran— digo con la voz un poco rota.
—Chris... Lo siento, no... no sabía, perdón por reclamarte sin saber— dice un poco apenado.
—No importa Jack, mi mamá está bien, solo la golpearon y está en el hospital estable— digo curvando un poco mis labios.
—Pasa, pero has silencio, todos están durmiendo y no quiero que se despierten y hagan un bullicio aquí— dice abriendo la puerta.
Íbamos subiendo las escaleras para llegar a si habitación.
Su casa era un poco más pequeña que la mía, está la habitación principal que es la de sus padres y es la que está en el primer piso, la cocina muy amplia, la sala igual de amplia que la cocina, un salón de juegos y un cuarto de lavandería, arriba está la habitación de su hermana que tiene la misma edad que él ya que son mellizos, dos habitaciones para los huéspedes, la habitación de Jack y dos baños, tres con el que está abajo. Si, era una casa grande.
Entré a la habitación de Jack, la cual tiene dos camas porque muchas veces me he quedado aquí, aunque haya habitaciones para huéspedes me gusta dormir en la de Jack, así podemos jugar hasta tarde en su Play station.
Entramos y le conté lo de mi mamá, luego de eso, lo de Bella, todo, pero omitiendo algunos detalles, no soy de esos chicos que hablan de las chicas o hablan de lo que hacen con ellas.
—Vaya, ¿Quién diría que Christian Jones se volvería a enamorar?— dice alzando ambas cejas.
Enamorado...
Esa palabra no me ha identificado por mucho tiempo.
Desde lo de Allison no he tenido ninguna novia, había conocido a varias chicas pero nada serio, tampoco tuve sexo con ninguna de ellas, bueno solo con una pero ella luego me dijo que no quería estar atada a nadie y eso me decepcionó.
—Enamorado no sería la palabra que yo usaría Jack, más bien, interesado en ella, pero enamorado, no— digo viendo el techo.
—Bueno, como lo quieras llamar, esa chica te gusta, lo supe desde aquella vez que la viste por primera vez, te veías como un niño embobado viendo un dulce— dice soltando una risa en un tono bajo.
—Lo que sea Jack— ruedo los ojos— y, ¿Sophie? ¿Que tal con ella?— pregunto curioso, ya yo sabía que eran novios pero no sabía cómo fluía su relación.
—Bien, ya se la presenté a mis padres y a mí hermana, les cayó bien, ya sabes cómo es ella, nadie puede resistirse a sus encantos— dice soltando un suspiro.
—Tú si estás enamorado, a eso— señaló si cara— si se le llama estar enamorado— digo riéndome.
—Cállate idiota, vas a despertar a todos— dice en un tono bajo.
—Bueno, ¿Vemos una película?— pregunto prendiendo el televisor.
—Solo una, mañana tenemos que pararnos temprano para ir a ese infierno que le llaman Institución de aprendizaje— dice rodando los ojos.
Escogí Destino final es una de mis películas favoritas, y pues, vimos la primera luego la segundo, luego la tercera hasta que llegamos a la 5, cuando nos dimos cuenta estaba amaneciendo.
—Te dije que era una sola— dice Jack con un poco de enojo.
—Tú te pudiste dormir, yo no te obligué a ver las películas conmigo— dije rodando los ojos.
—Sabes que esas películas son mis favoritas, son muy emocionantes— dice soltando una carcajada.
Salí y me duche, cuando entré al baño me bañé con agua fría, muy fría para quitarme el sueño.
Salí y me puse la toalla un poco más arriba de las caderas, no quería que la hermana de Jack me viera así, aunque sospecho que a ella le gustan las chicas y los chicos, pero más las chicas.
Yo tengo varios amigos así, no los juzgo, ellos también son personas, no porque a un hombre le guste otro o porque a una mujer le guste otra, deja de ser una persona, a mí no me importa ser amigo de alguien a quien le guste los hombres, no le veo nada de malo a eso, casa quien tiene derecho a disfrutar su sexualidad.
Salí y por suerte no me encontré con nadie, entré a la habitación de Jack y saqué mis cosas de ahí, fuí a la habitación de huéspedes y me vestí ahí.
Salí y bajé, con Jack a mi lado, su mamá estaba sirviendo el desayuno con ayuda de la chica de servicio, los dos padres de Jack eran unos ejecutivos muy conocidos, ambos trabajan, el padre de Jack está sentado en la cabeza de la mesa, Clara, la hermana de Jack a un lado de su padre su mamá después de haber servido el desayuno la mamá de Jack se sentó al lado de su esposo esperando a Jack.
—Buenos días— dije con una sonrisa en el rostro.
—Oh Chris, ¿cómo estás hijo?— pregunta la madre de Jack, ella es una mujer amable.
—Bien y usted señora Harris?— pregunto
—Bien hijo.
Nos sentamos y la mamá de Jack hizo que me sirvieran comida en un plato.
El desayuno fué callado, nadie habló.
—Vamos, Jack, Clara, los voy a llevar al instituto— dice el padre de Jack con su semblante normal, el es un hombre cariñoso pero con carácter.
—Si quiere se puede ir al trabajo señor Harris, yo traje mi auto y nos podemos ir en el— le ofrezco de una buena manera.
—Gracias Christian, tengo una junta en 20 minutos y si me voy ahora llegaré justo a tiempo, gracias por ofrecerte— dice con una sonrisa cariñosa en su rostro.
—De nada señor Harris.
Nos subimos en mi auto y empecé a conducir, puse una canción Harry Styles en el estéreo, iba tarareando la letra mientras conducía, veía como los árboles pasaban a mi lado, todo estaba muy calmado.
[...]
Llegamos al instituto y todos estaban como siempre hablando antes de empezar las clases, salimos del auto y le pase llave, Clara se fué dónde estaban sus amigas y Jack y yo seguimos caminando, con mi mirada estaba tratando de buscar a Bella.
—Deja de buscar a tu princesa encantada, espera a que llegue— dice Jack soltando una risa.
—Cállate Jack, así eras, o bueno, eres con Sophie— digo rodando los ojos.
Seguimos caminando y la ví a ella, Bella, salió de un auto con una mujer, se parece mucho a ella ¿Era su madre?.
Con un poco de pena me fuí acercando a ella.
—Ey, Bella— digo corriendo hacía donde estaba ella.
—Chris— dice un poco sonrojada.
—¿Cómo estás?— le pregunto
—Bien, te preguntaría "¿Y tú?" Pero yo te veo bien— dice sonrojandose por completo.
—Vaya, ¿Eso es un cumplido?— pregunto acercándome a ella.
—Tal vez— dice mirándome y pasando un mechón de cabello detrás de su oreja.
—¿Entramos?— pregunto extendiendole mi mano.
—Claro, solo— no terminó porque una mujer se acercó a nosotros.
—Hola, soy la madre de Bella, ¿Tú eres?— pregunta la mujer examinandome.
Sabía que ella era su madre, son idénticas, solo que la mujer tiene los cabellos un castaño casi llegando a Amarillo, tenía pecas en su cara, igual a las de Bella, sus ojos del mismo color como los de Bella, yo veía a esta mujer y era como si viera a Bella en unos años.
—Yo soy...
—Es Christian mamá— dice Bella.
—Pero deja que él se presente Bella— dice su madre.
—Mucho gusto señora, yo soy Christian, amigo de Bella— digo extendiendole mi mano.
—Oh, ¿Tú eres el amigo que invitó a salir a mi hija?— dice con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Eh, si ese mismo— digo soltando una risita nerviosa.
—Mucho gusto Christian, yo soy Natalia Bennett. La madre de Bella— dice estrechando su mano con la mía.
—Adiós mamá— dice Bella dándole un beso en la mejilla a su madre.
—Chao Bella, nos vemos más tarde— dice la madre de Bella acariciando su mejilla.
Íbamos entrando pero escuché a la madre de Bella:
—Christian— Me detuve y voltee hacía donde estaba ella.
—Si quieres, puedes venir a cenar más tarde, como a las 6:30 pm ¿Te parece?— pregunta la madre de Bella.
—Claro, con mucho gusto señora Bennett— digo con una sonrisa en mi rostro.
Ella me dió una sonrisa, se subió en su auto y se fué.
Voltee para ver a Bella y ella no me dijo nada, solo me sonrió y me dió un pequeño beso en la mejilla, con esto ella se sonrojó y yo pude sentir un leve cosquilleo en mi estómago.
¿Qué me está haciendo esta chica Dios mío?.
Bella:
Sorpresa...
Fué lo que sentí cuando mi mamá le ofreció a Chris cenar con nosotras hoy, solo quedé ahí procesando sus palabras.
Chris aceptó y eso me alivió pero me inquieto a la vez, Chris iba a cenar con mi madre y conmigo, en mi casa, en mi mesa, no sabía que hacer, me quedé ahí congelada.
Christian volteó a verme y yo solo sonreí, no sé porque lo hice pero le di un beso en la mejilla, fué un impulso que no pude controlar.
Después de besarlo en la mejilla sentí que mi cara estaba completamente roja, miré a Chris y el solo me sonrió.
Esa sonrisa, una sonrisa que podría enamorar a cualquiera, yo no sabía que sentía por el pero supongo que es algo parecido a un enamoramiento, lo quería, pero no de una manera exagerada, ni excesiva.
—¿Entramos?— le pregunto.
—Si, pero antes quiero pedirte algo— dice tomando mi mano.
Lo primero que pensé fue que me pediría que fuera su novia si el hacía eso no sabría que decir o como actuar.
Los nervios me estaban carcomiendo, estaba esperando a que su boca soltará las palabras, me calmé un poco cuando me dijo:
—¿Puedes acompañarme a visitar a mi madre en el hospital?— pregunta viéndome a los ojos.
—Ah... ¡Claro!— le respondo.
—Iremos después de clases, luego de ahí podemos ir a mi casa para cambiarme y luego iremos a tu casa, ¿Te parece?— pregunta esperando por mi respuesta.
—Claro, pero debemos llegar antes de las 6:30, mi mamá es estricta con respecto a la hora de cenar— digo rodando los ojos.
—Okey, te lo juro— dice poniendo su mano del lado izquierdo de su pecho.
Me reí abiertamente con el mientras que entrabamos al instituto, cualquiera creería que somos novios.
Christian Jones es mi novio
Solo con decirlo en mi cabeza sonaba tan ridículo e imposible, yo sé que eso nunca pasaría, aunque nos hayamos besado y todo eso, probablemente yo era uno de sus juegos para entretenerse, solo estaba esperando el fin de esto, y sé que cuando ese día llegué me voy a desmoronar por completo.
[...]
Terminaron las clases, ya era fin de semana, me encontré con Sophie.
—¡Bellaaa!— exclama Sophie mientras corre hacía mí.
—¡Sophiaa!— digo abriendo mis brazos para que pueda abrazarme.
—¿Que me cuentas nena?— pregunta ella
—Nada, solo que Chris y yo nos besamos y que hoy quiere que vaya al hospital a visitar a su madre— digo encogiendome de hombros fingiendo restarle importancia.
—¿QUÉ?— exclama Sophie gritando.
—Shhh, Sophie por Dios— digo poniéndole la mano en la boca.
—Bella por Dios eso no te lo puedo creer, mi mejor amiga está creciendo aww— dice despeinando mi cabello.
—Ja ja, mira como me rio— digo con sarcasmo.
—Luego me cuentas de esto Bella, Jack y yo vamos a mi casa, se lo voy a presentar a mis padres, estoy muy contenta y un poco nerviosa— dice mi amiga emocionada.
—Me alegro mucho por ti Sophie, que bueno que lo de Jack y tú esté funcionando— digo poniendo mi mano en su hombro.
—Bueno adiós Bella, te quiero, cuídate, luego me dices como te cayó tu suegra— dice guiñándome el ojo.
—Aggh, cállate Sophie— digo riéndome.
Con eso se fué y quedé ahí esperando a Chris.
Me puse a revisar mis redes y como siempre no tenía ningún mensaje o notificación, había esperado unos 5 minutos, dos manos cubrieron mis ojos, era obvio que eran de un chico
—¿Quien es?— pregunté tratando quitar sus manos de mis ojos.
—Adivina Oliver— dijo una voz masculina detrás de mi.
Oliver... me llamaba por mi apellido.
—Dame una pista aunque sea— digo casi rindiendome.
—Bueno tu golpe en mi estómago, me dolió y me hizo ver lo fuerte que eres— dijo soltando una risa.
Luego que dijo eso lo supe, supe quien era.
El quitó sus mano de mi rostro y me dí la vuelta.
—Tú— digo con una sonrisa en mi rostro.
—Yo— dice el tomándome de las manos.
Estaba muy cambiado, ya no era un niño, ahora era un adolescente, un lindo adolescente.
Sus ojos color azul seguían siendo igual de intensos como aquel día que lo conocí, su cabello negro azabache muy bien cortado, ¿A caso hacía ejercicio?, Tenía unos músculos muy bien pronunciados.
—Tiempo sin verte Oliver, estás...— hizo una pausa— cambiada, estás más bonita de lo que recuerdo— dice regalandome una sonrisa.
—Vamos Daniel, no exageres— digo rodando los ojos.
—No estoy exagerando, es la verdad— dice guiñándome el ojo.
Pasamos un rato sin hablar, el intentaba decir algo pero no le salía.
—¿Cómo has estado Daniel?— le pregunto.
—Muy bien Bella, y tú?— pregunta él
—Bien, ya sabes, sobreviviendo a el instituto— digo soltando un suspiro.
—Vine porque mamá y yo nos volvimos a mudar para acá, y bueno, el lunes comienzo a estudiar aquí— dice señalando a el instituto.
—Oh que bien, si necesitas ayuda me avisas ¿Si?— le pregunto tomando su mano.
—Si Bella— dice besando mi mano.
Silencio. Quedamos en total silencio. Notaba algo en el, algo que quería decirme pero no ha podido.
—Daniel— digo sacándolo de sus pensamientos.
—¿Huh?— responde el con la cara abajo.
—¿No hay algo más que quieras decirme?— le pregunto.
—Mi abuela murió hace dos meses, la madre mi papá, esto me duele, es como ese sentimiento de cuando murió mi padre, ¿lo recuerdas?— su voz sonaba rota— El día que te dije que no te haría más daño, el día que te hablé sobre mi padre. Pues, ahora necesito un abrazo como ese qu—
No lo pensé mucho y lo abracé, se sintió como aquél día en el pasillo de la escuela.
Escuché un pequeño sollozo e hice más fuerte nuestro abrazo y le di unas palmadas livianas en la espalda.
El se despegó de mi y me miró, yo limpie sus lágrimas y el sonrió.
—¿Qué?— le pregunto con una sonrisa en mi rostro.
—Es que... Me hizo recordar a ese día, fué una especie de Deja vú — dijo soltando un pequeña risita.
—Si— digo apretando su mejilla— te salieron un poco más de cachetes Miller— digo apretando ambas mejillas.
—Deja de hacer eso Bella, me duele un poco— dijo tomando mis manos.
—Es que no puedo tus cachetes son tan adorables— digo apretandolas de nuevo.
—Tú te lo ganaste Oliver.
—¿Me gané qu...?— no pude terminar mi oración porque Daniel me había levantado del suelo y me pasó por su hombro.
—¡Bájame, Bájame!— exclamé tratando de safarme de su agarre.
—No lo haré hasta que te disculpes Oliver— dice caminando por los alrededores del estacionamiento.
—Estas loco si crees que voy a hacer eso Miller— Digo lanzando patadas como una niña pequeña.
—Entonces no te bajaré— dice riendo.
—¡Bájame ahora Daniel Miller!— digo con un tono de voz autoritario.
—Ya sabes que tienes que hacer Oliver, solo tienes que pronunciar una sola oración y listo— dijo todavía riendo.
—¡Miller, Suéltame!— volví a exclamar.
—Te dijo que la bajaras— dice una voz masculina que reconozco muy bien.
Daniel me bajó y su semblante se veía serio.
—¿Quien eres tú niño?— pregunta Daniel con ambos brazos cruzados.
—Soy Christian, y no soy un niño, ¿y tú?, ¿Quién diablos eres?.
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Nota dela autora: AAAAH, Chris le cayó bien a su suegra JAJAJA.
Chris quiere que Bella conozca a su madre, aww que lindo.
Daniel, ¿Tu regreso traerá buenas o malas noticias? Quédense con la duda porque no se los diré :D
Uy, Christian, pareces un novio celoso, ¿A caso lo estás? ¡AAAH!.
Este capítulo si fué largo :D
No olviden votar por la historia mis corazones <3
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