Christian

Sinceramente estaba nervioso cuando invité a salir a Bella, ella tiene ese efecto en mí y no sé por qué si apenas la acabo de conocer, aunque, yo ya la conocía de antes, pero ahora es estoy comenzando a tratar con ella.

Y no, no soy un psicópata obsesionado con ella. La conozco ya que el año pasado ella presentó un proyecto frente a todo el instituto. Desde ese día no ha abandonado mis pensamientos.

Hace un año.

Mientras que iba caminando para ubicarme en algún puesto, escuchaba como las personas hablaban sobre una chica que era (supuestamente) extraña y nerd, me quedé con la duda de quién podía ser, debía esperar la tonta presentación.

Al cabo de treinta minutos, el director le dió inicio al proyecto saludandonos para luego darle paso a Bella. Cuando la ví, no pude despegar mis ojos de ella. Bella era, bueno, es una chica preciosa, demasiado, con su cabello castaño sus casi notables pecas en el rostro…

—Hey, ¿Christian?, tierra llamando a Christian— Dice mi mejor amigo pasando su mano frente a mi.

Después de eso, aterricé y me dí cuenta de que estaba mirando como un torpe a esa chica cuyo nombre desconocía en ese momento.

—¿Que quieres ahora, Jack?— bufé y blanquee

—Nada, solo me dió algo de gracia como veías a Bella, pareces un niño mirando un dulce— dijo, y soltó una pequeña risa.

—¿Bella?— pregunté inocente.

—No te hagas el que no sabe, estabas mirándola ridículamente mientras presenta su proyecto— volvió a blanquear los ojos y negó un poco con la cabeza.

—Bueno... si, la estaba viendo, pero... ¿Cómo la conoces?— pregunté curioso por saber, porqué si él conoce a Bella es mi oportunidad de acercarme a ella.

—Bueno la conozco por Sophie, ¿la recuerdas?— pregunta con un pequeño brillo en sus ojos. Jack conoció a Sophie un día cuando él la saludó por cortesía. Eso se convirtió en una rutina todos los días, hasta que él comenzó a notar que le gustaba, pero no quiere admitirlo.

—Si, obvio que la recuerdo, ¿cómo no recordar a la chica que es igual de loca que tú?— dije, y solté una pequeña risa.

—¡Ey! No la llames así— dijo ofendido— ella se llama Sophia, S O P H I A— deletreó cada letra.

—Okey, lo siento, no quise ofender a tu novia— dije provocandolo, a él le gusta Sophia, eso lo sé, pero es tan tonto, que no se lo quiere admitir.

—Christian, ya te dije que ella no es mi novia, solo somos amigos y-

—Nada más— completé su oración— Jack siempre dices eso, tú y yo sabemos que ella te gusta, pero temes que te rechace como lo hizo...— dejé mis palabras suspendidas en el aire ya que el director habló de nuevo por el micrófono.

—Demosle otro fuerte aplauso a la estudiante destacada del instituto, Bella Oliver— dijo el director con una gran sonrisa en el rostro.

Bella, quien mantenía su rostro un poco oculto,  solo sonrió y salió de el lugar. Bajé de las gradas y caminé un poco hacia ella para hablarle, pero un brazo me detuvo, y cuando voltee, era una persona que no me agradaba ver para nada.

Mi ex novia, Allison Bell, la capitana del equipo de porristas. Inmediatamente me solté de su agarre y no dejé que me hablara.

En aquel tiempo, había pasado un mes desde que yo había terminado con ella. La razón principal de haberla dejado fué, porqué después de un partido de fútbol, entré en los vestidores para ducharme, ponerme ropa limpia e ir a celebrar con los chicos de mi equipo. Cuando entré escuché unos sonidos extraños provenientes de las duchas.

Aunque no era mi problema y no debí hacerlo, me fuí acercando poco a poco para ver de quién se trataba, ya que si estaban tan urgidos, que se fueran a otro lado. Cuando me acerqué a la puerta pude verla, y el sentimiento que se apoderó de mí, no fué nada bueno. Allison estaba con un chico del equipo de fútbol rival.

La rabia y la impotencia fluyeron en mi cuerpo como una especie de suero. Abrí la puerta con molestia, ambos voltearon hacia mi al mismo tiempo. La expresión de Allison fué de sorpresa, y la de el chico, de miedo.

—Chris... esto... esto no es lo que parece...

—¡¿No es lo que parece?! ¡¿No parece que mi novia está con un chico que no soy yo?! ¡Vaya Allison, ahora sí te superaste a ti misma! De verdad te felicito— dije con absoluto sarcasmo— .¡Y tú!— me fuí acercando al chico que no conocía— ¡¿A caso no sabías que ella tenía novio?!— pregunté furioso.

—Ella... digo…— se aclaró la garganta—, ella me dijo que no tenía novio... de ser lo contrario yo... yo no me hubiera metido con ella— respondió un poco nervioso, no sé por qué él estaba así, no sé que había en mis ojos pero nada bueno podía ser, me giré hacia Allison y la miré entre triste y decepcionado.

—No me busques, no me llames y no me insistas, esto, tú y yo— digo apuntando con mi dedo a ambos— se terminó, para siempre— concluí con un tono de decepción.

—Y tú— me dirigí hacia el chico— para la próxima, no te dejes llevar por lo que te diga una chica, investiga primero y luego de confirmar de que no tenga novio o algo parecido, puedes hacer tus cochinadas.

Salí de los vestidores y me fuí con los demás chicos del equipo, me encontré con Jack y le conté todo lo que me había pasado en ese corto tiempo que fuí a cambiarme.

—Lo siento Christian, se que estabas enamorado de Allison y… siempre quisiste ser novio de ella…— no lo dejé terminar.

—Estás en todo lo correcto Jack, me gustaba, tiempo pasado. Ahora solo siento asco por ella, solo con recordarla teniendo sexo con ese chico en esas duchas, me da tanto asco, y sus gemidos, creí que solo gemía así conmigo, y pues ya me dí cuenta que no es así, sabrá el cielo desde cuándo me ha estado engañando con él— me senté en la grama—. Yo solo quería que ella fuera feliz, hice de todo para que se sintiera cómoda conmigo, que se sintiera la chica más afortunada del mundo, ¿y cómo me paga ella? Teniendo sexo en un lugar prácticamente público, esto tiene que ser una estúpida broma— dije frustrado.

—Todo eso ya lo sé Christian, te esforzaste mucho y ella te pago mal, pero eso solo da una mala imagen de ella no de ti, todo el mundo aquí sabe que hiciste hasta lo imposible para que Allison te prestara atención, y cuando lo hizo yo estuve ahí para escuchar lo feliz que estabas, y ahora que ella ya no está, yo estaré aquí para escuchar lo mal que te estás sintiendo ahora, solo quiero que sepas que siempre estaré para ti, en las buenas y en las malas— dijo amablemente.

—Si alguien te escuchara hablar así pensaría que somos novios— dije soltando una carcajada— yo también estaré para ti siempre hermano— le dí una palmada en la espalda.

—Ahora vámonos a celebrar que nuestro equipo se llevó otra Victoria— dijo jalando mi brazo.

Luego de ahí nos fuimos y no fuimos a la fiesta porqué justo esa noche, Jack se comenzó a sentir mal, según él fué la comida.

Esa noche me quedé en casa, estaba en mi habitación escuchando música, esa era mi salida de este mundo cuando me sentía mal o molesto.

—Chris, amor, baja a cenar, tu padre, tus hermanos y yo te estamos esperando— dijo mi madre con una amplia sonrisa en su rostro.

—Ahora no tengo hambre mamá, cierra la puerta y déjame estar solo— dije tapando mi cara con una almohada.

—Christian... ¿Qué tienes amor?— preguntó mi madre cerrando la puerta detrás de ella.

—Mamá... yo... no quiero hablar de eso ahora— digo volviendo a poner la almohada en mi rostro que ahora siento que va a explotar.

—Sea lo que sea puedes decírmelo cuando estés listo, no voy a presionarte, cariño, siempre estaré aquí para ti, soy tu madre y eso nunca va a cambiar— dijo levantándose de la cama a punto de salir de la habitación.

—Terminé con Allison— solté con un poco de dolor.

—Oh hijo, yo... Yo lo la—

—No, no tienes que lamentar nada mamá, ella me fué infiel y para mí desgracia, presencié eso— dije con un tono de decepción.

—Sé que esto es duro cariño, pero yo estaré siempre para ti— dice mi madre besando mi pelo.

—Lo sé mamá y te lo agradezco, pero ahora necesito estar solo y pensar las cosas bien— digo regalandole una sonrisa honesta.

—Está bien hijo, pero baja a cenar, debes alimentarte— dijo mi madre y acarició mi mejilla antes de salir del cuarto.

Y así fué como conocí a Bella, fue un día increíble pero a la vez malo para mí.

Mis padres me ayudaron mucho, me dieron consejos que me sirvieron demasiado. Sobretodo papá, me dió un fuerte abrazo y me dijo que vendría una chica que me sabría querer de verdad.

Patrick Jones, era el típico capitán del equipo de fútbol en su juventud y que quiere que sus hijos sigan sus pasos.

Y Jennifer Adams, era la capitana del equipo de porristas, la más popular en el instituto en su juventud.

Ellos son mis padres, que ahora se están divorciando. Esto me está afectando mucho, yo siempre presenciaba el afecto que le tenía mi padre a mi madre y viceversa. Siempre había querido un amor como el de ellos.

No sabía el por qué de esta situación, pero cuando me enteré sentí tanta decepción e impotencia, como aquel día que terminé con Allison.

Mi padre, si es que así puede llamarse, le fué infiel a mi madre con su hermana, o sea, con la hermana de mi madre, mi "tía" Maggie.

Mi madre al principio no me lo quiso decir, estaba preocupada de cómo podía reaccionar ante tal noticia. Cuando me lo dijo, en ese instante lo que corría por mis venas no era sangre, era ira y ganas de insultarlo hasta que se me desgarraran las cuerdas vocales. Pero mi madre evitó todo ese espectáculo y nosotros seguimos con nuestras vidas, aunque, aún están en proceso de divorcio y mi padre aún tiene algunas de sus cosas en nuestra casa.

Esa misma tarde cuando invité a salir a Bella, me fuí a mi casa, entré y no había nadie, pude notar en la mesita de la sala que mi mamá me había dejado una nota.

Chris, cariño, vine temprano a la casa solo a almorzar y me tuve que ir nuevamente a la corte, esto del divorcio está progresando muy lento, te dejé tu almuerzo en el microondas, si vas a salir llámame o deja una nota.

Te ama, tu madre.

Después de leer esto me enojé un poco, porqué con todo este problema del divorcio, mi madre se la pasaba más en el tribunal que en casa.

Comí, descansé y luego me duché, estaba en mi habitación buscando algo ropa para ponerme, debía lucir bien para mi... para mi salida con Bella. No es una cita, solo es una salida, como amigos, si.

A la final me puse una camisa azul oscuro, mis pantalones negros, mis zapatos de igual color y mi chaqueta de cuero negra, mi ropa varía en ese color, blanco, negro, gris, azul, colores oscuros.

Eran las seis y cincuenta y cinco de la tarde, le dejé una nota a mi madre dónde le decía que saldría, estaba a punto de abrir la puerta pero está se abrió desde afuera.

Cuando se abrió, me encontré con mi madre. Ella es una mujer muy elegante, tenía un traje que se ajustaba a su cuerpo color blanco, un labial color rojo y una cola alta, a pesar de que mi madre está en sus cuarenta y algo se ve jóven, cuando me percaté atrás de ella había alguien más: mi padre

—Hola hijo, ¿cómo te fué hoy?— pregunta mi madre con una cálida sonrisa en su rostro.

—Hola mamá, bien, como siempre— digo con una sonrisa en mi rostro.

—Hola Christian ¿Cómo estás?— pregunta mi padre, haciendo que la sonrisa en mi rostro desaparezca

—Hola Patrick, bien, demasiado. No te preguntaré “¿Y tú?” porqué me imagino que estás más que bien después de abandonar a tu familia ¿No?— respondí de mala gana

—Amor, no le hables así a tu padre por favor— dice mi madre en un tono de voz pasivo.

—Él no merece mi respeto y tampoco el tuyo mamá— respondí con una furia que traté de esconder.

—¡Aún soy tu padre y me tienes que respetar lo quieras o no!— dijo gritándome, él jamás había el hecho eso.

—Ya Patrick, por favor, no quiero discusiones ahora— dice mi madre un poco alterada.

—Mamá, por favor no te alteres, esto es entre este señor— dije apuntando a mi padre— y yo.

—No discutiré más, eres mi hijo y no me voy a poner en estás niñerias contigo, ya estás muy grandecito para hacer estos escenarios, Christian José— dice mi padre finalizando nuestra pelea.

—Y, ¿qué haces aquí?— pregunto tratando de pasar un poco el enojo.

—Vine a recoger algunas de mis cosas y mañana vengo a recoger lo que resta— respondió en un tono serio.

—Ah, ok, como solo vas a recoger unas cosas esperaré aquí hasta que te vayas— digo cruzando los brazos.

—Trataré de recoger rápido— dice mi padre mientras sube las escaleras.

Quedamos mi madre y yo cruzados de brazos ahí. Ella miró mi vestimenta y sonrió.

—¿A dónde vas tan guapo hijo?— preguntó curiosa, como siempre.

—Saldré con una chica hoy mamá— digo escondiendo mi felicidad por ello. Aunque, mamá la notó.

—¡Vaya!, debe ser una chica muy especial, no te veías así de emocionado desde que eras novio de Allison— dice mi madre bajando el tono al pronunciar su nombre.

—Si mamá, es una gran chica. Humilde, cariñosa, un poco despistada— al decir esto solté una pequeña risita— y es hermosa mamá— finalicé soltando un suspiro. No sé por qué lo hice, cada vez que hablo sobre ella me entra una emoción que no puedo controlar, su cabello, sus ojos, su cara que cuando estás cerca de ella puedes notar algunas pecas casi visibles, todo de ella es muy lindo.

—Hijo— dice mi madre sacándome de mis pensamientos.

—¿Decías mamá?— pregunto un poco ido.

—Hijo, cuidado que se te cae la saliva pensando en esa chica— dice mi madre soltando una carcajada.

Estaba a punto de responderle pero mi padre estaba bajando las escaleras.

—Ya me voy, ¿te llevo?— pregunta mi padre un poco serio.

—No, iré en mi auto, tengo que pasar por alguien— le respondo igual de serio.

El salió de la casa y se marchó en su auto.

—Mamá, ¿estarás bien aquí sola?— pudo notar el tono de preocupación que yo tenía.

—Si hijo, estaré bien, en un rato iré a la casa de tu abuela para pasar buscando a tus hermanos, quizá y me quede platicando un rato con ella— respondió acariciando mi mejilla.

—Okey, mamá— digo besando su frente— te quiero, adiós.

—Igual te quiero hijo, maneja con cuidado.

Con eso, salí de la casa. Fuí al garage para sacar mi auto, cuando me fijé en la hora… ¡no puede ser! Ya eran las siete y treinta, le dije a Bella que pasaría por ella a las siete en punto, con cuidado conduje lo más rápido que pude a la casa de Bella.

Cuando llegué hice sonar el claxon para que supiera que ya había llegado, salí del auto y me recosté en este, saqué mi teléfono y comencé a ver videos de mi familia antes de que pasara todo lo de mi papá, éramos tan felices ¿Por qué? ¿Por qué nos pasó esto a nosotros?

Después de unos minutos,escuché que Bella me saludó, alcé mi mirada y volví a ver mi teléfono.

Idiota, la chica que te gusta está frente a ti.

¿La chica que me gusta? No, solo me parece linda.

Ajá, alza la mirada, harás que se sienta insegura.

Volví a alzar la mirada rápidamente hacia ella, estaba más hermosa que de costumbre, tenía un vestido gris que se ajustaba a su figura, su cabello suelto y esas pecas casi visibles que tiene en su rostro, estaba muy hermosa.

Ejem… ejem…

Cállate.

Las palabras no salían de mi boca, estaba tan impresionado con ella, lo hermosa que se veía…

¡YA DILE QUE TE GUSTA! ¡SI TE GUSTA!

—Wow... digo... que... que linda te ves hoy— fué lo único que salió de mi boca.

¿En serio? "Que linda te ves hoy" Le estás dando a entender que los otros días se ve horrible, y tú sabes que eso no es así ¡Felicidades Jones, te mereces el premio al mejor idiota del mundo!

Gracias conciencia, lo sé.

—Gracias, tú igual te ves muy guapo— me dice con el rostro un poco oculto, de seguro hizo eso para evitar que la viera sonrojarse.

No escondas tu preciosa cara Bella, quiero ver como te sonrojas solo con yo mirarte.

—Bueno, creo que deberíamos irnos, perdón por llegar tarde, es que tuve un pequeño inconveniente... pero ya lo solucioné— digo un poco apenado.

—No te preocupes puedo entenderlo— me dijo con una sonrisa ladeada

—¡Okey!— le respondo un poco emocionado, porque era real, yo iba a salir con esta chica hoy, una chica muy hermosa y sincera, tengo muchos planes con ella y sé que le gustarán.

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Nota de la autora: Ayy, pobre Chris, cuanto a sufrido :(, pero pronto eso va a cambiar. Capitulo largo ¿eh? ;) El próximo creo que también lo será