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Capítulo 30

Por alguna razón, me alegra que Christian esté aquí.

—Hola Bella— dice con una sonrisa.

Su sonrisa era muy bonita, por alguna razón se me hace familiar.

¿No será porque Tyler se parece a él?

La verdad, sí se parecen, y mucho.

—¿Bella?— me llamó— ¿Me dejarás pasar?— pregunta sacándome de mis pensamientos.

—Ah... claro, pasa— digo quitándome del marco de la puerta.

Christian se sentó en la sala con Daniel y Claire. Yo también me senté con ellos.

—Que raro que Sophia no ha llegado— dice Daniel.

—Ella dijo que vendría, no sé por qué no ha llegado aún— digo.

—Quizá se está divirtiendo un poco con Jack— dijo entre risas.

—Daniel— dijo Claire en tono de regaño.

—Y aquí me doy cuenta de quien manda en la relación— dijo Christian reprimiendo una risa.

—¿Y quién mandaba en tu anterior relación, Christian?— preguntó Daniel con una ceja arqueada.

Toda la sala quedó en silencio,y el aire de volvió pesado.

—Voy a llamar a Sophie, a ver si se dignará a venir— digo levantándome del sofá.

Subí las escaleras hasta mi habitación y tomé mi teléfono para marcarle a Sophie.

...
...
...

—¡Bella querida!— dice Sophie emocionada.

—¿Vienes para mi casa?— pregunto.

—¡Obvio que iré preciosa!

—¿A qué horas vienes?

—Ya voy llegando Bella, cálmate.

—Está bien, te espero aquí, Sophie.

—Te quieroo.

—Y yo a ti— sonreí.

Colgué y bajé de nuevo a la sala.

Pero esta vez había alguien más.

—¡Cariño!— dijo Tyler mientras se acercaba a mí.

—Tyler, pensé que no vendrías— dije algo incómoda.

—Obvio que iba a venir, mis padres me pidieron cuidar a mi hermanita por unas horas y luego pude venir para acá— dijo, para luego besar mis labios.

—Ah, okey— digo.

No pensé que Tyler viniera, estos días ha estado algo… raro.

Se sentó en el sillón y me hizo un ademán de que me sentara.

¡Genial! Me tengo que sentar en medio de Christian y Tyler.

Esta noche no puede ser más espléndida.

Que se note el sarcasmo.

Me senté y justo al momento Tyler pasó su brazo por mis hombros.

Quiero a Tyler... como amigo, claro, pero Christian me hace sentir algo diferente en mi pecho. Al principio Tyler si me llegó a… gustarme por así decirlo, pero luego mi atención se enfocó completamente en Christian y... este sentimiento solo surgió.

Cuando entró en mi habitación de hospital, eso me pareció muy extraño. Pero él me pareció como el chico más guapo que he visto. Incluso dejé de lado mi miedo de volver a enamorarme a causa de mi problema hace años con Alexander.

Quisiera que Christian estuviera en el lugar en el que está Tyler, con su brazo en mis hombros…, besando mi mejilla, abrazándome...

—¿Verdad Bella?— pregunta Tyler.

—¿Ah?

—Oliver estás demasiado distraída hoy, mucho más de lo normal— dice Daniel riendo un poco.

—Solo pienso, ¿sí? No es para tanto— dije blanqueando los ojos.

Tocaron la puerta.

—Yo voy— digo levantándome del sillón para no sentirme más incómoda.

Caminé hasta la puerta y abrí.

—¡Bella!— dice Sophie para luego darme un abrazo.

—Pensé que no vendrías— dije.

—¡No me perdería el cumpleaños de mi amiga! Solo se cumple diecinueve una vez— dice Sophie sonriendo.

—Bueno, está bien, pasa.

Jack y Sophie entraron y se sentaron en la sala con los demás chicos. Fuí a la sala y me senté en el sillón de nuevo.

Al rato, después de tanto hablar le pedí a Sophie que me acompañara a mi habitación un momento.

—¿Qué pasa Bella?— pregunta Sophie.

—Mira, tuve otro recuerdo, pero esta vez no fue dormida, sino despierta— dije emocionada.

—¿En serio Bella? Eso es bueno entonces— dice Sophie con una sonrisa.

—Muy bueno, porque puedo decir que ese chico es muy real, Sophie.

—¿Por qué lo dices? ¿Qué recordaste?

—Mira, encontré esta pulsera— dije mostrandosela— mientras buscaba un accesorio que ponerme, cuando la tomé y me la puse un gran dolor de cabeza se me desató. Recordé que un chico me la dió y me dijo: ¡Feliz primer mes Bella! Así que supongo que era mi novio. ¿Sabes quién es Sophie?

—Mhm, la verdad no sé quién puede ser, nunca me hablaste sobre un chico, así que no te puedo decir mucho, lo siento— dice Sophie.

Creo que miente.

—Lo bueno es que ese chico es real Sophie, es real. No le veo el rostro pero siento que lo quiero o... lo amo, no fue una cosa de mi cerebro, es real.

—Sí Bella, ahora solo debes buscar bien a ese chico.

—Hay algo más...

—¿Qué es?

—Es sobre Tyler...

—¿Qué te hizo? Dime para bajar y patearle sus...

—Tranquila... y no, no me hizo nada.

—¿Entonces?

—Siento atracción por Christian— solté—. Tyler... ya no me atrae como antes... sé que esto es muy injusto con Tyler, pero no puedo evitarlo, no puedo dejar de sentir.

Sophie me sonrió y habló.

—Nadie manda en el corazón Bella, si te gusta Christian, está bien, de todos modos Tyler no me cae muy bien.

—Eres una loca— digo riendo.

—Hey, no te burles de tu mejor amiga— dice.

—Claro claro, bajemos— digo riendo un poco.

Bajamos y fuimos a la sala de nuevo.

—¿Qué estaban haciendo? ¿Besándose?— pregunta Daniel divertido.

—Claro mira— dice Sophie dándome un pequeño beso en la mejilla.

—Ustedes dos están locas— dice Daniel riendo.

—Locas de amor la una por la otra— bromeo.

Los chicos rieron y hablamos todos muy entretenidos.

—Vamos a cortar el pastel— dice mamá entrando con el pastel.

Apagamos las luces y cantamos cumpleaños. Luego de cantarlo, mamá les dió trozos de pastel a cada quién y nos sentamos de nuevo en la sala.

Al rato todos se fueron, incluyendo a Tyler. Y, agradezco mucho que se fuera.

Mamá me dijo que ella y papá habían hecho una reservación para nosotros cuatro, en un restaurante, era como mi cena de cumpleaños, les dije que fueran ellos porque yo no quería, me sentía un poco mal, la cabeza me daba punzadas pequeñas cada cinco minutos y mamá me dijo que si no quería ir lo entendía. Aún así sentí como si los hubiera plantado.

—Bella cariño, ya nos vamos— dice mamá.

Caminé hasta la puerta y abracé a mamá y papá.

—Está bien, los quiero. Lo siento mamá, papá y Lindsey, pero me siento un poco mal.

—No te preocupes cariño, te entendemos.

—¿Y mi abrazo?— pregunta Lindsey.

La abracé y ella me sonrió.

—Nos vemos más tarde hermanita.

—Está bien Lin.

—Si el dolor de cabeza persiste o se hace más fuerte, me llamas. En el botiquín hay pastillas, cada una etiquetadas para qué funcionan— me dijo mi madre.

—Ok mamá.

Mis padres y Lindsey salieron de casa y yo acomodé la sala y la cocina.

La sala no estaba muy desarreglada. Pero la cocina… la cocina parecía un verdadero desastre, utensilios sucios de crema pastelera, mezcla de pastel, ¡hasta en las paredes! Y muchas cosas más.

Luego de limpiar todo y dejarlo impecable me dirigí a las escaleras para subir a mi habitación, las punzadas ahora eran un poco más fuertes y eran fastidiosas. Tal vez debería llamar a mamá.

Subí las escaleras con un poco de fastidio y luego tocaron la puerta.

Me quejé y bajé de nuevo.

—¿Qué se te olvidó Lind...?

No me esperaba ver a Christian frente a mí.

—Christian, emm… ¿qué haces aquí?

—¿Puedo pasar?— pregunta.

—Claro.

Me aparté de la entrada de la puerta y lo dejé pasar.

Él se sentó en el sofá de la sala y yo lo seguí.

Nunca había estado con un chico a solas... bueno, con Tyler en mi cuarto, pero con mis padres en casa, mi papá vigilándonos cada cinco minutos y con la puerta abierta. Ahora estoy con Christian, sola, sin nadie en casa.

—¿Se te olvidó algo?— pregunto.

—No... solo... quería verte, es todo.

¿Quería verme? ¿Para qué quiere verme si ya me vió hace rato?

—Ya sé que te vi hace rato, no me lo tienes que recordar— dice Christian.

—Lo siento, pensé en voz alta— digo riendo nerviosa.

—Tranquila, también me ha pasado— dice riendo un poco.

—Bueno.

—¿Y tus padres?

—Salieron con mi hermana.

—Ah okey.

—Ah, no te he ofrecido nada, ¿quieres un jugo? ¿agua, pastel, café…?

—Tranquila, no debes molestarte— dice.

—No me molesta, dime qué quieres.

—Bueno, un jugo está bien— dice— pero que no sea de...

De naranja no porque soy alérgico— llegó a mi mente.

—Naranja, porque eres alérgico...

Maldición, lo dije en voz alta. ¿De dónde diablos saqué eso?

Debo de verme como una estúpida justo ahora.

—¿Cómo lo supiste?— pregunta.

—No... no lo sé... solo... ¡Agh!— me quejé.

—Bella, ¿qué pasa? ¿te sientes bien?

—Sí, solo...— sentí que me desplomé al suelo.

—¡Bella!— gritó Christian preocupado.

De repente la respiración comenzó a fallarme.

—Christian— dije casi audible.

—Bella, ¿que te pasa? Háblame, háblame por favor.

—Aire... el aire…— pasé las manos por mi cuello—, no puedo... respirar.

—¡Carajo!— exclamó.— Bella, trata de respirar por favor.

—No... puedo…

Joder, sentía como si tuviera algo en mi garganta que no me dejaba respirar con normalidad.

—Voy a llamar a una ambulancia, resiste por favor, no puedes irte... por favor…—miró el teléfono—, ¿bueno? Sí, una amiga le está fallando la respiración y… y le duele mucho la cabeza— me miró con preocupación—. No, no lo he hecho, sí, pero por favor dense prisa.

Christian les dió la dirección de mi casa y luego colgó.

—Bella, mírame, tendré que... tendré que darte respiración boca a boca.

Asentí levemente con la cabeza y el estampó sus labios en los míos.

Una, dos, tres. Respiraciones

Una, dos, tres. Respiraciones.

El dolor de cabeza se intensificó cuando Christian puso sus labios en los míos, una especie de escalofrío recorrió mi cuerpo con intensidad.

Mi vista se nublo un poco por las lágrimas que se habían formado.

Sentía como si mi cabeza fuera a explotar en cualquier momento.

—¿Bella?

Todo a mi alrededor se volvió negro. Lo último que escuché fue:

—Bella, ya llegó la ambulancia.

Lo siento Christian, no resistí. Perdí la consciencia justo ahí en mi sala.

Ese día llegué tarde al instituto, la primera clase casi la pierdo, el profesor me dejó pasar por ser una muy buena alumna y sin ninguna falta. Cuando fui a subir las escaleras para llegar a mi puesto, mis ojos se encontraron con los ojos verdes oscuros de un chico. Sus ojos eran impresionantes... te podías perder en ellos fácilmente.

—Hey Bella, ¿estás? Oye, siéntate aquí tonta— dice sacudiendo su mano.

Seguí subiendo las escaleras y me senté al lado de Sophie.

—Oye ví cómo tú y...— de nuevo no decía el nombre, por favor recuérdalo— se miraban, ¿acaso te gusta?— pregunta Sophie en cuanto me senté.

—No, no me gusta, solo me quedaba viendo así porque todos también lo hacían, ¿como dijiste que se llamaba?

—Se llama...— por favor, dilo por favor por favor, quiero saber su nombre por favor cerebro, trata de recordar el nombre de ese chico— se llama... se llama...— lo repetía una y otra vez— se llama... se llama, Christian Jones, él es el capitán del equipo de fútbol del instituto, está soltero— Respondió Sophie con un poco de picardía.

Cuando dijo su nombre todo volvió a mí.

Cuando lo conocí...

La noche en el cine...

Cuando me invitó a salir...

Nuestro primer beso...

Cuado me dió el anillo...

Recordé absolutamente todo, incluso... el día del accidente.

Sonreí por el mensaje que mamá me había enviado y luego apagué la pantalla de mi teléfono.

—¿Quién era?— pregunta Daniel.

—Mi mamá, sabes como es ella— digo.

—Sí, la señora Bennett puede ser un poco... intensa— dice Daniel

—¿Un poco?— pregunto riendo.

—Demasiado— responde riendo también.

Dejamos de hablar y mis párpados empezaron a pesar un poco. El agua de lluvia que me cayó encima me dió algo de sueño.

Cuando estuve a punto de cerrar los ojos ví una gran luz que venía hacía nosotros.

—¡Christian cuidado!— grita Daniel.

Solo sentí el impacto contra el auto, escuché muy a lo lejos el grito de angustia de Claire y todo se volvió oscuro para mí.

Desperté y sentí que pasaron un montón de horas.

Sentí un objeto grande incrustado en mi muslo izquierdo.

Si me movía, me dolía, y demasiado.

Nuevamente caí inconsciente y cuando desperté estaba en una habitación de hospital.

Mi cuerpo dolía un poco.

Miré a mi alrededor y estaba en una habitación de hospital.

¿Cómo llegué aquí? ¿Y por qué estoy aquí?

Miré hacia un sillón que estaba en la habitación y miré a mi madre y... ¡¿A mi padre?! ¿En qué momento llegó? Tenía muchas preguntas para él.

Tragué grueso y me dolió un poco, tenía la garganta muy seca.

Intenté decir algo pero nada salía de mi boca.

—Señorita Oliver, despertó— dijo el doctor en cuanto me vio.

Mamá despertó y lágrimas corrieron por sus mejillas en cuanto me vió.

—A... gua— dije.

—Ah sí, agua, Jackson, por favor, pásame la botella con agua— le dijo mamá a papá.

Luego de tener la botella en sus manos, mamá me dió como a un bebé.

—Gracias— le respondí—¿Qué… qué pasó? ¿Por qué estoy aquí?— pregunté.

—Hija…, ¿no lo recuerdas?— pregunta mamá.

—¿Recordar qué?— pregunté confundida.

—No se altere señorita— dijo el doctor—, usted tuvo un accidente automovilístico.

—¿Qué?— dije levantándome un poco, lo cual me dolió.

—Si hija, con Daniel, su novia Claire y… Chris.

—¿Cómo que Daniel? ¿Miller? ¿En qué momento regresó a la ciudad? ¿Qué Chris? ¿Claire está bien?— pregunté alterada.

—Por favor cálmese señorita Oliver, sus amigos están bien, ahora quiero hacerle unas preguntas— dijo el doctor.

Después de un rato, cuando ya estaba calmada, el doctor me empezó a hacer unas bobas preguntas.

—¿Sabes quiénes son ellos?— preguntó refiriéndose a mis padres.

—Si, son mis padres— respondí.

—¿Quiénes son tus amigos?

—Sophie, Claire y Daniel.

—Bien, ¿tienes novio?

—Me halaga doc, pero usted es muy mayor para mí, ¿cuántos años tiene? ¿Veintisiete?— pregunté divertida.

El doctor rió un poco y luego habló.

—No, tengo veintinueve, y es una pregunta seria, ¿tienes novio?

—No, no siquiera he tenido el primero.

—Está bien, los dejo, luego vendré para llevarla a que le hagan unos estudios.— dijo el doctor para luego salir de la habitación.

Luego pasó todo lo que pasó, Tyler... Christian...

No sé cómo pude olvidar al chico más increíble que he conocido, el chico que fue muchas de mis primeras veces. Christian Jones es el chico que de verdad amo.

Presente
22 de marzo del 2022
Dos días después del
cumpleaños de Bella.

Bella:

Bip, bip, bip.

De nuevo en el cuarto de hospital.

De nuevo tenía una vía en mi vena pasando suero.

Miré a mi alrededor y la habitación estaba vacía, solo estaba yo.

La puerta se abrió y vi a mis padres entrar.

—Sí Natalia, como te decía…

—¡Cariño! Despertaste— dice mi madre al verme.

—Me alegro que hayas despertado hija— dice papá.

—Nos diste otro susto hermanita— dice Lindsey mirándome con los ojos llorosos.

—Ven aquí tonta— dije ofreciéndole un abrazo.

Lindsey y yo nos abrazamos y luego se alejó de mí.

—¿Cómo se siente señorita?— pregunta el doctor.

—Muy bien doc, me siento... muy bien, descansada.

—Estuvo dos días inconsciente, señorita.

—¿Dos días?

—Si hija, dos días.

—Bueno, creemos que podremos darte de alta hoy, depende de lo que digan mis superiores— dice el doctor—, los dejo solos para que hablen

—Me alegra verte bien hija— dice mamá.

—Gracias mamá, me siento bien, pero tengo un poco de hambre.

—Iré a buscarte algo de comer hija, acompáñame Jackson, por favor.

Mis padres salieron de la habitación junto con Lindsey y sonreí. Me alegra verlos juntos, se ve que aún se quieren demasiado.

—Permiso— dice Christian mientras abre la puerta.

Christian, mi Christian

Lo ví y quise jugarle una pequeña bromita, le diré que aún no recuerdo nada... todo será una sorpresa, se la diré hoy porque las ganas de besarlo, abrazarlo y decirle cuanto lo amo son muy grandes.

—Pasa, no hay problema— dije.

Entró a la habitación y no pude evitar notar las ojeras leves bajo sus ojos.

—Bella respira…

Él estaba cuando me desmayé en mi casa. Se sentó en una silla a mi lado y comenzó a hablar.

—¿Cómo te sientes?— pregunta.

—Bien, muy bien— digo con una leve sonrisa.

—Me preocupé por ti— dice.

Por eso es que te amo tonto.

—Gracias por preocuparte, Christian. Eres un buen amigo.

Al mencionar la palabra “amigo” tensó un poco la mandíbula y sonrió levemente. Dios, no me quiero imaginar cómo la habrá pasado mientras no recordaba nada, mientras no lo recordaba.

—¿No has recordado más cosas?— pregunta después de unos segundos en silencio.

¡Te recordé a ti!— quise gritarle, pero debo apegarme a mi papel.

—Sí, un poco, mientras estaba inconsciente— dije.

—¿Qué recordaste?

A ti.

—No vayas a pensar que soy una loca o algo así... yo recordé que estaba teniendo relaciones con un chico en mi casa…, y... lo más extraño fue que lo disfruté, ¿sabes?

No sé qué y cómo hice para no reírme, porque estaba a punto de hacerlo. Y quise reírme más cuando ví su expresión. Era de casi de estupefacción o tal vez asombro.

—Eso es normal en las parejas Bella— dice riendo un poco.

—Supongo, pero yo nunca he estado con alguien, es tan asqueroso— digo haciendo una mueca.

Obvio, le dije que no he estado con alguien para que no sospechara, porque antes de conocer a Christian nunca había estado con un chico.

Rió un poco y me respondió.

—Me imagino, Bella.

—Bueno.

Quedamos en silencio hasta que él se aclaró la garganta y se acercó un poco más.

—Bella, quería preguntarte algo— dijo.

—Oh claro, adelante— le presté atención.

—¿Tú y Tyler…? digo— se acercó unos centímetros más, casi podía sentirlo tocando mi piel—, tú y yo éramos…

—¡Dios mío Bella!— dice Sophie al entrar a la habitación y me sobresalté.

Christian también lo hizo y se acomodó bien en la silla.

—¡Dios mío Sophie!— digo riendo un poco.

—Bella si sigues haciendo esto me vas a matar de un susto— dice seriamente.

—No tengo culpa, Sophie.

—Bueno, lo que sea, me alegra que estés bien amiga— besó mi mejilla.

—Gracias Sophie.

Los chicos, Chris, Jack, Daniel, Claire, Sophie y yo estuvimos hablando por un rato y luego Sophie llamó la atención de todos.

—Bueno chicos, lo lamento pero debo hablar a solas con Bella, si no les interesa les pido que salgan por favor.

Los chicos cedieron a irse y quedamos Sophie y yo solas.

—¿Recordaste algo?— pregunta.

Obvio que se lo diré a ella, quiero decírselo a alguien ya.

—Sí, solo que Chris es mi novio, nada importante— digo encogiendome de hombros restándole importancia cuando en verdad me importa muchísimo.

—¡¿Qué?! ¡Bella al fin!— grita de felicidad.

—Shh, quiero que sea sorpresa, ¿sí?

—O sea, que, ¿Christian no lo sabe?

—No, se lo diré hoy.

—Bueno, te ayudo en todo.

—Gracias, pero aún no puedo creer que no me hayas dicho que Christian era ese chico que tanto buscaba— digo con los ojos entrecerrados.

—No podía decírtelo y lo sabes.

—Bueno, en fin, cuando lo ví entrar a la habitación quería levantarme, besarlo y abrazarlo.

—Ustedes son tan tiernos— sonrió.

—Él… Christian, él estaba a punto de decirme algo, me dijo: “tú y yo éramos…”, pero luego entraste tú y no dijo nada más.

—Es un tonto, sabe que no podía decírtelo. Pero bueno, Christian estaba casi en agonía cuando se enteró que salías con Tyler.

—No me lo imagino— dije algo desanimada.

—Pero no estés triste, ya lo has recordado y Tyler volverá a Londres.

Reímos juntas y luego mamá entró y me dijo que podré salir esta misma tarde del hospital.

—Haré una pequeña reunión en casa, como excusa para que vaya Christian, no quiero que sospeche nada, haré un plan para eso— le digo a Sophie.

—Okey.

[...]

Volvimos a mi casa y le conté todo a mis padres.

—¿Qué harás hija?— pregunta papá.

—Le diré una excusa para que me lleve al parque donde nos hicimos novios, ahí le diré todo— digo

—Guau hermanita, excelente plan, muy romántico— dice Lindsey con obvio sarcasmo, pero no le presté atención.

—Lo sé, gracias— digo con una sonrisa.

—Cuenta con nosotros hijas— dice mamá.

—Gracias mamá, ahora debo ir a mi habitación y avisarle a los chicos que vengan.

Subí las escaleras y mi mamá me llamó.

—¿Qué pasa mamá?— pregunto

—Esto— dice entregandome la foto de Chris y yo enmarcada y el collar que tiene un dije con mi nombre—, es tuyo— dice con una sonrisa.

—Gracias mamá.

Subí a mi habitación, miré el teléfono y ví que tenía muchas llamadas perdidas de Tyler.

Luego el teléfono empezó a sonar de nuevo.

Llamada entrante: Tyler.

—¿Tyler?

—¿Es cierto que estuviste en el hospital? ¿Qué te pasó?

—¿Hasta ahora fue que te enteraste?— pregunto.

Estaba ocupado.

Vaya, y así te gustaba este chico.

—Sí, estaba en el hospital, solo tuve un mal momento es todo.

—Tenemos que hablar— dice él.

—Si, tenemos que hablar, ya recordé todo, Tyler. Christian es el chico que amo— le dije de una vez, sin rodeos. Oh Dios soy una insensible.

Bella, yo... quería decirte que mi ex novia está en la ciudad, y... volví con ella hace unos días, quería decirte eso. No quiero que me taches de mujeriego, solo... nunca la dejé de querer.

—Está bien. Te entiendo, tu estuviste conmigo aun cuando yo quería a otro chico.

Claro. Me alegró conocerte Bella. Debo colgar, adiós.

—Adiós Tyler.

Colgué.

Pensé que esto sería más difícil de lo que pensaba. Comprendo a Tyler, mientras estaba con él, aún amaba a Chris, sin saber que era él.

Le llamé a Chris.

—¿Bella? ¿Qué pasa?— preguntó.

—Christian... hoy en mi casa haré una pequeña reunión y me gustaría que vinieras.

—¿Reunión de qué?

—Una reunión casual, los chicos también vendrán.

Bueno...

—Me gustaría que vinieras, después de estas semanas te considero como mi amigo.

No solo eso Chris, también eres mi novio.

Gracias por invitarme, sí iré, nos vemos más tarde.

—Está bien, te veo más tarde.

Colgó y yo me fui a bañar para arreglarme desde temprano. Pasaron las horas y todos los chicos habían llegado.

Cenamos y nos pusimos a hablar. Se hizo de noche y ya era el momento.

Les hice señas a mis padres y a Sophie y ellos me entendieron.

—Vámonos a la sala— dice Sophie.

—Sí, allá hablaremos más cómodos— dice papá.

Todos se levantaron de la mesa, incluyendome, y caminaron hasta la sala. Digo 'caminaron' porque yo tomé a Christian del brazo y evité que siguiera caminando.

—Necesito un favor tuyo— le digo.

—¿Qué tipo de favor?— pregunta.

—Necesito que me lleves a ver a Tyler— le digo.

Hundió el entrecejo y habló.

—¿Por qué él no viene a tu casa?

—No, quiero ir yo porque hablaré con él, creo que me está engañando y voy a cortar con él.

Cuando dije lo último su entrecejo volvió a la normalidad y juro que ví una pequeña sonrisa.

—Está bien, te llevaré.

—Gracias.

Fui a la sala y todos nos quedaron viendo.

—Mamá, Christian me llevará a ver a Tyler, vuelvo luego.

—Está bien hija, vayan con cuidado— dice mamá.

Salimos de la casa y nos subimos al auto de Chris.

—¿Te acaban de comprar este auto?— pregunto, ya sabiendo la respuesta.

—Sí, el otro... ya no servía— dice empezando a conducir.

En el camino íbamos hablando un poco.

—Lo veré en un parque, en aquél que está allá— digo apuntandolo.

Él estacionó su auto, bajamos y entramos al parque.

El parque en donde el me llevó para pedirme ser su novia.

Donde nuestra relación comenzó.

Y ahora, volverá a comenzar.

—No veo a Tyler— dice Christian.

—Es porque no vino— le digo.

—¿Cómo estás tan segura?— pregunta.

—Porque él nunca iba a venir.

—Entonces debemos irnos— dice él.

—No lo creo, Chris...

—Cuando dices mi nombre así se escucha…, lindo.

—Igual que este lugar…, es muy bonito.

—Sí, es mi lugar favorito, y lo es por dos cosas. Uno: porque desde niño jugaba aquí, me encanta este lugar. Y dos: porque aquí le pedí...

Se calló y volteó hacía otro lado.

—¿También es tu lugar favorito porque aquí me pediste ser tu novia?— pregunto con una sonrisa.

Inmediatamente giró su vista hacía mí y yo le sonreí para luego abrazarlo.

—Recuerdo todo Chris, te recuerdo a ti, lo que vivimos y lo que sentimos. Lo recuerdo todo— besé su mejilla.

Él me tomó por la cintura, me alzó del suelo como si fuera un objeto de poco peso y luego me bajó para darme un gran abrazo.

—¡Bella!— exclama con mucha felicidad— no… no sabes lo mucho que te extrañé, aunque nos veíamos todos los días— dijo con las lágrimas bajandole por las mejillas—. Extraño tus besos, tus abrazos... y me sentí muy mal cuando empezaste a salir con Tyler— dijo 'Tyler' imitando su acento.

—Tampoco seas malo con él, se portó muy bien conmigo.— digo riendo un poco.

—Oh no, pero te besaba y eso no me gustó. Allison me molestó por semanas— dijo rodando los ojos.

—Allison... ¿Aún sigue siendo una perra?— pregunto riendo.

—Un poco más de lo normal, es novia de Drake— dice Chris soltando una risa.

—Oh— digo soltando una risa y rodando los ojos— ¿Por qué no intentaste reconquistarme cuando olvidé quien eras?— le pregunto.

—Me dijeron que lo más prudente sería ser solo amigos. No me gustó eso para nada, pero lo hice por tu salud mental— dice envolviendome en un cálido abrazo.

—Siempre preocupandote por mí— besé su mejilla.

—¿Desde cuándo recuerdas lo nuestro?— pregunta.

—Desde que desperté en el hospital— digo riendo un poco.

—¿Y por qué no me lo dijiste más temprano?

—Porque quería que fuera una sorpresa.

—Estuve casi de decirte que éramos novios cuando estábamos en el hospital, Dios, tenía tantas ganas de hacerlo, de liberarme. Pero no pude porque si reaccionabas mal, todo sería mi culpa.

Lo abracé más fuerte y sonríe.

—Mira lo que llevo— dice mostrándome su mano en donde tiene el anillo.

—Oh, que curioso, se parece al mío— digo mostrándole la mano en donde yo tenía mi anillo.

El tomó mi mano y junto nuestros anillos.

—No nos volverán a separar Bella, te lo prometo— dice besando mi frente y secando varias lágrimas que se le escaparon.

—Nunca Christian, jamás— un sinfín de lágrimas brotaron de mis ojos.

Nos miramos directo a los ojos por unos segundos y nos dimos un beso.

Se sintió como la primera vez que nos besamos. Fué un beso tierno y lleno de cariño.

—Te amo Bella Oliver. Eres la chica que más he amado en este mundo, y lo haría sin dudar en esta vida y si es posible en la otra— dijo mirándome a los ojos.

—Te amo Christian Jones. Eres el primer chico y espero que último chico que he amado con tanta sinceridad— digo con una gran sonrisa en mi rostro.

Y ahí, de pie en el parque donde empezó nuestra relación, besándonos con mucho amor y cariño, me sentí; no diré que por primera vez porque ya me ha pasado muchas veces, y lo mejor de todo fué que todas fueron con él, me sentí amada, y no Rechazada.


Les agradezco a las pocas personas que leyeron esta historia, lxs llevo en mi corazón chicxs 💖.
Quizás escriba un epílogo, aunque estoy segura, no, segurísima de que sí lo escribiré. Se me es un poco difícil dejar la historia, porque es la primera que escribí, pero debo hacerlo

Bueno, no tengo más nada que decir, de nuevo, gracias a ustedes que leyeron esta historia y me motivaron a seguir escribiendola. Los quierooo 💖
V. Abreu

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