Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25.

Advertencia: Capítulo con escenas algo subidas de tono. Leer con precaución.

Bella:

No sé que me pasa.

Literalmente le estoy pidiendo a Christian que tengamos relaciones, es algo que, si me hubieran dicho que pasaría no se los creería para nada, dijera que suena muy alocado y fuera de lugar. Pero aquí estoy, pidiéndole desesperadamente su amor.

No sé a dónde fue esa Bella que le temía a casi todo y que le daba vergüenza tan solo con darle un beso a su novio. ¿Hola antigua Bella? ¿Estás ahí?

Ahí estaba yo, besándolo como si mi vida dependiera de ello.

Él se deshizo de mi camisa en cuestión de segundos.

—Si te deshiciste tan rápido de la camisa, con lo demás serás Christian Flash— reí por mi tonta ocurrencia.

—De verdad no entiendo de donde sacas tantas ocurrencias— rió.

Me miró por un momento y plantó un beso en mi cuello.

—Hueles a perfume— dice aún en mi cuello.

—Será porque me apliqué un poco antes de venir, ¿no crees?

—¿Será?— dijo bajamos de mi cuello a mi pecho.

—Me haces cosquillas— le digo riendo un poco.

—Ese es el punto, ¿no?

—Quizá.

Desabrochó mi pantalón y lo bajo lentamente.

—Joder, no tengo preservativo.

Tienes que estar bromeando.

—¿Y en tu auto?— pregunté.

—Ah sí, el que traje ayer.

—¿Ayer?— le pregunté con una ceja arqueada.

—Si, recuerda que ayer alguien me dijo que quería que su novio le diera un poco de amor y luego no pasó nada.

—Vaya, no puedo creer que alguien te haya hecho eso.

—Fue muy cruel por parte de esa persona hacerme eso— dijo con los ojos un poco cerrados.

—¿Qué esperas? Ve.

—Ah sí, ya voy— dijo saliendo de la habitación.

Bajó y lo vi llegar al auto.

Sacó el preservativo y entró a la casa.

—Bien, sin gorrito no hay fiesta.

Me ahogué con mi propia saliva porque eso mismo había dicho Sophie un día que me dió un preservativo. Fue antes de que fuera novia de Christian, ella no sabía que yo seguía siendo inocente, por así decirlo.

—¿Nunca habías escuchado eso?— preguntó riendo.

—Sí, varias veces, Sophie lo ha dicho.

—Cuando no Sophia.

Él se acercó a mí e hizo que yo retrocediera.

—¿Se siente como la primera vez, no?

—Algo parecido, solo que ahora somos novios.

—Tienes razón— dice besando mi cuello.

—Creo que hemos...

—¿Hemos que? Bella.

—Alargado esto demasiado— digo.

—¿Tu crees?

—Eso creo.

Bajó mi ropa interior y sonrió con picardía.

—Bien, ahora, es mi turno, ¿verdad?— pregunta acercándose.

Se sacó el bóxer y se puso el preservativo.

Se puso encima de mí y me besó en la curvatura del cuello. Luego me besó en el pecho, bajó a mi barriga, luego a mi vientre y bajó hacia aquél sitio que tanto me ardía.

Sentí cuando me dió un pequeño beso en esa zona. Jadee por la sensación de su respiración en aquel lugar tan sensible.

Adentró su lengua en aquel lugar dándome todo el placer del mundo, yo tomaba la parte de atrás de su cabeza y la presionaba más en esa zona.

Cuando salió de ahí me besó desenfrenadamente en los labios, sin dudarlo le correspondí y mientras lo hacía sentí cuando entró lentamente dentro de mí.

Un gemido abandonó mi boca y él me besó.

Al principio su movimiento era lento, tortuoso, pero luego se tornó un poco más rápido y placentero. Maldición, perderé la cordura totalmente.

—Christian— digo jadeante.

—Mhm…

Gemí.

—Termina, hazlo ya.

Sentía que estaba a punto de correrse y yo ya estaba al borde.

Luego de un momento de movimientos placenteros y un poco descontrolados lo sentí correrse dentro del preservativo, eso me hizo llegar al final y me vine luego de él.

Salió de mí, se quitó el preservativo y se acostó a mi lado. Se volteó para mirarme y yo hice lo mismo.

—¿Qué debo decir ahora?— pregunto riendo un poco.

—Ah no sé, quizás, ¿“gracias por darme amor”?— dijo de una manera burlona.

—Que gracioso eres— digo sacándole la lengua.

—Gracias, lo sé— dice riendo.

—¿Qué hora es?— le pregunto.

Se volteó para ver la hora en su teléfono y luego me dijo la hora.

—11:50 pm.

—¿Qué?

—Si, esa es la hora.

—Pero si llegamos aquí a las 7:30 pm

—Mira— dijo enseñándome su teléfono— son las once con cincuenta de la noche, no te estoy mintiendo.

—¿Estuvimos cuatro horas aquí?— le pregunté un tanto sorprendida.

—¿Y te sorprende?— pregunta riendo.

—Pues sí, estuvimos cuatro horas aquí... haciendo… cosas.

—¿Haciendo cosas?— soltó una risita— ¿Qué eres? ¿Una niña de diez años?

—Ah perdón, usé el término incorrecto; estuvimos cuatro horas aquí dándonos amor. ¿Mejor?— pregunto con una ceja arqueada.

—Tú lo dijiste, no yo.

—Ja, mira como me río.

—Sabes que me gusta molestarte, no te molestes.

—Uh-huh

Miró su teléfono porque le llegó una notificación y luego se volteó hacia mí con una sonrisa en su rostro.

—Feliz día de San Valentín— dijo besando mi frente.

Le dí un pequeño beso en los labios y luego lo abracé.

Espera... Carajo. Olvidé comprar un regalo, esto tiene que ser una broma.

—Tengo algo planeado para mañana, bueno, para hoy— dijo acariciando mi cabello.

Genial. Él me dará un regalo y yo no.

Bien hecho Bella, eres la mejor novia del mundo.

—Dejame adivinar, es una sorpresa y por eso no puedo saber.

—Adivinas muy bien— dice riendo un poco.

—Yo... olvidé comprarte un regalo... lo siento, pero es que he estado ocupada con el instituto, la casa, mi padre...

—Hey— dijo volteando mi rostro hacia él— no te preocupes, ¿si? Me puedes comprar el regalo otro día o sino, no me compres nada. Tenerte conmigo es el mejor regalo que me puedes dar— dijo besando mi frente.

—Te prometo que te compraré un regalo— dije besando a nariz.

—Está bien, solo no te preocupes, ¿okey?

—Vale.

—Le escribiré a tu madre para pedirle permiso— me dice.

—Está bien, aunque siempre te dice que sí, creo que le caes mejor que yo— digo rodando los ojos.

—No digas eso, cuado te llevé a la playa no sabes todo lo que tuve que hacer para que te dejara ir conmigo, le ayudé a limpiar la casa, me mandó al supermercado para hacer las compras y me confundí con muchas cosas, compré cosas que no eran, le ayudé a ordenar unos papeles, y con ayudar me refiero a yo haciéndolo todo. No recuerdo que otras cosas hice pero todas hicieron que me agotara y que me diera un leve dolor de cabeza.

Río un poco y él me mira con los ojos entrecerrados.

—Ya, pero de verdad mi mamá te quiere, le caes bien. Pero no te quiere más que yo, ¿okey?— digo besando su mejilla.

—Me gusta cuando eres cursi, te ves más adorable de lo que ya eres— dice acariciando mi mejilla.

—No me dijiste que me querías— digo entrecerrando los ojos.

—Porque no te quiero Bella.

No puedo ni imaginar el desconcierto que hay en mi cara. Me levanto un poco de la cama y lo miro.

—¿Es una broma?— le pregunto.

—No, no lo es, de verdad, no te quiero.

Me río un poco más nerviosa y vuelvo a hablar.

—Ja, de seguro es otra de tus bromas, ¿verdad?— pregunto nerviosa de su respuesta.

—No, no es una broma, no te quiero.

Okey, sentí como mis ojos comenzaron a arder.

—Es... Es...

—Vamos a dormir— dice acostándose en la cama con una pequeña sonrisa en su rostro.

Enojada, muy muy enojada y sí, un poco triste, bueno no un poco, demasiado, demasiado triste y tonta. Me acosté lejos de él, gracias al cielo mi cama es grande. Le di la espalda y cerré los ojos. Mala idea. Sentí dos lágrimas caer por mis mejillas y abrí los ojos otra vez. Me arrope hasta el cuello y volví a cerrar mis ojos.

Sentí que Christian se acercó a mí y yo me alejé de él.

—Deberías irte, no tienes nada que hacer aquí— le dije con la voz un poco rota.

—Bella, no me dejaste terminar.

—¿Qué? ¿Quieres acabar con lo poco que queda dentro de mí?

—No, porque no te quiero...

—Sí Christian, ya me lo dijiste, no tienes que recordarmelo una y otra vez— digo soltando una lágrima.

—Te dije que no te quería porque es verdad, no te quiero... Te amo tonta, amar es más fuerte que querer, y lo que yo siento por ti es demasiado fuerte, así que te amo— dice besando mi mejilla.

Me giré hacía él con la nariz un poco roja al igual que los ojos. Lo golpeé en su brazo y él se quejó.

—Eres un tonto, me hiciste creer que no me querías y me puse a llorar como una niña pequeña, no sabes cómo me sentí, aunque solo fué un momento me sentí tan... tonta.

Él se acercó a mí y me abrazó, yo intenté dejarme de él y no pude, tiene mucha más fuerza que yo.

—Mi intención no fue lastimarte, solo te estaba jugando una broma. No pensé que te lo ibas a tomar tan en serio, disculpa, no quería que te pusieras así. Lo siento, ¿me perdonas?— dice besando mi cabeza.

—Claro, ¿y si yo te hubiera dicho eso? ¿Cómo te sentirás?— le pregunto volteando hacia él.

—No te creería, porque cuando intentas jugarle una broma a alguien te ríes.

—Estás muy seguro— entrecerré los ojos—. ¿Y si yo no te quiero? ¿Y si todo lo que te he dicho lo dije nada más por decirlo? ¿Y si no siento nada por ti y esto es solo una actuación? ¿Has pensado eso?— le pregunto seria.

—¿Es eso verdad? ¿Me estás diciendo que mientras estábamos teniendo sexo fingiste un orgasmo? ¿Me estás diciendo que si te beso ahora mismo no me vas a corresponder?— pregunta acercándose a mí.

—Sí, algo parecido, quizás solo me hice tu novia por diversión y los sentimientos que confesé tener por ti son una mentira, o quizá mi objetivo fue enamorarte para luego lastimarte, no sé, esas son probabilidades— digo conteniendo la risa por su expresión.

Es verdad lo que dice, no puedo jugarle una broma a alguien sin reírme.

—¿Te estás vengando por lo que te hice?

—Quizás, no lo sé, puedes tomarlo como quieras, mis palabras son reales— digo encogiendome de hombros.

NO PUEDO CONTENER LA RISA.

—Claro, real como esto.

—¿Cómo qu...?

Me besó en los labios suavemente. No le correspondí por unos segundos para mantener la actuación de hace rato, pero no soy de piedra, ¿okey? Le correspondí casi al instante, puse mi mano en la parte de atrás de su cuello, atrayendolo a mí.

Él se alejó de mí y me miró.

—¿Me dirás qué eso también fué una actuación? — dice con los brazos cruzados.

—Soy muy buena actriz.

—No tienes que seguir así, lamento mucho lo que te hice sentir cuando te dije que no te quería, pero es verdad, no te quiero, te amo, ¿entiendes?— me dice.

—Está bien, te disculpo, sé que solo querías jugarme una broma, pero para la próxima que no sea así— le digo.

Él acaricia mi mejilla y me da un dulce beso en la frente.

—Te prometo no gastarte más bromas, te lo juro. No quiero verte enojada por mi culpa.

—Espero que sea así— le digo besando su mejilla.

—Oh, ¿eso es un beso fingido?— pregunta con un falso asombro.

—No empieces, ya nos reconciliamos, no querrás empezar otra pelea.

—Está bien, lo haré porque no quiero verte molesta, aunque así te ves más linda.

Me levanté, me puse un pijama al igual que Christian y los volvimos a acostar.

—Tengo sueño, buenas madrugadas— digo riendo.

—Descansa, te amo— dice besando mi mejilla.

—Yo no.

—Bella...

—Yo también te amo Christian— digo dandole un pequeño beso en los labios.

Le di la espalda y cerré los ojos. Al rato sentí cuando se acercó a mí y me rodeó la cintura con su brazo para acercarme a él.

Puse mi mano sobre la suya y él las entrelazó.

[...]

Desperté por el sol que se colaba por mi ventana.

Christian no estaba.

Fuí al baño y me duché para quitarme el sueño.

Entré a mi habitación y me vestí con una ropa de diario.

Bajé las escaleras y escuché voces en la cocina. Me acerqué lentamente y luego entré a la cocina.

—Mamá— la llamé.

—¡Hija! ¡Feliz día de San Valentín!— dice abrazándome.

—Igual para ti.

—Christian me dijo que vino temprano.

Lo miré y me hizo una seña de que le dijera que si.

—Sí, yo tenía mucho sueño y le dije que iba a tomar una pequeña siesta— le mentí a mi mamá.

—Mhm, bueno, él preparó el desayuno— dice con una sonrisa en el rostro.

Los tres nos sentamos en la mesa y empezamos a comer.

Cuando terminamos Christian ayudó a mi mamá a lavar los platos y yo limpié la casa un poco.

—Le dije a tu mamá que saldríamos, me dijo que sí, pero que llegaramos antes de las 10:00 pm.

—Bueno, está bien, déjame subir para cambiarme.

Subí a mi habitación y me puse unos jeans blancos con mis zapatillas negras y una camisa manga que lucía elegante.

Bajé las escaleras, me despedí de mamá y me fui con Christian.

Me pregunto qué sorpresas tendré hoy.

-------------------------------------------------------------

Nota de la autora: ¡Hola!, bueno, escribí este capítulo un poco desanimada. Me he sentido mal y tengo unos problemas que no son fáciles de resolver. Extraño la historia, tengo un gran bloqueo, la creatividad no viene a mí, mi imaginación está en blanco.

No sé cuándo vuelva a actualizar, tengan paciencia las pocas personas que leen la historia. Los quieroo

V. Abreu.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro