Capítulo - 15
Idiota. Así me sentía.
¿En serio? ¿"El tuyo también lo es"? Que idiota— Pensé.
—Y, ¿qué haces para que tu vida no sea aburrida, Bella?— pregunta poniendo su codo en la barra.
—Bueno, estudiar, estudiar y más estudiar, me gusta, y aparte de eso, a veces me la paso con mi mejor amiga. Es todo.
—Lo de estudiar no lo pongo en duda. Pero, ¿no haces nada más? ¿Salir por lo menos?
—No.
—Y, ¿tienes novio?
Su pregunta me hizo tragar en seco, la palabra novio me hizo recordar a Christian. Y aunque nosotros no somos nada, consideré en su tiempo que tal vez podríamos llegar a serlo.
—Lo siento si mi pregunta te incomodó, no quise hacerlo.
—Tranquilo, no te preocupes y la respuesta es no, no tengo novio.
—Oh vaya, interesante.
—¿Y tú? ¿Tienes novia?
¿Por qué diablos le estoy preguntando esto?
Y la loca soy yo.
—Ya vuelvo, tengo una llamada.
Joshua salió de mi campo de visión por un momento mientras hablaba por teléfono. Luego de eso colgó y caminó hacia mí de nuevo.
—No tengo, con la última nos dejamos porque así lo quisimos ambos.
—Ah ya.
—¡Bella! Ya volví— dice Sophie acercándose a mí.
—Pensé que te habías perdido— digo rodando los ojos.
—¿Quién es tu amigo?— pregunta mirando a Joshua.
—Oh, él es Joshua. Joshua, ella es mi mejor amiga, Sophia.
Ellos estrecharon sus manos y se dieron una pequeña sonrisa.
—Bueno vamos, mi hermano es amigo del hijo de los dueños de este club y podemos subir a la zona VIP— dice emocionada.
Alexander Reed. Diecinueve años. Estatura de uno ochenta y ocho (no pregunten cómo sé eso). Cabello castaño y ojos cafés.
El sueño de cualquier chica, incluso llegó a formar parte del mío.
Recuerdo cuando estaba enamorada de él, suena muy cliché: Enamorada del hermano de mi mejor amiga. Mi enamoramiento hacia él se esfumó por completo porque descubrí cómo trataba a las chicas y cómo se refería a ellas, es un maldito idiota si me preguntan.
—Vamos— dice Sophie jalandome del brazo.
—Adiós Joshua.
—Adiós Bella— escuché a lo lejos.
Joshua me cayó muy bien, es tan calmado, se deja llevar y pareciera como si nada le afectara. Subimos por unas escaleras y ahí estaban varias personas en unos muebles con unas mesas en el centro.
Supongo que eran las personas con dinero que no les gustaba codearse con la gente "pobre" como ellos les dicen.
—Ya vuelvo, voy por unos tragos.
—Espera…
No me escuchó.
¿Acaso no recuerda que no podía beber? Cuando vuelva me va a escuchar.
Pasé un rato sentada ahí sola, con varias personas mirándome, me sentía incómoda con todas esas miradas puestas en mí. La única atención que he recibido es la de mi madre, Sophie, Lindsey, la de los profesores del instituto y la de los médicos a los que voy cada mes a un chequeo.
Mientras estaba ahí sentada, alguien se paró frente de mí y yo suponiendo que era Sophie dije:
—Sophia, te dije que no podías beber, luego no vamos a tener quien nos lleve a casa— digo un poco molesta.
—¿Me parezco a tu mejor amiga?— pregunta una voz masculina.
—Yo... lo siento pensé que eras...— cuando alzo la mirada me encuentro con él— Joshua, que... ¿Qué haces aquí?
Ya no tenía el uniforme de bartender, tenía una ropa un poco más... elegante, se veía sexy con ese atuendo, espera... ¿Qué diablos estoy diciendo?
—Pues, ser hijo de los dueños de este bar tiene algo de bueno— dice sentandose junto a mí.
—Ah, con que tú eres el amigo de Alexander.
—Si, ese mismo.
—Entonces, supongo que ahora tengo el privilegio de estar sentada junto al hijo de los dueños del club— digo con una sonrisa ladeada.
—No, el privilegio lo tengo yo de estar aquí contigo— dice con una sonrisa ladina.
Estuve hablando con él por un rato y sentí vibrar mi teléfono.
De: Sophia bff <3
Subo en un rato, Jack está aquí y quiere que hablemos.
De: Bella.
Okey, no te tardes mucho y recuerda que no debes beber.
—¿Pasa algo?— pregunta Joshua.
—No, nada— digo girandome hacía él.
—Entonces...
—Entonces...— dice él imitandome.
—¿Qué hacemos ahora?
—No lo sé, dímelo tú Bella— dice acercándose a mí.
Podía oler su perfume, ese perfume intenso que tenía encima, ese traje lo hacía lucir tan bien.
—Yo tampoco sé— digo acercándome a él.
¿Qué estoy haciendo?
—Creo que... tengo que ir al baño.
—Tu y yo sabemos que eso no es así— dice cerca de mi rostro.
—Sí, pero no puedo...
—Sí puedes.
—No…
Él se acercaba más a mí.
Sentí el impulso de acercarme y besarlo, y eso fué lo que hice, lo besé sin importarme de que hubieran otras personas mirándonos. Ese beso se sintió tan cálido, tan real. Seguimos así por unos segundos más hasta que él se apartó.
—¿Te ha gustado o no ese beso?— pregunta.
—Si pero... esto es incorrecto— negué con la cabeza—. Yo... hay un chico y él... bueno se puede decir que me gusta y aunque ahora estemos peleados no quiere decir que ya dejé en él o que olvidé lo que siento por él.
Me miró por unos segundos y se aclaró la garganta.
—Te entiendo, solo toma este beso como prueba de lo que sientes por él es real. Podemos quedar como amigos, podemos olvidar lo que pasó aquí.
—Claro— digo con una pequeña sonrisa— ten mi número digo sacando un papel con mi número escrito— podemos seguir en contacto.
—Okey, lo voy a guardar.
—Okey.
—Te voy a acompañar hasta que tu amiga vuelva.
—Gracias.
Joshua y yo pasamos un rato hablando sobre que nos gustaba a cada uno de nosotros, me enteré que le gustan las canciones de Imagine Drangons, Bruno Mars y Twenty One Pilots.
Ya cuando dijo que le gustaba Imagine Dragons supe que si no estuviera enamorada de otro chico, él sería del que estuviera enamorada justo ahora. Y no solo por eso, sino también por su comportamiento tan formal y a la vez divertido conmigo.
Seguimos hablando y al poco rato llegó Sophie y no fué muy sorpresivo para mí ver a Jack junto a ella.
—¡Bella!— exclama Sophie acercándose a mi.
—Sophie.
Miré a Sophie que venía con Jack, y el parecía sorprendido de verme ahí y sobretodo con un chico. Cuando por fin llegaron a la mesa, Jack solo me sonrió como forma de saludo y yo hice lo mismo.
—Hola, ¿de nuevo tú?— pregunta Sophie mirando a Joshua.
—Sí, me hizo compañía mientras tú te fuiste a buscar unos tragos que duraron como media hora— dije rodando los ojos—. Además, gracias a él tu y yo estamos acá arriba y no allá abajo— dije apuntando a la parte baja del club.
—Oh, con que tú eres el amigo de mi hermano— dice Sophie con una ceja arqueada.
—Si, ese mismo.
—Me quiero ir, Sophia— digo seria.
—Vamos Bella, no seas aburrida— dice Sophie.
—En serio me quiero ir.
—Si quieres te llevo a tu casa— dice Joshua.
—No te molestes— digo girandome hacia él.
—No me molesta, para nada.
—Bella si quieres anda con él, sino, yo te llevaré a tu casa, no tengo problema— dice Sophie tomada de la mano con Jack.
Algo me dice que estos dos van a hacer algo más esta noche, no los culpo, debo admitir que Christian es… muy bueno en lo que hace, tanto que me gustaría repetirlo… algún día.
—Okey, solo no llegues muy tarde— la miré a ella y luego pasé a mirar a Jack— y Jack, sé que no hablamos demasiado, pero trata de que no le pase nada, ella le dijo a sus padres que se quedaría en mi casa y lo que le pase será mi responsabilidad.
—No te preocupes Bella— dice Jack.
—Okey, adiós— dije sacudiendo mi mano.
Bajé las escaleras y Joshua me guío a la salida, sacó su auto de algo que parecía un pequeño garage y subí en el.
Era un Mercedes Benz muy lujoso, supongo que aparte de este bar sus padres tendrían que ser algo más.
—Pásame tu dirección.
Se la pasé por su teléfono y el condujo hasta mi casa.
Fue solo media hora de viaje, íbamos hablando cómodamente, así como lo estábamos haciendo en el bar. El se estacionó frente a mi casa y yo bajé del auto, él hizo lo mismo y me acompañó a la entrada.
—Gracias por traerme, resultaste ser alguien divertido— digo (casi) bromeando.
—Aún te quedan muchas cosas por descubrir de mi, pequeña Bella.
—No me digas así, solo porque sea pequeña no significa que no pueda golpear fuerte— digo con el ceño fruncido.
—No lo dudo.
Reí un poco y él me miraba fijamente.
—Ese chico debe ser afortunado— dice mirándome.
—Bueno... supongo— dije encogiendome de hombros—. ¿Quieres pasar?— pregunto por cortesía.
—Claro.
Pensé que diría que no.
Entramos y le dije donde estaba la sala, el se sentó en el sillón que estaba ahí y yo fuí a la cocina a buscar algo para darle. Le preparé un sándwich con jamón y queso, no sabía qué más agregarle porque no sabía que le gustaba y qué no.
Caminé hasta la sala y le dí el plato con el sándwich en él.
—Gracias— dice con una semi sonrisa.
—Disfrutalo.
Él empezó a comer y se terminó el sándwich en un abrir y cerrar de ojos, tienen razón en decir que los chicos pueden digerir las cosas más rápido que las chicas.
—Wow, eso fue rápido.
—Si, es solo... tenía hambre, es todo.
—Si ya veo— dije soltando una risa.
—Ah, ¿te parece gracioso?— dice acercándose a mí.
No quería que se acercara porque la última vez, que lo hizo terminó en: él besándome y yo por alguna razón disfrutandolo. No entiendo que le pasa a mi cabeza, se supone que el chico que me gusta es Christian, no debería disfrutar el beso de otro chico.
—No, no me parece gracioso.
—Mhm, bueno.
Él no dejaba de acercarse.
—¿Por qué estás nerviosa Bella?
—¿Y-yo?
—S-sí, tú— dijo burlándose de mi tartamudeo.
—No lo estoy.
—Claro que lo estás, tú respiración está un poco errática y tus pupilas están algo dilatadas.
—¿Dónde aprendiste eso?
—Estudio el cuerpo humano y todas sus reacciones, puedo saber cuándo estás nerviosa, molesta, triste o... excitada.
Mi respiración se entrecorto cuando oí la última palabra.
¿Acaso dijo eso? No, no creo.
—No siento ninguna de las cosas que acabas de mencionar.
—¿En serio? ¿Ni una siquiera?— pregunta acercándose a mí.
—N-no.
—Demuestralo.
—¿Qué?
—Demuestrame que no estás nerviosa ni mucho menos excitada por esta situación.
—Joshua, me dijiste que ese beso entre nosotros en el bar no significó nada.
—Bella por Dios, para mí significó y a la vez no, cuando te besé me sentí tan... no sé cómo explicarlo. Pero cuando me dijiste que te gustaba un chico respeté tu decisión.
—¿Entonces por qué haces esto?
—¿Te importa a caso por qué lo hago?
—¿Me puedes decir? Yo no me molestaré ni nada que se le parezca, pues, tú y yo no somos nada.
—Bueno, porque… Bella yo…
—¡Dilo! ¡Escupelo de una vez!— exclamo.
El tomó mi rostro entre su mano izquierda e hizo que mis ojos lo miraran fijamente.
—¿A caso no ves que te deseo? ¿No ves que desde ese beso me tienes la cabeza vuelta un infierno?, eres una chica hermosa, no te estoy pidiendo sentimientos ni nada parecido, solo descargar todo esto que tengo encima, todo esto que tú provocaste y tú eres la que puede acabarlo.
¿Qué diablos fué eso? ¿Dijo que me deseaba? ¿Un chico que no es Christian me desea?
—Bella di algo por el amor de Dios.
—Yo… no sé que decir.
—Solo piénsalo.
Fuí a la cocina y abrí la llave, eché un poco de agua fría en mi rostro para cerciorarme de que esto fuera una pesadilla, pero no lo era.
Un chico, que casi ni conozco me acaba de decir que me desea. Esto no puede estar pasando, no puede estar pasando Dios.
—¿Y…?
—¿Qué?— me voltee para mirarlo.
—¿Qué decidiste?— sabía a lo que se refería.
—No lo sé, ya... ya vuelvo— digo subiendo a mi habitación.
Estando en mi habitación me puse a pensar en todo lo que he pasado, en lo que pasó con Christian en toda la mierda que he pasado. Una parte de mi quería (no sé por qué) estar con Joshua, sé que sería algo de una noche, pero también pensaba en cómo eso iba a afectar a Christian cuando tuviese que decírselo.
Pensé demasiado eso pero tomé mi decisión, salí de mi habitación y bajé las escaleras, Joshua estaba sentado en el sillón, cuando me vió se incorporó de inmediato.
—Entonces...
No dije nada, solo lo tomé de la mano y comencé a subir a mi habitación. Sé que esto sería algo se lo que me arrepentiría pero no hoy, no ahora.
—¿Solo esta noche?— pregunto.
—Solo esta noche— dice él.
[...]
Cuando todo acabó yo me fui al baño y tomé una rápida ducha, me vestí y volví a mi habitación donde estaba él, ya estaba vestido y se estaba poniendo los zapatos.
—Oh, ya te vestiste.
—Si.
—Te espero abajo.
No estaba para nada orgullosa de lo que pasó en mi habitación esta noche, pero ya lo hice y no se puede revertir, hablar de esto con Christian será doloroso para él, y en parte para mí porque no quiero ver su expresión cuando le diga que me comporté como una cualquiera.
Bajé y lo esperé en la sala, no pasaron ni cinco minutos y él ya venía bajando.
—Bueno, ahora supongo que te vas.
—Bella— dice acercándose a mí— el que hayamos estado solo para liberar tensión no significa que no me preocupe por ti, te dije que solo sería esta noche, pero que aún podíamos ser amigos.
—¿Y eso significa que…?
—Que me quedaré aquí hasta que llegue Sophia.
—Gracias, pero me puedo quedar sola. No es la primera vez que lo hago.
—Vamos, no tienes que ser valiente.
—No estoy siendo valiente, mi mamá se la pasa trabajando casi todo el tiempo y me quedo sola constantemente, así que te puedes ir sin preocuparte.
—Okey, hablamos luego, adiós Bella.
—Adiós Joshua.
Cerré la puerta detrás de mí y me arrastre hasta el suelo.
Me puse a pensar en todo lo que hice con Joshua y que de verdad lo disfruté, estúpidas hormonas de adolescente estúpida.
Caminé a mi habitación, quité la sábana que cubría la cama y puse otra, limpia. Quizá queme la que acabo de quitar.
Fuí a la cocina y me preparé un té, comencé a beberlo en la sala esperando a Sophie. Pasó entre media hora o una hora y escuché un auto frente a la casa.
Vi por la ventana y efectivamente eran Sophie y Jack, ella se despidió de Jack con un beso largo y apasionado, yo decidí alejarme de la ventana para no sentirme peor de lo que ya estaba.
Ella entró a la casa y se asustó cuando me vió en la sala.
—¡Bella por Dios, me asustaste!— dice ella poniendo su mano en el pecho.
—Necesito hablar contigo. Ahora. No quiero pero's, ven aquí.
—¿Que pasa Bella? Me estás asustando— dijo sentandose a mi lado.
—Me siento... —Una pequeña lágrima se escapó de mi ojo— Como una cualquiera Sophie.
—Bella, ¿Por qué dices eso? ¿Que hiciste?
—Sophie yo... Joshua y yo..., pasó eso.
—¿QUÉ?
—¡Lo hicimos Sophie! ¿No sabes lo que es eso?
—Si Bella, claro que lo sé. Pero, ¿cómo llegaron hasta ese extremo?
Le conté todo lo que pasó, sobre cómo me sentía y de mis pensamientos.
—Bella, no te debes sentir del todo mal, tú… apenas y estás experimentando, es tu…, ¿segunda vez no? y no sabes cómo manejar las cosas— dice abrazándome.
—Pero...
—Shhh. Ahora vamos a dormir, mañana tenemos que ir a esa cárcel.
Río un poco y fuimos a mi habitación y nos acomodamos para dormir.
—Buenas noches Bella— dice Sophie dándome un beso en la frente.
—Buenas noches Sophie te quiero.
—Yo más tonta.
Mañana tendré que acompañar a Daniel a hablar con el entrenador del equipo de fútbol, en el cual también está Christian, mañana tendré que verlo sí o sí.
Y eso era lo que me preocupaba: Verlo. No sabía qué hacer, cómo reaccionar o qué decir, solo sé que cuando hable sobre lo que pasó con Joshua, estoy segura de que no me querrá ver nunca más, y ese es el principal motivo de mi miedo.
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Nota de la autora: Okey, no se enojen conmigo por lo que pasó en este capítulo, cada historia tiene su giro y este es el de la mía.
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Twitter: @Victoriavstein
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