CAPITULO 8
Las rejas que esa ventanilla pequeña en particular dejaban pasar al menos un poco de luz en aquel lugar lúgubre, Soo Bin jamás creyó que llegaría a estar encerrado en un calabozo, pero la realidad era otra, aquel otro omega tenía razón, el frío en ese lugar es espantoso, podías congelarte en menos de una hora.
Sintió de nueva cuenta aquella sensación de hambre, paso su lengua en sus labios resecos, demonios, como quisiera tener un poco de agua, aunque fuese de lluvia, soltó un suspiro, cerro sus ojos despacio, disfrutando de los cantos de los pocos pájaros que se dignaban a estar cerca, al menos eso era un pequeño distractor para todo lo que estaba pasandole en ese momento.
Si ese era su castigo para poder escapar de ser un concubino del rey de Daegu, lo soportaría hasta el final, si moría no le interesaba, aunque le hubiese gustado ver solo una vez más a su familia.
—Seguramente ansias pedirme una disculpa para que te saque de este lugar, ¿no es así? —Soo Bin abrió sus ojos mirando hacía aquellas rejas más grandes de su celda, el rey se encontraba allí, mirándolo con una sonrisa de burla—. Acabaré con esté sufrimiento tuyo, podrás comer junto a mí.
—¿Piensa que sería un honor para mí comer a su lado? —Soo Bin sonrió burlón para después dejar de mirarlo—. Ni en mis más locas fantasías lo sería.
Yeon Jun apretó la mandíbula, ¿cómo era posible aquello?
—Cualquiera se sentiría honrado.
—Resulta que no soy cualquier persona, rey de Daegu —volvió a mirarle—, ¿por qué esta aquí?
Ni siquiera Yeon Jun lo sabía, había ido con la excusa de querer ver el sufrimiento del omega, pero en realidad no sabía el por qué sus pies le habían guiado hacía aquellas celdas, simplemente cuando menos lo pensó, ya estaba en el calabozo saludando a algunos de los guardias.
—Deberías dejar de actuar como si fueras alguien más poderoso que yo —Soo Bin se encogió de hombros—, el orgullo no es bueno para un omega.
—¿Quién dijo que es eso lo que siento? —bajo la mirada—. Preferiría morirme de hambre y sed, ha tener que vivir como un omega más de su harem... así que de cierto modo le agradezco que me haya mandado a encerrar, así mi vida no es un total martirio...
Yeon Jun frunció el ceño ante aquella respuesta de parte de Soo Bin, era simplemente fascinante, cualquier omega quisiera estar en el palacio, matarían por que inclusive el rey les escogiera, pero Soo Bin parecía ser la oveja negra entre las ovejas blancas.
—Entonces no dejaré que mueras —menciono Yeon Jun, Soo Bin lo volvió a mirar.
—¿Y tener un rebelde en su palacio? —Soo Bin sonrió ladino—. ¿En qué puede eso beneficiarle?
Yeon Jun sabía que eso no le daba beneficio alguno, pero no era como si quisiese decírselo al omega, no podía hacerlo, no tenía que demostrarle que podía ser débil.
—No debe tener importancia para ti —miro con más detalle al omega, que tenía una ojeras algo pronunciadas, y esos labios y piel secos, ciertamente los días habían pasado, y Soo Bin estaba empeorando su estado—, haré que te saquen de aquí.
—Aún no cumplo con mi encierro...
—No me interesa —miro a uno de los guardias más cercanos—, sáquenlo de aquí, y tráiganlo ante mí en la cena.
Sin más Yeon Jun se fue, bajo la atenta mirada de Soo Bin, quien se preguntaba internamente el por qué de aquel mandato tan repentino, no entendía el por qué aquel rey parecía haberse arrepentido de su decisión, era extraño, el acto más extraño que ha experimentado hasta ahora en su vida.
Tal vez en rey de Daegu no es tan desalmado como muchos dicen que es, tal vez dentro de él haya alguien mejor, pero para Soo Bin seguiría siendo una persona despreciable, después de todo lo ha privado de su libertad y de su familia.
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Holi!! Espero les guste este capitulo, es corto pero... ¿quiéren otro capitulo?
Si ustedes quieren doble actualización, subiré el siguiente en la tarde, espero leer sus respuestas. ❤❤
Sin más que decir, cuídensen y gracias por todo su apoyo!! 🥰
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