Despierto por la luz que da directamente en mi cara. Me remuevo un poco y todo mi cuerpo cosquillea contra el suelo. Abro los ojos y veo que estoy tumbada sobre césped. Intento levantarme pero un peso en mi cintura me lo impide y un torso pegado a mi espalda me hace recordad lo que paso anoche. Hice el amor con Judas.

Ahora estoy completamente despierta, y consciente de que voy completamente desnuda, ni siquiera recuerdo como llegué a la cueva, me quede dormida entre los brazos de Judas cerca del río.

Consigo sentarme, aunque el brazo de Judas descansa sobre mi todavía. Mi pelo esta todo revuelto, y veo mi ropa en un lado de la pequeña cueva, cerca de la entrada. Agarro suavemente el brazo de Judas y lo poso suavemente a su lado. No quiero despertarlo, pero es un hombre lobo, y seguramente se despierte.

Me levanto del suelo y me desperezo como dios me trajo al mundo. Ando hasta la salido de la puerta, agarrando la ropa antes de salir de allí. Me llevo una pistola conmigo y le dejo otra a Judas. Lo observo un segundo antes de salir, él duerme plácidamente, completamente desnudo al igual que yo.

Suspiro cuando recuerdo la noche anterior. Sus manos, su boca, nuestros cuerpos... Aparto esa imagen de mi cabeza o no saldré nunca de aquí.

Desnuda, con la ropa y la pistola salgo de la cueva y ando unos metros hasta encontrarme con el río. Dejo mi ropa y la pistola a dos pasos de la orilla del río, antes de meterme despacio en el agua, poco profunda y no tan fría como me esperaba.

Meto primero mis piernas, y luego mi tronco, mojándose parte de mi pelo. El agua me llega a los hombros así que debo doblar mis rodillas para mojar mi cara y el resto de mi pelo. Cuando emerjo del agua paso mis manos por mi cara y después por mi cabello. Dejo que el sol impacte contra mi rostro, con los ojos cerrados, pero con la cabeza en dirección al cielo.

No se cuando tiempo pasa cuando oigo ruido a mi alrededor. Abro los ojos inmediatamente y miro hacia los lados. Primero no veo nada ni nadia, hasta que desde detrás de los árboles veo salir a Judas, con la ropa y la otra pistola en sus manos.

Se dirige hacia el río completamente desnudos, como yo.

Deja las cosas al lado de las mías y se mete al agua. El agua le llega a mitad del tronco. Me sonríe al tiempo que se dirige hacia mi. Yo le devuelvo la sonrisa cuando llega en frente mía. Posa sus labios con los míos, suavemente, y yo me acerco a él, rodendo su cuello con mis brazos y el atrayéndome a su cuerpo con sus brazos.

Porque en medio de todos nuestros problemos, de las guerras, de los rebeldes, de la revelión, necesito un poco de paz, y en el único lugar donde la encuentro es cerca de Judas, algo complicado, ya que él es el líder de esta revelión, de los rebeldes. Aunque no le doy muchas vueltas al tema mientras el tiene sus labios sobre los míos. Por unos segundos me olvido donde estoy y solo me concentro es su boca.

Cuando se separa me mira a los ojos, y yo solo sonrío levemete. Este pequeño encuentro romántico se acabará hoy, cuando nos marchemos, tenemos que ir con los demás rebeldes, no hemos salvado todas las vidas que esperabamos con esta misión, pero esperamos salvar a esas tres personas.

-Buenos días, Delia. ¿Has dormido bien? -y son muy buenos días.

Asiento al tiempo que me inclino hacia él y dejo mi boca muy cerca de su oído.

-Mejor que nunca. -le susurro.

Después poso mis labios debajo de su oreja, y trazo un camino de besos desde allí hasta su torso.

Horas más tardes, estoy vestida y cargo las dos pistolas. Judas ha recogido varios frutos, sabe bien cuales son los que se pueden comer y las que son venenosas, y eso es lo que hemos estado comiendo, mientras yo he lavado su camiseta y con ayuda de ramas, palos y cosas que he encontrado cerca, he construido una pequeña bolsa, sonde hemos metido algunos frutos para el camino.

Yo sujeto la bolsa, las pistolas y los pantalones de Judas. Él ahora mismo esta desnudo con los brazos cruzados mirándome.

-¿Nos vamos? -pregunta.

-No podemos retrasarnos más, esto es grande pero los guardias de Niall nos estarán buscando como locos, no podemos perder tiempo, tenemos que volver con los demás.

Él asiente y me mira. Me da un suave beso y luego se aleja unos pasos de mi. Allí veo como se dobla sobre sí, quedando a cuatro patas y pelaje negro le sale de la piel. Todo él cambia y se convierte en un lobo. Yo cargando con los pocos tiestos que tenemos me monto en su lomo.

Antes de irnos me he encargado de borrar bien nuestros rastros, como el olor, así será mucho más difícil -casi imposible- que nos encuentren, justo lo que queremos.

Judas corre conmigo encima, esquivando árboles, ramas, piedras y demás, mientras va lo más rápido posible. Yo me agarro a su pelaje, sin hacerle daño, para no caerme ni yo, ni las cosas.

Esta mañana, ya casi sus heridas estaban sanadas, solo tiene un corte leve en la ceja y en el labio, nada comparado con el corte que tenía ayer. Ya no puede infectarse, y esta sanando perfectamente -para un hombre lobo, a los humanos nos hubiese tardado mucho en cicatrizar.

Mi pelo rubio teñido ondea contra el viento mientras Judas corre y salta entre el bosque.

Paramos dos veces para que Judas descanse y coma algo. Se que tanto esfuerzo lo va a agotar de un momento a otro, pero no teníamos otra opción, andando hubiéramos tardado el triple que ahora. Judas esta apoyado contra un árbol mientras come alguno de los frutos que recogió antes, yo a su lado mito al horizonte con la cabeza apoyada en su hombro.

-¿Sabes cuanto queda hasta los rebeldes? -pregunto, y espero a que termine de masticar para que me responda.

-Una hora, una hora y media como mucho.

Asiento.

-¿Estás bien, Judas? -digo levantando la cabeza de su hombro y mirándolo a los ojos.

-Solo necesito diez minutos de descanso.

-Judas, sabes que no me refiero a eso. No hemos hablado del tema desde que salimos del castillo de Niall, bueno nunca lo llegamos a hablar, solo me lo contásteis.

El se encoge de hombres restándole importancia al asunto.

-No tienes que hablar de ello ahora, Judas, pero quiero que sepas que voy a estar a tu lado y dispuesta a que me lo cuentes cuando quieres. ¿Entendido?

Él asiente, al tiempo que estira el brazo y lo apoya en mi mejilla, que acaricia suavemente.

-Te quiero, Delia.

Creo que dejo de sentir como el corazón deja de latirme para luego latir tan rápido y fuerte que pienso que el corazón se me va a salir del tórax.

Joder, lo ha dicho, y en unos segundos no hay mujer más feliz que yo en toda la Tierra.

Apoyo mi mano encima de la suya, que descansa sobre mi barbilla, y la acaricio suavemente. Judas me mira directamente a los ojos, que me dejan imnotizada.

-Yo también te quiero, Judas.

Y cuando escucha esas palabras salir de mi boca sonríe.

Rato después nos ponemos de pie. Judas se transforma en hombre lobo de nuevo, y yo otra vez me monto sobre él, con las dos pistolas a mano por si vemos a cualquier guardia que pueda resultar un peligro o estorbo para llegar a los rebeldes. Tenemos que llegar allí, ver si los demás llegaron bien y trazar un buen plan.

Tenemos que atacar y vencer. Judas tiene que ocupar su puesto como heredero legítimo, y Niall tiene que dejar de hacerlo ya. Pero tenemos que mover bien nuestras fichas, y no dar ningún paso en falso.

Tiempo después percibo un leve jaleo no muy lejos. Y montada en el lomo del lobo negro que es Judas, sonrío.

Estamos llegando.

La base de los rebeldes y de la revolución esta a escasos metros de donde estamos ahora.

JULY❤

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