CAPÍTULO 44
Una gran puerta, vigilada por dos guardias es lo que nos espera cuando paramos.
Los guardias se miran entre ellos, los que custodian la puerta y los que nos traen a nosotros. Abren las puertas y Judas, yo y dos guardias más entramos. Los otros dos guardias cierran inmediatamente la puerta.
Dentro no hay nadie esperándonos. Estanterías llenas completamente de libros recubre la mayoría de las paredes, el suelo esta tan limpio que hasta da pena pisarlo, una mesa grande y alta rodeada por varias sillas esta situada en media de la habitación. En ella hay alguna lampara de mesa y algún libro, uno de ellos esta abierto y esa silla no esta perfectamente colocada como las demás. Claro signo de que alguien se ha sentado ahí no hace mucho, desentona demasiado en esta habitación tan inmaculada.
-¿Y el rey? -pregunto.
No hay rastro de Niall, ni de más guardias en toda la habitación.
-Callada.
Me tengo que morder la lenguaje para no soltar alguna bordearía, se que ahora mismo es mejor así. Él esta armado y me apunta con ese arma que sostiene y yo estoy esposada, en toda la puñetera boca del lobo.
-Andando. -informa el guardia que custioda a Judas.
Los cuatro andamos hasta la puerta que hay en la habitación, rodeada de estanterías.
Sin bajar el arma, el guardia de Niall abre la puerta y a los dos nos hacen entrar.
Los cuatro entramos.
Y se enseguida que Niall está aquí. Y no me equivoco. Niall nos espera sentado detrás de un escrito grande e imponente. Lleno de papeles, libros y típicas cosas de escritorio.
Dos guardias a sus lados, más dos, que son los que nos acompañan a nosotros. Somos dos contra cinco, si lo incluimos también a él.
No va vestido igual que antes, cuando decía a pleno pulmón que iba a matar a tres de los míos. Allí encima daba miedo, pero estaba lejos de mi, y no podía mirarlo fijamente a los ojos, no como lo hago ahora. Pero ahora da mucho más miedo, vestido completamente de negro, el pelo despeinado, algo inclinado hacía la mesa y las manos cruzadas encima de esta, tiene aspecto de rey.
De un rey al que su súbditos (no ciudadanos, no para él) le tienen mucho miedo, no respeto.
Y aún esposada, con una pistola apuntandome a la espalda, y mirando al mismísimo rey, y primer amor de mi vida, no tenía una pizca de miedo.
Niall sabía de lo que yo era capaz de hacer, de lo que había hecho y de lo que había vivido, así que yo también sabe que soy demasiado fuerte para dejarme atemorizar por él.
Porque mientras Judas y yo estábamos aquí, tres rebeldes que iban a ser masacrados están siendo liberados.
-Sentaos. -dice mirándome.
Y los dos nos sentamos en las sillas que hay en la otra parte de su escritorio.
-Increible lo que tenemos aquí ¿no crees? -dice a uno de loa guardias que esta a su lado.
-Si, increíble. -dice el hombre sujetando la pistola sin quitar ojos de mi.
-Dos de los mayores rebeldes que hay aquí. ¡Aquí! Sentados frente a mi -dice mientras con dos de sus dedos señala su pecho-, en mi propia casa, en mi despacho, en mi ciudad. Esposados y con dos pistolas que podrían atravesar vuestras cabezas en un instante, tan corto que cuando se te hubiera incrustado la bala, y muerto, no te habrías ni percatado.
No me muevo ni un centímetro, no quiero dejar que vea ninguna de las emociones que tengo ahora mismo.
Hace un gesto con la mano y los guardias bajan sus pistolas.
-Ya se lo que habéis hecho, una simple distracción, cuando quise darme cuenta los tres rebeldes ya no estaban. Lo que no entiendo es como vosotros dos, las caras más sonadas de los rebeldes, sois los que servisteis de distracción. Cuando todo el mundo sepa que tenemos ni más ni menos que a Judas y a Delia encerrados en mi propia casa, bueno una de ellas, no pensáis que se vendrán abajo. Total, ni los propios líderes pueden con esta batalla ¿Qué podrían hacer ellos?
Vuelvo mis manos esposadas, puños, causando que las esposas se claven un poco en mi piel.
Joder, tiene razón. Acabé con la reina rogué, y ahora estoy secuestrada por el rey.
Judas no pronuncia una palabra, al igual que yo, solo mira fijamente a Judas. No despega su mirada del rostro de Niall. Y aunque yo busque su mirada, en busca de una pequeña pizca de consuelo, él no me mira.
-Y ahora decidme, estoy en duda, ¿qué debería hacer con vosotros? No voy a mataros, no a ti, mi dulce Delia, no podría.
Trago duro, y hasta me duele saber lo poco que me gusta escuchar mi nombre saliendo de su boca.
-Podría torturaros, o llevaros de esclavos, ahí seguro que estaréis estupendamente.
Su mirada viaja de uno a otro. Y ninguno de los dos dice nada. Yo sinceramente es que no tengo ni idea de que decir. No voy a rogarle nada, ni a irme a su lado, aunque si nos llevara a donde están los esclavos para nosotros sería fantástico. Y él lo sabe, él sabe el bien que nos haría si nos llevase allí, el sabe de lo que soy capaz, y por eso justo no ha dicho enserio, ni por un momento, que nos llevará allí.
-Me estoy aburriendo de hablar solo, ¿no queréis decirme nada? ¿Judas, algo?
Pero Judas sigue mirándolo fijamente sin mover su boca, ni ninguna parte de su cuerpo ni tan siquiera un centímetro.
-Y ¿Qué quieres que te diga, eh Niall? -salto yo por fin- ¿dime que es lo que quieres que te diga? ¿el asco que me das? ¿lo capullo que eres? ¿qué eres una maldita vergüenza como rey? ¿que...?
Paro cuando de un empujón, el guardia que tengo atrás me estrella contra su pecho y coloca su pistola en el lateral de mi cabeza.
-Continúa, Delia, no te cortes.
Aprieto mis labios, formando una línea recta con ellos. Tengo que mantener mi boca cerrada si quiero salir ilesa de aquí.
Veo como Niall le hace un gesto al guardia y este me suelta. Vuelvo a sentarme en la silla.
-Pero con más respetos, Delia, por favor, nosotros ya nos conocemos de hace mucho, y en mucha profundidad.
-Tú para mi ya no eres nadie, tan solo el hijo de puta que está haciendo demasiadas putadas a mucha gente como para que alguna vez acabe en el cielo. -es lo que digo entes de apoyar mi espalda en la silla y echarle una mirada de reojo a Judas- vamos a acabar contigo, Niall, no se cuando ni como, pero juro que acabaremos contigo.
El me mira sonriente.
-No creo que puedas, solo mira a tu alrededor, estas en la jodida boca del lobo, amenazando al mayor lobo que hay, literalmente.
-En eso te equivocas. -suelta Judas, con una tranquilidad espeluznante.
Y en ese momento veo por primera vez a Niall nervioso, incluso noto como levemente se remueve en su sitio. Judas, por su parte, despega la espalda de la silla y le habla directamente a Niall.
-Creo que tú no eres el lobo más grande, aquí Niall. Creo que el lobo más grande es el heredero mayor, y tú no eres ese.
Niall traga saliva fuertemente. Y yo no entiendo nada.
Voten y comenten❤
(aviso: en el siguiente capítulo se destaparan muuuuchooos secretos, yo solo voy avisando)
¿Por qué creéis que Niall y Judas actúan así? ¿No está Judas bastante raro?
Nota: tengo una historia en mi perfil LAS APARIENCIAS ENGAÑAN y agradecería que le echaran un vistazo ❤ (acabo de subir cap24) y alegraría mucho que me apoyaran con esta historia, es mi primera historia que no pertenece al género fantástico.
Pd: pongan sus teorías de lo que esta pasando aquí... 😊
JULY
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