CAPÍTULO 31
Despierto de golpe.
Estoy desorientada. No se dónde estoy y todo esta demasiado oscuro como para ver nada.
La cabeza me duele y tardo unos segundos en recordar que paso.
La guerra.
Judas.
Lydia.
Mis poderes.
Niall...
Los recuerdos llegan a mi mente y tengo que esforzarme en no gritar de frustración.
Tengo una cadena atada a mi mano derecha, que a su vez esta amarrada a mi cama.
¿Cuanto tiempo llevo aquí? ¿Dónde estoy?...
Me concentro y de mis dedos de la mano izquierda hago que salgan pequeñas llamas de fuego.
Estoy en una habitación que nunca había visto antes. Las paredes son grises, al igual que las sábanas de la cama donde estoy.
No tiene ventanas pero veo dos puertas.
Me levanto de la cama. Me siento a dolorida y algunos moratones se me han formado ya en la piel. La herida de bala esta bien curada y vendada.
Me observo, llevo otra ropa distinta. Mallas negras y una camiseta morada, del mismo color que mis ojos.
Corro hacia una puerta, la cadena llega bien, la abro y veo que es un baño. Es pequeño y casi todo es blanco y beige. Me miro en el espejo que hay unos segundos.
No tengo buena cara. Tengo algún que otro moratón en mi rostro y unas pequeñas bolsas de tono grisáceo se han formado bajo mis ojos.
No pierdo más tiempo y cierro la puerta del baño, saliendo de él. Intento dirigirme a la otra puerta.
No llego por la estúpida cadena.
Estoy a punto de intentar quitarme la cadena cuando escucho pisadas.
Agudizo el oído.
Segundos después la puerta de mi habitación se abre.
Niall entra en el cuarto.
-Al fin despertaste. -dice.
Yo solo me dedico a mirarlos durante unos segundos sin emitir palabra.
-¿Cuanto llevo aquí? -suelto brusca. No quiero hablarle, no quiero verle,
-Veinticho días. Llevas ese tiempo inconsciente inconsciente. -responde.
¿Qué? ¿Casi un mes?
Yo lo miro. Va vestido en entero de negro y su pelo rubio oscuro le resalta.
Tiene más músculo y un poco más largo el pelo.
-¿Dónde estoy? -
-Estas muy preguntona, Delia.
Mi nombre saliendo de sus labios me produce muchos sentimientos encontrados.
¿Lo odio? Me encantaría decir que sí, pero desgraciadamente no lo hago. No lo llego a odiar complemente...¿Lo amo? No. ¿Le tengo cariño? No lo sé. ¿Son los recuerdos que me trae cuando lo veo? Puede ser.
-Quiero respuestas. Y quiero salir de aquí.
-Lo siento, Delia. Pero si te soltara te escaparás, por mucho que digas que no lo harás.
No le rogaría, ¿o si?
No. Y claro que me escaparía. No pasaría aquí ni dos minutos más.
-¿Qué quieres de mi, Niall? No entiendo porque me quieres aquí. Me fui de tu lado Niall, por dos razones. ¡Me mentiste! ¡Me engañaste! ¿Me viste cara de idiota? ¿De sumisa? No me conociste así, Niall. ¡No voy a ser nunca así!
Estoy muy enfadada. Tengo los puños cerrados y lo miro fijamente. No estoy gritando. Aunque empecé hablando despacio, pausadamente y he acabado enfurecida, impotente, y aturdida.
Me mira enfadado y aturdido. Y no entiendo el porqué. ¡Fue el quién hizo todo eso! ¡Quién dejo a parte de su pueblo sufriendo y pasándolo mal, queriendo convertirlos a esclavos! Y no me comentó nada. ¡Me engaño y decía que me amaba!
-¡Eres mi prometida, Delia!
Me entran ganas de pegarle una bofetada, y lo hubiese hecho de no haber estado tan lejos.
-Eras... Eres -rectifica- la reina. Pero para ser una buena reina, debes comprender que no todos van a salir ganando. Para que algunos salgan ganando, otros deben perder. Ellos tienen que perder. -me dice.
Me niego a aceptar eso.
-¡En el mundo hay suficiente para todos! ¡Sin que ninguno salga perdiendo! ¿Por qué ellos tienen que tan poco y tu tienes tanto? ¿Qué pasaría si tu estuvieras en su situación, Niall? ¿Te quedarías callando, asumiendo lo que según tu les toca vivir a ellos? ¿O lucharías?
Nos miramos fijamente a los ojos sin decir nada. Yo estoy casi sin aliento después de soltar todo.
-No lo entiendes, Delia. Nunca una completa igualdad. ¡Nunca la ha habido! Siempre habrá gente adinerada y gente desfavorecida. Siempre habrá pobres. Siempre ha sido así. Porque para que una persona esta favorecida, cinco no lo van a estar. ¡Y tu no puedes cambiarlo Delia! Y menos ahora encerrada y atada en esta habitación, desgraciadamente.
No digo nada cuando termina. Parezco inmóvil, pero mi cabeza va a mil.
¿De verdad la gente piensa así? ¿De verdad no se puede cambiar nada?
Puedo que yo sola no puede hacer mucho, incluso nada, pero ¿Y si fuera mucha gente? ¿Y si fueramos casi la mitad de la población? Porque esa es la gente que esta desfavorecida. Judas, sus hermanas, sus amigos, sus compañeros... Y toda esa gente... ¿Que ha pasado con ellos este mes?
-¿Donde están? -cambio de tema.
No hace falta que le diga nombres.
Niall me mira directamente a los ojos y se que veo una sonrisa incipiente en sus labios.
-Muchos están haciendo lo que deberían haber hecho desde el principio.
Me quedo congelada en mi sitio.
-¿Los...son...? -no me salen las palabras.
-Si Delia. Ahora son esclavos. Como lo fueron sus anteriores, y como los eran ellos antes de que mi padre dejará de ser rey y los rogues nos controlaran.
Son esclavos... ¿Los capturaron a todos? Él ruido que escuche antes de desmayarme...¿Eran más tropas? ¿Más guerreros?
-No... No puede ser.
Él me mira furioso.
-¡Si es así Delia! ¡Son esclavos! Acéptalo ya.
Es imposible. No puede ser.
-¡No es verdad! ¡No puede ser verdad! ¡No pudisteis capturar a todos! Éramos demasiados... Judas... -susurro.
Me mira enfadado. Muy enfadado. Y parece no creerse que susurré el nombre de Judas...
-¿Preguntas por Judas? -dice sarcástico.
Todos mis pelos se ponen en punta cuando escucho su tono de voz.
Nos miramos fijamente.
-Judas, más conocido como el rey de las mentiras ¿no? Por eso se gano ese apodo, y parece que nadie sabe su nombre real.
¿El rey de las mentiras? ¿Así era conocido antes?
-¿El rey de las mentiras?
-Si, ¿No lo sabías? Pues resulta que Judas lleva mintiendo mucho tiempo, engañando, traicionando... Gracias a eso se ha librado de numerosos problemas, juicios -como los que llevaba a cabo el rey Máximo, padre de Niall- y todo porque no le gustaba como vivía. Él siempre ha sido un esclavo, hijo de esclavos, aunque no se conoce mucho su historia, su apodo es conocido por todo el mundo. Sus rebeliones, sus revueltas... Aunque llevaba unos meses sin hacer nada... Extraño. Claro estaba preparando un gran golpe.
Escucho con atención. Mi Judas... Sabia que él era así... Pero ¿Por qué nunca me dijo nada?
-Que yo arruine cuando llegue a vuestro "refugio". -continua.
-Y cuando lo encuentre y sea capturado sera llevado a ejecutar. No puede hacer nada para salvarse. Sus actos lo llevaran donde pasará todo el tiempo. A una puta tumba, y allí se pudrirá.
Niall sale de la habitación dando un portazo y dejandome con la boca abierta.
No puedo evitar que una lágrima de felicidad caiga por mi rostro y deje un ratro húmedo en mi mejilla, porque entre toda esta tristeza, males y ruina algo bueno seguramente este pasando, Judas esta vivo, y como se que es él y como lo ha descrito Niall, no se va a rendir. Mi Judas esta vivo, libre y planeando algo.
Sonrió unos instantes después de que oiga los pasos de Niall alejarse hasta que no oigo nada.
Miro la cadena atada a mi muñeca y a la puerta que me aparta del exterior. Tengo que salir de aquí ya, ya he perdido demasiado tiempo.
¿Qué les pareció?
¡Ya se sabe un poco más del pasado de Judas! Jeje
¿Qué estará haciendo Judas en estos momentos? ¿Que hará Delia?
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JULY
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