CAPÍTULO 26
Cuando terminamos de entrenar, dos horas después estoy reventada, y no es ni la hora del almuerzo.
Salgo acompañada de las chicas. Después nos despedimos y cada una se va por su lado.
Recorro los pasillos de palacio hasta que llego a la puerta. Cuando salgo no veo a nadie. Hoy el día esta nublado, parece que va a llover, así que todo el mundo esta entrenando dentro de palacio, en sus casa o en algún otro lugar pero cubiertos.
Me dirijo al bosque a paso rápido. Justo cuando entro en el bosque empiezo a correr, pero antes miro hacia atrás asegurandome de que nadie me sigue.
Esquivo arbustos, algunas ramas y salto algunas grandes piedras. Cuando he corrido unos veinte minutos paro.
Ya estoy lo suficientemente alejada. Espero que al menos por una hora no me echen de menos. Si no inventaré alguna escusa.
Tengo la respiración algo agitada.
Miro hacia todos lados. No se escucha ningún ruido aparte de mi respiración.
Bien, ya puedo empezar.
Centro la mirada en el tronco de un árbol cortado. Él único por lo que veo.
Levanto la mano en su dirección y cierro los ojos. Pienso en las enredaderas que hice hace algún tiempo. Siento la energía fluir dentro de mi, la dirijo a mi mano y siento un cosquilleo en las puntas de mis dedos. Abro los ojos y la dejo salir.
Tengo los ojos entrecerrados mientras veo como el tronco del árbol empieza a crecer. En pocos segundos el árbol ha crecido y ahora es igual a los de mi alrededor.
Bajo mi mano y observo el árbol.
Me concentro y de una de mis manos sale hielo. Hago una bola de hielo y la tiro cerca del árbol. Con la otra hago lo mismo. Le doy a algunos arbustos mientras corro.
Minutos después todo a mi alrededor esta completamente congelado.
Vuelvo a concentrar la energía en mi manos y dejo que desprenda algo de calor, no fuego.
Todo empieza a encharcarse mientras todo el hielo se descongela.
Pero dura poco. Con algo de viento hago que se disperse y el agua es absorbida por los árboles y arbustos.
Todo vuelve a estar como estaba antes. Por la diferencia de árbol. Completamente nuevo.
Elijo algún árbol alto a mi alrededor y corro hacia él. Salto y me engancho a él con los trozos de hielo puntiagudos que engancho en él.
En cada movimiento que doy hago lo mismo. Hasta que estoy muy cerca de la copa. Aquí el aire es fuerte y la peluca rubia ondea a mi alrededor.
Escala un poco más hasta que llego a la copa. Desde aquí, puedo ver a lo lejos las puntas del castillo.
Ya empiezan a picarme los ojos.
Mierda.
Me situo como puede en las ramas de la copa del árbol y me quito las lentillas como puedo.
Miro hacia abajo y veo los trozos de hielo sitiados en el tronco.
Con un poco de energía los derrito y se resbalan por el tronco hasta llegar al suelo.
Me pongo de pie.
Desde donde estoy veo que el árbol más próximo esta a tres metros.
No es mucho. Esto esta lleno de árboles.
Concentro mi energía hasta mis manos y con un movimiento rápido de muñeca un camino de plantas se conecta al otro lado.
Esta alto y bien disimulado, si alguien pasa seria raro que lo viera. Ando por el camino de plantas hasta que llego al otro árbol. .
Diez minutos después ya voy más cerca de palacio. Pero me he cansado ya de hacer caminos con plantas.
Veo un árbol muy grande, de tronco muy gordo y que parece resistente. Concentro mi energía en una pequeña ramita. Esta empieza a crecer hasta llegar a mi.
Ahora mismo voy a intentar ser Tarzán.
Compruebo que esta bien sujeto. Lo alargo un poco más.
Pego un salto y salgo disparada colgando de una pequeña enredadera, esquivando árboles.
Cuando veo que ya no hay más "cuerda" y estoy muy cerca de un árbol, me suelto.
Con un movimiento rápido de muñeca hago crecer una pequeña enredadera que viene rápido hacia mi y yo la cojo.
Vuelvo a parar en otro árbol.
Dejo el estilo de vida de Tarzán.
Como antes, engancho el hielo que desprende mi mano para bajar.
Cuando estoy abajo derrito el hielo del árbol. Ando unos metros hasta que paro y me siento en el suelo, apoyando la espalda en un tronco.
Cierro los ojos y apoyo la cabeza también en el tronco. Todos mis músculos están relajados y estoy en completo silencio.
Loa rayos del sol me dan en la cara como una caricia y una pequeña brisa ondea los mechones que rodean mi rostro.
No vuelvo a sentir nada hasta que me tocan el rostro y abro los ojos.
-¿Mar?... ¿Delia? -se corrige.
-¿Judas? -susurro adormilada.
-Menos mal que esta bien... Nadie te ha visto en las últimas tres horas.
Me reincorporo, aun sentada.
Judas esta en cuclillas delante mía. Su pelo es ondeado con el viento. Los rayos del sol lo iluminan, pero no parece un ángel, sino que, me atrevería a decir que parece más un demonio. La luminosidad contrasta con su ropa oscura, completamente de negro, su ceño fruncido le da un toque especial, de chico malo, y por último su poca barba le dan ese aspecto tan característico que él tiene.
-Me encantan tus ojos. -dice.
Yo muestro una tímida sonrisa. Seguramente ahora lo único bonito son mis extraños ojos morados.
Llevar toda la mañana entrenando y haber dormido en el bosque seguramente no le ha hecho ningún bien a mi imagen.
Levanta su mano, decorada de anillos y alguna pulsera de cuero, y toca mi rostro.
Mi sonrisa se congela en mi rostro cuando siento su mano en mi rostro.
Acaricia mi pómulo hasta llegar a mi boca. Mi boca se entreabre un poco sin yo quererlo. Se arrodilla y sigue quedando más alto que yo al estar sentada.
Posa su otra mano en la otra mitad de mi cara.
Veo como sus pupilas se han dilatado un poco, las mias seguro que también están así.
Acerca nuestros rostros. Yo poso mis manos encima de las suyas, situadas en mi cara.
Nuestras respiraciones se entremezclan. Y nuestras bocas se separan por escasos centímetros.
Se acerca un poco más. Solo nos rozamos. Cierro mis ojos.
Una alarma empieza a sonar por todo el lugar, y se que proviene de palacio.
Todo el cuerpo de Judas se tensa y se pone de pie rápidamente. Yo lo imito asustada.
-¿Que es...? -pregunto.
-Nos atacan.
Todo mi cuerpo se congela, aunque claro, ya me imaginaba esa repuesta cuando pregunté.
Voten y comenten 🙌 Ya empieza la acción 😲😲
¿Qué les pareció????
JULY
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