CAPÍTULO 21
Lo miro a los ojos.
Se acerca a mi, veo como los policías corren haciéndose paso entre la gente.
Sus labios impactan con los mios.
Abro mucho los ojos, sorprendida. Una mano agarra posesiva mente mis caderas y se pega a mi.
Otra mano esta sujetando mi pelo, sin hacerme daño.
Cierro los ojos y me fundo en su beso.
Mi mente se queda en blanco y solo existe él. Poso mis manos en su pecho y saboreo sus labios.
Es un beso brusco, apasionado, lleno de energía. Se pega más a mi y quedo entre él y la pared.
Él de mi cintura baja despacio y sensualmente, dejando mi piel ardiendo por donde pasa su mano, hasta llegar a mi trasero.
La mano que agarraba mi pelo ahora esta a la misma altura que la otra.
Yo acaricio su pecho hasta llegar a su nuca, allí engancho mis manos.
Con sus dos manos aprieta mi trasero. Abro la boca y suelto un gemido casi inaudible. Él aprovecha y mete su lengua en mi boca.
Ahora nuestras lenguas danzan juntas.
Se separa de mi bruscamente y deja de tocarme.
Yo estoy anonada unos segundos. Me cuesta reaccionar.
Me coge de la mano y me atrae hacia a él.
-Vamonos. La policía nos esta buscando -dice.
Me pega completamente a él y pone su boca a la altura de mi oreja.
-Y me ha encantado el beso.
Yo me ruborizo.
¡Me ruborizo por esto y no por el pedazo de beso que nos hemos dado delante de toda esta gente! Aunque no creo que nadie nos hiciese caso.
Todavía estoy sin aliento.
Me agarra la mano y estira de mi.
-No te separes de mi. -dicho esto empieza a andar, yo lo sigo.
¿Me ha besado para despistar a los guardia? Será...!
Aunque debo admitir que me ha gustado. Y un montón.
Se hace hueco entre la gente mientras pasamos.
Andamos hasta que llegamos a la moto.
-Los demás ya se habrán ido. -me dice- cuando pasa algo así, eso es lo que hacemos. Llevarán poco más de una hora de camino. Supongo.
-¿Estamos solos?
-Si. Y tenemos que irnos.
-Esta bien.
Él se monta y yo me monto detrás de él. Apoyo mis manos en las caderas. Él no dice que me agarre más a él.
Arranca y salimos de la calle.
¿Y ahora qué? ¿Hacemos como que no ha pasado nada? ¿Para él no ha sido nada?
Pero él solo quería despistar a los guardias, y una pareja (cosa que nosotros no somos) no llama la atención cuando estas buscando a dos ladrones.
-¡Están ahí! -oigo gritar.
Miro hacia detrás. Un coche de policía viene a nuestro encuentro.
-Quítate la chaqueta y tapa la matrícula. -grita Judas.
Rápido dejo de apoyarme en él y me la quito, sujetando la mochila entre nuestros cuerpos, dejando is brazos al aire. Pongo la chaqueta, sujetándola yo para que no se vea la matrícula. Vuelvo a colocarme la mochila.
-Agarrate a mi con una mano, con la otra agarra la chaqueta.
Hago lo que me pide. Los guardias se están acercando mucho.
-¡Ve más rápido! -grito.
Los policías se acercan más. Veo salir una pistola del lado del copiloto.
-¡Tiene una pistola!
Judas no se lo piensa dos veces y acelera. Mis pelos salen disparados hacia atrás, ql igual que los de él. Yo apoyo mi mejilla en su espalda para estar más segura solo agarrada con una mano.
Escucho dos disparos. Ninguno nos llega a dar.
-¡Más rápido!
Acelera aún más. Veo pasar las calles de un borrón, la gente se aparta para que pasemos en cuanto escuchan el ruido de la moto.
La policía esta más para atrás. Nos intenta alcanzar pero vamos demasiado rápido.
Judas gira bruscamente y yo me tambaleo. Me agarro a él a tal punto que creo que me voy a fusionar con él.
Nos metemos en una calle muy estrecha y oscura. Parece abandonada y muchas ouertas y ventanas están sucias, rotas...destrozadas. Las llamadas "calles abandonadas después de la guerra.
La calle es tan estrecha que al coche le costará mucho ir rápido. Cuando estamos apunto de salir de la calle veo el coche de los guardias asomarse al principio.
Dejo de sujetar la chaqueta y me la ato como puedo a la cintura evitando caerme.
Me agarro a sus abdominales al tiempo que el da otro giro brusco para salir de la calle.
Escucho disparos venir hacia nosotros. Pero ya es demasiado tarde, estamos en otra calle.
Judas no baja la velocidad.
Veo como otro coche sale de algún lado. Y tiene también pistolas.
-¡Judas!
-En tu mochila hay pistolas. Agarralas.
Le hago caso hay dos. Vuelvo a colocarme rápidamente la mochila.
Baja un poco la velocidad y me coge la cadera con una de las mano.
Me agarra y quedo cara a cara con él. Las piernas las cruzo por detrás de él. Judas mira la carretera y acelera.
-Procura no darles. Solo quiero despistarlos. No hemos venido a matar.
Me inclino un poco sobre su pecho y estiro mis manos por encima de sus hombros.
Judas acelera y eso hace que quede aún mas pegada a él.
Me centro en las pistolas.
Disparo dos veces. Pero esta postura me viene bien, Judas no va a ver lo que voy a hacer. Sujeto las dos pistolas con una mano y concentro mi energía en la que no sujeto nada.
Con una fuerte oleada de viento hago que el coche desequilibre y tenga que parar
-¿Han parado? -dice Judas.
-Si. -digo.
Vuelvo a coger una pistola con cada mano.
-Vamonos.
Cinco minutos después cruzamos las puertas de la ciudad a toda velocidad.
Bajo mis manos, las quitó de encima de sus hombros. Le pongo el seguro a la pistola.
Dejo caer mi cabeza en su hombro y cierro mis ojos.
A él parece no importarle. No me quita ni me vuelve a poner detrás de él.
Me abrazó a él.
Él sigue a gran velocidad, pero no a tanta.
Han pasado muchas cosas en muy poco tiempo. Y algunas todavía no las he asimilado.
Su pelo largo se ondea con el viento. Los árboles pasan muy rápido a mi alrededor, pero logro ver destellos de color, las flores.
Judas no ha bajado la velocidad en todo el camino.
-¿Quieres que conduzca yo un rato? -le digo. Llevamos dos horas de camino y yo vuelvo a estar detrás de él.
-¿Quieres... Conducir? -dice.
-Si.
-No creo...
-Todavía no me conoces. -digo- no opines todavía.
Veo que me mira de refilón, vuelve a centrarse en la carretera.
Echa la moto a un lado de la carretera y la para.
-Tienes razón.
Se baja de la moto.
-Venga conduce tu.
Paso del asiento de detrás al delantero.
Él se monta detrás mía.
Voten y comenten 🙌😘💘
JULY
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