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CAPÍTULO 12

Rusxe mi pone un poco de base, algo de polvos, rímel y brillo labial. 

-Que guapa. -comenta Soph. 

-Gracias. -respondo y ellas sonríen. 

Las dos son simpáticas y me caen muy bien. No se bien quienes son, ni como llegaron aquí, ni que hacen aquí. No pregunto, igual que ellas no me preguntan a mi. 

-Me gusta tu pelo. -comenta Rusxe -Es muy suave, y el color rubio en ti me encanta.

Procuro no ponerme nerviosa. Pero ni ese es mi pelo, ni es mi color. No me gusta mucho el rubio en mi. Me gusta más el negro, y no tan peinado como llevo esta peluca. 

Sonrío. 

-Bueno... pues a mi me gustaría más con el pelo negro, la veo... no se, más a su estilo. -comente Soph. 

Rusxe me mira. 

-Pues, no se la verdad, tendría que verlo. 

-Podríamos intenrselo un día. -comenta Soph. 

-Si bueno chicas. No se yo. -digo algo nerviosa. 

¿Tintar una peluca? No lo veo yo muy bien. ¿Y si descubren que es una peluca? Eso si que sería malo. 

Llaman a la puerta y por eso me salvo. 

-Voy yo. -anuncia Soph. 

Abre y ahí esta Lex. Se dan un beso y entra a la habitación, detrás de él entran otros tres, no son los de antes, pero visten igual. 

No me doy cuenta cuando Rusxe me pone de nuevo las esposas. Yo la miro molesta. 

-Lo siento... pero te las tenía que poner. -susurra antes de alejarse. 

Putas esposas, me duelen las muñecas. Aunque con tan solo un poco de mi magia podría deshacerme de ellas, pero me controlo. 

-¿Esta ya Mare? - dice Lex. 

Y casi me creo que no es a mi. 

No estoy acostumbrada a que me llamen así. Delia o, a lo mejor, Reina. Tendré que acostumbrarme, porque si cuando me llaman como se supone que me llamo no contesto, va a ser raro. 

-Si. -dice seca Rusxe a Lex. 

Como cortante, aunque parece ser que soy la única que lo noto. 

-Pues nos vamos, el jefe nos espera. 

-¿Enserio Lex? -pregunta Soph- ¿Todavía los llamas así? Si os conocéis de toda la vida. 

Lex sonríe. 

-El trabajo, es el trabajo, así que hay que tenerle respeto. Que luego nos echa la bronca por cualquier cosa. Además que con el que tenemos amistad es con el hijo. El jefe da miedo cuando se enfada. 

-Vale, vale. Pues iros que si no lo vais a hacer esperar. Y sabéis que eso es bueno.

Soph se despide de Lex y a mi me despiden con la mano las dos. 

Los cinco, los cuatro guardias y yo, salimos de la hitación. 

Me molestan las esposas. 

-¿Son necesarias las esposas? -le digo molesta a Lex. 

-Si. -responde seco. 

Después de unos segundos en silencio vuelvo a hablar. 

-¿Por? No voy a salir corriendo o pegarle un puñetazo a alguien. 

Me mira irritado y pícaro mientras recorremos pasillos, que a mi parecer, son iguales todos. No sabría volver por donde hemos venido. Lo confundiría todo. No veo nada diferente en los pasillos. Todo gris y nada de decoración. 

-No creo que un puñetazo tuyo haga más que una caricia en el pómulo de alguno de nuestros hombres. -comenta. 

Eso me enfurece. No me conoce, no sabe lo que soy capaz de hacer. Ni con la fuerza ni con mis poderes. Iluso. No sabe nada de mi. 

-Te podría sorprender. -es lo que sale de mis labios. 

-No lo creo, pero bueno, no voy a subestimarte. 

Sonrío. 

-Mejor. 

Seguimos caminando en silencio. 

Después de unos minutos paramos delante de una puerta negra enorme. 

Lex llama a la puerta y segundos después es abierta desde dentro. Una mujer algo mayor, de unos cincuenta años, nos abre la puerta, va vestida de azul oscuro y lleva su pelo rubio recogido en una coleta alta. 

-Pasen. 

Entra uno de los guardias, luego Erick y yo, después los otros dos guardias. 

La mujer vuelve a cerrar la puerta y se va. 

Hay una sillas en medio de la habitación, donde me hacen sentarme, todavía esposada. 

Frente mi, algo alejadas, hay dos grandes sillas. Una es algo más grande que la otra. 

Dos guardias se ponen a cada lado mía.  

Todo esta en completo silencio por unos minutos. Me empieza poner muy nerviosa. Me cuesta mantener mis manos y mi energía controladas. Todo mi cuerpo me llama a que me libere de las esposas y plantarles cara.

Salgo de mis pensamientos cuando la puerta es abierta de nuevo unos minutos después. 

Los guardias no giran la cabeza, y yo tampoco.

Se escuchan las pisadas haciendo eco entre tanto silencio. 

El hombre se dirige a las dos sillas que hay enfrente mía. No le he visto la cara. Solo lo he visto por detrás, va entero vestido de negro. Tiene un porte elegante y el pelo casi rapado por detrás.

Se da la vuelta y puedo verlo bien. 

Es un hombre algo mayor, tendrá unos cincuenta años pero esta muy bien conservado. Tiene algo de barba, bastante canosa. La ropa que lleva puesta me deja ver sus tatuajes de las manos. Es intimidante, e intento que no se em note lo nerviosa que estoy cuando me mira directamente a los ojos, ahora marrones por las lentillas. 

Se sienta en la silla más grande. 

-¿Como te llamas? 

Me pongo nerviosa tan solo con esa pregunta. 

-Mare, Mare Brown. -digo claro, no me mostrare indefensa, débil o temerosa. 

Me mira fijamente, como si supiera que le estoy mintiendo. 

-¿De donde vienes? 

Eso si que no se que responder. 

-De muy lejos, a días de camino en coche, de una pequeña ciudad de humanos de lo que antes era la clase media. 

Asiente. 

-Tu cara, se me hace tremendamente conocida -dice. 

Un sudor frío me recorre la espalda. 

-¿No te habré visto antes?

Niego, encogiéndome de hombres. 

-No lo creo, yo no le he visto a usted nunca hasta ahora. No se ni siquiera su nombre. -le lanzo una indirecta para que me lo diga.

-Jared. - Responde y asiente, poco convencido. 

Los guardias a mis lados, incluyendo a Lex, no hacen ningún movimiento o añaden algún comentario. 

-¿A que ha venido? -me pregunta. 

-Se han corrido rumores -comienzo- de que más de un cuarenta de la población no vive demasiado bien. Que lo están pasando algo mal. Quise venir a ver que pasaba y si podía ayudar. 

-¿Tú sola? -dice incrédulo. 

-Dicen que si quieres que el mundo cambie, -me inclino un poco en la silla y lo miro sin ningún tipo de gesto en la cara -tienes que empezar a cambiarlo tú. 

Él sonríe ante esas palabras. 

-¿Y que te ha parecido como vivimos esa parte de la población? 

Yo pienso mi respuesta. 

-No lo se... no he visto mucho. Pero no los veo infelices, no tienen mucho, pero todos so felices y todo se comparte... 

Me evalúa con la mirada. 

-Vivimos así porque es lo que nos ha tocado. Los rumores no son del todo falsos, ni tampoco de todo verdad. 

Lo miro incitándolo a que siga. 

-No vivimos tan mal. Es verdad que todos son felices y que todo se comparte. Nosotros éramos la parte de la población explotada, Mer. Éramos los que trabajábamos muchísimas horas y casi no nos pagaban. Somos los despreciados por la sociedad. Los que no tenían un sitio fijo y para deshacerse de él el gobierno, el rey, lo mandaba aquí. 

Me quedo asombrada.

-Cuando empezaron los problemas, todo el mundo controlado, lo de la reina, a nosotros no nos afecto. Mucho de los árboles por los que estamos rodeados son de Okfreu. Estos meses hemos estado resurgiendo. Casi sin éxito. Así el rey lo quiere. Pero hace poco empeoro mucho la situación.

Niall...

-¿Por qué así lo quiere el rey? -pregunto. 

Si. Porque así lo quiere el rey. Si toda la población tuviéramos los mismos lujos y dinero, todo sería muy diferente. Nadie sería pobre o rico. Todos estaríamos en un... nivel medio por así decirlo. Eso al rey no le interesa. Él quiere volver a hacer lo que éramos antes, casi esclavos. Justo como lo hizo su padre. 

Estoy estupefacta. 

-¿Y que... que estáis haciendo para que no ocurra? 

-Estamos seguros con el Okfreu, así que no nos pueden controlar. Todos saben luchar, pelear y defendernos por si alguien viene. Vivimos felices, aunque no lo creas, no tenemos muchos lujos y algunas cosas si que necesitaríamos. Yo y mi hijo mantenemos esto en orden, pero no somos reyes ni seres superiores. Miramos por nuestro pueblo. Y vamos a hacer lo que sea por sobrevivir. Y si tenemos que destruir al rey que hay ahora mismo en el trono, lo haremos, y nadie nos podrá parar. No tiene derecho a tratarnos como seres inferiores solo por que fuimos la clase trabajadora. Ahora quiere que volvamos a serlo o acabara con nosotros, según ha dicho él. 

Me doy cuenta de que ellos sabían lo del okfreu.

Demasiada información ¿Eso es lo que Niall estaba haciendo? Es... es muy difícil de asimilar. 

Voten y comenten. 

JULY.

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