Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01|Lección

CAPÍTULO UNO.
lección

°

—¿Te parece poco por lo que te he castigado, Loreto? —preguntó papá.

—Amanda necesitaba mi ayuda. Tú sabes lo importante que es Amanda para mí, no podía esperar a verla en la mañana —me cruce de brazos, desviando la mirada, estar encerrada con papá en un mismo auto me hacía mal.

—Entonces debiste llamarme, no escaparte del colegio y tomar un taxi, ¿Qué hubiera pasado si el taxista te reconocía? ¿Vos pensás lo que habría pasado si te sacaban una fotografía y la publicarán en todos los diarios? Titulares: “Hija de empresario metida en clubes nocturnos de desviados” —esa última palabra termino de colmar mi paciencia.

—Esos “desviados”, como te gusta llamarlos, son personas exactamente iguales, o incluso mejores que nosotros —no dejaría que ofendiera el segundo lugar que se sentía como una casa.

—Te equivocas, nosotros no somos iguales a esos raritos, ¿Qué es eso de hombres vestidos de mujeres? Ellos son lo que son, hombres ridículos —negué con la cabeza varias veces.

Llegamos al colegio.

—Bueno, entonces creo que vas a tener una larga plática con el chófer que contrataste específicamente para ser mi mandadero —metí la cabeza entre los asientos—. No tengas miedo, Ciara. Le puedes contar a mi papá.

Me apresure a salir rápidamente del auto, alcanzando a escuchar a papá, reclamándole a Ciro, o mejor dicho, a Ciara, sobre la grave acusación que había soltado, lo cual era claramente una mentira.

Era nuestro último día de clases oficial, pues mañana comenzaba el Vacance Club, todos preparaban sus maletas y varios grupos juveniles organizaron un espectáculo, siendo Mía Colucci una de las participantes, junto a su grupo de baile.

Intenté perderme entre la gente cuando vi a mi padre salir del auto llamando a mi nombre más molesto de lo que lo deje con la pequeña broma de Ciara, cuando unas manos me capturaron, encontrándome cara a cara con Pablo.

—¿Te escondes de mí, nena? —estábamos demasiado cerca, podía sentir su aliento golpeando mi cara.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no me gusta que me toquen? —escupí en su rostro, removiéndome entre sus manos.

—¿Qué no me escuchaste, Loreto? —escuché a mi padre alzar la voz a mis espaldas. Me apresuré a lanzarme a los brazos de Pablo, pasando mi mano por su cintura y él rodeará mi cuello—. Perdón, no te vi Pablo.

—No se preocupe, Señor D'Amico, ¿Cómo está? ¿Cómo le fue en su viaje de negocios? —Pablo se apresuró a preguntar, para cambiar el ambiente tenso entre mi padre y yo.

—Mejor de lo que esperaba, gracias por preguntar, Pablo —papá me miraba de reojo, quería decirme algo, pero no me movería de mi lugar—. Dime, ¿Loreto se portó bien con vos en mi ausencia?

Pablo se quedó mirándome con una sonrisa maliciosa, y cuando estuvo a punto de abrir la boca, llegó el Señor Bustamante, saludando a mi padre.

—Lorenzo, amigo —se abrazaron, olvidándonos por un momento, que rápidamente aproveche para meterle un codazo a Pablo en las costillas para que se alejara de mí—. ¿Cómo estás? ¿Cómo está la familia?

—Estamos de maravilla, si los negocios siguen así, nuestros futuros nietos no tendrán que preocuparse por nada en esta vida, que digo nietos, nuestros tataranietos —Pablo y yo carraspeamos la garganta—. Justo le estaba preguntando a Pablo, cómo se había portado mi Loreto con él, en mi ausencia, ¿Alguna buena noticia que quieran darnos?

—De hecho sí, papá —me acerqué a Pablo dando palmadas en su hombro—. ¿Quieres decirle tú o le digo yo?

Los padres de Pablo agacharon la cabeza, mientras Pablo me miraba asustado. No tenía intención alguna de detenerme, esperaba que con esto Pablo se las comenzará a pensar dos veces, antes de volver a amenazarme.

—No se asusten, Señor y Señora Bustamante —caminé poniéndome atrás de Pablo, recargando la cabeza en su espalda—. Pablo y yo hemos tenido unos problemas sobre nuestro compromiso, más bien, dudas —hablé en tono lento y de incertidumbre, ninguno de los presentes podía creer lo que estaba saliendo de mi boca—. Considero que es justo y válido que Pablo tenga dudas sobre la relación, perdón, ¿Qué cosas digo? Soy yo la que no se anima a formalizar la relación y aun así siempre pienso en este compromiso como en una relación verdadera —levante un poco la mirada, encontrándome a mi padre boquiabierto—. Con el viaje de la familia Bustamante a Londres, llegué a la conclusión de que esto podría ser lo mejor para nosotros, un tiempo separados.

—No entiendo, ¿Dudas? ¿Por qué piensas que Pablo tiene dudas de su relación, Loreto? —preguntó papá a la defensiva.

—Es mi culpa, papá —me lancé a los brazos de papá—. Pospuse por mucho tiempo formalizar nuestra relación, digo, pensé que era algo implícito que sucedería de manera natural, cuando fuéramos más maduros, donde nunca habría terceras personas, porque Pablo es el único chico en mi vida —sorbí la nariz, dejando escapar un suspiro—, y pensaba que yo también era la única chica en la vida de Pablo.

—¿Alguien quiere explicarme lo que está pasando aquí? —papá me rodeo entre sus brazos, acariciando mi cabello.

—Estoy seguro de que fue todo un malentendido, Lorenzo —se apresuró a decir Sergio Bustamante—. Todo fue por falta de comunicación, ¿No es así, Pablo?

—Por supuesto —habló Pablo con nerviosismo—. Le prometo que no hay otras chicas, Señor D'Amico —se acercó a nosotros—. Loreto ha sido la única desde que nos presentaron hace dos años, ella es a la única que quiero para toda mi vida —mi padre me alejo de su pecho para que mirara a Pablo—. Por eso me gustaría pedirte, aquí en frente de todos, Loreto, ¿Te gustaría ser...?

—¡Natalia me pidió que la ayudara con su vestuario! —exclamé interrumpido a Pablo, antes de que nos condenará frente a nuestros padres—. Por favor, perdóname papá, señores Bustamante, Pablo.

—¿Qué dices Loreto? Pablo estaba a punto de hacerte una pregunta, tu amiga puede esperar —mi padre me tomo de los hombros para que no escapara—. Por favor, prosigue Pablo.

—Bueno lo que quería preguntarte es, ¿Quieres ser mi...?

—¡Loreto! —exclamó una voz femenina a nuestras espaldas—. Que bueno que te encuentro, necesito tu ayuda.

—¿Con tu vestuario, verdad? —Natalia entendía toda la dinámica con mi padre.

—Natalia, ¿Podrías darnos unos minutos? —pregunto mi papá con un semblante serio.

—Disculpe la interrupción, Señor D'Amico, pero en verdad necesito a Loreto, problemas de chicas —me tomo de la mano, comenzando a alejarnos, pero me detuve a medio camino, regresando con Pablo, para tomarlo de las manos.

—Me gustaría continuar con esta conversación, después de tu viaje a Londres. Que tengas unas excelentes vacaciones —me pare de puntillas dándole un beso en la mejilla—, nos vemos ahorita, papá. Un gusto verlos, Señor y Señora Bustamante.

Corrí hasta Natalia, tomándola de la mano, pasándonos al patio trasero de la escuela, donde estaban todos los padres sentados, esperando a que sus hijos pasaran al escenario que monto la escuela.

—¡Lore, que bueno que estás aquí! —exclamó Mía, poniéndose en medio de Natalia y de mí—, ¿Recapacitaste sobre tu salida del grupo se baile?

—Lo lamento, Mía, pero no pienso volver al grupo de baile —dije con la cabeza agachada, fingiendo pena.

Cuando me enteré de la salida de Pablo y Natalia, algo se rompió dentro de mí, como si hubiera llegado a mi límite con las personas que me habían obligado a rodearme, siendo el colmo enterarme de que el grupo de Mía, Feli y Vico estaban al tanto de todo.

Me había esforzado mucho este segundo año para pertenecer a su grupo, me había metido al grupo de baile, comencé a hacer una estricta dieta, ejercicio, cambiar todo mi vocabulario, solo para enterarme de que la única chica que veía como una verdadera amiga, que estaba al tanto sobre mis sentimientos sobre Pablo y me ayudaba en mis escapadas secretas, me traicionara.

No pensaba confrontarlas, hasta después de que los becados de nuevo ingreso pasarán sus exámenes y terminará el Vacance Club. Ni siquiera estaba en mis planes vengarme o hacer cualquier tontería que hiciera que las castigarán, lo que menos quería era pasar el Vacance Club con ellas. Lo único que buscaba era separarme del grupo de las populares de buena una vez por todas.

Quería tener una vida diferente, un grupo de amigos diferentes, no quería ser la amiga o la novia de nadie, más bien aspiraba ser el espíritu libre que una vez fue mamá y que era Amanda, cambiar el sistema, romper las reglas, reescribir las normas, hacer caer al capitalismo y la heteronormativa.

—Lo entiendo, Loreto —Mía se dio la media vuelta, dispuesta a irse, pero me adelanté a tomarla del hombro.

—Pero necesito darle una lección a una persona, ¿Haremos la otra coreografía? —la rubia miro por todos lados del público, pero al único que logró encontrar fue a Peter, el Chófer de su familia.

—Felicitas, ahorita regresamos, no nos tardamos, vamos y venimos —Mía me tomo de la mano y yo tomé a Natalia, pues ninguna estábamos vestidas.

Fuimos a los vestidores del gimnasio poniéndonos el uniforme de baile y abajo un conjunto provocativo que le daría una lección a mi padre.

Cuando llegamos la asistente del director estaba terminando de presentarnos, cuando Mía llegó con Feli dejándole un disco.

—¿Llego mi papá? —preguntó Mía buscando entre el público.

—No, lo busqué y no vino —dijo Feli apenada.

—Bueno, él se lo busco, cuando te haga una seña, vos tomás este disco y pones está música —todas se adelantaron al escenario tomando su posición, mientras buscaba a mi papá entre el público.

—¿Qué haces, Lore? —me pregunto Mía.

—Lo encontré —dije emocionada de ver a papá sentado entre la gente.

Me adelanté al escenario y comenzó la coreografía inicial. El baile era juvenil, una coreografía sencilla, linda y elegante. Después de unos segundos, Mía le hizo la señal a Feli, empezando a sonar la canción de Coulotte sexy.

Mientras las chicas se deshacían del seco y se amarraban la camisa del colegio, convirtiéndola en una ombliguera, Mía y yo nos deshicimos de la camisa, la corbata y la falda, quedando únicamente en sostén y un mini short.

Tan pronto como terminó la canción sorpresa, con el baile sexy, papá se volvió un loco totalmente caminando hacia el escenario, tomándome de la mano, hasta llegar al auto.

—¿Qué sucede con vos, Loreto? —había visto y hecho enojar tantas veces a papá, pero hasta yo sentí que sobrepase el límite—. ¿Quieres hacerme quedar mal delante de todo el mundo? ¿Qué piensen que yo te eduqué de esa manera?

—¿Por qué siempre piensas en los demás? Se supone que tu hija soy yo y lo único que haces es pensar en los demás —mi padre se sacó el saco poniéndomelo a la fuerza—. Si rompo las reglas, “¿Qué dirán los demás?”. Si me escapo, “¿Qué dirá la gente?”. Si soy amiga de una Drag Queen, “¿Qué dirán los medios?” —estaba harta—. ¿Te has puesto a pensar por qué hago todas estas cosas?

—Porque eres una niña caprichosa, me fui para darte la vida que mereces y regrese con un imperio, y lo único que has hecho es intentar destruir tu futuro —negué varias veces con la cabeza.

—Cuando regresaste, estaba feliz de tener a mi papá de vuelta, pero lo que recibí fue a un empresario, viendo a las personas como negocios, porque eso es lo que siempre he sido, ¿No es así, papá? Un negocio a largo plazo —mi mejilla empezó a arder de un momento para otro.

Mi padre me había metido una bofetada.

—Esto era lo único que te faltaba para convertirte en el padre del año —me apresure a abrir la puerta del auto—. No te molestes en llamarme durante el Vacance Club, mejor comienza a pensar que le dirás a mamá cuando le diga que me golpeaste.

—Loreto, perdón, yo...

Lo ignoré comenzando a correr hasta mi habitación.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro