Después de pasar una tarde entera con su mejor amiga, Issac se fue a su casa. Se despidió de Maud y de su madre, esta última le regaló algunas pequeñas galletas en forma de gato que le quedaban tan bien. Tenían ese sabor especial que tiene todo lo que una madre cocina, algo que Issac no conocía muy bien, ya que vivía solo. Su hogar estaba bastante cerca, casi a 3 cuadras de la de Maud. Él y sus padres nunca tuvieron una relación muy sólida, así que Iss tomó sus ahorros y se mudó lejos de ellos para seguir sus estudios. Aunque no le fue muy bien, ya que la cuota que pedían en su escuela era demasiado grande, y tuvo que abandonarla 3 meses después de su llegada. En ese tiempo que estuvo ahí, no hizo ningún amigo, solo a Maud y… Al chico de la playera roja( que ni siquiera llegó a hablarle) pero veía casi a diario a la hora de los recesos.

Llegando a casa, Issac iba sacando las llaves de su bolsillo, cuando las tiró por accidente.

-Uff…

Ya estaba demasiado obscuro, eran las 10:30 quizás, e Issac no podía ver muy bien. De la misma bolsa donde guardó las galletas y las llaves sacó un par de lentes. Eran unos lentes redondos y enormes, que Issac no usaba mucho, ya que según él lo hacían ver estúpido, además, pesaban demasiado. E Issac decía que podía ver perfectamente sin ellos (cosa no muy cierta, ya que en algunas horas de la noche no podía ver ni por dónde pisaba).

Entonces se colocó sus lentes para ver por dónde cayeron las llaves. Cuando por fin las encontró, introdujo la llave en la cerradura, la giró y abrió su puerta.

Se disponía a entrar, cuando escuchó un sonido como de algo cayéndose casi detrás de él. Issac entró a su casa asustado y medio cerró la puerta, solo para ver qué o quién había causado ese ruido. La calle donde vivía no era muy habitada, así que cualquier sonido es extraño. Más a esas horas de la noche.

Observó una silueta bastante alta, con cabello corto… Unos Converse rojos y un pantalón negro ajustado… Y… Una… ¿playera roja? Espera… Era… ¿Jared? Qu… ¿¡Qué está haciendo por acá!? ¿Y a estas horas?...

Ese ruido al parecer lo había causado él, se tropezó con uno de los botes de basura que tenía Issac en su patio delantero.

-Ohh… Joder… ¡Hey! ¡Lo siento mucho! No fue mi intención yo…

Estaba dirigiéndole la palabra a Issac sin siquiera saber que era él.

-Oye… Te conozco, ¿no eres el chico de ésta tarde? ¿El de la gorra extraviada?

Acaso… ¿lo había reconocido? Si apenas y se veía la mitad de su rostro en la puerta…

-Uhh… Sí…- Dijo Issac con un volumen bajo, no podía creer que era él.

-Oh, mira, jej, que curioso, resulta que seremos vecinos. Me mudaré a unas cuantas casas de la tuya.

¿Unas cuantas?...

Jared se acercó más hacia Issac, provocando que éste abriera ligeramente la puerta de su casa.

-Y… ¿te parece bien?-Dijo Jared, demasiado cerca del rostro del chico pelinegro.

-Pf…..- Los ojos adornados de un par de vidrios enormes del chico más bajo se abrieron todo lo que podían. Su rostro se enrojeció demasiado, y sus manos se levantaron a la altura de su pecho. ¿Qu… qué demonios estaba haciendo?

Jared tomó la mejilla de Issac. Acercó su rostro con el propio, lentamente, lentamente…

-

¡¡RIING!! ¡¡RIING!!

El teléfono celular que se encontraba en uno de los muebles en la habitación de Issac comenzó a sonar.

-Eh… ¡¿EEH?!

Estaba en su habitación. En su cama, sudando…

…¡¿Todo eso había sido un sueño?!

-¿Hola?...

-¡OYE ISS! Estoy afuera de tu casa, ¡cámbiate! ¡Tenemos mucho que hacer hoy!

-…

Issac fue hacia la ventana de su cuarto y se asomó. Efectivamente, Maud estaba ahí, en el patio delantero, sacudiendo los brazos para que Issac la notara, aunque cómo no hacerlo si era la única persona ahí.

//Entonces todo eso había sido un sueño… Ya había tenidos sueños con Jared, pero no de ese modo… Espera…

Un camión de mudanzas pasó detrás de Maud. Issac solo vio a quien estaba manejando. Era un chico alto, de cabello castaño…

Al parecer no todo había sido un sueño//