Comencemos con esto
Su corazón comenzó a palpitar rápidamente. Quería suspirar una pequeña sonrisa, pero la sorpresa no se lo permitió. Un nuevo amigo.
Issac giró la silla de su escritorio hacia Maud, ella se encontraba aún sentada en la cama de su amigo, esperando algo.
-… ¿Y qué planes tienes para hoy?
Maud sonrió. Se levantó y ambos caminaron escaleras abajo para comenzar el día. Issac no estaba exactamente sonriendo, pero su rostro mostraba felicidad. A pesar de que la noche anterior no había dormido del todo cómodo, la manera en la que despertó arregló todo. ¿Su mejor amiga detrás y un nuevo amigo delante? ¿Qué más se puede pedir?
//… Okey, ese último pensamiento tuvo un doble sentido bastante extraño.//
Salieron de la casa. Por primera vez en mucho tiempo, Issac tenía la cara alta. La última vez que estuvo así de optimista fue… bueno, ¿siquiera hubo una primera vez? Nunca se había sentido tan feliz consigo mismo. Pero debido a cómo iban progresando las cosas, sonreía.
-Bueno Issac- Decía Maud mientras caminaban en el patio delantero de la casa del chico a quien se estaba dirigiendo- Hoy tengo un pequeño trabajo para nosotros, pero más aún para ti.
-¿Y de qué se trata?- Dijo Issac con una nueva sonrisa en sus labios.
- Puessss te va a sonar algo raro pero no puedo contener mi emoción!! ¡He planeado algo como una pequeña cita entre tú y Jared!
- …
Maud ni siquiera se dio cuenta de que su acompañante había dejado de caminar a su lado. El chico se detuvo completamente. La sonrisa en su rostro desapareció transformándose en una boca entreabierta. La chica ojiverde volteó y lo miró.
-… ¿qué?
-… ¿cita?
-… ¡OOOH¡ ¡Espera nonononono! ¿Dije cita? Amm, no. ¡No puedo encontrar las palabras correctas Iss! Me refiero a que tú y YO iremos a casa de Jared a ayudarlo a arreglar su nuevo hogar. Estoy segura de que podemos ayudarlo con algo, pero lo hice principalmente para que ustedes dos intercambiaran unas cuantas palabras, ¡no exactamente una cita!
-…
Issac soltó un enorme suspiro para liberar todos los pensamientos que se acumularon en su mente gracias a la palabra “cita”. Sí. Definitivamente había usado mal esa palabra. Pero de todas formas, ¿ir a su casa?, ¿estar con él?, ¿intercambiar palabras?... esa última pregunta que cruzó en sus pensamientos fue la que más le costó digerir.
-¿Hablar?... ¿Sobre qué?
-¡Pues sobre ustedes bobito! Puedes contarle muchas cosas sobre ti. Tal vez no vivas taaantas experiencias interesantes como otros adolescentes, pero también tienes vida. Y la vida se cuenta en un buen rato.- Se volvió hacia donde estaba varado su amigo y lo tomó del brazo- Entonces, ¿vienes conmigo?
-… ¿tengo otra opción?
-Nope.
-Lo sabía…
Era bastante temprano. Las 9 aproximadamente. Maud se había levantado para platicar con Jared, para ver si podían salir y conocerse mejor los tres. Jared le había dicho que le encantaría, pero no podría, ya que su casa aún era un desastre. La chica castaña aprovechó la situación como siempre lo hace para planear un encuentro ahí mismo, llevar algunas bebidas, acomodar los muebles y por supuesto, lograr que sus dos amigos platicaran. Si quería hacer que su amistad progresara, tienen que hablar frente a frente.
Así que siguieron caminando en la misma posición hasta casa de Jared, que obviamente no estaba nada lejos de donde recién habían salido. Unos 5 pasos después Maud se detuvo.
-… ¿qué te sucede?
-¿Eh?
-No eres el Issac que conozco, ¿dónde está tu actitud de querer caminar hacia el otro lado?- Dijo la chica a manera de chiste, pero aun así quería recibir una respuesta
-No lo sé, creo que hoy estoy positivo…- Ni siquiera podía creer que estuviera mencionando esas palabras. ¿Quién eres ahora?
//Y era verdad. ¿Qué me pasa? Se siente tan bien estar así, feliz, positivo, casi nunca he experimentado algo así. Casi… //
-Woooh, eso es algo que aún no sabía de ti, ¡Y estoy tan feliz de escuchar eso! ¡Ahora vamos que ya llegamos!
Y sí, ni cuenta se había dado de que comenzaron a caminar hace un rato. Ya estaban en el patio delantero de la casa de su nuevo amigo. El rostro de Issac estaba completamente neutral. Ni entusiasmado, ni nervioso. Ni feliz, ni enojado. Solo veía hacia la casa a la que entraría en un rato. Solo Maud, él, y Jared…
Llegaron a la entrada y Maud tocó la puerta. Casi enseguida abrieron la puerta. Vaya. Jared había vuelto a convertirse en “el chico de la playera roja”. Ese color que le sentaba tan bien.
-¡Hola a los dos! Bienvenidos a mi… casi casa.
-¡Hooola Jared!
-Pasen, espero que tengan hambre. Hice algo pequeño para comenzar a trabajar.
Los dos mejores amigos entraron a la casa. La construcción era casi idéntica a la de Issac, al parecer todas las casas de la cuadra eran así. Iss ni lo sabía, ni cómo hacerlo si jamás había entrado a otra casa que no fuera la de Maud y su madre.
Se podía oler a algo así como “nuevo”. Algunas de las paredes y el piso mantenían un aspecto rústico, hechos de madera que lucía bastante bien. Y olía como un hogar acogedor.
Había muchos muebles, pero pocos estaban acomodados. También habían muchas cajas y cajas, que parecían estar llenas de recuerdos. Solo se podían ver bien establecidas una mesa baja y un par de pequeños colchones individuales alrededor de ésta. En la mesa había un pequeño pero bien hecho festín, con algunas frutas y cosas cocinadas. Su olor y el de la casa formaban un buen ambiente.
-Las damas primero- Dijo Jared hacia Maud, señalando uno de los colchones que empleó como sillas improvisadas.
-¡Graciass!- Hizo un gesto amable y tomó asiento.
-Y, uh… Mi error. Olvidé que solo tenía dos de estos. Pero siéntate Issac, yo estaré en el piso.
-¿Eh? N… no puedo hacer eso…- Dijo Iss, volteando hacia otro lado. Estaba aún positivo, pero eso no significaba que podía disimular sus cambios de color por la vergüenza.
-Vamos, ustedes son mis invitados, y los invitados siempre son primero –Jared tomó ambos hombros de Issac para hacer que se sentara.
Un pequeño pero potente escalofrío recorrió toda la espalda del chico más bajo. Wow. Sus manos eran enormes. Sus brazos eran bastante fuertes también. Apenas tocó sus hombros y casi lo había obligado a sentarse de golpe. ¿O era que él era demasiado débil? Pero sentir contacto con Jared lo hizo recordar ese día que casi pierde su gorra. Cuando sus dedos se rozaron ligeramente. Esa sensación aumentó 300 veces esta vez. Aunque era bastante penoso admitirlo, sentía un cosquilleo curioso y cálido en… //¿POR QUÉ ESTOY PENSANDO ESTO?//
En fin. Ya estaba sentado. Pero no solo sentado. Como era de esperarse, estaba completamente enrojecido. Todo ese positivismo… se fue a la mierda. Ahora era el mismo Issac de siempre. Apenado. Tímido. Y sobre todo, muy muy enrojecido. Dejó caer su cabeza completamente en la mesa, dándose un buen golpe, pero ni le importó. Con tal de esconder tan horrible reacción.
-Amm…- Maud tenía que romper siempre con el silencio incómodo.- ¿Y cómo te va acá? ¿Ya sabes cómo acomodar tus cosas o solo estás planeando todo?
-Bueno- Dijo Jared, sin quitarle la vista de encima a Issac. Ese golpe se vio bastante doloroso- Apenas y pienso qué hacer con tantos muebles… ¿Estás bien?
Issac no levantó ni un poco el rostro para contestar la preocupada pregunta de Jared. Estaba muy, demasiado apenado. Ni siquiera sabía qué hacer.
-¡Él está bien! Volverá después de un rato- Maud estaba un poco nerviosa, pero como siempre trató de establecer el buen humor.
-Aah, está bien.
Jared y Maud comenzaron a charlar, una charla un poco hueca, solo hablaban de los muebles y cómo se establecería en su nuevo hogar. Issac seguía ahí pero ausente, con su cara baja a pesar de que su color de piel había vuelto a la normalidad hace ya un buen rato. Ni siquiera tocó un poco de la comida que había preparado el propietario de la casa en la que estaba. Él quería levantarse y hablar sobre algo con el chico que estaba tan cerca de él mismo… más cerca que nunca en realidad… pero era tan difícil. Se sentía amarrado al piso con una soga que no permitía que se levantara ni que moviera la cabeza. Era horrible.
Ya después de que los otros dos terminaran de comer, pusieron manos a la obra.
-¿Iss? ¡Arriba! ¡Es hora de hacer lo que vinimos a hacer! –Trató de jalarlo para que reaccionara, pero fue inútil.
-Hey, Maud. No te preocupes, nosotros dos podremos hacer algo, de todos modos no es nada pesado el trabajo, que Issac se levante cuando quiera ¿está bien?
-Sí… ¿supongo?
Antes de salir a meter algunas de las cajas que faltaban, Maud se agachó el dirección a Issac y le susurró en el oído
-¡Vamos!
Y sin más, Maud y Jared salieron.
//… ¿Qué estoy haciendo? Además de un ridículo…? Es decir, Maud se ha esforzado mucho para lograr convivir más con Jared, ¿y así es como le agradezco? Pero uugh…. Es difícil siquiera voltear a ver a ese chico…
¿Pero me quedaré aquí?...
Vamos Issac.//
Al parecer el sentimiento positivo de Iss no se había esfumado por completo. Así que se levantó del colchón, con un rostro algo avergonzado, pero decidido. Caminó hacia la puerta y vio que Maud estaba tratando de levantar una caja un poco pesada. Inmediatamente se dirigió hacia ella y tocó uno de sus hombros. Ella volteó.
-…¿Te ayudo?
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