La espera era agonizante. Saber que tus hijos no despertaban y que el amor de tu vida corría peligro, era horrible. La desesperación e inquietud eran agonizantes por cada minuto que no recibían noticias.

—Familiares de Sakurai Ryōdai y Ryōki.

—Son mis hijos— dijo inmediatamente a la enfermera.

—Han despertado. Quieren verlo. Sígame— dijo la enfermera y comenzó a caminar.

Ryō miró a los Aomine y le hicieron señas para que la siguiera, y así lo hizo. Después de abordar el elevador y llegar a pabellón infantil, la enfermera le indico la habitación donde se encontraban. Siguió solo y abrió la puerta. Sus hijos lo miraron, Ryōki se había subido a la cama con Ryōdai –Mis bebés— Abrazó a sus hijos y los tres comenzaron a sollozar.

—Mami— dijeron al unísono mientras eran abrazados.

—No saben lo preocupado que estaba. Fue horrible saber lo que había sucedido. Lo siento mucho— dijo llorando y besando las mejillas de ambos –Siento que hayan pasado todo eso.

—No fue culpa de mami— dijo Ryōdai.

—¡Todo es culpa de él! ¿Por qué nos mintieron? ¿Por qué nos mentiste papá?— gritó Ryōki.

Ryō no entendió —¿Mentirles?

—¡Nos dijiste que fueron novios!— Ryō se puso pálido —¡Dijiste mentiras! ¿Por qué? ¿Por qué simplemente decirnos mentiras? ¿Por qué no nos dijiste que no nos quería?

Ryō comenzó a llorar y se cubrió el rostro –Lo siento. Lo siento. No quería que sufrieran al saber la verdad.

—¿Es verdad que te dio medicamento para no tenernos?— pregunto Ryōdai. Ambos hermanos miraron a su tembloroso padre.

—... Es verdad— lágrimas surgieron en las mejillas de los gemelos –Desde que conocía Daiki-san me enamore de él. Nunca tuve novio esperando que un día su padre se fijara en mí. Nunca lo hizo, pero nos volvimos mejores amigos. Hace 10 años hubo un accidente y creí que Daiki había muerto. Desesperado, lo busque y cuando lo encontré no lo solté. En algún momento terminamos teniendo relaciones, yo me entregue a él porque lo amaba, creí que él también lo hacía...Pero al día siguiente mi temor se cumplió: Daiki se arrepintió de acostarse conmigo y... me entrego el medicamento porque...no quería hijos— volvió a llorar –Yo... lo tome... tome el medicamento y fue la última vez que nos vimos— se limpió las lágrimas –Dos meses después supe que los esperaba, estaba muy feliz, son lo mejor que me ha pasado. Entiendo si me odian, siento haberles mentido, pero no quería que sufrieran.

Ambos vieron lo destrozado que estaba su padre y lo abrazaron –No te odiamos. Mami nos ha querido mucho, hace todo por nosotros— dijeron al unísono. Ryō correspondió al abrazo y lloro.

—Mami— Ryō alzo la mirada —¿Sabías que él está divorciado?

—Me entere hace unas horas.

—¿También sabes que nos buscó porque no puede tener hijos?— dijo Ryōki.

—... Sí. Según Akashi no solo los busco por eso, sino que hay algo más.

—¿Él está bien?— pregunto Ryōdai al recordar lo último que había pasado.

Ryō sollozó y negó con la cabeza –Está muy mal. Su abuelo cree que no s...

—Se terminó la visita— dijo la enfermera interrumpiéndolos.

—Hablaremos más tarde. Obedezcan y compórtense— besó a cada uno y le limpio las lágrimas –Ya están conmigo, ella no les volverá hacer daño. No dejare que les vuelvan hacer daño.

Vieron salir a su padre y Ryōdai volteo a ver a su hermano —¿Crees que algo le pase?

—No sé y no me importa. No lo quiero— se bajó de la cama y se costó en la suya dándole la espalda a su hermano mayor; quien miraba como el cuerpo de su hermano menor temblaba –Pap... Aomine-san estará bien.

————————————————————

Vieron regresar a Ryō que llego cerca de la pared y se desplomo al suelo llorando.

—¿Les paso algo?— dijo Kimiko aproximándose al castaño.

—Saben la verdad... Saben todo— dijo llorando.

—¿Quién les dijo?

—Supongo que Daiki— dijo llorando.

—O Mimi— agrego Seijūrō ayudando a levantarlo del suelo.

—¿Qué dijeron?— dijo Daisuke limpiándose las lágrimas.

—Qué Daiki-san los busco porque no puede tener más hijo— respondió entre el llanto que tenía.

—¡Eso es mentira!— gritó Kimiko –Daiki te ama. Y en cuantos los vio, los amo. No solo porqué son suyos, sino porque son tuyos. Mi hijo te ama ¡Siempre te ha amado!.

Ryō quedo en shock ¿Por qué a todos les daba por decir eso? ¿Estaban de acuerdo o era verdad? ¿Daiki lo amaba?

Nadie dijo nada. Optaron por esperar noticias de Daiki en completo silencio. Eso hasta que Kazunari llegó a la sala de espera —¡ENANO! Se adelantó el parto de Kō-chan— Inmediatamente Seijūrō se levantó y siguió a Kazunari a urgencias.

Ahora estaban todos reunidos esperando noticias de los Akashi y Aomine Daiki. Tras una hora y media de espera llegó un sonriente Akashi —¿Cómo están?

—Perfectos. Tuvimos un varón— respondió sonriendo mientras mostraba las fotografías de su primogénito. En la fotografía se observaba a un bebé pelirrojo, gran parte de las facciones de Akashi a excepción de la boca –Se llama Seichiro. Akashi Seichiro.

——————— Dos horas después ————————

Seis agonizantes horas sin saber nada de Aomine Daiki. A Kimiko tuvieron que sedarla para tranquilizarla. En cuanto a sus hijos, estaban completamente dormidos, la enfermera le había dicho que ambos estuvieron llorando después de haberlo visitado, aquello le rompió el corazón. Sus hijos estaban destrozados al saber la verdad, solo rezaba por que algún día lo perdonaran por mentirle.

—Familiares de Aomine.

Todos giraron y vieron a Shintarō junto a Midorima Shin.

—¿Cómo está mi hijo?— dijo rápidamente Daisuke.

Shintarō miro a su padre para que diera las noticias –Ingreso con dos costillas rotas y dos fisuradas. Fuertes golpes en la cara, el estómago, su pelvis y piernas, y dos disparos— Ryō se cubrió la boca en shock— Una de las balas se incrusto en las costillas rotas abriendo una arteria principal, por eso tuvo la hemorragia con la que ingreso y durante la cirugía perdió más sangre por una hemorragia interna; y la otra que en su hombro. Logramos remover las dos balas con éxito. Está muy débil, las siguientes 24 horas serán críticas.

—Las costillas rotas con cuidado, una buena alimentación, hielo y analgésicos y en cama unas 6 semanas, estarán bien— dijo Shintarō acomodándose los lentes –Los golpes en la cabeza no son de mucho cuidado. Los golpes en el estómago no dañaron ningún órgano o intestino pero no puedo decir lo mismo para su entrepierna.

—¿Tan mal está?— dijo Daisuke al borde del colapso.

—Los golpes fueron fuertes, pero no hubo falta de circulación... A pesar de las negativas de Aomine por operarse tuve que intervenirlo, para el daño que recibió fue lo mejor. Ahora será cuestión de esperar si hay resultados positivos. Pero como dice Midorima-sensei, las siguientes horas serán críticas, lo mantendremos bajo vigilancia.

—Así sí— interrumpió Shin —El otro paciente, lamentablemente falleció camino al quirófano. No pudimos hacer nada. El disparo en Wakamatsu fue muy cerca del corazón, en este momento se encuentran haciendo la autopsia.

—¿Wakamatsu-senpai? – pregunto Ryō.

—Gracias Midorima— despidió Daisuke a ambos. Shintarō besó a su esposo y luego se retiró.

—Olvide decirte. El otro cómplice de Mimi fue Wakamatsu, algo debió pasar para que Mimi le disparara.

—¿Por qué sempai haría algo así?— cuestiono preocupado.

—No lo sé.

—Solo nos queda esperar por noticias de Daiki.