🔹 Capitulo 8🔹
[Kageyama]
No me recuerda... se que dijo el doctor que no recordaria nada pero yo tenia la esperanza de que minimo supiera quien soy yo...
Me aleje en cuanto llego el doctor con dos enfermeras y mi hermana, mis ojos se cristalizaron haciendo que mi visión se hiciera borrosa, mi estómago comenzó a revolverse y empecé a tener náuseas.
Salí corriendo de la habitación y llegué al baño para ahí hacerme cargo de mi estomago que esta hecho un desastre.
Mientras iba corriendo me encontré a Kenma, Yachi y Akihiko saliendo del elevador. Me preguntaron que pasaba y solo corrí hasta llegar al baño, Kenma entro poco tiempo después al baño para ver si estaba bien mientras Yachi iba a ver a Hinata junto con Akihiko.
Cuando me tranquilice me apoye en la pared del cubículo del baño y escuché que tocaron la puerta.
— Kageyama... ¿Estás bien? — era Kenma un poco preocupado.
Salí del baño y no pude evitar abrazar a Kenma, el se sorprendió un poco por mi acción pero aún así me rodeo con sus brazos... Mis lágrimas comenzaron a salir, solo sentía como Kenma acariciaba mi espalda, después escuchamos que abrieron la puerta del baño, me separé y limpie mi rostro.
— Lamento interrumpir, pero su presencia es solicitada en el cuarto del señor Hinata — dijo un enfermero
— En unos momentos voy... — dije caminando hacia el lavamanos para echar agua en mi rostro.
Seque mi rostro un poco y normalice mi respiración.
Camine junto con Kenma hacia el cuarto de Hinata, antes de entrar me detuve frente a la puerta. Kenma puso su mano en mi hombro y me sonrió un poco... Respiré profundo y agarre valor para entrar.
Yachi estaba en la sala del cuarto jugando con Akihiko, el niño me vio y corrió hacia a mi y me abrazo... Yo lo cargue y lo abracé de vuelta.
Baje a Akihiko y le dije que iría a hablar con el doctor, el no se quería despegar de mí y para convencerlo le dije que lo llevaría a comer helado como la primera vez que pasamos tiempo juntos.
Cuando logré soltarme del abrazo del niño, camine temblando hacia donde se encontraba la cama.
Hinata volteo a verme y me dijo.
— Diles a estas personas que no me inyecten más, me están lastimando —
Me acerque a la cama para ver a Hinata más de cerca y el me agarró de la mano. Yo con mi otra mano acaricie un poco su cabello y solo me miró sin hacer ninguna expresión en su rostro... podría decir que se me veía con extrañes por tratarlo así.
Al ver cómo me miraba, mis lágrimas salieron nuevamente, él se sorprendió por verme así y dijo.
— Oye, no se que es lo que estás pasando pero todo estará bien ¿Sí? Un chico tan guapo como tú, no debería de arruinar su rostro llorando — dijo mientras limpiaba mis lágrimas y me sonrió levemente.
Le sonreí de vuelta y me tranquilice.
— Señor Kageyama, me gustaría hacerle unas preguntas — hablo el doctor, yo asentí con mi cabeza y me levanté de la cama, pero antes de alejarme, Hinata agarro mi playera.
— N-no me dejes solo — dijo un poco temeroso.
Llamaron a Kenma y le dijeron que se quedara un momento con el en lo que yo hablaba. Hinata no quería así que le dije.
— El es tu mejor amigo y yo no tardó, te prometo que cuando termine de hablar con el doctor vendré contigo ¿Si? — le dije sentándome en la cama.
El dudoso acepto y se quedó sentado en su cama jugando con sus manos. Kenma se acercó con cuidado a Hinata y se sentó a un lado de el... Yo camine hacia la puerta donde estaba el doctor.
Salí de la habitación y me encontré con el doctor.
— Lo viste despertar ¿No es así? — me preguntó el doctor viendo el expediente de Hinata.
— Así es — dije mirando a abajo.
— ¿Cuál fue la reacción de Shoyou al verte? — volteo a verme el doctor.
— ...Estaba agarrando su mano y sentí que me apretó un poco, lo vi y fue cuando abrió sus ojos... Me preguntó que en donde estaba y le dije que estaba en el hospital, me dio curiosidad que si sabía quién era yo y me dijo que no. Se que Usted me dijo que no recordaría pero yo tuve la esperanza... — dije forzando mi voz.
El doctor me comentó que harían unas radiografías para revisar el cerebro de Hinata y dar un diagnóstico. Me pidió que entrara con él a la cámara donde hacen las radiografías ya que no confiaba en nadie que no fuera yo... Me sentí especial pero no era el momento para sentirme superior a nadie.
Después de un rato de estar platicando con el doctor entramos de nuevo a la habitación de Hinata y el sonrió cuando me vió, solo que está vez también estaba Akihiko a un lado de él.
Me acerque a la cama y le dije que iríamos a hacerle unos estudios para revisarlo y confirmar que no existiera alguna anomalía mas.
El acepto pero quiso que yo fuera con él, le dije que no tenía problema de acompañarlo y lo subieron a una silla de ruedas con muchísimo cuidado y yo maneje la silla mientras bajábamos al lugar donde harían la radiografía.
Poco tiempo después llegamos y entre a la cámara con él, sostuve su mano mientras sacaban su radiografía... De repente me hablaba y me preguntaba cosas.
— ¿Cuál es tu nombre? — me preguntó.
— Tobio — respondí viendo como era el lugar donde estaba él.
— ¿Por qué entiendo el español y el japonés? — dijo apretándome un poco.
— Por qué antes vivías en Japón y ahora vives en México. — dije tomando con mis dos manos la mano que estaba sosteniendo.
— ¿Y el niño que estaba ahí... Es mi hijo? — lo dijo en un tono triste.
— Así es Hinata... Él es tu hijo, se llama Akihiko —
El no me dijo nada más así que me quedé callado, hubo un momento en que tuve que soltarlo... Y de vez en cuando me decía.
— Tobio, sigues ahí ¿Cierto? —
— Si pequeño, aquí estoy...— decía mientras caminaba por detrás de la máquina.
Y tardaron unos 10 minutos cuando terminaron y el se había quedado dormido.
Todos sentimos incomodidad de despertarlo pero aún así debíamos hacerlo a menos de llamar a alguien con una camilla para llevarlo, no podía llevarlo cargando por las fracturas en su cuerpo.
Llamo el doctor a alguien y lo llevamos a su habitación, cuando llegamos, lo recostaron y lo dejamos descansar.
Yo decidí salir un momento de la habitación para tomar aire y comprar algo para comer.
[Hinata]
Cuando desperté estaba solo en esa gran habitación, respiré profundo y el único ruido que se escuchaba era la máquina a la que estaba conectado y mi respiración.
No sabía quién era Yo, solo sabía que me llamaba Shoyou Hinata, tengo 22 años y tengo un hijo de 5 años llamado Akihiko.
Me sentía mal por no saber cómo responder ante ese niño... Algo en mí, me decía que era mi hijo pero no lo recordaba... Me sentía tan impotente por no saber absolutamente nada de mi vida.
Conocí a un chico llamado Tobio pero veo que todos le dicen Kageyama así que pienso que ese es su apellido... Es bastante guapo y siento algo en mi corazón cada vez que lo veo.
También conocí a Kenma y Yachi, me dijeron que nos conocemos desde muy pequeños pero no los recuerdo...
Es bastante frustrante no saber nada me siento inútil...
Unas lágrimas recorren mi rostro hasta llegar a chocar con las sábanas... No puedo soportarlo, trato de recordarlo pero solo logro que me duela la cabeza...
Pocos minutos después de haber despertado entra el chico llamado Kageyama acompañado de otros 2 chicos.
— Tobio... ¿También los conozco? — pregunté temeroso.
Tobio se acercó a mí y beso mi cabeza, me sonroje ante su acción pero aún así le sonreí.
— Si pequeño, si los conoces... El es Oikawa y el es Kuroo, la pareja de Kenma. —
Yo solo asentí con la cabeza, no tenía el valor para hablar, no me sentía seguro.
Los chicos se quedaron platicando conmigo un momento y Tobio había salido de la habitación, pero puse nervioso ya que yo no los recordaba.
Todo se había hecho color gris, no sabía si estaba feliz o si era normal que estuviera así...
Poco tiempo después llegó nuevamente Tobio-kun junto con Akihiko... El niño que se supone que es mi hijo.
Los vi entrar y sonreí un poco al verlos... ¿Él será su papá? Tienen un parecido pero la manera en que mi hijo le dice a Tobio, me deja con dudas ya que el de dice "Señor", a menos que a él no le guste que le diga papá. Pero en caso de que si sea padre e hijo dudo que se lleven mal.
—¡Hola mami!, ¿Como estás? — dijo el niño corriendo hacia a mi.
— Hola pequeño, bien ¿Y tu como estás? — acaricie el cabello negro del pequeño.
— Muy bien, el señor Kageyama me llevo a su casa por un regalo que te compramos — dijo el niño regresando donde esta Tobio-kun.
Tobio-kun le dio una bolsa de regalo color durazno y un moño negro con destellos azules, el pequeño se acercó a mí y me la entregó.
Saque el regalo de la bolsa y sonreí pero también me dieron ganas de llorar, no sabía si me lo daban por algo importante, no sabía si cumplía años o solo para animarme mientras estaba en el hospital.
Aguante mis ganas de llorar y respiré profundo, los otros dos chicos que estuvieron acompañándome mientras Tobio-kun y Akihiko no estaban, salieron de la habitación.
Tobio-kun se acercó del lado contrario de la cama y como era algo grande, se acostó a mi lado y suspiro con pesadez.
— Me cansé, tu hijo me hizo correr hasta acá arriba, no quiso tomar el elevador — dijo un poco divertido
Yo solo sonreí un momento mientras veía el regalo... No sabía que decirle. Tobio-kun me volteo a ver y me preguntó.
— ¿No te gusto? — dijo sentándose en la orilla dándome la espalda.
— No, no es eso... Es solo que no se si me lo estás dando por qué estamos celebrando algo o solo para animarme — dije cabizbajo
Tobio-kun volteo a verme y llamo a Kenma para que fuera por Akihiko y así poder dejarnos solos.
Pocos minutos después Kenma llegó junto con una niña, y cuando Akihiko la vio, salió corriendo junto con ella... Tobio-kun se acercó a la cama con unos libros en sus manos.
Y Kenma, con los otros dos niños salieron de la habitación. Tobio-kun se sentó a mi lado y dijo.
— Me preguntaste por el regalo, no se celebra nada, ni es para animarte pero si es por qué quería pedirte disculpas... En el pasado te dije algo que te lastimó muchísimo y no sabía.... Más bien, no sé cómo puedas disculparme pero esto es una muy pequeña muestra de cuánto te amo y siempre lo he hecho, cuando te fuiste de Japón, sufrí muchísimo... Tú Familia y varios de nuestros amigos me apoyaron bastante, trate de contactarme pero no me fue posible... Poco a poco fui superando el hecho de que te habías ido pero jamás pude superar el amor que siento por ti... — decía Tobio-kun con su mirada abajo y mientras yo solo lo escuchaba atentamente sin emitir ni un solo ruido, solo escuchaba que batallaba un poco para hablar.
— ¿Tú y yo... Somos pareja entonces? — pregunté un poco emocionado ya que el es muy guapo y me había dicho que me amaba pero no sabía si estábamos juntos o algo así.
El volteo a verme y se sonrojo un poco, bajo la mirada y negó con la cabeza mientras decía.
— No pequeño... No somos pareja, lo fuimos hace unos años pero peleamos fuertemente y terminamos gracias a esa pelea. — me dijo un poco decepcionado.
Yo solo asentí con la cabeza y baje mi mirada... Y un nudo en mi garganta se formó, sin permitir que saliera una palabra.
Ambos nos quedamos en silencio unos momentos, hasta que agarre valor y puse mi mano sobre las suyas...
— E-escucha... No se lo que pasó entre nosotros y esas cosas, pero mi "yo" de estos momentos piensa que eres un gran chico y veo que eres sincero conmigo, entonces te perdono y no se si yo hice algo mal pero también te pido disculpas por eso que llegue hacer... En mi corazón siento algo que me dice que eres especial para mí, fuiste la primer persona que vi al despertar y quiero que así sea al menos hasta que recupere mi memoria, quiero verte despertar a mi lado ¿Sí? —
Realmente no recordaba que pasó en esos años de nosotros dos, pero creo que el es importante para mí y no solo lo creo, si no que, yo sé que él es especial...
El me abrazo con delicadeza ya que no quería lastimarme, me separó de su abrazo y depósito un dulce beso en mis labios... Solo sentí como mi rostro se puso muy caliente por el sonrojo y el comenzó a reír.
— Ahora pareces un tomate, en lugar que una mandarina jajajaja — dijo mientras se recostaba en la cama, yo reí un poco y el me sonrió algo tierno... Le pregunté
— ¿Por qué me ves asi? — dije un poco nervioso.
— Solo admiro a la hermosa obra de arte que tengo frente a mis ojos...— dijo recargado en su mano.
— N-no digas eso... Me avergüenzas.— tape mi rostro con la cobija de la cama.
— Shhh... Las obras de arte no hablan — dijo bajando lentamente la cobija.
Le sonreí y solo rodé mis ojos mientras negaba con mi cabeza...
Después le pregunté por los libros que traía y me dijo que eran álbumes de fotos, tanto míos y también trajo unos suyos...
Se sentó a mi lado y empezó a mostrarme las fotos...
*Corregí algunas cosas de este capítulo jiji, al ratito ya les tengo listo el otro.*
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