[Kageyama]

Al terminar de pronunciar esas palabras, me sonroje al punto que sentí todo mi rostro arder.

Shoyou sonrió maliciosamente y se acercó nuevamente a mí con intenciones de besarme pero yo puse mi mano en su boca impidiendo que se acercara más.

— Me tientas Sho, pero no... Así como tú me dejaste con las ganas, ahora yo te la devuelvo... Aparte no me siento cómodo al hacerlo cuando nuestra hija duerme literalmente al lado de nosotros.

Shoyou asintió decepcionado y bajó de mi regazo para después acostarse dándome la espalda.
Suspiré riendo un poco y me acosté detrás de él, a modo que mis brazos rodearon su ahora estrecha cintura.

— ¿Te he dicho que te amo? — pregunté en susurro cerca de su oído

— Mmm... Creo que no... Hoy no. — dijo susurrando mientras sus ojos se cerraban por el cansancio

— Shoyou...

— ¿Mmh?

— La luna está preciosa esta noche...

Sonrió, para después caer en los brazos de morfeo.

Me estiré para bajar la intensidad de la luz de la lámpara y después de tapar correctamente a Shoyou me deje sumergir en el mundo de los sueños...

°°°

Al paso de las horas escuché que Akane comenzó a llorar y al ver qué Shoyou no despertaba, me levanté con cuidado de no moverme demasiado y caminé unos cuantos pasos a la cuna de Akane, no sin antes subir muy poco la luz y ver correctamente por dónde caminaba.

Al estar frente a la cuna, Akane me vio y se calmo un poco pero seguía llorando a lo que me agaché y con sumo cuidado la tomé en mis manos, cerciorandome de tomar bien su cabecita para después acomodarla de modo que se acurrucarse en mis brazos.

Y comencé a tararear la única canción "de cuna" que conocía... Una que me cantaba mi mamá pero lograba hacer que me quedara dormido.

"Isabella's Lullaby"

Al comenzar a tararear mi pequeña dejó de llorar mientras me veía atentamente...

— A descansar que el sol se va... Niña duerme ya...

A medida que cantaba... Los ojitos de Akane se cerraban.

— Bajo las estrellas te arrullare... Una dulce canción para ti cantaré.

Dirigí mi vista a la ventana donde las estrellas y la resplandeciente luna alumbraba la recámara.

— Al soñar encontrarás: paz y libertad

Regrese la vista a Akane quien ya estaba dormida...

— No me iré, justo aquí estaré... Y del mal yo te protegeré...

Sin lastimarla, la abracé con un poco más de fuerza apegandola a mi pecho donde claramente puede escuchar mi corazón.

— Siempre...

Decidí que era suficiente y volví a recortarla en su cama para que estuviera más cómoda y la acomode justo como Shoyou me explico que debía acostar a un bebé.

Revisando que todo estuviera bien, regrese a la cama donde Shoyou estaba sentado viéndome con una sonrisa en su rostro.
Pero al ser las 3:30 am, logró espantarme haciendo que pegara un ligero brinco.

— Te espante, lo siento... — dijo algo avergonzado abriendo sus brazos para recibir un abrazo... El cual no dude ni un segundo en dárselo.

Él se dejó caer en la cama aún abrazándome, y yo caí en su pecho donde pude escuchar los latidos de su corazón.

— No sabía que estabas despierto... — dije trazando algunas líneas en la ropa de Shoyou.

— Me desperté en medio de tu canto... No escuché llorar a Akane... Supongo que estaba muy cansado.

— No importa... Para eso estoy aquí ¿No crees? —  pregunté acomodándose un poco para poder dormir.

— Si... — dijo en un hilo de voz.

Después de eso hubo silencio por unos minutos... Y creí quedarme dormido hasta que escuche su voz nuevamente.

— Tobio...

— ¿Mmh?

— Y-yo... Amm.. Yo escuché sin querer tu plática con Akihiko... Y-y...

Su voz se comenzaba a entrecortar...

Levanté mi rostro, dirigiendo mi vista al bello rostro blanquecino del cual me enamoré, el cual tiene en estos momentos unas lágrimas descendiendo de sus ojos, sus mejillas y nariz están rojitas.

— Hey... Esta bi-

— Déjame terminar... — dijo sorbiendo su nariz y suspirar.

Asentí con un sonido y limpie sus lágrimas con mis manos.

— Tobio... Aprendamos a ser papás juntos... Amor... — nuevas lágrimas descendieron por sus ojos color marrón mientras me sonreía — N-no sabes cuánto te amo... Eres todo lo que necesito y más de lo que merezco... N-no te alejes de mi nuevamente... Mi corazón no lo soportaría.

Sonreí acercándome a sus labios y dejar un delicado y corto beso en ellos para despues posar mi frente junto con la de él.

— No me iré, justo aquí estaré... y del mal yo te protegeré... Siempre...

Canté ese pedacito de la canción cerrando mis ojos acariciando con suma delicadeza sus mejillas.

— Te amo...

— Yo también te amo...

Al finalizar la plática me acomode de modo que no lo aplastara en la noche y ambos nos dejamos caer nuevamente en un sueño tranquilo...

(Canción Isabella's Lullaby)

°°°

Al mentó de despertar palpee la cama y no encontré a Shoyou a lo que me levanté rápidamente, lo busqué con la vista por la habitación y lo ví sentado en un sillón con Akane en brazos mientras se alimentaba.

— Buenos días... — dijo bajando su playera al ver qué Akane ya estaba llena.

Posiciono a Akane recargandola en su hombro para después dar pequeños golpecitos en su espalda y después de unos segundos... Ella eructo.

Shoyou rió un poco al escucharla y enseguida tocaron la puerta de nuestra habitación y obviamente sabíamos quién era.

Mi Omega abrió la puerta dejando ver al príncipe brillante de la casa.

— ¡Hey hey hey! ¡Buenos días mami! — gritó Akihiko animadamente al ver a Shoyou en la puerta. — Oh... Buenos días Akane... — dijo Akihiko viendo el pequeño molotito de cobijas.

Hinata se agachó de manera que Akihiko logrará ver a Akane y Aki sonrió al ver a su pequeña hermana.

— Tal como les dije a mamá y a papá... Te voy a proteger de los niños malos, te lo prometo Akane.

Mi Omega y yo nos volteamos a ver mientras sonreímos al escuchar las palabras de Aki.

— Serás un gran hermano mayor Aki — dije acercándome a los tres amores de mi vida.

— Obviamente lo seré, ¡Seré un super hermano! Y Akane será ¡Una super hermana!

Soltamos una pequeña risa y así es como comenzamos un día normal para muchos pero para nosotros es más que especial...

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[Narradora]

Rápidamente pasaron los días y así es como llego el día 14 de Febrero y solo significa una cosa...

La puerta de la recámara fue brutalmente abierta para después correr a Kageyama quien dormía plácidamente.

Pero una pequeña morita brinco en su estómago, despertandolo de golpe.

— ¡Papá! ¡Papá! Hoy es mi cumpleaños número seis... ¡Feliz cumpleaños a mi!

— pequeño... — refunfuño Kageyama aplastando la cabeza de Akihiko. — sí fueras otro niño te aventaría por la ventana.

— No aplastes la cabeza de Aki... — Regañó Hinata entrando a la recámara con un pequeño pastel en sus manos.

Los ojitos de Akihiko brillaron al ver su pastel de chocolate.

Hinata se acercó a la cama y dejó el pastel en manos de Kageyama para después cargar a la pequeña bebé.

Al sentarse Hinata comenzó a cantar en español las típicas mañanitas llamando la atención de los tres presentes.

Kageyama entendía alguna que otra palabra gracias a un curso de español al cuál se inscribió pero aún no lograba del todo entender ni mantener una conversación fluida.

Con un poco de dificultad y con ayuda del traductor dijo.

— Feliz cumpleaños Akihiko...

— Gracias papi... — contestó Akihiko agarrando la mano de Kageyama.

Al momento de Shoyou encendió la vela que marcaba el número "6". Akihiko cerró los ojos con fuerza mientras pedía un deseo para después soplar la vela.

— ¿Que deseaste? — preguntó Kageyama quitando la vela para ponerla en una servilleta a un lado de él.

— Es un secreto... — contestó Akihiko acercándose a su pastel para darle la primera mordida.

Hinata empujó la cabecita de Akihiko enterrandolo en el pastel.

Kageyama ahogó un gritó al ver lo que había sucedido, pero al ver qué Akihiko reía mientras se limpiaba la cara, se tranquilizó.

— ¿Y si me dices que deseaste? Antes de que te aviente el pastel — amenazó Hinata agarrando el pastel en una mano.

— ¡Esta bien! ¡Esta bien!... Pedí un hermanito

Kageyama se ahogó con el agua que estaba tomando al escuchar la petición de su hijo.

— P-pero ya tienes a Akane.— dijo Hinata algo nervioso.

— Lo se, pero quiero un hermano...

Bien... Era algo que ninguno se espero y solo soltaron una carcajada nerviosa jugando con Akihiko quien reía al ser preso de un ataque de cosquillas.

A petición de Akihiko hicieron una "pequeña" fiesta donde invitaron a media escuela y todo por qué Akihiko se hacía amigo hasta de las piedras.

Los juegos y gritos de niños era lo que más abundaba en la casa y ver a tantos niños fue un gran anticonceptivo para Kageyama quien ya estaba por salirse de sus casillas y hacer callar a los niños.
Pero eso implicaba que Hinata se enojara con él por no dejar que su hijo se divirtiera.
Y eso sí que no estaba en sus planes.

En poco tiempo recibió una llamada de su abuela la cual no tardó en contestar.

En la llamada:

— ¿Abuela?

— Hola Toto... Oye ya llegué con tu encargo... Fue difícil de conseguir pero una abuela hace hasta lo imposible por sus nietos.

— Muchas gracias, ya voy a abrirte.

Fin de la llamada.

Kageyama llamó a Hinata para llevar a Akihiko al patio.
Le taparon los ojos a Aki para que no viera lo que se avecinaba... 

Varios niños se emocionaron y comenzaron a gritar mientras que a Akihiko lo carcomian las ansias por ver.

— Aquí está tu regalo de cumpleaños — Dijo Hinata acercándose a Aki para destaparle los ojos.

Akihiko chilló emocionado mientras daba pequeños brinquitos...

— ¿¡Es mi hermanito!? — gritó Akihiko sonriendo

Kenma llegó justo en el momento y carcajeo tan fuerte que casi se asemeja a la risa de Kuroo.

— ¡Por Dios Kuroo debemos comprarle un zoológico completo a Akihiko, se lo merece! — dijo Kenma para después carcajear nuevamente.

Hinata desató los ojos de Aki sin desaparecer su sonrojo.

— N-no es tu hermanito, pero es algo que le pediste a tu papá... — dijo Hinata viendo a su pequeña morita como gritaba al enfocar sus ojos.

— ¡Un poni!

Juraron que el gritó se escuchó hasta tres cuadras después.

— ¿Te gustó tu regalo? — preguntó Tobio al ver cómo Akihiko intentaba subirse

— ¡Me encanta!... Yo decía que quería uno de peluche... ¡Pero tengo uno de verdad!

Okey... Eso nadie lo espero... Al poni que se refería Aki era uno de peluche y Kageyama pidió traer al condenado poni desde muy muy lejano por qué no había donde vendieran cerca... Genial

Aunque al ver el rostro de felicidad de Aki... Valió cada maldito centavo que se gastó en el transporte, la compra y el permiso para tener al poni.

Kageyama no se arrepentía de nada.

Pasando la hora de regalos, los cuales Akihiko aceptaba y gritaba con la misma emoción que cuando recibió al poni... Sin distinción alguna.

Y así fue como dieron rápidamente las 8:00 PM donde varios papás ya habían llegado a la residencia para recoger a los niños que después de una tarde de juegos estaban todos exhaustos sin una gota de energía pero al parecer Akihiko había heredado una cualidad de Hinata...

Su resistencia infinita, el príncipe brillante, cada día hacia gran honor al significado de su nombre y esa noche no había sido la excepción.

Bokuto le enseño la famosa "finta" y saltaba casi a la misma altura que Hinata en sus épocas de niñez.

Los niños se fueron despidiendo uno por uno hasta que no quedó ninguno, a excepción de Ukara y Kou quiénes estaban jugando con una de las consolas de Akihiko en su habitación.

Los adultos estaban platicando de cualquier cosa compartiendo algunas copas a excepción de Kenma, Shoyou, Koushi y Kiyoko ya que ellos estaban amamantando y por órdenes del doctor no podían tomar ni una gota de Alcohol.

Todos los "tíos de Akihiko" que pudieron estar presentes en la fiesta se divertían en gran manera.

Sin excepción alguna, hasta Tsukishima y Ushijima les lograron sacar una que otra risa sincera.

Kenma se levantó para ir a la cocina por un poco de jugo de naranja y Tobio fue detrás de él a petición de Hinata para que le trajera una mandarina ya que se le había antojado.

Ambos chicos se encontraban en la cocina y apesar de ser amigos no sabían cómo iniciar una conversación hasta que Kenma rompió el silencio.

— ¿Ya está todo listo? — preguntó recargandose en el marco de la puerta.

— Solo falta que él del salón me confirme la fecha. — respondió Kageyama con una gran sonrisa en su rostro.

— Pues no mi querido amigo... Él del salón me marcó pero dijo que ese día ya estaba reservado pero lo cambio hacia la otra semana, no es mucha la diferencia y fue lo único que pudo ofrecerme.

— Gracias Kenma...

Sonrió sinceramente quien solo asintió con la cabeza sonriendo de lado.

— Ahora solo falta esperar el día... El día de tu boda.

[Nota]

A todos los que comentaron y me mandaron mensaje por la reciente perdida... ¡Muchas gracias!

Solo queda por avisar que en 4 o 5 capítulos termina la historia... Aunque obviamente habrán algunos extras y espero que les gusten.

Los amo y muchas gracias nuevamente ❤️