🔹 Capítulo 53🔹
[Kageyama]
Gracias a que mi bebé nació prematura tuvo que quedarse un tiempo en el hospital en observación.
Pero aparte de eso... Mi hija nació completamente sana...
Y unos días más tarde pudo salir del hospital.
Shoyou y yo vamos caminando por el pasillo hasta las encubadoras para así cumplir mi sueño de cargar por primera vez a un bebé y que mejor que mi hija.
Al momento de llegar al lugar pude ver cómo las enfermeras jugaban con la manita de mi bebé y pude ver su linda sonrisa sin dentadura...
"También tendrá su linda personalidad" dije mientras volteaba a ver a Shoyou quien iba de mi mano.
Nos acercamos a las enfermeras y sonrieron al vernos, le entregaron la bebé a Shoyou y soltó una pequeña risa al verla.
— Nueve meses en mi vientre, dolores, cambios hormonales, mareos y vómitos para hacer una copia exacta de tu cara... ¿Es enserio Akane? — preguntó Shoyou volteando a verme.
— A lo mejor sucede como Akihiko... Puede que después se parezca a ti. — dije tomando la maleta en mano para ponerla en mi hombro.
— A lo mejor después se compone y se pone tan guapa como yo, por qué tu eres feo Tobio... Pobre mi hija si se parece a ti.
Yo reí un poco junto con las enfermeras, volteé a ver a Akane y le sonreí... Ella me miró con sus ojos azules y sentí que con su mirada podía ver hasta mis más oscuros pecados y sin siquiera soltar una palabra me dijo hasta de lo que me voy a morir.
Me dio un pequeño escalofrío y preste atención a la conversación de Shoyou con las enfermeras.
— ¿Tienen otro hijo? — preguntó una de ellas.
— Así es, se llama Akihiko... Miren — contestó Shoyou mostrando una foto donde salimos los tres.
— ¡Es muy lindo! ¿Cuántos años tiene? — preguntó la otra enfermera.
— En febrero cumple 6 años — contesté acariciando los cabellos de Hinata.
Las enfermeras nos vieron sorprendidas para después hablar.
— Son muy valientes... Yo quedé embarazada a los 18 pero la chica que era mi Alfa me obligó a abortar... Me alegra que no hayas sido como ella — dijo lo último volteando a verme.
— A-ah... — fue la única sílaba que salió de mi boca...
No sabía que responder ya que prácticamente no supe de Aki hasta 5 años después de su nacimiento... Me siento un terrible padre.
— Siento mucho lo que te paso... Y espero que pronto encuentres a alguien que te ame incondicionalmente... Por otro lado, Tobio siempre me apoyó desde el momento en que supo que tenía un hijo... lo ha amado tanto y estoy tan feliz por eso, ocurrieron algunas malas rachas en nuestro noviazgo pero desde que lo supo... Ha estado para mí siempre y no dudo que con Akane será lo mismo.
Durante el tiempo que estuvo hablando me dedique a mirar abajo, sus palabras me conmovieron y el maldito bichito de las lágrimas comenzaba a querer picar.
— ¿Quieres cargar a Akane? — preguntó Shoyou viéndome enternecido.
Yo solo asentí con la cabeza y puse mis brazos como Shoyou me había enseñado con un muñeco relleno de arena para dar el peso de mi hija.
Al momento que la tuve en mis brazos abrió nuevamente sus ojitos pero a diferencia de la primera mirada que me dio, esta vez fue diferente...
Mi hija me sonrió...
Sí mi vida ya estaba llena de color ahora los colores se hicieron más visibles... Sentía que mi vista se había aclarado... Como si mi mundo se iluminará a tal punto de que tengo que entrecerrar los ojos.
Después de una corta despedía con las enfermeras, nos dirigimos a recepción para avisar la salida de Shoyou y Akane...
Varias personas nos felicitaron hasta que salimos del hospital donde nos esperaba Kuroo y Bokuto quien al vernos caminaron rápidamente para recibirnos... Más específicamente a Hinata y Akane.
— ¡Es tan linda! — chillo Bokuto emocionado.
— Lo es... — confirmo Shoyou poniéndose de puntitas para ver a Akane quien seguía en mis brazos.
Le ofrecí a Akane para que la cargará pero se negó sonriéndome... Supongo que puede ver cómo pequeños destellos salen de mis ojos al dirigir mi vista a mi hija.
— Se parece a ti — dijo Kuroo pasando su brazo por mis hombros para ver a Akane quien también le dirigió su vista — ¡Hola pequeña... Soy tu tío Kuroo! — dijo haciendo una voz de tonto.
Akane frunció su ceño mientras veía a Kuroo.
— Sí que se parece a ti — dijo Kuroo alejándose un poco al ver la carita de mi pequeña.
Yo reí al verla y ella me sonrió de vuelta...
Iba tan concentrado en ella que no me percate que habíamos llegado a casa donde nos esperaba Akihiko y mi madre.
Akihiko corrió hacia nosotros y queriendo ponerse de puntitas para ver por primera vez a su hermana.
Decidimos sentarnos en el sillón y Akihiko no tardó en hincarse en el mismo para ver mejor a Akane...
Sus ojos brillaron al ver cómo los ojitos azules de su hermana se posaban en él.
— ¿Es un niño? — preguntó una vez pudo verla
— No... Es una niña. — respondió Hinata acariciando los cabellos de Akihiko para acomodarlos un poco pero eso era una misión imposible ya que siempre terminaba por levantarse el mechón de cabello.
— ¿Por qué no tiene el cabello largo? — preguntó Akihiko un poco confundido. — Las niñas tienen el cabello largo y ella no
— Por qué a medida que vaya creciendo, también crecerá su cabello y lo tendrá largo — Respondí pasando a mi hija a brazos de Hinata ya que Akane comenzaba a llorar y pues obviamente yo no sabía que hacer.
— Ah... — respondió Akihiko con una sonrisa.
Shoyou se puso de pie y comenzó a arrullarla mientras tarareaba una canción de cuna.
La pequeña se calmo y Shoyou sonrió acomodando el pequeño gorrito que yace en la cabeza de Akane...
— ¿Ya se durmió? — preguntó mi mamá al llegar a la sala con tazas con té.
Shoyou asintió con un sonido y se acercó a mi mamá para que viera a la pequeña bebé.
— Es tan hermosa... — comentó mi mamá secando una lágrima que se deslizó por su mejilla.
— Es muy pequeña, más pequeña que yo — dijo Akihiko poniéndose de pie — Mamá, ¿Jugamos con mis carritos?
— Amor... Mamá tiene que cuidar a Akane todo el día... ¿Por qué no juegas con papá? — dijo Hinata volteando a ver a Akihiko.
Aki bajo la mirada y después caminó hacia mí aún con la mirada abajo.
— ¿Quieres jugar conmigo? — preguntó casi en susurro.
— Claro, ven... — contesté cargando a Akihiko quien no tardó en esconder su rostro en mi pecho mientras sujetaba con fuerza mi playera.
Abracé el pequeño cuerpo de Aki y subí las escaleras hasta su cuarto y una vez dentro me senté en el suelo aún con Akihiko en brazos ya que se negaba a soltarme.
— ¿Quieres hablar de algo? — pregunté después de unos momentos de silencio.
Akihiko negó con la cabeza para después separarse un poco y verme a los ojos...
— Papá...
— ¿Que sucede?
— ¿Por qué cuando nací, tu no estabas conmigo?
Al terminar su pregunta sentí que mi corazón comenzó a palpitar con mucha fuerza, tanta que podía escuchar mis latidos en mis oídos.
Aquella pregunta... Vaya que es difícil de responder...
Las palabras que salieron de mi boca... Jamás debí pronunciarlas.
"¿De verdad creíste que te amaba desde un principio? ¡Quien debió salir lastimado eras tú! No yo..."
"Alejate de mi"
Debí haberlo escuchado y a lo mejor pudimos ser una familia desde el principio.
Akihiko no hubiera sufrido bullying por un estúpido malentendido.
Hinata nunca debió de haber estado solo, no lo merecía...
Pero ¿Cómo puedo responder esa inocente pregunta?... El único modo que encuentro es insultandome y creo que no está de más.
— Por qué fui un idiota... Sigo siendo uno pero en ese entonces lo fui más.
— ¿Por qué?
Cómo no ser sincero a tal inocencia... Pero no puedo soltar la sopa así por así... No se que responder.
— Shoyou y yo peleamos cuando teníamos diez y seis... Eramos unos niños inexpertos en el amor, no sabíamos cómo ser novios y cometiamos y seguimos cometiendo errores, pero mi error más marcado es que no supe escucharlo... Yo era y soy una persona muy egocéntrica, yo-
— ¿Qué es ser egocéntrica?
— Es alguien que se considera el centro del mundo... y siente que nadie tiene el derecho de tocarlo... Cómo...
— ¿Como un Rey?
— Como un Rey... En resumidas cuentas y como Shoyou y yo te hemos dicho... Él se fue a México después de nuestra pelea y no supe más de él... Yo no sabía que él estaba esperando un bebé... No sabía que íbamos a tener un hijo... Y no sabes cuánto me lamento el no haber estado ahí... El no haber pasado los nueve meses de su embarazo, el no ver tu nacimiento, el no escuchar tu primera palabra, o ver tus primeros pasos... Me perdí el primer día de escuela y la primera vez que pronunciaste "papá"... No sabes cuánto quisiera devolver el tiempo atrás y remediar mis errores, quisiera golpear al Yo de diez y seis años por no saber amar... Lo siento mucho Akihiko... Yo no sé cómo ser un papá apenas hará un año que te conozco pero puedo confirmarte que te amo con cada célula de mi ser y puedo prometerte que aprenderé a ser un buen padre para ti... Lamento mucho no haber estado contigo cuando más me necesitaste.
Akihiko guardo silencio... Y yo pensé que tal vez había hablado demasiado, tanto que no me había entendido pero al sentir como sus pequeños brazos rodearon mi cuello y al escuchar dos palabras sentí que tal vez puedo mejorar y ser diferente... Creo que puedo ser un buen papá del cual Aki se sienta orgulloso.
— Te amo... — dijo Akihiko en susurro. — Soy un niño y no entiendo muchas cosas pero lo que si sé, es que te amo... Con todo mi corazón, yo tampoco sé cómo ser un hijo con mis dos papás, siempre solo estuvo mamá pero ahora que también te tengo a ti, me siento completo y feliz... Ambos tenemos mucho que aprender y se que juntos alcanzaremos lo que queremos... Así que ya no llores y juguemos un rato ¿Sí?
Las manos de Aki pasaron por mis mejillas limpiando las lágrimas que cayeron de mis ojos.
La madurez de Aki a veces me hace pensar que no entiendo de quién saco tal madurez al ser un niño de casi seis años... Y con unos papás idiotas como lo somos Shoyou y yo.
Pienso que a lo mejor paso demasiado tiempo con Suna o Sakusa quien son los más serios de los que estuvieron con Shoyou...
Solo me queda por agradecerles a todos los chicos por estar con Hinata... Por apoyarlo y no dejar que su hermosa sonrisa desaparezca... Aún necesito madurar y aprender a ser un buen Alfa y un buen papá pero espero y creo que con ayuda puedo mejorar...
Por el momento puedo jugar con mi hijo y apesar de no haber estado sus primeros años de vida, voy a disfrutar los siguientes, le enseñaré muchas cosas, cómo sacar en un partido de voleibol, como recibir un balón, como multiplicar más de tres dígitos, cómo ser un Alfa, como controlar las feromonas y los ataques que llegan a dar de irá.
Le enseñaré lo que sé, así como él me enseñará a mi como jugar un videojuego o como hacer que avance un carro a control remoto... Ambos aprenderemos de ambos y seremos más felices de lo que somos ahora.
Después de nuestra plática, Akihiko y yo nos pusimos a jugar con una pista de carritos que le compré y ambos nos divertimos mucho...
Poco tiempo después entró Shoyou al cuarto y con ayuda se sentó en el suelo para jugar un rato con nosotros.
Los ojos de Hinata estaban un poco rojos y si nariz también... A lo que da como conclusión que estuvo llorando, no se la razón pero sea cual sea, lo apoyaré...
Los cuatro aprenderemos a ser una familia de la cual estemos orgullosos...
— Aki... ¿Que vas a querer de regalo de cumpleaños?... Aparte del poni.
— ¿Le vas a comprar un poni? — preguntó Shoyou algo confundido.
— ¡Si! Papá y yo hicimos un a acuerdo y al ver qué salió bien... Me preguntó que que quería como recompensa y le dije que un poni.
Hinata volteó a verme aún confundido y yo solo le sonreí inocentemente.
— ¿Dónde vas a poner al poni? Más importante ¿De dónde vas a sacar un poni?
— Tengo mis contactos... Regresando a la pregunta... ¿Que vas a querer para cumpleaños?
— ¡Quiero ir a México! — respondió Aki casi gritando de la emoción.
— Amor... Akane aún es muy pequeña para viajar y le puede hacer daño... Te prometo que iremos en cuanto tu hermanita pueda viajar. — Respondió Shoyou acariciando la carita de Aki.
Akane comenzó a llorar y Shoyou suspiro para después levantarse la playera y darle de comer a Akane.
— ¿Que haces mami? — preguntó Akihiko acercándose a Shoyou.
— Solo le estoy dando de comer a tu hermanita — respondió con simpleza.
— ¿Yo también puedo comer? — preguntó inocentemente.
Shoyou rió un poco fuerte.
— No mi amor... Tu ya pasaste por esto, esta comida es solo para bebés.
— Ash... Quiero ser un bebé... — comentó Akihiko haciendo un pequeño berrinche.
Mi Omega y yo soltamos una ligera carcajada para después seguir jugando con Akihiko y sus carritos, después pasamos a superhéroes y después a los ninjas...
Akane nos observaba desde su portabebé hasta que se quedó nuevamente dormida...
Nuestro día fue jugar y jugar, reíamos la mayoría del tiempo hasta que nos doliera el estómago y así fue como llego la noche.
Akihiko cayó rendido en el sillón y lo cargue hasta su cuarto para arroparlo y pudiera descansar después de un día de juegos.
Después Shoyou acomodó a Akane en su cuna a un lado de nosotros y yo lo observaba atentamente para por si algún día me tocaba hacerlo.
Yo ya estaba en la cama, leyendo un libro que me recomendó Atsumu y aunque odio admitirlo, es bastante bueno...
Shoyou terminando de acomodar a Akane, se subió a la cama para después gatear a mi regazo y sentarse.
Me quitó los lentes y el libro para después comenzar a besarme con desesperación.
— Sho... Akane está... dormida — hablé entre besos.
— Prometo no hacer ruido... Aparte... Tú sí puedes comer de aquí...
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