[Kageyama]

Entre a casa y vi a los niños sentados en el sillón pero solo se veían sus cabecitas... así que yo no alcanzaba a ver que hacían. 

Me acerque lentamente y vi como Aki tenia su mano sobre la manita de Ukara... 

Hice un poco de ruido para ver si reaccionaban pero no paso... ambos estaban dormidos. 

Sonreí con ternura y fui a mi recámara por unas mantas y poderlos tapar. 

Me senté en el sillón de un lado para ver mi teléfono en lo que llegaba Hinata de las compras... Veía las noticias pero nada interesante, polémicas tras polémicas, de repente veía las fotos de los paparazzis de lo que sucedió con Akihiko. 

Afortunadamente no salía su rostro, los únicos que se veían eran a Hinata y a mí totalmente enfocados...

Los titulos de las polémicas variaban: 

" Modelo Mexicano, nacido en Japón... ¿Pareja de Kageyama Tobio?"
"¿Quién es el niño?
"Hijo escondido de nuestro presidente favorito..."
"Secuestro"

Entre muchos otros más...

Suspire con pesadez y seguí bajando las noticias hasta que vi una que SI llamo mi atención...

—Tasaki...— dije murmurando

Una joyería, decidí entrar y ver los multiples productos con precios variados.

Entré a la sección de anillos y la mayoría no bajaban de 200 dólares..., afortunadamente tengo ese dinero... pero necesito guardar dinero para la boda en general.

¡Maldito desempleo!

Aparte quiero darle una propuesta de la cuál nunca se olvide...

¿Le pediré dinero a mis padres?... Sería lo más lógico.

Por qué no le voy a decir a Hinata: "Amor, me puedes dar mi dinero de las acciones en tu empresa, es que es para comprar tu anillo de compromiso y pagar la boda"

Por lo mientras encargaré un anillo por internet, pediré que lo entreguen a casa de Kuroo y Kenma.

Me decidí por uno sencillo, ya que quiero que el de matrimonio sea algo extravagante, también debería ir viendo lo de los trajes y buscar la fecha perfecta para la boda.

Podríamos esperar algunos meses o tal vez después del nacimiento del bebé...

Son demasiadas cosas...

Me recargue sobre el sillón dejando caer mi cabeza hacia atrás y suspiré un poco alto.

— Oye ¿Y Shoyou? — me preguntó Kenma asustandome un poco.

— Fue a un centro comercial a comprar ropa para Ukara y unas cosas que necesita para dormir. — dije levantándome del sillón para comprar las mantas en los cuerpos de los niños.

— Bueno... Podrías decirle que gracias por la ropa y se la regresaré después de lavarla por favor. —dijo Kenma caminaba hacia mi para despedirse, estrechando nuestras manos, como siempre.

Asentí con un sonido y después fui a despedirme de Kuroo quien ya estaba bien sobrio y no supe que en qué momento fue por su coche a casa de los padres de Hinata.

Pero bueno...

Una vez salieron de la casa, volví a entrar a la sala donde me encontré con Yachi quien iba saliendo de la cocina.

Me saludo vagamente y siguió su camino hacia el cuarto de Miwa.

Ya ni siquiera iba a su propio cuarto.

Suspiré mientras soltaba una pequeña risa y camine hasta los sillones donde estaban los niños, prometí que los cuidaría así que cuidare de sus sueños.

Recargue mi cabeza sobre el respaldo del sillón, cerré mis ojos y me quedé dormido...

[Hinata]

Por el tráfico apenas llegué al Centro comercial... Sentía que una vena sobresalía de mi frente por el estrés del momento.

Suspiré sacando toda mi frustración y relajándome ya que no puedo estar así por mi bebé.

Camine hasta una de las tiendas donde venden ropa y entre a la sección de niños.

Decidí comprar una pijama para Ukara, unas pantuflas y también un conjunto de ropa para el siguiente día.

Mientras veía la ropa de bebé, sonreía como tonto, no puedo esperar a que nazca mi bebé...

Estuve a punto de comprar algo de ropita para el bebé pero mejor decidí comprar algo para Akihiko, igual que con Ukara, compré una pijama, unas pantuflas y un conjunto de ropita para el día siguiente.

Una vez termine de escoger la ropa seguí mi camino hasta el departamento donde venden futones y demás cosas.

Escogí uno amarillo, por si algún día algún amigo de Akihiko llega a ir a la casa, tenga donde ofrecer para que duerma.

Iba camino a pagar cuando sonó mi celular, era una llamada de Kageyama.

En la llamada:

— ¿Paso algo amor? — pregunté poniendo el teléfono en mi hombro para recargarlo y poder sacar mi tarjeta de crédito.

—...— no me contestó.

— ¿Kageyama? — pregunté tomando mi teléfono en mis manos.

— Mamá... Mi papá se durmió en el sillón pero no quiero despertarlo — dijo susurrando Akihiko.

Suspiré aliviado de que no había sucedido nada.

— Déjalo dormir, ya voy para la casa... — dije como último para colgar la llamada.

Fin de la llamada.

Por un momento iba a preguntarle a Akihiko que como es que sabía la contraseña de su papá, pero después recordé que se la quitó para que Akihiko pudiera agarrar su teléfono cuando el quisiera.

Termine de pagar y después de un — Vuelva pronto— de la señorita del mostrador seguí mi camino hasta la salida del centro comercial.

Camine hasta el estacionamiento y antes de llegar a mi camioneta vi a alguien que se me hacía conocido...

Me acerque, vi cabello gris y mi corazón comenzó a palpitar un poco fuerte y bastante rápido.

Deje el carrito donde estaba y camine sigilosamente hasta mi camioneta...

Suspiro aliviado y regrese por mi carrito para llegar hasta donde estaba esa persona.

— ¿Suga-san? — dije alegre.

Pero en cuanto se dio la vuelta mi sonrisa se borró y cambie mi rostro por uno de preocupación.

Deje todo y camine hasta donde estaba el, con su pequeño en brazos.

— ¿Que sucedió? — pregunté dando una vista rápida para ver si no tenía alguna herida.

— Lo siento... Reconocí tu camioneta y pensé en quedarme aquí hasta que regresaras... M-me peleé con Daichi y-y me dijo que nunca se quiso casar conmigo — dijo Siga mientras acariciaba el cabello de su bebé y trataba de hablar... El lloraba desconsoladamente.

Fruncí mi ceño y le invite a subir a mi camioneta.

Me pidió que no lo llevará a su casa o a la estación de policía... No quería verlo.

Una vez estuvimos adentro, ofrecí el asiento de atrás para poner a su pequeño en un asiento para niños en la parte trasera.

Él asintió con la cabeza y con cuidado cargue al pequeño Hotaku y lo subí en el asiento para que estuviera más cómodo, en la pequeña pantalla puse la película de "Buscando a Nemo", así se distrajo el bebé.

Durante todo el camino fue en silencio, solo escuchaba de vez en cuando los sollozos de Suga-san... Una vez nos detuvimos en un semáforo volteo a verme.

— Podría pedirte un favor... Se que no debería de hacerlo pero realmente necesito algo — me dijo un poco apenado

Sonreí y puse mi mano sobre la suya mientras asentía con la cabeza.

— ¿Que es lo necesitas que haga? — pregunté... Realmente no me importaba que era.

— Necesito sacar la pañalera de Hotaku... Daichi no está en casa ahorita, está trabajando pero yo no quiero entrar ahí... ¿Podrías entrar tú? — me preguntó mientras limpiaba sus mejillas de las lágrimas que salían de sus ojos

Suspiré y le dije.

— ¿Estás seguro que no quieres entrar? — pregunté mientras tomaba la ruta más corta para su casa.

Él asintió con la cabeza y me entrego las llaves de su casa.

Una vez llegamos me indico donde estaban las cosas.

Con temor baje de la camioneta y camine hacia la casa...

¡Estaba entrando a la casa de un policía! Y no cualquiera... ¡El policía Daichi!

Abrí la puerta principal y no vi carros o patrullas fuera así que eso me dio un poco de más confianza

Camine hasta el cuarto del bebé y tome todo lo necesario... También me pidió que entrara a su recámara y agarrara su teléfono y dinero.

Antes de abrir la puerta, toque un par de veces y como no recibí respuesta me dio confianza en entrar.

Abrí lentamente y no vi a nadie así que seguí en busca del dinero... Estaba debajo de la cama.

Me agaché y metí medio cuerpo debajo de la cama para poder alcanzarlo.

Una vez lo alcance escuché el seguro de una pistola.

— Sal lentamente y pon tus manos en la cabeza — dijo Daichi con un tono de voz más grave.

Cerré mis ojos y salí lentamente, tal como me lo pidió.

Una vez me di la vuelta le sonreí temeroso y el suspiro mientras bajaba su arma.

— Pensé que él había regresado — dijo Daichi mientras su voz se entrecortaba.

Tome el dinero y sin decirle nada, me pare frente a él y le di unas palmadas en su hombro mientras negaba con la cabeza.

Tome las maletas y camine hasta la puerta.

Antes de salir, Daichi me agarró la mano haciendo que lo volteara a ver.

— Podrías darle esto, por favor... No soy tan valiente para decirlo en frente de él... Así que lo escribí. —

Me entrego una carta.

— Sí, Daichi-san — dije mientras me acercaba para darle un pequeño abrazo.

Le sonreí ladinamente y salí de la casa.

Una vez estuve fuera camine hacia la camioneta, abrí la cajuela y metí las maletas.

Camine hacia la parte de enfrente y me subí a camioneta.

Desvié mi mirada después de que vi que Suga-san le estaba dando de comer a Hotaku.

El rió un poco al ver mi reacción.

Una vez termino, le di su teléfono y el dinero que me pidió.

Me agradeció y antes de encender la camioneta, le di la carta.

El la vio unos momentos y sus lágrimas volvieron a brotar.

Saque unos pañuelos y se los entregué...

— ¿Quieres leerla aquí, o la lees en casa de Kageyama? — pregunté mientras cargaba al bebé Hotaku.

El suspiro y dijo.

— La leeré en casa de Kageyama — dijo

Sin más, arranque y salimos en dirección a casa de Kageyama.

Durante el camino se escuchaban las risas del bebé por la película y Suga-san se limitaba a ver a través de la ventana mientas sonreía de vez en cuando al escuchar las risas de su bebé.

Llegamos a casa de Kageyama y lo vi dormido en el sillón tal y como me dijo Akihiko.

Ayude a Suga-san a subir sus cosas a la recámara de Invitados.

Solo que debía cambiar absolutamente TODO, hace unos momentos estaban Kenma y Kuroo aquí y pues ya los conozco.

Una vez termine de tender la cama, le indique a Suga-san dónde podía poner todas sus cosas.

Le invite a que tomara un baño y se acostara, pensaba llevarle un té para que se relajara un poco y también llevar algunas almohadas extras para que pudiera acomodar a Hotaku a su lado.

Salí de la habitación para darle privacidad y entre al cuarto de Akihiko.

— Akihiko, ayudame a subir unas cosas a tu cuarto por favor — dije mientras saludaba a los dos niños quienes estaban jugando en su consola de Aki.

Akihiko asintió gustoso y le puso pausa su juego para que bajara a Ayudarme

Le dije que subiera las bolsas donde estaba la ropa y yo subiría el futón.

Cuando estuve a punto de cargarlo Kageyama me abrazo por detrás.

— Yo lo subo — me dio un beso y subió el futón.

Una vez estuvo arriba, Suga-san salió del cuarto haciendo que Kageyama volteara a verlo con total confusión.

Antes de que hablara Kageyama me acerque corriendo a Suga-san

— ¿Necesitas algo? — pregunté mientras agarraba la mano de Suga.

Kageyama por su parte se limito en entrar al cuarto de Akihiko y acomodar el futón a un lado de la cama de Aki.

— ¿Puedo usar la bañera? — me preguntó con un sonrojo en su rostro y su nariz estaba un tanto roja.

— Usa todo lo necesario, ahorita te subo un té ¿Si? — dije mientras limpiaba su mejilla ya que una lágrima viajo desde sus ojos.

Él asintió y me sonrió mientras cerraba la puerta.

Camine hasta donde estaba Kageyama y suspiré.

— ¿Daichi? — me preguntó.

— Si, se pelearon y le dijo algo horrible... — dije mientras sacaba la ropa de las bolsas y toallas limpias del gabinete.

Les indique a Akihiko que se metiera a bañar al cuarto de su papá.

— Papá, ¿Te bañas conmigo? — pregunto Akihiko mientras salía de la habitación.

Kageyama suspiro, se levantó del suelo y caminó hasta Akihiko para poder cargarlo en su hombro como costal de papas y caminar hasta su habitación.

— Espera un momento Ukara, le hablaré a una de las chicas para que venga a cuidarte ¿si? — dije mientras caminaba hasta la salida, no quería que la niña se incomodara conmigo por ser un hombre.

— Shoyou-san... ¿Podrías cuidarme tú? — dijo Ukara un poco sonrojada

— ¿Estás segura?, No quiero que te incomodes — dije mientras sonreía un poco.

Ella solo asintió con la cabeza y me levanté del suelo para entrar con ella al baño.

Mientras ella se despojaba de su ropa que llevaba, la cual era de Yachi cuando era más pequeña.

Yo me di media vuelta para darle privacidad.

Una vez escuché que ella entro a la bañera me senté en el suelo a la entrada del baño.

De vez en cuando volteaba a ver para cerciorarme de que todo estuviera bien ya que no escuchaba nada... Es una niña muy tranquila a comparación de Akihiko.

— Shoyou-san... — escuché a Ukara.

— Dime — dije mientras volteaba a verla.

— ¿Podrías acercarte y ayudarme a lavar mi espalda?, Mamá siempre me limpia mi espalda — dijo mientras se recorría un poco hacia enfrente.

Yo asentí y me acerque a ella, remangue mi pantalón y las mangas de mi sudadera y entre a la bañera detrás de ella para ayudarle a enjabonar su espalda

La pequeña me contaba todo lo que hacía en su casa y en sus clases, es una niña muy inteligente ya que me decía que era el primer lugar en su salón.

También dijo que ella asistía a la escuela donde transfirieron a Akihiko.

Después recordé que aún debo hablar con Kageyama sobre... Eso...

Una vez termino de bañarse pensé que se quedaría a jugar en el agua un rato pero fue todo lo contrario, se levantó y rápidamente le puse una bata limpia para que se secara un poco su cuerpo.

— ¿Sabes cambiarte o quieres que te ayude? — pregunté.

— Me puedes ayudar por favor... — un ligero color carmesí adorno sus mejillas.

La cargue y antes de comenzar a cambiarla, cerré la puerta del cuarto para que no entrara nadie.

Saque la pijama y ropa interior que compre.

Comencé a cambiarla, cuidando de no tocarla demasiado.

Es una niña y aparte no es mi hija, debo tener muchísimo respeto y cuidado con ella.

No tarde mucho en terminar de cambiarla.

Abrí la puerta del cuarto dejando pasar a Kageyama junto con Akihiko quien para mí sorpresa estaba dormido.

Lo recostamos en su cama mientras que a Ukara le pedí amablemente que se sentará en el futón para poder cepillar su cabello y así podría dormir.

Con cuidado cepillaba su cabello mientras que Kageyama y yo tarareabamos una canción de cuna que habíamos aprendido en internet.

Ukara cabeceaba mientas le cepillaba su cabello.

Una vez termine, la recosté, la tape con varias cobijas y le di un beso de buenas noches en su frente.

Camine del otro lado de la cama para darle un besito a mi pequeño, me acerque a la mesa de noche para encender la lamparita, apague la luz del cuarto y así salimos los dos de la habitación de Akihiko.

Cerré la puerta detrás de Kageyama y él me agarró de la cintura mientras yo ponía mis manos en su pecho.

Él se puso de rodillas mi recostó su cabeza mi abdomen mientras con una mano acariciaba con ternura mi vientre.

— Tienes que ser niña ¿Okey?... No puedo esperar a ver qué tu mamá cepille tu cabello — dijo Kageyama mientras levantaba mi sudadera y daba unos cuantos besitos por todo mi estómago.

Reía un poco ya que me hacía cosquillas.

Él se separó de mí y se levantó mientras me abrazaba y me cargaba.

— Amor, debo ir por el té para Suga-san — dije mientras le besaba su carita

El hizo un pequeño puchero pro después sonrió y asintió con la cabeza.

Me bajo con cuidado y él entró a su habitación, mientras yo bajaba las escaleras y así poder llegar a la cocina y calentar el té.

Una vez estuvo listo, subí las escaleras y toque un par de veces la puerta para poder entrar al cuarto donde estaba Suga-san.

Entre al cuarto después de un "pase" y cerré la puerta detrás de mi.

Vi que Hotaku estaba comiendo nuevamente y me acerque a la mesita cerca de la cama para poner ahí, el té y las galletas que llevaba.

— ¿Te encuentras bien? — pregunté mientras me sentaba a un lado de Suga-san.

— Me siento un poco más tranquilo, gracias y perdón por las molestias, debería disculparme con Kageyama. — dijo Suga mientas trataba de levantarse.

Se lo impedí tomando su mano y negando con la cabeza.

— No es ninguna molestia Suga-san... Para eso están los amigos ¿No? — pregunté mientras le regalaba una sonrisa.

Él me sonrió y asintió con la cabeza.

Bostece y recargue mi cabeza sobre el respaldo de la cama.

— Deberías de descansar, estoy bien y gracias por el té— dijo Suga mientras acariciaba con ternura mi pierna.

— Gracias, ahí deje un vaso con agua y unas pastillas por su te sientes mal... Las galletas las hizo Yachi y el té es de Manzanilla... De todos modos si te sientes mal, puedes hablarme por teléfono y yo vendré a verte, sin pena ¿Okey?. — dije mientras me levantaba y acomodaba las almohadas para poner al pequeño Hotaku en medio de ellas.

Una vez me despedí de ambos salí de la habitación... A un lado de la cama vi el sobre de la carta abrierto así que asumí que ya la había leído

Antes de cerrar la puerta detrás de mí dije.

— Espero todo se resuelva... — dije y cerré la puerta para caminar hacia el cuarto de Kageyama.

Toque un par de veces y entré...

Encontré a Kageyama quien estaba leyendo en la cama, me acerque a él y quise ver qué es lo que leía pero lo cerró antes de tan siquiera ver las letras.

— ¿Cuando me dejarás ver lo que lees? — dije mientras me quitaba mi ropa y me ponía la pijama.

— No es lectura... Son dibujos... Aprendí a dibujar hace unos años y estaba viendo aquello que hacía. — dijo mientras guardaba su libro en un cajón con llave.

— Al menos dime qué dibujabas — dije mientras me acostaba a un lado de él.

— A tí...

*Amiges, ¿Cómo están? Espero que bien jijiji.*

Oigan... ¿Les gustaría que pusiera la carta de Daichi a Suga?

También quería saber si ¿Quieren más desarrollo de otras parejas?

Espero sus respuestas, les amo.❤️