[Hinata]

Terminando la llamada con Aone tomé mi bicicleta en la que venía y decidí ir al hospital y ver cómo seguía Kageyama.

Los chicos que estaban ahí me dijeron que no me preocupara y que ellos buscarían más pistas así que me quedé tranquilo.

Cómo estaba lloviendo, me fui un poco lento ya que no quería caerme o algo por el estilo, pero aún así llegué 5 minutos después de la llamada.

Entre corriendo y pregunté por Kageyama.

Me dijeron que estaba en la habitación 709, pero no me dejaban entrar ya que había sobrepasado el límite de visitas... Me enojé y dije que yo era su esposo, sin más me dejaron entrar, así que agradecí y me fui corriendo al ascensor y llegar a la habitación.

Toque un par de veces y entre a la habitación dejando ver a los chicos que estaban ahí... Entre ellos estaban:

Oikawa-san, Atsumu-san, Yachi, Kuroo y Kenma...

Kageyama al verme limpio sus mejillas y se acomodo un poco en la cama.

Me acerque a él y pude notar su nariz roja y sus ojos hinchados... Me sonrió un poco débil y volvió a desviar su mirada.

Los demás chicos salieron de la habitación dejándonos solos...

Acerque un banco a su cama y me senté, tome su mano con delicadeza y con sumo cuidado la levanté para que tocará mi cabello.

Ninguno de los dos decía ni una sola palabra solo se escuchaba la respiración de ambos y la máquina a la que estaba conectado Kageyama.

— Lo siento... — dijo Kageyama rompiendo el silencio

— No es tu culpa — lo voltee a ver

Estaba llorando...
Provocó que yo también comenzará a llorar, me lance a abrazarlo, lo único que hacíamos era eso... Llorar.

Cuando él se tranquilizó, se recosto y me pidió que me acostara en su pecho.

Limpie las lágrimas que aún salían de mis ojos, sorbí por la nariz y lo obedecí.

Me recosté a su lado y el me abrazo mientras acariciaba mi espalda para tratar de tranquilizarme.

— No importa que... Aunque tenga que dar mi vida, te prometo que lo encontraré... — me dijo con voz tranquila.

Escondí mi rostro en su pecho y cerré mis ojos...
Los latidos de Kageyama me tranquilizaron a tal punto de quedarme dormido.

°°°

Cuando desperté escuché la voz tan calmada de Kenma... Y estaba yo solo en la cama.

— No... Cuando les dijimos yo ya tenía 2 meses... — dijo con un tono feliz

— ¿Entonces cuántos tienes ahora? — pregunto Kageyama.

— 6 meses... — dijo Kuroo.

Me levanté y ellos me sonrieron, vi a Kageyama sentado platicando con los chicos y me acerque ellos.

— Se que no es el momento... Pero ¿Podría preguntarte algo? — dijo Kenma dirigiendose a mí.

— Si, dime — dije sentándome en una de las piernas de Kageyama.

— P-pero en privado — dijo Kenma con un sonrojo en su rostro

Asentí con la cabeza y salimos de la habitación.

— ¿Que sucede? — pregunté un tanto preocupado.

— E-eh... N-no se cómo decirlo... — dijo Kenma con nervios

— Dilo ya — me preocupe y alce un poco la voz.

— Pero no grites... Estamos en un hospital, idiota... Haa... ¿Es normal que me duela y haya crecido un poco mi pecho? — dijo casi inaudible pero si logré escucharlo

Sonreí y puse mi mano en su pancita...

— Sí, es normal... Estás produciendo leche pero como somos hombres, nos duele un poco más que las mujeres... Nos ponemos más sensibles, si es que me entiendes. —

El simplemente asintió y me sonrió...
Después nos pusimos a platicar sobre lo que había pasado y él puso su mano en una de mis piernas mientras aguantaba sus lágrimas que estaban por salir.

Pocos minutos después vimos que venía un doctor a la habitación de Kageyama así que nos levantamos y el doctor nos sonrió.

Entro y detrás de él cerro la puerta dejándonos afuera. Pero no tardó mucho tiempo hasta que salió Kageyama junto con Kuroo.

— Me dieron el Alta — dijo Kageyama entregándome un papel donde decía los cuidados que debí llevar.

Agradecí y fui a las oficinas a pagar.

°°°

Salimos del hospital y vi a todos los chicos con los que vivimos actualmente y los chicos que estaban cuando sucedió lo de Aki así que nos acercamos

Al único que no vi fue a Atsumu-san... Y no me quería quedar con la duda.

— ¿Y Atsumu? — pregunté esperando una respuesta.

Todos se voltearon a ver y Oikawa-san se acercó a mí.

— Fue en busca de Osamu... No hemos recibido respuesta y no responde las llamadas... Creemos que lo encontró pero no sabemos sí fue descubierto, Daichi fue junto con la pareja de Tendou en busca de él. —  dijo Oikawa-san un poco intranquilo.

Asentí con la cabeza y recibí una llamada de la agencia donde trabajo en México

En la llamada:

— ¿Hola? —

— Hola, bebé oyeeee, tu vuelo está programado para pasado mañana, te extraño — dijo mi manager.

— Karina... No podré irme — dije forzando mi voz.

— ¿Sucedió algo? — se notó preocupación.

— No digas nada de esto en los medios pero secuestraron a Akihiko... e-estamos buscándolo — mi voz comenzó a entrecortarse.

— ¡Ay por Dios! ¿Necesitas algo?, Voy para allá. — dijo casi gritando.

— No, Kari... Quédate tranquila... Su papá de Aki y yo ya movimos a todos y llevamos un pequeño progreso — dije tranquilizandola.

— Bien... Cuídense mucho... No olvides en contactarme — dijo Karina suspirando

— Nos vemos...— dije como último para colgar.

Fin de la llamada.

Termine la llamada y enseguida recibí una llamada de un número desconocido... Contesté con temor.

En la llamada:

— Di-diga... —

— Holaaaa, oye... Solo quiero pedirte de favor que no mandes a nadie más aparte de ti o de Kageyama... ¿Sabes?... Sentí muy feo tener que noquear a mi propio hermano por su bien... ¿Qué tal que lo hubieran matado?  — decía el chico que pensé que era Osamu.

— ¿Donde tienes a mi hijo? — dije entre lágrimas.

—¡MAMÁ, VEN POR MI, YA NO QUIERO ESTAR AQUÍ! — escuché gritar detrás de la línea.

— ¡Callen a ese niño! — ahora fue la voz de una mujer.

— ¡te daré todo lo que quieras, pero por favor entregarme a mi hijo! — pedí desesperado

Kageyama intento quitarme mi teléfono pero lo único que hice fue poner el altavoz...
Poco tiempo después llego Asahi-san con un equipo para conectar mi teléfono y poder rastrear la llamada... Me dijo entre señas que alargara la llamada lo más posible y así fue.

— Por favor, pídeme todo lo que quieras... Te daré mi parte de la empresa... Todo lo que quieras... Solo pídemelo. — simplemente no podía dejar de llorar.

— Solo hay 2 cosas que quiero... — ahora hablo un señor al cuál no le reconocí la voz.

— ¿Quién eres? — pregunté preocupado... Hasta que vi el rostro de Oikawa-san... Su rostro reflejaba terror.

— Solo quiero a mi hija de vuelta y no quiero tu empresa, yo tengo la mía... Pero si necesito un USB, en tú casa... O casa de tus padres hay un cuarto secreto cerca dentro de tu habitación... Tiene código y es casi imposible la entrada a menos que conozcas ka contraseña... No mueras en el intento — dijo el señor y en ese momento lo reconocí

— Solo tienes 5 horas para encontrarnos y espero que vengas con lo que te pedí... Si te atreves a venir con alguien más que no sea tú y el papá del niño, despídete de tu pequeño Akihiko — dijo el señor para colgar la llamada y enseguida me llegó una ubicación.

Fin de la llamada.

Me gire 180 grados y casi tropiezo con Oikawa-san quien estaba hincado en el suelo.

— Lo siento, lo siento mucho Chibi-chan — dijo Oikawa-san entre lagrimas

Me agaché para quedar a su altura y lo único que pude hacer fue estirar mis brazos para abrazarle...

— Tranquilo... No es tu culpa ¿Si?, Se podría decir que es de mi padre por llevarse a Natsu, sin el consentimiento de tu padre — dije tratando de tranquilizarlo

— Mi papá se llevó a tu hijo — dijo Oikawa abrazándome mientras trataba de calmarse.

— Y lo recuperaremos... Solo... Debemos ir por Natsu —

[Kageyama]

¿Natsu es hermana de Oikawa-san? Entonces ¿Por qué desquitarse con mi hijo?

Comencé a enojarme y sin darme cuenta libere feromonas llenas de irá... Kenma las notó y le dijo a Kuroo

— Bro, vayamos lejos... Le puede hacer daño a mi bebé — me dijo

Camine al lado de Kuroo mientras ninguno de los dos hablaba.

Llegamos un tanto lejos de donde estaban ellos y me deje caer sobre mis rodillas.

— ¿Me prestas tu coche? — le pregunté a Kuroo

— No, pero si te pudo llevar solo dime a dónde — dijo estirando su mano para ayudarme a levantar.

Saco sus llaves y lo seguí hasta su coche.

Antes de llegar Kuroo agarro su celular e hizo una llamada... Solo escuché que dijo.

— Iré con Kags, no se a donde pero lo llevaré, quédate con Chibi-chan — dijo entrando al coche y encendiendo el mismo.

— ¿A dónde vamos? — dijo saliendo del estacionamiento.

— Primero debemos pasar a mi casa por favor — dije poniendo la ubicación en el celular de Kuroo.

Y antes de arrancar el coche tocaron la ventana... Era Hinata y Kenma.

Entraron al coche y dijo Hinata.

— Trate de detenerlo pero quiso venir, aparte iremos en busca de Akihiko, debo ir, solo tenemos 4 horas y media — dijo poniéndose el cinturón de seguridad no sin antes ayudar a Kenma con el cinturón.

— Iremos cómo primero a mi casa, más bien a la de mis padres, debo decirles la situación y lograr que mi padre entre en acción — dije indicándole a Kuroo la ruta más corta.

— No es necesario, ya avisé yo... — dijo Hinata tomándome por sorpresa.

Asentí, no era momento de cuestionar así que seguimos el camino hacia casa de los padres de Hinata.

No tardamos mucho en llegar así que bajamos Hinata y yo corriendo.

Kuroo y Kenma se quedaron en el coche.

Apenas entramos nos encontramos con el padre de Hinata... Se le notaba nervioso.

— Amor... Ve a mi cuarto y busca esa maldita puerta... Debemos apresurarnos yo hablaré con papá — dijo Hinata entregándome unas llaves y un papel que había sacado de una maceta cercana.

Su padre al parecer no sabía que Hinata sabía sobre esas llaves ya que su rostro fue de total sorpresa.

Yo corrí lo más rápido que pude hacia las escaleras donde me encontré con la mamá de Hinata... Saludé vagamente y me disculpé por mis atrevimientos al entrar.

Entre a su cuarto y empecé a tocar como si de una puerta de tratace para encontrar lo más rápido posible algo hueco.

Palpee por todos lados en las paredes pero no encontré nada.

Camine por el centro del cuarto pensando en alguna solución hasta que escuche que rechinó algo...

El piso...

Quite rápidamente la madera que había en el lugar, logré herir mis manos con varias cortadas pero aún así arranque con desesperación.

Empecé a notar metal... Así que saque con rapidez las llaves.

Las introduje en la cerradura que había en esa rendija y logro embonar a la perfección... Sonreí en señal de victoria por haber logrado abrir al primer intento.

Poco a poco se fueron encendiendo luces por las escaleras que habían ahí.

Baje rápidamente pero me resbale por la sangre que brotaba de mis manos.

Golpe nuevamente mi cabeza pero solo causo un dolor y un pequeño mareo...

Respiré profundo y giré para ver el lugar donde estaba... Prácticamente un cuarto de 4 paredes sin trampas a simple vista pero recordé que ese cuarto había que ingresar una contraseña.

Camine hasta donde marcaba una línea amarilla y una voz hizo que sobresaltara.

— Señor Hinata, cuánto tiempo... Por favor cante la contraseña mientras ingresa a la recámara. — dijo una voz de una mujer.

¿Cantar? ¿La contraseña es una canción?... ¿DE DONDE SACO LA MALDITA CAN... Oh el papel...

Abrí el sobre dejando ver un papel color amarillo con letras negras... Abrí los ojos en grande cuando vi que era la misma letra que canto Hinata cuando dormía Akihiko.

El piso tenía cuadros... Suspiré, tome en mis manos el papel... Y la vocesita volvió hablar.

— Recuerde que en el momento que comience a caminar se activarán los desafíos —

Agradecí que aún no había comenzado a caminar.

— Bien, aquí voy... — di el primer paso y enseguida cayó una pared detrás de mi.

— Cuando hundido estás, tan abajo estás... Que no ves salida del lugar... Pom, pom, pom... —

Vi un cuadro de un tono diferente y brinque hasta ese cuadro.

— No debes moverte de dónde estás y como Peter panda has... — di los dos aplausos por si algo ocurría.

— Como el canguro 3 saltos da... — brinque 3 cuadros al frente

Comenzaron a bajar cuchillas del techo

— Dos de lado como un cangrejo — di dos pasos rápidos hasta acompletar los 2  que indica la canción.

Di rápidamente tres pasos al frente

— Tres al frente y uno atrás... — Y casi al segundo, en el tercer cuadro bajo una cuchilla más haciendo que retrocediera.

Me tiré en el suelo por unos lanzallamas que salían por las paredes

— Y a la tortuga hay que voltear... — revise la letra una última vez

— Girar un tronco hasta no poder más — giré hasta topar con pared

Con rapidez me levanté ya que el suelo comenzó a abrirse.

— Salta o el suelo se va acabar — me levanté

Aguante la respiración por un gas que comenzó a salir.

— Sin respirar... — di un salto a la izquierda.

— Izquierda saltar... — giré mi vista hacia el frente y logré ver una palanca, la cual no dude en bajar.

Al momento se abrieron unas ventiscas dispersando el gas y las trampas desaparecieron.

— Y este fue Peter, el baile de Peter... Baila Peter Panda así.... — termine la canción y no pude evitar sonreír por lo que acababa de pasar.

Vi una caja fuerte que pedía por último unos números... Revive nuevamente el papel donde pude notar en la parte trasera unos números

"2106"

Decía el papel... El cumpleaños de Shoyou...

Ingresé la contraseña, y se abrió la dichosa caja dejando ver una USB... La tomé y la guarde en una de mis bolsas del pantalón.

Salí rápidamente de ahí y aproveché para entrar al baño y lavar mis manos... Aún no había parado de salir la sangre.

Me apresuré en bajar las escaleras pude ver a los papás de Hinata, despidiéndose de Natsu...

Hinata volteo a verme y solo le sonreí y le mostré la USB y por obvias razones se vieron mis manos escurriendo de sangre.

El corrió a mí y dijo

— ¿Que te sucedió? — dijo viendo las heridas en mis manos

— Rompí un poco el piso de tu cuarto... Lo siento. — dije apenado

Él solo asintió con un sonido y salimos corriendo de la casa junto con Natsu

No sin antes les dije a los papás de Hinata que les pagaría lo del piso pero era algo más que Urgente.

Ellos no reprocharon nada y dijeron...

— Regresen con bien —

Les sonreí y asentí con la cabeza para cerrar detrás de mi la puerta de la casa.

Entre nuevamente al coche y así arracamos...

Estábamos a dos calles de llegar hasta que Hinata dijo.

— Pidieron que solo fuéramos Kageyama, Natsu y yo... Podrían dejarnos por aquí. — dijo abriendo la puerta.

Kuroo negó y dijo.

— Llevense el coche, de aquí puedo ver el carro de Daichi, ahí debe de estar Suga, estaremos esperándolos... No tarden.— dijo Kuroo bajando del coche y ayudando a Kenma a salir del mismo.

Les agradecimos infinitamente y me apresuré a seguir el camino hacia la dirección donde debíamos estar.

Solo faltaban 30 minutos para acompletar las 5 horas que nos dieron.

Llegamos en menos de dos minutos y bajamos del coche los tres para entrar a un taller en mal estado.

— Vaya... Yo pensé que ya no llegarían — dijo un señor que yo no conocía.

— ¿Dónde está mi hijo? — dijo Hinata comenzando a llorar.

— Primero entreguen lo que les pidio — dijo Alisa saliendo de un cuarto con Akihiko cargándolo en brazos.

Hinata comenzó a llorar aún más y yo no pude evitar soltarme a llorar también... Akihiko tenía los ojos y la boca vendados... Sus rodillas estaban raspadas y con sangre seca escurriendo de sus piernas.

Sus brazos no se quedaban atrás... Se podía ver las marcas de las cuerdas en sus muñecas...

Comencé a caminar hacia al frente enojado pero una pistola apuntando a mi cabeza apenas a unos centímetros de mi impidieron que caminara más.

— Regresa a tu lugar — dijo un chico super parecido a Atsumu-san, solo que el tenía en cabello teñido de gris...

Alcé mis manos en señal de rendición y se lograron ver mis manos que sangraban... Un poco menos pero aún así brotaba sangre de ellas.

Alisa vio mis manos y se acercó a mí... Por la pistola que apuntaba a mí no pude moverme.

Ella comenzó a pasar sus manos por mi cuerpo y también besaba mis manos manchando sus labios con sangre... Ella simplemente sonrió, lamió sus labios y volteo a ver a Hinata.

En ese momento soltó un pequeña risa y quiso besarme, giré mi rostro y solo beso mi mejilla, chasqueo la lengua y volvió a besarme pero ahora mi cuello... Dejo una marca.

Sonrió victoriosa y se regresó donde había puesto a Akihiko.

— ¿Y mi pequeña? — dijo el señor

Natsu salió detrás de la espalda de Hinata y se acercó lentamente.

— Ahora nadie podrá separarnos mi niña — dijo mientras abrazaba a la pequeña Natsu, quien tenía una mirada de terror en sus ojos

— ¿Trajiste la USB? Sin ella, no hay niño — dijo Osamu estirando su mano enfrente de mi, sin dejar de apuntar a mi cabeza.

— La tengo en mi pantalón del lado derecho — dije tratando de calmar mi respiración.

Osamu metió su mano dentro de mi bolsa sacando la USB, sonrió al verla y le hizo una seña a Alisa para que me diera a Akihiko.

Cuando tuve a mi hijo en mis brazos, Hinata corrió hacia nosotros y lo desatamos para que pudiera vernos... Pero estaba inconciente.

Mire al señor y solo dijo.

— Alisa... —

Ella asintió con la cabeza, saco una aguja y la quiso poner en el cuello de mi pequeño, yo lo abracé evitando que lo lastimara.

— Trato de despertarlo imbesil, es acupuntura — dijo ella viéndome

Confíe en ella y así fue como lo despertó mi pequeño, quién no tardó en soltarse a llorar.

Los 3 estábamos hincados en el suelo, abrazándonos nuevamente... Hasta que escuchamos que alguien había entrado.

— Les advertimos que no vinieran personas extras... Ahora díganse adiós — dijo el señor, sacando una pistola y apuntando a la cabeza de Hinata, mientas que Osamu apuntaba a la mía

Hinata tomo entre sus manos el rostro de Akihiko y entre lágrimas le sonrió... Dijo

— Mi niño... Recuerda que eres lo mas bello que tuve en esta vida, cumple tus sueños y sigue adelante por tu papá y por mi ¿Si?, Ahora necesito que corras a la salida que esta por allá... No te harán nada a ti... Solo corre, T-te amamos — dijo Hinata mientras empujaba sutilmente a Akihiko para que corriera.

Obviamente Akihiko no se quería ir... Lo tome de su manita y le sonreí, con la poca fuerza que me quedaba para hablar le dije...

— Se un chico de bien, ama las personas que te rodeen y también consigue a una persona a cual amar... Solo corre mi niño y no mires atrás... — lo abrace y lo empuje un poco mas fuerte.

El nos dio una última mirada y salio corriendo... Nadie lo siguió... Me hubiera gustado haber pasado más tiempo con él, jugar y reír todos los días hasta que yo fuera viejito y no pudiera más.

Nos volteamos a ver Hinata y yo, entre lágrimas los dos nos dijimos

— Te amo—

Volvimos a abrazarnos mientras escuchábamos cómo quitaban el seguro de las pistolas...

Y así fue como escuchamos un gran estruendo... Un disparo...