🔹 Capítulo 19 🔹
[Kageyama]
El viaje con la abuela fue de lo mejor, duramos una semana ahí y todo fue de acuerdo a lo planeado... Pero era momento de irnos.
— Gracias por todo abue — dije tomando de las manos a mi abuela.
— Vamos, no te pongas sentimental por qué no voy a llorar — dijo mi abuela desviando su mirada.
—Lo se... — dije jalando a mi abuela para abrazarla.
Akihiko estaba tan cansado y algo bronceado por el sol.
Solo se fue a despedir de la abuela y caminó hasta el coche para acostarse en el asiento trasero y poder descansar...
Hinata por su lado, estaba recogiendo la basura de la casa ya que se puso a limpiar antes de irnos, mi abuela se negó pero él insistió.
Pocos minutos después salió de la casa junto con una de sus maletas y bostezando.
— Muchas gracias por recibirnos — dijo Hinata sonriendole tiernamente a la abuela.
— N-no t-tienes por qué... A-agradecer — dijo mi abuela con voz entrecortada.
— N-no llore, por qué yo también voy a llorar — decía Hinata mientras trataba de mantenerse fuerte.
Terminando de despedirnos nos subimos al coche y salimos del rancho donde vive mi abuela.
— Haaa... — suspiro Hinata cuando el rancho ya no estuvo a la vista.
— ¿Sucede algo? — pregunté viéndolo por un momento.
El negó con la cabeza mientras me sonreía...
Cheque que no hubiera coches detrás de nosotros o delante y como no había ninguno, disminuí la velocidad y me acerque para besar sus dulces labios con un ligero sabor a mandarina.
— ¿Comiste mandarina? — pregunté saboreando el sabor que quedó en mis labios
— No, ¿por qué? — pregunto dudoso.
—Sabes a Mandarina — dije serio... Ya que podría tratarse de su celo.
— A-ah... Eso... — giro su rostro para ver si Akihiko venía dormido y siguió hablando — Es que estoy en mi celo y me inyecte unos supresores por eso no es fuerte y así — dijo un tanto apenado.
— Tienes a tu alfa ¿Cómo por qué tomaste supresores? — dije aún más serio.
— Estábamos en casa de tu abuela, ¿Cómo íbamos a hacer eso otra vez ahí? Eso ya es una falta de respeto Bakageyama — dijo cruzando sus brazos y volteando su mirada al camino.
Y el silencio se hizo presente durante una media hora, lo único que se escuchaba era música y los pequeños ronquidos de Akihiko.
— L-lo siento... — dijo Hinata bajando su mirada.
— No pasa nada... Solo... Házmelo saber ¿Si? Me gustaría ayudarte — suspiré y puse una de mis manos en su pierna acariciándola un poco.
Soltó una pequeña risa acompañada de un sonrojo color rosado en sus mejillas y así seguimos nuestro camino hablando de cualquier cosa durante las 2 horas restantes de camino.
— Snif, snif — se despertó llorando Akihiko, lo que hizo que me detuviera en una tienda y viéramos que había pasado —Mamá... Tuve una pesadilla — dijo Akihiko estirando sus brazos.
Hinata bajó de coche para subirse en la parte trasera y abrazar a Akihiko.
— ¿Qué soñaste mi vida? — pregunto Hinata acariciando la cabellera negra de Akihiko.
Akihiko se quedó callado durante cinco minutos y se había calmado hasta que comenzó a hablar.
— Soñe que mamá y papá ya no me querían, por qué había una niña que me robaba a mis papás— dijo, a lo que yo voltee a verlo de golpe.
— Eso jamás pasará, te amo y te amaré durante toda mi vida — dije acariciando su cabello.
Me baje del auto y me subí en la parte de atrás para yo también abrazarlo.
Nos quedamos en silencio durante otros minutos hasta que se me antojó una paleta de hielo...
— ¿Quieres un dulce? — pregunté mientras levantaba a Akihiko para que se sentará en mis piernas.
Le brillaron sus ojos y asintió rápidamente con su cabeza.
— Bien... Vamos. ¿Vienes? — pregunté dirigiendome a Hinata.
— N-no... Así estoy bien. Creo que solo iré al baño. — dijo Hinata un poco bajo y arrastrando las palabras.
Entró a un baño para omegas hombres y así fue que me tranquilice, no se que haría si entrara a un general, es bastante peligroso.
Camine hacia la tienda de la mano con Akihiko y escogimos unos cuantos dulces para los 5 minutos restantes de camino.
Pague por los dulces y sentí que vibro mi celular.
Vi que era Hinata así que conteste lo más rápido que pude.
En la llamada:
— ¿Que paso? ¿Todo bien? — pregunté apresurando el paso para llegar a coche y meter a Akihiko.
— E-en mi bolsa... Ahh... Tengo una inyección rosa... ¿Po-podrías traerla? — dijo Hinata jadeando y gimiendo.
— No, iré por ti y nos vamos rapidísimo a casa, para que descanses y te pongas tu inyección — dije corriendo al baño donde había entrado.
— Co-corre... —
Fin de la llamada.
Entre rápido a coche para sacar unos cubrebocas especiales, le di uno a Akihiko y le dije que se lo pusiera... Cómo él también es Alfa podría hacerle daño, aún es pequeño pero podría afectar el desarrollo de sus feromonas.
— Iré por mamá, por favor obedecerme y quédate aquí — dije poniendole el cinturón de seguridad en el lado del copiloto.
Mi hijo solo dijo "Sí, papá" y se quedó sentado en el coche esperando por nosotros...
Corrí lo más rápido al baño y grité desde afuera.
— Hinata, sal... — dije esperando su respuesta.
En eso salió un chico bastante bajito, casi de la altura de Hinata y me vio algo preocupado.
— ¿Lo conoces? — dijo seguro de sí, pero sonrojado.
— Si, es mi pareja — dije orgulloso.
El chico me dijo que se había desmayado y me dijo que solo estaba el chico y él, así que pude entrar para cargarlo.
Lo vi sentado, recargado de la pared bastante rojo y con su camisa desabrochada.
— O-oh yo... Le desabroche su camisa, me dijo que tenía mucho calor, quise ir por usted para que se lo llevará pero no me soltó hasta que se desmayó. — dijo el chico algo avergonzado.
— Gracias — dije mientras levantaba en brazos a Hinata y le sonreí por debajo de mi cubrebocas.
El solo asintió con la cabeza y abrió una compuerta dejando salir las feromonas que quedaron en el baño.
Salí del baño y corrí hasta el coche para meter nuevamente a Hinata pero ahora recostado en la parte trasera.
Corrí hasta el otro lado y entre en coche para así encenderlo lo más rápido posible para llegar a casa.
— Aki, busca en la bolsa de mamá una caja rosa — dije sin dejar de ver el camino y que iba bastante rápido.
Akihiko busco en la bolsa y encontró la dichosa caja.
— Bien, no la guardes... Mejor dámela— dije mientras estacionaba el coche.
—Entra a casa y ve a bañarte rápido, no te quites el cobrebocas hasta llegar a tu cuarto.— le dije desabrochando su cinturón y el salió corriendo a la casa.
Abrí la puerta trasera y saqué cargando a Hinata, aún seguía sin responder.
Corrí lo más rápido que pude y recosté a Hinata, le hable a mi hermana y Yachi para que me ayudaran. Apenas entraron a la habitación le di un cubrebocas a mi hermana para que no le afectarán las dulces feromonas.
— ¡Qué sucedió! — preguntó mi hermana al ver a mi mandarina.
— Veníamos para la casa y entro en celo, pero se desmayó. — dije dándole espacio a mi hermana.
Tocó su frente y se percató que tenía temperatura...
— ¿Tomo supresores? — dijo volteandome a ver.
Yo asentí con la cabeza y me pidió que le mostrará lo que se había "Tomado", yo le di la inyección y suspiro con pesadez.
— El no debe de ponerse inyecciones, aún está un poco delicado por el accidente, se lo dijo el doctor... Solo tiene temperatura, no está en celo, se pondrá bien después de un largo descanso.... Y no te quites el cubrebocas, como está liberando feromonas podrías actuar en contra de su voluntad. — dijo mi hermana saliendo de la habitación.
Yachi se acercó a Hinata y acaricio su esponjosa mejilla.
— Se sigue viendo igual, que cuando éramos niños — dijo sonriendo con ternura.
Salió de la habitación dejándome a solas con él... Opte por abrir las ventanas y el balcón para que se fuera el olor... Tape con una sábana a Hinata para que no le diera tanto frío, puse un paño con agua fría en su frente y deje que descansará mientras yo leía un libro cualquiera de uno de mis muebles.
Al poco tiempo lo escuché quejarse así que me levanté corriendo del sillón para verlo.
Lentamente abrió los ojos, me sonrió y volvió a cerrar sus ojos. Sonreí con ternura al ver esa hermosa escena, me baje un momento el cubrebocas, no sin antes respirar profundo y aguantar la respiración para darle un beso en su frente.
Un ligero sonrojo se formo en sus mejillas hasta llegar a su nariz y se volvió a quedar dormido.
ººº
Eran las 10:30 de la noche y todo se había calmado, ya podía estar sin mi cubrebocas y respirar aire fresco, aún olía un poco a mandarina pero ese ligero aroma hacía que me tranquilizara del estrés.
Al poco tiempo escuche un quejido proveniente de Hinata y poco a poco desperto...
— Buenas... ¿Noches? — dijo volteando su mirada a la ventana que dejaba ver el azul oscuro de la noche.
— Buenas noches pequeño, ¿Cómo te sientes? — pregunte posando mi mano en su frente para checar que no tuviera temperatura.
— Mucho mejor que hace rato — recargo su cabeza en mis piernas.
— Amor... ¿Te he dicho por que me gusta la noche en vez del día? — preguntó sin dejar de ver hacia afuera a través de la ventana
— No... ¿Por que? — pregunte bajando el libro que estaba leyendo para escucharlo atentamente
— Por que la noche es oscura, profunda y a veces podría causar temor pero a la vez tan bella... ¿Sabes?, Es como el azul de tus ojos... azul oscuro, profundo y hace que te veas tan imponente que no te hacen capaz de dejar de verlos, a parte, cuando aparecen esos bellos destellos color dorado parecen las estrellas que iluminan la noche junto a la luna y son los mismos que iluminan mi vida —
Me quedé en silencio... no sabia que decir, mi mente se fue a otro universo. Solo podía decir "Si, este es el chico del que me enamore... ¿Que mas puedo pedir en esta vida?"
— ¿Kageyama? ¿Estas bien? — pregunto Hinata mientras me daba una cachetada.
Cuando reaccione solo lo vi a los ojos y no pude evitar soltarme a llorar...
— ¿Te dolió mucho? lo sie... — no lo deje terminar.
— Shoyou, te amo — formule con la poca voz que tenía
Lo abrace con todas mis fuerzas mientras lloraba en su hombro... El solo acariciaba mi cabello y susurraba a mi oído.
—Mi amor por ti no tiene final, continúa creciendo y expandiéndose como el universo. Tiene una profundidad que apenas y yo entiendo... Siempre te amare Kageyama— dijo con una voz tan tranquila que hizo que sintiera que todos mis problemas se fueran.
Lo separe un poco de mi, acaricie su mejilla y le sonreí aun con lagrimas en mis ojos.
— Hinata... Me enamoré de ti, de la forma en la que sonríes en la mitad de cada beso, de la manera en la que tus labios besan mis labios. De la manera en la que te ríes con mis tonterías, de tus ojos, de tu sonrisa, tus sentimientos, de tu presencia. Me enamoré de la forma en la que me hiciste volver a vivir... Gracias por tanto en tan poco tiempo... Te amo
*Amigoosss, no queria dejarlos sin actualizacion y pues que les digo JAJJAJAJ, me pasa de todo a mi, ando hospitalizada y no tenia datos para actualizar, les dejo este corto capitulo y espero que les guste, buenas vibras a todoosss *
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro