59
Entraron en la casa totalmente a oscuras,
cuando la puerta se cerró a sus espaldas JungKook no tardó en levantar a Febe entre sus brazos sujetándola del trasero mientras avanzaba de frente hasta dejarla contra la pared más cercana y despejada que tuvo.
—Ah JK. —Se quejó un poco la trigueña entre risas al mismo tiempo que enredaba las piernas alrededor de sus caderas.
—Lo siento. —Susurró JungKook con una sonrisa y la respiración agitada besándole la punta de la nariz y luego más abajo, mordiendo el borde de la mandíbula de Febe, la lengua jugando contra su lóbulo mientras el aliento caliente se arremolinaba contra su oído y le mandaba escalofríos por la espalda, la nariz de JungKook haciéndole cosquillas en su cuello y sus mejillas, bebieron al mismo tiempo el aliento del otro, para luego soltar un pequeño sonido de placer desde el fondo de sus gargantas.
Febe lo besó con fuerza presionando su lengua contra la de JungKook, su estómago retorciéndose, su corazón latiendo contra sus costillas.
La apartó de la pared y avanzó de frente sin romper el largo beso, Febe pasó sus brazos por encima de sus hombros y sintió como JungKook colaba sus manos por debajo de su vestido para sujetarla mejor del trasero a medida que avanzaba.
—¿Y YangMi? —preguntó cuando cayó sobre la cama con JungKook encima logrando apoyar los brazos a los costados de su cabeza.
—Guardia —dijo acariciando su pierna desde la rodilla hasta arriba, volvió a abajo y quitó uno de sus zapatos de tacón.
—¿Cuánto tiempo? —preguntó Febe que observaba el techo sobre ella sintiéndose agitada. Su otro tacón cayó en el suelo y JungKook se incorporó de vuelta quedando a su altura.
—Viene en la mañana.
—Ok... —tragó saliva.
—¿Quieres detenerte?
Febe lo miró y levantó una de sus manos para quitar las gafas de JungKook dejándolas a un lado. Notó sus pupilas dilatadas y su respiración entrecortada. Negó y se enderezó hasta quedar media sentada, JungKook se echó hacia atrás siguiendo cada uno de sus gestos y Febe llevó sus manos a los botones de su camisa para comenzar a desabrocharlos. JungKook la alzó un poco entre sus brazos y la posicionó encima de su muslo al mismo tiempo que sus manos alcanzaban su rostro, y acariciaban sus mejillas, mientras tiraba de su labio inferior en un beso mojado, caluroso que le aceleró la respiración a ambos. Febe terminó de desabrochar su camisa y JungKook alcanzó los bordes de su vestido para tirar de él hacia arriba, JungKook yendo por ella otra vez en un largo beso, en el que ella estiró el piercing de su labio. Movió su muslo contra su entrepierna y Febe gimió en su boca al mismo tiempo que se levantaba un poco para moverse ella misma, hasta que el beso estuvo detenido y solo podían gemir contra los labios del otro compartiendo exclamaciones de excitación.
Sus manos fueron a la espalda de Febe y la acarició en el acto antes de llegar al cierre de sus sostén y luego de varios intentos logró desabrocharlo. La trigueña se rió contra sus labios y JungKook se separó para ir a su cuello y respiró contra su piel enterrando su nariz ahí. Alcanzó uno de los tirantes y lo descendió por su brazo, besó su hombro en un beso mojado y el otro tirante cayó por si solo cuando apartó la prenda de su cuerpo. JungKook pasó sus manos a los costados de sus costillas y Febe echó la cabeza hacia atrás cuando uno de sus pulgares pasó por su pezón, haciendo círculos redondos al rededor de él.
—M-me haces cosquillas —sonrió Febe yendo a besarlo de vuelta.
—Quiero besar cada parte de ti —le dijo tratando de alcanzar su boca, que se había alejado para dejarlo hablar. Y Febe llevo sus manos al cinturón de JungKook para quitarlo y luego bajar el cierre. JungKook se estiró sobre ella, provocando que su espalda se apoyara en la cama de vuelta y quitó sus pantalones sacándolo por completo con sus pies. Febe no sabía en que momento JungKook se había quitado sus zapatos.
—Hazlo... —respondió acariciando los cabellos de su nuca. JungKook besó sobre su clavícula, dio otro beso en medio de su pecho y atrapó en su boca sin dudar uno de sus pezones, lo absorbió entre sus labios y extrajo su lengua para dar algunos langüetazos, no tardó en ir al otro y besó el costado de su seno antes de hacer lo mismo, levantó la cabeza y la miró antes de chupar. Sonidos mojados se escuchaban y Febe mordía su labio inferior dejándose ir entre las sensaciones.
Continuó bajando, besó su estómago, sus caderas, la parte interna de sus muslos, su nariz rozando su piel causándole un cosquilleo lleno te tensiones que solo la hacían apretar sus piernas y retorcer los dedos de sus pies.
JungKook llevó sus manos a los extremos de sus bragas y las arrastró de apoco de entre sus muslos hasta sacarlas. La aguantó de las caderas y las piernas de Febe quedaron a cada lado de sus hombros. Su aliento caliente chocando contra su parte íntima, JungKook lamió sus pliegues sumergiendo la cabeza entre sus piernas y sintió a Febe temblar bajo él al contacto de la superficie fría del piercing en su labio inferior. Con el pulgar de la mano que pasaba por encima de su cadera acarició su clítoris y Jungkook sentía como se desvanecía en sus brazos.
—Gime para mí Febe. —Y Febe se atrevió a mirarlo. JungKook entre sus piernas, ya no tenía la liga en su cabello y sus mechones estaban desordenados, sus labios ligeramente más rojos, mojados, mirándola con sus grandes ojos, con un ansia salvaje por algo indescifrable que se agitaba en ellos. Nunca se había sentido tan apegada, tan necesitada de alguien antes. JungKook se sumergió de vuelta y absorbió su clítoris entre sus labios, las caderas de Febe se movieron involuntariamente contra su boca y JungKook sonrió en el acto, Febe enredó sus manos en sus cabellos y JungKook la pegó más a él si era posible. Podría tener cada parte de ella presionada contra él y aun así desearla más cerca. Jugó con su lengua en círculos y de arriba a abajo llevándola a una locura total.
Febe vocalizó sus gemidos dejándolos venir uno tras otro como una canción.
JungKook subió de vuelta y Febe lo besó bruscamente, moviendo los labios, su lengua bailando dentro de su boca. JungKook acarició sus muslos con sus dedos, se coló entre sus piernas acariciando en círculos, ella gimió contra sus labios y el pelinegro arrastró uno de sus dedos más adentro, lento. La vio retorcerse bajo él cuando su dedo tocó fondo, no paró de acariciar con su pulgar solo para que se centrara en el placer y no en algún dolor. Febe se movió contra su mano y Jungkook sentía como su miembro se apretaba demasiado contra su bóxer.
—Eres tan sexy cuando te frotas contra mí. —dijo tan divertido como excitado.
—Oh dios JungKook no me digas eso. —Febe no pudo evitar cubrir su rostro con su brazo.
—Es la tercera vez que lo haces. —Siguió diciendo y besó el brazo de Febe para que lo quitara de su cara— Y me gusta demasiado.
JungKook adentró el segundo dedo y Febe gritó alto.
—Puedes gritar todo lo que quieras.
—Horita no hablabas mucho.
—Ya, porque tenía la boca en otro lado.
Febe no pudo evitar reírse y JungKook hizo el primer movimiento dentro de ella, colocando sus dedos en forma de gancho hacia arriba. Y volvió a besarla tomando hasta la última gota de dulzura de sus labios, sus corazones latían al mismo ritmo diciéndose todo sin decir nada, un escalofrío se coló hasta los huesos de ella cuando se sintió vacía. JungKook hizo algunos movimientos para quitar su propia ropa interior sin romper el beso y Febe rodeó aquellas fuertes caderas con sus piernas cuando lo sintió completamente desnudo. Sus bocas se separaron por un momento y JungKook colocó todo su peso en su brazo derecho para no aplastarla y entró en su feminidad sin dejar de mirarla a los ojos. Febe gimió cerrando sus ojos y echando su cuello hacia atrás al mismo tiempo que se aferraba a sus brazos.
JungKook no se movió, esperando, observando cada una de sus expresiones, supo que estaba totalmente enamorado cuando la encantaba darle placer, verla retorcerse bajo su cuerpo, Febe se veía totalmente hermosa con sus mejillas y labios rojizos, con su corto cabello esparcido por la cama, con sus piernas apretando al rededor de sus caderas. JungKook. Le gustaba tocarla. Le gustaba sentirla. Amaba ver su sonrisa después del beso. Bajó los labios hacia su garganta encontrando aquel punto donde su pulso latía desenfrenado y se detuvo cerca de su oreja.
—¿Te provoco dolor? —preguntó con su voz ronca hundido en el placer, las paredes de Febe lo apretaban por completo. Pero lo que menos quería era ser el único sintiéndolo.
Ella negó y abrió sus ojos para mirarlo, no sabía que era pero algo en el ambiente hacía que quisiera llorar.
—¿Qué ocurre? —preguntó Jungkook al verla con ojos cristalinos. Pero Febe le alentó a que se moviera un poco más.
—No voy a romperme, nunca me provocarías dolor. —levantó su mano y acarició su mejilla— Muevete... quiero sentirte.
Jungkook alcanzó su mano y la entrelazó con la suya colocándola a un lado su cabeza. Entonces él se enterró en ella, Febe gimió su nombre y arqueó su cuerpo hacia el suyo. JungKook dejó escapar un gemido ronco totalmente intencional, y eso la desarmó por completo. Y luego perdió su cuerpo, sintiéndose totalmente ida cuando JungKook empujó una, dos, tres, siete veces dentro de ella.
—Oh Dios, Jeon. —dijo desesperada.
JungKook la besó con desesperación y Febe trató de aferrarse a él en todos los sentidos. JungKook continuó con movimientos más apresurados y otros tantos largos y profundos. Todo lo que escuchaba era los jadeos y quejidos placenteros que se escapaban de la boca de ambos. El colchón parecía moverse bajo ellos y Febe se aferró a los hombros de JungKook cuando sintió todo su vientre bajo comenzar a cosquillear, su espalda volvió a arquearse y JungKook se acercó a su oreja para estirar el lóbulo entre sus dientes, sacudiéndose una vez, y luego otra y otra más y muchas veces más, hasta que el cuerpo de Febe en un bajo gemidos se contrajo sin control y JungKook se dejó caer sobre ella sintiendo como se desvanecía en su interior. Ambos jadearon con sus respiraciones pesadas y cuando la cabeza de Febe se despejó notó que JungKook estaba llenado de besos su rostro.
—¿Estás bien? —Febe asintió y atrajo a JungKook a su pecho, sumergiendo sus dedos entre sus cabellos, sus corazones latiendo cerca, contra sus costillas.
—Me ha encantado. —le dijo sinceramente. —Mierda JungKook estás derribando todas mis defensas.
Por supuesto que lo sabía, tenía una casi lista mental de las cosas que Febe adoraba.
—Siento decirlo justo ahora... —se rió JungKook subiendo para dejar un beso en su frente— pero te amo mucho.
Febe cubrió su rostro.
—Dios, Jeon, eres un romántico.
Si no lo decía, no era él. Y Febe lo sabía, no había nada que debatir, sabía que lo era. Y de esos verdaderos, esos que morían por sus pasiones, que amaban con el corazón en la mano.
—Tomemos un baño juntos. —le dijo alzando sus cejas sugerente.
Oh santo infierno se te escapó un demonio.
Nota de autora:
_SheyM_ te prometí que actualizaría hoy para ti, y a pesar de que ya es tarde me siento feliz de haberlo cumplido. Ah, este capítulo fue intenso así que espero que te haya gustado mucho leerlo.
¡Gracias por leer mi fic chicos! No pararé de agradecerles nunca.
¡Y SI! no hay condón, ¡que no pánico el cunde! ¡no hay bendiciones!
Nos vemos en el próximo capítulo.
Se despide...
sabjimin
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