—No tan gay... —se explicó al instante como
si eso fuera una excusa— ah esto es muy confuso chicos. —Jimin llevó sus manos a su rostro cubriéndolo un poco.

—Jimin ven aquí. —JungKook se apartó de Febe para arrastrar a Jimin hacia donde estaban ellos, el chico todo el tiempo había estado manteniendo una cierta distancia como si a Febe y JungKook les molestara tenerlo cerca luego de saber la verdad.

Jimin se mantuvo con la cabeza abajo, sus mejillas sonrosadas debido al alcohol.

—Chicos... nunca quise mentirles. —dijo cabizbajo— no es como si yo lo hubiera sabido también.

—¿Que te hizo darte cuenta? —le preguntó JungKook despeinando sus cabellos en un intento de que Jimin se sintiera más calmado.

—Puedes decirnos, por supuesto que seguirás siendo nuestro amigo Jimin, ¿cómo podríamos dejarte de lado por algo como eso? —continuó Febe dejando su botella de soju a un lado.

—Yo... me enamoré de YoonGi.

JungKook tragó saliva sorprendido cuando una lágrima comenzó a caer por la mejilla de Jimin. En todos sus años de amistad jamás lo había visto llorar, Jimin siempre estaba sonriendo, era el alma de las fiestas, el chico que hacía divertido los almuerzos escolares, el que bromeaba sobre sexo cada vez que podía, el que le gustaba sentirse amado por todos y correr tras el balón de fútbol con una sonrisa. El Jimin frente a él era una faceta que jamás había conocido, y se sentía tan triste al no haber conocido ese lado de su amigo, ¿cuánto tiempo tuvo que haberlo callado?

—Jimin no... —Febe se acercó a él con sus ojos aguados— no llores. —tomó su cabeza entre sus brazos y lo acercó a su hombro— bueno llora, llora todo lo que quieras, debiste haber aguantado mucho... —su voz salió entrecortada, ella no quería llorar, pero se sentía tan triste, últimamente todo comenzaba a ser tan triste. Acarició los cabellos de Jimin permitiéndole llorar en su hombro y JungKook se acercó lentamente para abrazarlos a ambos.

Los minutos pasaron y su llanto comenzó a calmarse.

—¿Estás mejor? —preguntó JungKook y el chico asintió un poco.

—¿Quieres contarnos? —indagó Febe y Jimin se apoyó en su auto tomando un suspiro.

—YoonGi no es gay. De hecho no sabría si considerarme uno a mi mismo. —divagó un poco— YoonGi... es él único chico que me ha gustado. —tomó un respiro antes de volver a hablar—. Es nuevo para ambos. Intentamos tener una relación en secreto. Pero ha sido muy duro sentir como si todos nos juzgaran o supieran nuestro pequeño secreto. La paranoia que comenzábamos a tener no se la merece ningún ser humano.

—¿Ya no están juntos actualmente? —preguntó Febe escuchando atentamente cada una de las palabras de Jimin.

—Discutíamos mucho casi a diario, tenemos una guerra interna con nosotros mismos, es imposible llevar esto en paz, así que... decidimos terminarlo y sacarnos a la fuerza de la vida del otro.

—¿Sabes que YoonGi está viviendo conmigo?

Jimin asintió.

—También sé que lo expulsaron de la escuela. No sé que es lo que está pasando por su cabeza últimamente.

—Tal vez sólo quiere tiempo. El tiempo lo cura todo. YoonGi nunca estuvo interesado en sus estudios. Lo sabes, le encanta hacer música en su habitación. —le recordó JungKook y Jimin asintió sintiéndose triste.

—De verdad, no quise ocultarselos.

—Jimin aquí estaremos siempre para ti. Haz sido ni amigo un poco más de la mitad de mi vida y siempre estaré aquí para escuchar tus problemas, Febe también te adora, así que no te ahogues más solo en tus lamentos.

Jimin asintió.

—Lo juro.

—¿Por la garrita? —intervino Febe extendiendo su pulgar y Jimin mostró la primera sonrisa luego de las lágrimas. Entrelazó su pulgar con el de Febe y cerraron la promesa.

—Vamos... los llevaré a casa. Nos queda una larga noche de estudio.

El coche de Jimin se detuvo en frente de casa de Febe, los 3 se despidieron alentando a Jimin con un abrazo y palabras de consuelo, haciéndole prometer que les escribiera cuando llegara a casa.

—¿No quieres que suba? —preguntó JungKook mientras abrazaba a Febe, está negó y apretó más a su novio entre sus brazos. —Pero estoy cansando. —dijo moviendo a Febe lentamente de una lado a otro como si ambos estuvieran bailando una canción que solo estaba en sus cabezas.

—¿Dormirás si subes?

—Mmm, si sugieres que hagamos otra cosa.

Febe se rió y se apartó de JungKook para observarlo de frente.

—¿Cómo qué? —preguntó coqueta dejándose llevar.

JungKook también tenía una sonrisa impregnada en su rostro, Febe podía ver como sus ojos brillaban, parecía estar muy feliz.

—Mmm —volvió a decir acercándose a su cuello para besarlo— algo que no incluya pijamas. —Susurró bajito debido a que estaban justo fuera de la puerta y el señor Kim normalmente tenía muy bien oído, debió haber escuchado el auto de Jimin al dejarlos.

Febe se inclinó un poco para besarlo y JungKook enredó sus brazos en su cintura.

—Ya sé —dijo entre besos— sé que debo irme a estudiar. —Volvió a susurrar y Febe asintió complacida. Tener esa nueva faceta de JungKook frente a ella y negarla definitivamente estaba siendo añadida a la lista de cosas difíciles. Pero por suerte solo bastaba que JungKook sabía leerla perfectamente.

—Te escribo antes de dormir.

—Y yo.

La distancia entre ambos se agrandó y sus manos eran las únicas que los mantenían conectados dramáticamente.

—Te quiero. —articuló JungKook y Febe hizo un corazón con su dedo índice y pulgar. El chico no puedo evitar reír ante tanta ternura e hizo un corazón mayor con sus brazos sobre su cabeza.

—¡Te amo!

Gritó esta vez como más distancia y Febe se echó a reír porque el grito debió haber despertado a todo el vecindario.

¡Gracias por leer!

sabjimin